10 julio, 2020
Por Alfredo Silletta.
En el mismo momento que el presidente Alberto Fernández superó el 60 por ciento de imagen positiva con picos de 80% cuando comenzó la cuarentena en marzo, el establishment económico y la corporación mediática comenzaron un ataque sistemático al gobierno. El intento de expropiación de la empresa Vicentin y un cercano arreglo de la deuda externa enardeció a la derecha y la oposición prendió la mecha con consigna sobre la “libertad”, la supuesta “liberación de presos”, la ruptura de silobolsas o la posible detención de periodistas por las vinculaciones con los servicios de espionaje ilegal.
El ex presidente Mauricio Macri, Patricia Bulrrich, los periodistas del Grupo Clarín o América 24, más el ala más extremista de Juntos por el Cambio agitó las aguas del odio y el resentimiento de los sectores medios que están, como todos los argentinos, pasándola mal por la pandemia, y qué ayer cruzaron un límite al intentar linchar a los periodistas de C5N y al colega Ezequiel Guazzora.
Desde hace más de 75 años existe un odio hacia el peronismo. De aquellas pintadas de “viva el cáncer” contra Evita hasta “el cáncer” pedido por Etchecopar para Cristina Kirchner. En el medio tenemos golpes de estado, bombardeo a civiles en Plaza de Mayo, prohibición del peronismo durante 18 años y 30.000 desaparecidos en la última dictadura militar.
Lo preocupante de esta pandemia mundial es que seguramente para el mes de septiembre u octubre tengamos cerca de dos dígitos de desocupación y más del 50 por ciento de pobreza, datos inéditos, superiores a la crisis del 2001.
Estas cifras implican que amplios sectores medios que cerraron su negocio o perdieron su trabajo pasaran a vivir en extrema pobreza, quizás terminando en un comedor popular o no pudiendo pagar su alquiler, algo que por su idiosincrasia nunca antes se les pasó por la cabeza. De allí que es fundamental salir con un gran plan económico. El gobierno lo sabe y ya trabaja en eso.
Hoy es necesario recuperar el consumo, que vuelva a funcionar la pyme que permite dar trabajo y ese producto ser vendido nuevamente en el comercio. El problema es que no hay dinero, de allí que el gobierno anunciará en las próximas semanas un gigantesco Plan de Reactivación Económica.
El gobierno sabe que con la pandemia cerraron miles de comercios y pymes y trabaja en recuperarla. Por ahora trascendió quese viene un Ahora 18, con la novedad que la gente comprará un producto pero lo empezará a pagar dentro de varios meses. La idea es que alguien compre vestimenta, un electrodoméstico o cualquier otro artículo hogareño y lo empiece a pagar dentro de 3 o 6 meses para terminar de pagarlo en el año 2022. A ese plan en cuotas se analiza quizás sacar una parte del IVA para bajar su costo.
Paralelamente, la AFIP analiza lanzar una nueva moratoria, bien amplia que permitirá a las empresas ponerse al día y incluso se habla de un nuevo blanqueo para repatriar capitales que permitan reactivar el empleo, por ejemplo para la construcción y compras de departamentos desde el pozo.
Se analiza un plan especial para recuperar las económicas regionales, especialmente en el NOA y el NEA más la zona de Cuyo con aranceles de exportación especiales para esas regiones.
Mientras tanto el gobierno intentará cerrar en estas semanas el acuerdo por la deuda externa. No la tiene fácil ya que el principal fondo se opone al acuerdo. Desde Olivos cuentan que el presidente tiene esperanzas en llegar a un acuerdo, aunque reconoce que es difícil.
El presidente sabe qué cuenta con el apoyo de la totalidad de los gobernadores, de muchísimos empresarios, de los sindicatos y de la unidad del Frente de Todos. La mejora económica es la única manera de frenar el odio propalado por la oposición. No debe engancharse a discutir con los odiadores de siempre, ellos manejan los medios de comunicación y no hay acuerdo posible con los mismos.
Las imágenes de ayer en el Obelisco y en muchas provincias, aunque minoritarias, deben recordarnos “el huevo de la serpiente”, aquella expresión popularizada luego de la película homónima del gran director sueco Ingmar Berman, estrenada en 1977. La película se puede hoy ver gratis en YouTube y muestra la Alemania de los años 20, antes del surgimiento del nazismo. Uno de los personajes de la película cuenta que el futuro de Alemania es predecible como el huevo de serpiente, a través de cuya membrana se distingue el pequeño reptil y cuando sale es impredecible.
Muchos dirán que los de la marcha de ayer eran pocos, es verdad pero con tanto odio mañana pueden ser miles y allí la democracia correrá peligro. Hay que leer ese odio en las redes, en comunicadores de la Corpo qué sin ningún argumento dicen que “Cristina mando asesinar” al ex secretario y hasta el ex presidente Mauricio Macri en su primer reportaje pide que las “fuerzas armadas” salgan de sus cuarteles. Se refiere a Venezuela pero mañana lo puede decir por nuestro país.
El gobierno sabe que el huevo de la serpiente está ahí y se puede multiplicar. La única vacuna es recrear la economía con trabajo. La clase media empobrecida y con hambre es extremadamente peligrosa.
Publicado en:
https://info135.com.ar/2020/07/10/el-plan-de-alberto-fernandez-para-contrarrestar-el-huevo-de-la-serpiente/
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