Por Alfredo Moreno*
Desde el organismo que preside Claudio Ambrosini señalaron que la instalación y puesta en funcionamiento de este sistema de cable submarino de fibra óptica “permitirán un crecimiento no solamente en términos tecnológicos, sino también desde el punto de vista económico”. Esto es así debido a que hoy en día la conectividad internacional es fundamental para cualquier industria debido a la vinculación con la digitalización, la telecomunicación y las tecnologías de la información.
“Celebramos la inversión y el compromiso de empresas internacionales en términos de infraestructura, robustecimiento e incremento de la conectividad, no solo en Argentina sino también en toda en la región”, dijo Micaela Sánchez Malcolm, secretaria de Innovación pública de Argentina.
«Estamos anunciando un gran paso en nuestra infraestructura, en la que Google se convierte en la primera empresa tecnológica, fuera del área de telecomunicaciones, en invertir en el desarrollo de un cable submarino internacional totalmente privado«, informa el gigante de internet.
La fibra de Google tendrá una traza de aproximadamente 13.500 km, con una capacidad de 15.03 terabits por segundo (TB/s) por par de pelos de fibra. Si bien esta capacidad de transferencia es importantísima, en estos días en Australia están probando transferencias de 44.2 terabits por segundo.
Un equipo liderado por los profesores Dr Bill Corcoran, de la Universidad de Monash, Arnan Mitchell, del RMIT y David Moss, del Swinburne, ha publicado su última investigación en la prestigiosa revista Nature Communications, donde aseguran haber batido el récord de velocidad de transferencia desde una única fuente de luz, no solo en condiciones de laboratorio, también en pruebas reales a través de la red nacional de banda ancha de Australia.
“Firmina”** lleva el nombre en homenaje al trabajo y espíritu pionero de quien es considerada la primera novelista de Brasil, Maria Firmina dos Reis (1825-1917), una autora y abolicionista brasileña cuya novela de 1859, “Úrsula”, quien describe la vida de las y los afrobrasileños bajo la esclavitud.
En junio de 2021 Google anunció desde Sillicon Valley la instalación de esta fibra. Un nuevo cable submarino internacional que conecta la costa este de los Estados Unidos con Las Toninas, Argentina, con extensiones adicionales en Praia Grande, Brasil y Punta del Este, Uruguay. “Firmina” será el primer cable del mundo que, a pesar de su larga distancia, es capaz de funcionar completamente con una sola fuente de energía en uno de los extremos del cable, en caso de que sus otras fuentes de energía no estén disponibles temporalmente.
Para el gigante de internet, con 12 pares de fibra óptica, el cable transportará el tráfico de forma rápida y segura entre América del Norte y América del Sur, brindando a los usuarios un acceso rápido y de baja latencia a los productos de Google como el Buscador, Gmail y YouTube, y a todos los servicios de Google Cloud.
“La llegada de “Firmina” potenciará la infraestructura de Google en la región, aportando más resiliencia a la red y mejorando la experiencia de nuestros usuarios y clientes. Estamos muy contentos de marcar un nuevo hito en términos de conectividad: este cable submarino tendrá la capacidad de alimentarse de energía de un solo extremo del cable, a pesar de su extenso recorrido, reforzando la fiabilidad de nuestra red. Este año comenzarán las actividades de reconocimiento del lecho submarino. Estimamos finalizar los trabajos para que el cable esté listo en 2023”, señaló Cristian Ramos, gerente de Desarrollo de infraestructura de Google.
La red de Google
Con la llegada de “Firmina”, Google ya cuenta con 16 cables submarinos propios en todo el mundo. Otros cables de Google en la región como “Curie” (que conecta Chile con Estados Unidos), “Monet” (Brasil – Estados Unidos), “Junior” (que conecta las ciudades de Praia Grande y Rio de Janeiro en Brasil) y “Tannat” (Argentina – Uruguay – Brasil) van completando la infraestructura de la red Google que conecta sus centros de datos.
Google y Facebook participan junto a otros socios regionales, en el proyecto “Apricot”, un cable submarino de 12.000 kilómetros que conectará Japón, Taiwán, Indonesia, Guam, Filipinas y Singapur y que se espera estará en funcionamiento para 2024. El tendido de esta gigantesca infraestructura pretende contribuir a cubrir la creciente demanda de 4G, 5G y acceso de banda ancha de esta región estratégica.
“Apricot” se unirá al entramado de 400 cables submarinos que se extiende por más de 1,1 millones de kilómetros (27 veces la longitud del Ecuador) y que es responsable de casi todo el tráfico global de internet. Según los datos aportados en 2020 por la compañía Telxius, propiedad de Telefónica, el 99% de dicho tráfico circula a través de esta gran red.
A principios de 2021 Google anunció también el lanzamiento del cable submarino “Echo”, que conectará EE UU con Singapur, Guam e Indonesia. “Echo y Apricot son sistemas complementarios que ofrecerán beneficios con múltiples rutas dentro y fuera de Asia lo que garantiza un grado significativamente mayor de resiliencia para Google Cloud y los servicios digitales. Juntos proporcionarán a las empresas una latencia [el tiempo que tarda en transmitirse la información en la red] más baja, más ancho de banda y una mayor capacidad de recuperación en su conectividad entre el sudeste asiático, el norte de Asia y EE UU”, ha asegurado el gigante de internet.
Google asegura que inversiones como esta tendrán un impacto medible en la actividad económica regional, y esgrime un estudio de la consultora Analysys Mason según el cual sus inversiones en redes habrían generado 430.000 millones de dólares adicionales en el PIB agregado de la región Asia Pacífico y 1,1 millones de empleos adicionales. En total la compañía participa en 18 cables submarinos, incluido el proyecto Grace Hooper, que unirá en 2022 España con Reino Unido y Estados Unidos.
Facebook, por su parte, ha asegurado que “Apricot” tendrá una capacidad inicial de 190 terabits por segundo y será “un ejemplo de nuestro modelo de asociación innovador, en el que todas las partes se benefician del desarrollo de infraestructura a escala y experiencia tecnológica compartida”. La infraestructura complementará los otros dos cables submarinos que la compañía anunció en marzo, Echo y Bifrost, que también conectará EE UU con Indonesia a través de Singapur.
Para la economía global los cables submarinos se han convertido en un asunto de gran relevancia geopolítica. El proyecto de la red Pacific Light Cable, financiado también por Facebook y Google, y que iba a conectar Hong Kong y varios países asiáticos con EE UU, fue cancelado en septiembre de 2020 después de que Washington advirtiera del peligro de que China pudiera tener acceso a los datos. La pasada semana, Amazon y Facebook pidieron permiso al Gobierno de EE UU para poner en marcha un cable entre Filipinas y California después de que China Mobile decidiera abandonar el proyecto.
Cada vez que abrimos Google Maps para buscar el mejor camino hacia donde queremos llegar, o que encuéntranos el regalo perfecto en el buscador o que compartimos una hoja de trabajo con colegas o documentos entre estudiantes o guardamos y compartimos fotos, música, etc., o indexamos nuestros contenidos para que esten disponibles en la Web estamos utilizando Google Cloud.
Esta nube está formada por muchos componentes, como el centro de datos de Google en Chile, o las regiones de Google Cloud Platform (GCP), como la que inauguró en São Paulo el año pasado. En todo el mundo, la red de Google tiene más de 100 centros de datos. Todas estos «data centers» son la infraestructura de nube y están conectados por red propia en pleno desarrollo, que incluye 11 cables submarinos y miles de kilómetros de fibra óptica alrededor del mundo.
Los recursos de GCP (aplicaciones, almacenamiento, webs, etc.) se alojan en los “data centers” mencionados. Estas ubicaciones están compuestas por regiones que, a su vez, contienen zonas. La ubicación de recursos en diferentes zonas de una región proporciona aislamiento de muchos tipos de fallas de infraestructura, de hardware y de software. En las siguientes 24 regiones su emplazan los centros de datos de Google: Iowa, Centro de EE. UU., Oregón, Oeste de EE. UU., Virginia del Norte, Este de EE. UU., Carolina del Sur, este de EE. UU., Bélgica, Europa, Londres, Europa, Frankfurt, Alemania, Singapur, Sudeste de Asia, Taiwán, Asia Oriental, Tokio, norte de Asia, Sydney, Australia, Sao Paulo, Brasil, Mumbai, India, Montreal, Canadá, Países Bajos, Europa, Los Ángeles, Oeste de EE. UU., Salt Lake City, Oeste de EE. UU., Las Vegas, Oeste de EE. UU., Zúrich, Europa Occidental, Yakarta, sudeste asiático, Finlandia, Europa del Norte, Hong Kong, Asia Oriental, Osaka, noreste de Asia, Seúl, noreste de Asia.
Las razones técnicas y corporativas de Google para instalar sus cables de datos submarinos, está tanto la flexibilidad para tomar decisiones en cuanto al enrutamiento de datos como la optimización de la latencia, observando los intereses de los usuarios de Google y de los clientes de Google Cloud Platform. Al construir una infraestructura totalmente privada, la empresa disminuye el número de partes involucradas, simplifica el proceso de instalación y reduce el tiempo para que el cable esté listo y funcional a las necesidades de la administración y gestión de los recursos de software y almacenamiento de datos. Globalmente, este tipo de conexión también permite planificar nuevas regiones para la plataforma de GCP.
Los cables submarinos de Google que dan la infraestructura a su red no representa ninguna mejora a la red nacional de telecomunicaciones de Argentina. Los compatriotas que están desconectados continuarán fuera de la internet, a menos que las políticas públicas de un estado inclusivo resuelva el acceso.
La enorme capacidad de transferencia de “Firmina” solamente brinda mejoras en el acceso a los servicios en la nube de GCP. Para la Argentina no representa ningún avance, sino lo contrario, pone en jaque posiciones soberanas en el acceso internacional a internet. Al ya conocido acceso internacional de la empresa Level 3 que saca y entrega nuestro tráfico internacional de internet en el nodo de las américas en Miami se le suma en de Google solo que este tráfico será separado para que por esta vía solo transiten los datos de los usuarios que utilizan servicios Google Cloud.
La infraestructura de telecomunicaciones territorial local no mejora con los negocios de GCP. Por el contrario profundizar las tibias acciones desplegadas por el gobierno nacional durante el período 2021/2022 permitirá a las argentino tener acceso a la red de redes.
Accesos alternativos como el sugerido por el grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica aún están en espera de avance para la Argentina. Los países del grupo BRICS han decidido dotarse de su propio sistema de internet para escapar al control de Estados Unidos.
Lo que hoy conocemos como internet se halla hasta ahora bajo la administración de la ICANN (Internet Corporation for Assigned Names and Numbers), una asociación administrativamente dependiente del Departamento del Comercio de Estados Unidos.
La creación de una nueva “internet” con su propio órgano de administración y gestión es una proposición del Consejo de Seguridad Nacional de la Federación Rusa. Todavía no se sabe cómo se articularía eso con el sistema de DNS (Domaine Name System) alternativo que ya funciona en China.
El presidente Alberto Fernández en el 2021 firmó el acuerdo para conectar en la ciudad de Valparaíso, el cable de fibra ótica de la Red Federal de fibra óptica de ARSAT que le permitirá a Argentina tener dos puntos de acceso internacional a Internet; uno por el atlántico, el actual en as Toninas y otro por el pacífico llamado Puerta Digital.
El nuevo anillo digital submarino y transpacífico llamado «Puerta Digital Asia-Sudamérica», se unirá al continente con asiático sin pasar por EE. UU ni Europa.
El cable de Google solo viene a Googlear nuestras vidas, es decir, en el territorio digital Google nos envuelve en su poder cada vez más concentrado.
GOOGLÉAME, la segunda misión de los Estados Unidos
La filósofa francesa Barbara Cassin público en 2008 Googléame. En su trabajo, coloca al «mejor» motor de búsqueda del mundo en el centro del debate político, económico y cultural del fenómeno Google. Lo define como el imperio de la información, del saber y del comercio a escala planetaria. Par todo es necesario la materia prima que son los datos.
Las prácticas sobre las cuales ha desarrollado su poder y también el tipo de moral que encarna cuando se pretende universal y democrático. ¿Cuáles son los intereses de Google, cuyo proyecto es organizar toda la información y digitalizar todos los saberes del mundo? ¿Es necesario plegarse al modelo Google para «ser», por el temor a desaparecer? ¿Qué nuevo lugar ocupan los autores y las obras en el universo digital? ¿De qué modo el uso del global por parte de centenares de usuarios en todo el mundo modela una determinada manera de pensar? ¿Qué lugar ocupan los estados en reacción a sus pueblos frente a este Mega Estado Digital?
La mítica y extraordinaria historia de la invención de Google por dos estudiantes de doctorado de la Universidad de Stanford, desde su inicio hasta su estruendosa entrada en la Bolsa en 2004, permite a Barbara Cassin abordar desde un nuevo ángulo la cuestión decisiva de la dimensión cultural de la democracia. En tal sentido, afirma: «Dicho de manera brutal, Google es un campeón de la democracia cultural, pero sin cultura ni democracia. Porque no es un maestro ni en cultura (la información no es la que forma) ni en política (la democracia de los clics no es una democracia)».
*Ing. TIC en Arsat, Profesor TI en Universidad Nacional de Moreno.
** No forma parte de la nota original, pero se puede ampliar sobre esto en una nota escrita desde PPV haciendo click en https://revistappv.com.ar/google-construira-un-nuevo-cable-submarino/
Publicado en:
https://revistappv.com.ar/googleados-la-tercera-mision-de-los-estados-unidos/
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