ÚLTIMA EDITORIAL MUNDIAL QATAR 2022
No soy futbolero, prefiero el rugby, la Fórmula 1 internacional y el box antes que el fútbol, pero soy hincha de San Lorenzo y entiendo algo sobre hacerse mala sangre y ‘calentarse’ con el fútbol y sus manos invisibles.
Tampoco he sido ni soy ‘fan’ de Maradona ni de Messi, aunque sí creo que cada uno de ellos en su momento ha sido y es el mejor jugador del mundo, más allá de que a la prensa europea le repela la idea. Esta tarde, probablemente, la selección argentina quede eliminada de la final por el campeonato, y probablemente el próximo sábado quede en cuarto lugar, lo que la posicionaría, tal como está hoy, dentro de los cuatro mejores equipos del planeta. No soy pesimista ni agorero, aclaro, ni tampoco es una premonición ni un pronóstico: simplemente me baso en un hecho muy claro que es jugar contra una selección físicamente superior (Croacia), que su edad promedio ronda los 30 años y que acaba de dejar en el camino a la revelación del mundial (junto a Marruecos) o sea a Japón, y nada menos que a Brasil, no es poco. La selección albiceleste, salvo Messi y Di María, es un equipo cuya edad promedio ronda los 24 años, el 75% de ese equipo juega por primera vez un mundial, incluido su entrenador, y me parece que desde 2018 hasta hoy alcanzó logros que no alcanzaba desde 1993, como ganar una copa América, con el plus de hacerlo ante Brasil en su casa y clasificar en segundo lugar para el mundial cinco fechas antes de que terminaran las eliminatorias, cosa que si no me equivoco no ocurría desde el equipo de Bielsa en 2002. Por el mismo motivo fáctico creo que el campeón merecido de este mundial será Francia, es un equipo de atletas, tienen un estado físico superior y nadie puede dudar que juegan un fútbol de gran categoría, precisión y hasta belleza (a pesar de que también creo que el referi brasileño Sampaio les dio una manito frente a Inglaterra, que jugó un gran partido y no mereció quedar eliminada, pero como todos sabemos la meritocracia en el deporte es tan absurda e indecente como el plano social). Creo que el seleccionado argentino hizo un buen mundial, entre 7,50 y 8 puntos, se sobrepuso a una humillante derrota en la primera fecha ante el rival más débil de su grupo, y ganó con lo justo, sin sobrarle nada ante México, Polonia (quizá su mejor partido), Australia y Holanda. Este último equipo, de uno de los países más salvajemente colonialistas y capitalistas del planeta (baste recordar las masacres de los holandeses en la Guayana a través de su petrolera Shell) tiene una gran rivalidad con el equipo argentino desde que perdió la final del mundial 1978 (recordemos que Argentina jugaba de local con la junta militar de aliada y Holanda sin Cryff, su principal figura, que declinó jugar ese mundial en solidaridad con el pueblo argentino y los derechos humanos). Holanda, sin haber sido campeón mundial nunca, aunque habiendo jugado y perdido tres finales (Alemania ’74, Argentina ’78 y Sudáfrica 2010) es el país que más aportó al fútbol desde lo táctico (me informa un amigo que sabe) y la manera de posicionar los equipos en la cancha, aunque desafortunadamente para los simpatizantes de ese país, nunca han logrado ponerlo en práctica jugando ellos mismos (recuerdo que en 1978 jugaron muy rudo frente a Argentina, en 2010 los recontra cagaron a patadas al seleccionado español, nunca vi pegar tanto un equipo a otro como Holanda a España en una final) y en el lamentable partido del martes pegaron, a mi entender, más de lo que pegó Argentina, que de hecho pegó y bastante.
Sin embargo a los Holandeses les sancionaron 16 faltas y al seleccionado nacional 30, es un número que en mi opinión habla de la fobia que siente la FIFA por la albiceleste desde tiempos inmemoriales (merecidamente quizá? No lo sé), pero creo que esas humillaciones que los jugadores argentinos padecen en carne propia jugando en todos los equipos de todos los países europeos, a la larga va creando un resentimiento y una irracional sed de revancha que, lamentablemente, estalla siempre en partidos como el del viernes con Holanda ante la vista de todo el planeta, y aunque el rival provoque, tire la piedra y esconda la mano, hable antes del partido y después ponga cara de boludo (como Van Gaal), la prensa europea (y la FIFA!) ya tiene elegido un culpable, un salvaje sudaca de antemano. Amo la impunidad! Debe ser maravilloso colonizar, saquear, asesinar durante siglos y que los salvajes sean los que reaccionan, pero así nos tocó jugar en la historia. ‘La albiceleste tiene ventaja porque todo el estadio hincha por ellos’, decía ayer el entrenador croata: sí, es verdad, pero eso es solo el pueblo, la gente, y no hinchan por la selección argentina, aclaremos: hinchan por Messi, como la mismísima cantante británica Adele que dijo amar a Messi y le dedicó un recital la semana pasada.
Pero lo que realmente pesa en los partidos: la FIFA y la prensa europea, hinchan no por Croacia sino contra la argentina, siempre ha sido así y siempre será así, y como dijo ayer mi amigo Fabián: eso ya casi me inclina a ser fan de la selección. Felicitaciones al equipo, a Scaloni, que han hecho un buen trabajo y tienen futuro para seguir, pero ya dije lo que creo en cuanto resultados. Si Argentina llegara a pasar hoy y a ganar la final sería mucho más que un campeonato mundial de fútbol, sería vencer a la FIFA y a la prensa europea, es decir al capitalismo más decrépito, salvaje y ruin del planeta.
por Mariano Ele
13 de diciembre de 2022
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