Publicado en TIEMPO ARGENTINO el 3 de Julio de 2011Por Martín Piqué
El gobernador bonaerense elogia a su compañero de fórmula, despeja fantasmas sobre su relación con los postulantes a diputados provinciales y afirma que el candidato de 2015 deberá definirse en una interna.
Daniel Scioli es optimista. Ya es una señal de fábrica, un rasgo que lo define. “La Argentina va a ganar la Copa América”, pronostica el gobernador a pedido de Tiempo Argentino. A juzgar por el debut de la Selección, Scioli no sólo es optimista: también es valiente. Sentado en una modesta sala de la Fundación Participar –una sociedad de fomento de Villa Corina, Avellaneda–, el gobernador hace esfuerzos para soportar el frío de la mañana. Bajo la campera de cuero lleva una polera de lana de color naranja, que es el color que identifica a su gestión, como puede comprobarse en los carteles que se ven detrás suyo y que repiten la misma consigna: “Soluciones YA”.Rodeado por diez reporteros gráficos y dos camarógrafos, Scioli intenta darse calor. En la sala lo esperan el intendente Jorge Ferraresi y su ministro de Desarrollo Social, Baldomero “Cacho” Álvarez. Cuando comienza la entrevista con Tiempo, el gobernador recuerda el partido de fútbol que jugó con su equipo, Villa La Ñata, contra un combinado de Fuerte Apache organizado por Carlos Tevez: el sciolismo perdió 14 a 12. “Carlitos dijo que venía con los pibes del barrio y se apareció con (Néstor) Ortigoza, con uno de Cerro Porteño (Jonathan Fabbro) y con sus hermanos”, se ríe. Scioli parece fascinado por la historia de Tevez: “Los primeros botines que usó eran de su hermano, que calzaba dos o tres números menos que él. Jugaba con los dedos todos apretados”, cuenta. Concentrado, con la misma naturalidad con que el Apache gambetea ingleses en la Premier League, Scioli escucha las preguntas sobre Gabriel Mariotto, el espacio de La Cámpora en las listas y la incorporación de su hermano “Pepe” como candidato a senador por la alianza entre Ricardo Alfonsín y Francisco de Narváez. “Se ha prejuzgado mucho sobre mí. Cuando Gabriel presentó la Ley de Medios en el Teatro Argentino yo estaba allí, al lado de Néstor y de Cristina. Muchas veces se construyen o se quieren imponer visiones que no son así”, se queja.
–¿Qué objetivos tiene para su segundo mandato, si llegara a ganar la elección?
–Buenos Aires es una provincia reindustrializada, con un nivel de inversión en infraestructura social de un gran impacto como cloacas, agua potable, viviendas. Con mucha inversión en educación. Una provincia pujante en lo productivo, inclusiva en lo social, ordenada, con presupuesto aprobado, desendeudada económica y socialmente, con la tasa más baja de desempleo desde la vuelta de la democracia y la más baja de mortalidad infantil. Es el resultado de un trabajo articulado con la Nación y los municipios.
–Hablando de “desendeudar”, ¿cuál es el estado financiero de la provincia?
–La provincia debe la mitad de lo que debía cuando yo asumí.
–Pero sigue recibiendo asistencia financiera de la Nación…
–Sí, porque tiene un déficit estructural que, a pesar de las dos reformas fiscales que yo he hecho y la convierten en la provincia que más recursos genuinos recauda de todo el país. Y dado que el Fondo del Conurbano quedó congelado y que la coparticipación que recibe es menos de la mitad de lo que aporta, eso genera un problema estructural. Pero a pesar de eso, con el desendeudamiento que aplicó la Nación y con el esfuerzo propio que hemos hecho, hoy hay una provincia desendeudada en términos reales y creciendo. Mi responsabilidad, mis decisiones, primero están abocadas a la búsqueda de la mejor calidad de vida para los 16 millones de habitantes de la provincia de Buenos Aires.
–De eso se desprende que algunas posiciones políticas suyas están atadas a la dependencia financiera de la Nación.
–No. Porque yo he demostrado que, con dependencia o sin dependencia, cuando el proyecto mide el 50 o el 60, o cuando mide el 20, con problemas o sin problemas, yo siempre estoy. Yo no soy de los que anda con exitismo, acercándose o alejándose. Al contrario, cuantas más dificultades fuimos encontrando en el camino, la presidenta más me conoció desde el punto de vista humano e institucional. Lo mismo con Néstor. Porque yo soy así. Mi vida es testimonio de eso. A algunos les cuesta entender esta lógica de decisión. Y la lógica de un trabajo en equipo, de lo colectivo.
–¿Le incomoda que el compañero de fórmula sea un hombre al que algunos grupos de comunicación tratan como el enemigo público número uno? Su relación con esos mismos medios es muy distinta.
–Se ha prejuzgado mucho sobre estas cuestiones. Y creo que esta decisión es una respuesta por sí sola. Esta decisión que he tomado, de que él (por Gabriel Mariotto) me acompañe.
–¿Pero es verdad que usted lo resistía a Mariotto, como se publicó?
–El mismo día en que había salido eso en la tapa de un diario, antes de definir sobre la fórmula, yo lo llamé a Gabriel a su casa. Porque, aparte, él un día me había invitado a comer a su casa y habíamos compartido mucho. Muchas veces se construyen visiones que no son así. Mi trabajo, mi confianza en la gente, creer en lo que yo estoy haciendo. Él (por Mariotto) es un militante, es un peronista, tiene una actitud muy constructiva.
–¿No es un comisario político?
–Vayamos a los archivos históricos. ¿Se acuerda todo lo que se decía de (Alberto) Balestrini? Que me iba a tirar La Matanza por la cabeza, que me iba a condicionar. Yo trabajo con total libertad, con mi equipo de colaboradores, con mi gobierno. Y si él trabaja en equipo, entonces sale todo bien… Y así fue. Con Balestrini construí una gran relación que se supo a prueba en los momentos de mayores dificultades: cuando encontré más dificultades en el camino, Balestrini más estaba a mi lado colaborando y ayudándome. Yo estoy convencido de que Gabriel va a tener esa actitud de responsabilidad.
–Hablando de la designación de Amado Boudou, ¿qué le parece su perfil como candidato a vicepresidente?
–Su candidatura es una expresión de los méritos con los que ha llevado adelante las responsabilidades que le otorgó la presidenta. Tengo un gran aprecio y afecto por él. Va a hacer un gran trabajo como vicepresidente.
–¿Ser candidato a vicepresidente, lo coloca a Boudou como un candidato expectante para la elección presidencial de 2015?
–Siempre hay especulaciones sobre los vices. Esperemos. Primero tiene que haber una interna. Seamos respetuosos de los tiempos que nos marca la democracia. Aquí quien conduce es la presidenta.
–¿La Cámpora tuvo demasiadas candidaturas en las listas?
–Hay un equilibrio, con participación de todos los sectores, y jóvenes con una gran vocación de comprometerse. Esto es muy alentador. Yo ya no pienso “estos son de un lugar, estos son de otro”. Para mí todos que integran las propuestas oficialistas son todos míos. Así pensé en el 2007 y me fue bien. Yo confío. Todos los legisladores que entraron acompañaron, dieron quórum y apoyaron las grandes reformas que hice.
–Dos hombres que estuvieron cerca suyo, uno es su hermano José “Pepe” Scioli, el otro Emilio Monzó, hoy están en espacios opositores. ¿Cómo lo vive?
–No voy a abrir juicios de valor por el vínculo familiar que trato de preservar.
–¿Hablan de política con su hermano?
–No.
–¿Cómo define su relación con Cristina?
–Compromiso, confianza, responsabilidad. Y cada vez que en situaciones límites esa relación se puso a prueba, las decisiones y los resultados hablan por sí mismos.
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