El fiscal general Germán Moldes
Una valija llena de dólares para callar el intento de soborno de Berlusconi y Macri
por MARTINA SOL GARBARZ
Hace unos días se viralizó un video en el cual una voz masculina insultaba al fiscal general Germán Moldes, quien respondía sonriente y para nada intimidado. El interlocutor anónimo le dijo que terminaría en la cárcel y Moldes replicó que hay varios que ya están y no van a salir más.
De inmediato comenzó a circular un mensaje de WhatsApp, que con nombre y apellido del autor contaba episodios gravísimos ocurridos hace casi tres décadas, que implicaban a Silvio Berlusconi, Franco Macri y el propio Moldes. Su autor, el cirujano Jorge Rachid, quien fue secretario de prensa de Carlos Menem durante los primeros meses de su presidencia, accedió a completar la historia.
Germán Moldes se crió en el barrio de Boedo. Desde 1995 se desempeña como Fiscal General ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal y corea la “fumigación y desratización” de la Justicia a la que llama corrupta. Durante la última dictadura cívico-militar, Moldes ejercía el cargo de secretario de un juzgado cuando fue detenido a raíz de un operativo que acabó con el arresto de varios integrantes de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación (UEJN). Dos meses más tarde fue liberado. Con el arribo de Carlos Menem a la Presidencia, su puerta de entrada a la función pública se abrió. En agosto de 1991 el Ministro del Interior y ex diputado José Luis Manzano lo designó Subsecretario de Coordinación Administrativa, en reemplazo de Julio Mera Figueroa.
El artículo 45
Desde la jefatura del bloque de diputados del Partido Justicialista, Manzano intentó modificar el artículo 45 de la Ley de Radiodifusión en favor de la apertura a las cadenas internacionales de los medios, lo cual fue impedido por Rachid. “Yo había peleado con Manzano en la Cámara de Diputados de madrugada, porque había un artículo de la ley que impedía que los medios gráficos tuvieran medios de comunicación audiovisual y eso estaba consensuado que se iba a bajar. Pero además Manzano intentaba meter por la ventana que los medios podían ser abiertos en licitación a las cadenas internacionales”, dijo Rachid en diálogo con El Cohete a la Luna, y agregó: “Los seis meses que estuve en el gobierno tuve mucha presión de las cadenas internacionales. Nos vinieron a ver Rupert Murdoch (principal accionista de Fox News), Ted Turner (fundador de la cadena de noticias CNN), Televisa de México y hasta Silvio Berlusconi (presidente de la corporación de telecomunicaciones Mediaset). Todos querían quedarse con los canales”.
A dos meses de la sanción legislativa que estableció que las cadenas internacionales no podrían hacerse cargo de los canales, Manzano viajó a Italia junto a Franco Macri para reunirse con Berlusconi. “Acabo de venir con Franco Macri de Italia y le hemos hecho una propuesta a (Carlos) Menem consistente en que el 33% de las acciones de Canal 11 sean para él y para vos si están dispuestos a entregar el canal a Berlusconi a través de Macri”. El secretario de prensa recuerda que en ese momento se acercó a consultarle al Presidente si tenía alguna relación con tal ofrecimiento, y lo negó. La estrecha relación con Berlusconi le valió a Macri la versión de que era parte de la mafia y de la logia P2.
Los Macri, con Menem y Duhalde
Sentados alrededor de una mesa en la Casa de Gobierno, Menem le consultó a su Secretario de Prensa en ocasión de una reunión de Gabinete Nacional: “¿Qué pasa con la corrupción, que nos están atacando de todos lados?” A lo que Rachid contestó: “La corrupción es la imagen que estamos dando, todos nuestros ministros salen en las revistas frívolas con la patria contratista”. Pero al Presidente esa respuesta no le bastó y Rachid enfatizó: “Usted sabe que la corrupción la tenemos en esta mesa. Se llama José Luis Manzano y está acá, sentado enfrente mío”. Del otro lado de la mesa, el vicepresidente Eduardo Duhalde informó que “en el Senado se comenta que el diputado Manzano roba para la corona”. El Presidente dio por finalizada la reunión y se retiró de la sala. Esa misma tarde, en diciembre de 1989, Jorge Rachid le presentó su renuncia a Carlos Menem, quien le pidió algunos días más dado que el Ministro de Economía, Néstor Rapanelli, estaba por dejar su cargo y se desencadenaba la crisis de fin de año, con la disparada del dólar.
Veinte días después Rachid presentó formalmente su renuncia. “Me enteré de un desfalco que había en Canal 7 (ATC) por parte de su director, Mario Gavilán, que se había afanado 700.000 dólares, fui a comunicárselo al Presidente, no hizo nada y me dije a mi mismo: Hasta acá llegué. A los pocos días me llamó el secretario Ramón Hernández para que fuese a la jura de Fernando Niembro que me iba a reemplazar en el cargo y me negué”.
Durante un mes el ex secretario de prensa no vio más al Presidente, hasta que un llamado del secretario general de la presidencia, Alberto Kohan, sorprendió en el teléfono de Rachid. Tenía que ir a ver a Menem. En esa reunión le notificaron que iban a enviarlo como embajador a Panamá, a lo que el ex vocero presidencial se negó. “Le advertí que yo lo iba a combatir, porque cuando la corrupción se mete, el Presidente es socio o es boludo, pero estadista no. Ahí me fui y fue la última vez que lo vi”, afirmó Rachid.
“La verdadera causa de la renuncia de Rachid”, tituló la revista Confirmado el artículo que narra el escándalo en aquella reunión de gabinete en la que participaron el Presidente, el vicepresidente, los ministros, los jefes de bloques de diputados y de senadores. A raíz de esa publicación, Eduardo Menem le comunicó a Rachid (que todavía conservaba sus funciones en el Consejo Nacional del partido) que Manzano quería reunirse con él. Asistieron Manzano, Germán Moldes, y El Chueco Mazzón.
“Manzano me dice que sabían que no había sido yo el que publicó el artículo con esa noticia que lo dañaba. En ese instante me comenta que ellos iban hacer una denuncia contra quien firmaba la nota y me pidieron que desmintiera la información. Mi respuesta fue que no acostumbro a desmentir lo que es verdad”, contó Rachid, y añadió que se retiró con amenazas, furia e insultos.
A los pocos días, Germán Moldes llegó al consultorio de Jorge Rachid con otra persona que nunca supo quién era y le expresó: “Turco, dejate de joder, acá te traje algo para que te calmes”. Moldes abrió una valija repleta de dólares. “Le contesté que la cerrara y se fuera. Terminó muy mal. Moldes vino porque lo mandó Manzano para que yo desmienta la nota a cambio de esa plata”, agrega Rachid. Luego de que Manzano fuera nombrado Ministro del Interior, Mazzón asumió como subsecretario de Interior y Moldes fue designado subsecretario de Coordinación. Mazzón había sido el superior de Manzano en la filial mendocina de Guardia de Hierro. Entonces comenzaron las persecuciones sobre Rachid y su familia.
De Tupungato a Miami
Cuando Menem lo reemplazó por Gustavo Béliz en el Ministerio del Interior, Manzano se resguardó en San Diego, California. Mazzón y Moldes se acomodaron en el ministerio junto a Carlos Corach, que había designado Subsecretario a Claudio Bonadio. “Manzano vuelve de Estados Unidos con cientos de millones de dólares de su nuevo socio Más Canosa, gusano cubano que se ocupó hasta su muerte —le siguió su hijo— de manejar el negocio de la droga desde Miami, y hasta comprometió a militares cubanos, luego fusilados por Fidel por traición a la patria. Con munición gruesa, Manzano llegó y compró, junto a Daniel Vila, todos los medios de difusión posibles, consolidando el poder en Mendoza especialmente pero operando también en Rosario con el diario La Capital o a nivel nacional con América TV”, recordó Rachid.
Germán Moldes y Claudio Bonadio, de la mano de Carlos Corach y Mazzón, acceden a los máximos niveles de la Justicia. El primero como fiscal general para causas complejas, mientras que el segundo como juez federal.
Jorge Rachid
Jorge Rachid está por terminar su café.
—¿Por qué hablar sobre este tema tantos años después?
—Moldes había sido compañero nuestro, estuvo preso durante la dictadura. Es una porquería de tipo. Ha perdido todos los escrúpulos, toda capacidad de amor y solidaridad que es lo que empuja la política. A mí no me gusta la palabra traidor, pero esto es peor que traidor. Denunciarlo es un mensaje para que sepan quién es. Cuando uno elige como forma de vida la militancia política y más con la memoria que tenemos viva nosotros, uno no tiene ni miedo de envejecer porque no envejecemos nunca, porque tenemos la edad de los sueños que acariciamos, que son las utopías abiertas. Mauricio Macri me dio veinte años más de vida. Ante saqueadores y entregadores de la patria, lo único que me mantiene con alegría es la voluntad política de combatirlos. Esta historia permite visualizar, sobre todo después de los doce años que tuvimos de Néstor y Cristina, que los sueños se pueden cumplir sin necesidad de caer en la tentación de la guita. La ruptura de los sueños por el dinero fue muy fuerte en los ’90, muchos compañeros cayeron en eso.
Al cierre de esta edición se anunció que por orden del juez federal Ariel Lijo había sido detenido el hombre que increpó a Moldes en la calle: el mago peronista Facundo Daelli. Por sus insultos al fiscal, Lijo lo allanó y lo detuvo.
Publicado en:
https://www.elcohetealaluna.com/moldes-el-valijero-de-macri/
miércoles, 26 de diciembre de 2018
MOLDES, EL VALIJERO DE MACRI, por Martina Sol Garbarz (para "El cohete a la Luna" de diciembre de 2018)
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