17 de abril de 2022
En 2019 Israel protestó cuando el gobierno ucraniano restituyó en su puesto a Vasyl Marushchynets, un diplomático que había sido depurado por insertar comentarios fascistas y antisemitas en su página de Facebook.
Marushchynets había estado sirviendo como cónsul en Hamburgo antes de ser despedido del servicio diplomático por ser un fascista. Culpaba a los judíos de la Segunda Guerra Mundial y deseaba la muerte de los antifascistas.
En su página de Facebook Marushchynets también incluyó una foto celebrando su cumpleaños a junto a un pastel alusivo al “Mein Kampf” de Hitler. Ya ven que en Ucrania no sólo son fascistas los del Batallón Azov.
Pero el tiempo cura todas las heridas, algunas muy rápidamente. Los sionistas se han olvidado del tipo de gentuza que prolifera por los despachos de Kiev y los signos de divorcio entre Israel y Rusia se han multiplicado. Parece el fin de una era. Después de acusar a Rusia de crímenes de guerra en Bucha y de votar a favor de la expulsión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, con el telón de fondo de las masacres en Palestina, Jerusalén, Jenin y Gaza, los sionistas han dado un paso más.
Desde los tiempos soviéticos, Moscú siempre ha mantenido un compromiso con los gobiernos de Tel Aviv, pero ahora todo ha cambiado. Israel se ha implicado a fondo y hace todo lo posible para que Ucrania derrote a Rusia.
El embajador de Israel en Washington, Michael Herzog, dijo que no creía que hubiera una solución diplomática a la guerra en Ucrania en un futuro próximo. Añadió que Israel había adoptado una posición muy clara contra la operación rusa en Ucrania: “A pesar de nuestros esfuerzos diplomáticos, no veo ninguna solución diplomática a la guerra en Ucrania en un futuro próximo”, dijo. “Hemos sobrestimado la eficacia del ejército ruso. Su rendimiento no es muy impresionante. Siguen siendo una superpotencia, pero es probable que estos acontecimientos debiliten la capacidad de disuasión de Rusia”.
Israel ya no disimula y apuesta claramente por los frentes financiero y militar para que Zelensky, erigido como presidente por los grupos de presión israelíes, gane su apuesta y derrote a Rusia. El jueves, un episodio revelador de esta creciente tensión se tradujo en el ataque con misiles antibuque desde Odessa, un puerto poblado por “sionistas ucranianos” cercanos a Israel, contra el barco ruso Moskva, que acabó hundiéndose el viernes por la mañana.
El periódico israelí Yediot Aharonot ha revelado que una unidad secreta de entrenamiento, compuesta por antiguos oficiales de las unidades especiales del ejército israelí, entre ellas Sayeret Matkal, había sido desplegada en Ucrania para proporcionar entrenamiento militar a los ucranianos. Se trata de la misma unidad que mata a los palestinos en las calles de Jenin, Jerusalén y Gaza. El embajador ucraniano en la Palestina ocupada, Yevgen Korniychuk, declaró recientemente que tropas israelíes habían viajado a Ucrania para luchar contra Rusia.
Preguntado por la participación de colonos israelíes/ucranianos en la guerra contra Rusia, el embajador ucraniano en Tel Aviv respondió: “Cualquiera que tenga pasaporte ucraniano y quiera luchar en la guerra, podrá hacerlo”. También se refirió a varios residentes de los territorios ocupados con pasaporte ucraniano que querían luchar junto al ejército ucraniano. “No sabemos cuántos soldados israelíes fueron a luchar junto al ejército ucraniano”, añadió Yevgen Korniychuk.
Por primera vez desde 1948 Rusia ha reaccionado y acaba de condenar la ocupación sionista de los territorios ocupados de Palestina. Sensible a los acontecimientos que se están produciendo en Jerusalén, Rusia ha exigido el fin de los mismos, al tiempo que ha denunciado la ocupación israelí en los términos más enérgicos.
Rusia ha criticado a Israel por violar las resoluciones del Consejo de Seguridad al continuar su ocupación de los territorios palestinos. La brutal incursión de un grupo de soldados israelíes en la mezquita de Al-Aqsa, donde los fieles palestinos realizaban los rituales del mes de Ramadán, provocó intensos enfrentamientos que dejaron varios heridos y provocaron la reacción del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.
“Israel sigue pisoteando numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General de la ONU al continuar su ocupación ilegal de tierras palestinas”, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso en un comunicado.
La nueva posición rusa, ¿es el preludio de un apoyo más abierto a Palestina? No se puede descartar una escalada de intercambios de cohetes entre Israel y Gaza. En mayo del año pasado, la Kornet rusa en Gaza echó por tierra los primeros intentos de incursión del ejército sionista en la Franja, que perdió tres tanques en tres días.
La destrucción de los tanques rusos por misiles israelíes en el frente ucraniano puede cambiar las coordinadas de Oriente Medio. Después de su clamoroso fracaso en Siria, Israel lo tiene cada vez más complicado. Por un lado, se va a estrechar la alianza de Rusia con el eje de la resistencia. Por el otro, Moscú también puede apoyar a los palestinos en Yenín, Cisjordania y Gaza contra la ocupación sionista.
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