Es probable que, como a muchos de nosotros,
anoche te haya costado dormir. Las noticias responden a un diseño preciso y
perverso: desarmarte, arrollarte de tristeza. Ojo: no quieren que vos creas el
delirio de Leuco acerca de que el kirchnerismo mató a Maldonado, no. Van más
profundo: quieren que te haga pelota la sensación de que una gran parte de la
sociedad es capaz de difundir y apoyar eso. Quieren que te sientas como estás
sintiéndote ahora, rodeado de gente basura que va a votar a Carrió a pesar de
su ominosa brutalidad. El objetivo de los patanes como Leuco no es convencerte
a vos, por supuesto que no. El objetivo que persiguen es dibujarte un mapa
social distorsionado. No te comés el verso de que los k o los mapuches mataron
a Santiago, por supuesto que no, pero sí corrés (o sea, corremos) el riesgo de
creer que la mayoría del pueblo argentino es capaz de defender esa teoría.
¿Cómo lo logran? Crean ese clima con trolls en las redes sociales, con
periodistas en los medios, con fraude en las elecciones. Nuestro desafío hoy es
estar más alertas y unidos que nunca en la certeza de que somos una mayoría los
que opinamos que el Estado no debe desaparecer gente y no debe manipular las
cabezas de sus ciudadanos escondiendo información y tirando un cuerpo al río 5
días antes de las elecciones. Ojalá esa certeza nos una, antes o después de las
elecciones, incluso con aquellos con quienes veníamos caminando juntos y de
quienes, en los últimos meses, por disputas funcionales a los desaparecedores
de personas, nos habíamos separado. Ojalá esa certeza nos haga ver que no hay
cargo en el Estado que valga la defensa de un Estado asesino ni la disgregación
del campo opositor. El objetivo que se traza el Estado macrista por estos días
tiene que ver con demoler nuestra moral. Inventan mierda en los medios con
marionetas como Leuco, Andahazi, Carrió... 300 bots en twitter replican esa
mierda y así generan la sensación de que una vasta mayoría los apoya. Un
imbécil dispara desde su balcón contra una Unidad Básica y parece que toda una
ciudad fuera igual a ese imbécil. Sin duda mucha gente los apoya, sí, pero no
son mayoría. Hace dos años no llenaban una plaza juntándose todos. No son
tantos. No nos dejemos demoler tan fácil. Es durísimo lo que está pasando,
tenemos la obligación, no por nosotros, ni por los nuestros, sino porque
realmente creemos que la Patria
es el Otro, de ser más duros que ellos, de no dejarnos engañar con esa idea de
que el que vota a Carrió es como Carrió y entonces estás rodeado de gente
horrible que hace chistes sobre Santiago Maldonado. No. Si eso fuera así, los
que votamos a Cristina seríamos como Cristina, y eso no fue así con el 54% ni
es así ahora. Están logrando que los dejemos de ver como a los enemigos o al
verdadero problema. Si nos dejamos engañar y creemos que el problema no es
tanto "ellos" como "la gente que los vota", por traición de
clase, por falta de conciencia, por egoísmo o por lo que sea, ellos, los
auténticos soretes, vuelven al lugar de donde los sacó el gobierno anterior.
Vuelven a las sombras, y nosotros empezamos a odiar al tipo al que deberíamos
convencer.
No nos dejemos manipular la cabeza. Cada vez
que sientas desprecio por el pueblo argentino tenés que saber que estos tipos,
estas 100, 200 familias cagadoras, te están ganando una batalla. Igualmente,
una idea puede llevar a tu espíritu, en estos días de horror, la tranquilidad,
la lucidez y el coraje que necesitamos para volver a dar vuelta esta historia:
pertenecemos a una tradición de luchadores, se ciernen sobre nosotros como una
protección y un impulso las armas de los patriotas, su sombra terrible nos
ilumina y nos recuerda que, ni manipulando la historia a su beneficio, ni
condenándonos al escarnio y al descrédito, ni desapareciendo a 30 mil de los
nuestros, han logrado vencernos. No. Estos mierdas no nos han vencido.
Emanuel Rodríguez.
www.peroncho.com.ar
Publicado en:
http://hamartia.com.ar/2017/10/18/no-nos-dejemos-demoler/
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