Eduardo Aliverti: -Cerremos con China y después quiero hacer un toque con el tema Macri, Carlos. Digo, porque te veo ahí con un montón de apuntes, y aprovechando el manuscrito, como dijo, lástima que no sea televisión...
Carlos Heller: -No tuve tiempo todavía ni siquiera de pasarlo en limpio, estos son mis apuntes... A ver, yo te quiero contar una cosa, por ejemplo, la reunión con el presidente chino se hizo en un salón que tenía una solemnidad y una...
E.A.: -¿Qué fue, el Palacio del Pueblo, no?
C.H.: -No sabés lo que era...
E.A.: -Me imagino.
C.H.: -Primero hubo toda una ceremonia de revista militar ahí adentro, el presidente chino vino... la presidenta nos presentó a uno por uno, la delegación... Bueno, después pasamos a otro salón, donde hay una larga mesa, de un lado se sentó el presidente chino, a su frente la presidenta argentina, y a los costados de cada uno de los presidentes los integrantes de la comitiva oficial argentina de este lado, y los ministros que acompañaron al presidente chino. Eso ya era, ya te digo, un ambiente espectacular. Por eso el tono de las conversaciones... si yo te lo tengo que sintetizar te digo dos cosas. Una, desde el punto de vista de lo comercial, el objetivo planteado y aceptado en la conversación, después habrá que instrumentarlo y convertirlo en realidad, es que en vez de venderle pellets de soja, porotos, le podamos vender alimentos altamente procesados, es decir, así se planteó en la conversación, con valor agregado y con mano de obra argentina, la presidenta habló, dijo, nosotros tenemos el doble de la desocupación que ustedes, y entonces necesitamos vender valor agregado porque necesitamos generar trabajo, y no materia prima y comprar productos que vienen con trabajo agregado. Eso se planteó. Y si yo te lo tengo que sintetizar te voy a decir el cierre que hace Hu Jintao cuando termina, dice, "permítame expresarle la felicidad por el contenido de las conversaciones que hemos tenido, y por los amplios consensos que hemos alcanzado. Tenemos una amplia comunidad de intereses estratégicos, hay mucho por hacer, pongámonos a trabajar". Así terminó el presidente chino, cerró la reunión y se puso de pie, digamos... reitero, ¿no es cierto?, quiero expresar mi felicidad por las conversaciones y por los amplios consensos alcanzados, ¿no?
E.A.: -¿Por qué a los chinos les interesaría que la Argentina les venda productos con valor agregado?
C.H.:- Porque hace a establecer un tipo de relación, por eso, yo no quiero decir que les convenga. Lo que hay es una realidad. China incorpora cada año, según eso que se dijo en los discursos, que lo dice todo el mundo, más o menos una Argentina al mercado de consumo, es decir, todo el proceso de... 40, 50 millones...
E.A.: -40 millones se incorporan.
C.H.: - ... de chinos al año, pasan de categoría, digamos, y salen del atraso rural y entran en otra etapa, y empiezan a comer distinto, y empiezan a vestirse diferente, etc, etc. Ahora, y vos incluso lo veías en el avión, vos volás desde Moscú a Beijing, y es todo desierto, montaña, es un país de muy poca tierra fértil en relación a sus necesidades. Por eso cuando uno habla de complementariedad estratégica, es así. La Argentina es exactamente al revés, es un país de inmenso territorio, la gran mayoría de gran fertilidad...
E.A.: -Y poca gente.
C.H.: -... y poca gente. Entonces, ¿cuál es la fortaleza nuestra? Ser capaces de producir alimentos para poblaciones que no tienen esa capacidad pero que necesitan comer. Entonces, eso es parte de la negociación, nosotros vamos a querer la mayor cantidad de valor agregado posible, y ellos seguramente no, pero bueno, eso es lo que se negocia, y eso es lo que se acuerda. Y yo creo que nosotros necesitamos mercado, y ellos necesitan alimento, y eso es lo que establece la naturalidad de la alianza estratégica que se construye.
Emitido por el programa "Marca de Radio", el sábado 17 de julio de 2010 en Radio La Red.
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