Vos sos un traidor. Confiamos en vos. Formabas parte del
primer gobierno desde que volvió la democracia que realmente hizo algo por el
pueblo. Algo por los que trabajan de verdad. Confiamos en vos porque Cristina te
puso a manejar los fondos del ANSES. Esos fondos que son de los trabajadores y
que en los años 90 nos los habían robado. Los recuperamos gracias a Cristina. Y
ella confío en vos. Y nosotros también.
Pero nos equivocamos. Mordimos el anzuelo una vez más. Que ilusos somos. Deberías renunciar, o cambiar de partido. Porque te votamos para poner un freno a un gobierno que vino a llevarse puesto nuestro salario. Nuestros derechos. Y vos no sos un freno. Sos el voto que les falta a ellos. Que pensamos era nuestro. Vaya uno a saber porqué lo haces. ¿Por dinero? ¿Para evitar un juicio por corrupción? Si sos víctima de un chantaje por parte del PRO y su aliado el partido judicial, sos otra víctima más de la derecha neoliberal que está en el poder. Aunque muchos prefirieron enfrentar un juicio a ceder en sus convicciones. Pero si lo haces por un sanguchito sos un traidor.
Vos y muchos otros como vos que se cambiaron de vereda cuando el poder cruzó la calle. Por suerte muchos otros se quedaron de esta vereda. Para resistir con aguante hasta que volvamos. Porque vamos a volver. Como dice un colega, sobre una pila de escombros humeantes (generada por ustedes, no por nosotros) . Pero vamos a volver. Y ese día, tu traición va a quedar en evidencia.
Emiliano Atalaya, 4 de noviembre de 2016
Pero nos equivocamos. Mordimos el anzuelo una vez más. Que ilusos somos. Deberías renunciar, o cambiar de partido. Porque te votamos para poner un freno a un gobierno que vino a llevarse puesto nuestro salario. Nuestros derechos. Y vos no sos un freno. Sos el voto que les falta a ellos. Que pensamos era nuestro. Vaya uno a saber porqué lo haces. ¿Por dinero? ¿Para evitar un juicio por corrupción? Si sos víctima de un chantaje por parte del PRO y su aliado el partido judicial, sos otra víctima más de la derecha neoliberal que está en el poder. Aunque muchos prefirieron enfrentar un juicio a ceder en sus convicciones. Pero si lo haces por un sanguchito sos un traidor.
Vos y muchos otros como vos que se cambiaron de vereda cuando el poder cruzó la calle. Por suerte muchos otros se quedaron de esta vereda. Para resistir con aguante hasta que volvamos. Porque vamos a volver. Como dice un colega, sobre una pila de escombros humeantes (generada por ustedes, no por nosotros) . Pero vamos a volver. Y ese día, tu traición va a quedar en evidencia.
Emiliano Atalaya, 4 de noviembre de 2016
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