lunes, 22 de marzo de 2010
STIGLITZ : DEL FMI DE KEYNES AL FMI ACTUAL
Joseph E. Stiglitz fue premio Nobel de Economía en 2001. Es Profesor de la Universidad de Columbia, y ha sido asesor económico del gobierno de Bill Clinton y economista jefe y vicepresidente senior del Banco Mundial
“Había cierta coherencia en la concepción que sobre el Fondo y su papel tenía Keynes (el padrino intelectual del FMI). Keynes identificó un fallo del mercado –una razón por la cual los mercados no deben ser dejados en libertad- que podría arreglarse mediante una acción colectiva. Le inquietaba que los mercados pudieran generar un paro persistente. Fue más allá. Demostró porqué era necesaria una acción colectiva GLOBAL, porque las acciones de un país afectan a otros. Las importaciones de un país son las exportaciones de otro. Los recortes en las importaciones de un país, por cualquier razón, dañan las economías de otros países.
Había otro fallo del mercado : Keynes temía que en una severa recesión la política monetaria no fuera efectiva, y que algunos países no pudieran endeudarse para financiar un incremento del gasto o para compensar la reducción de impuestos necesaria para estimular la economía. Incluso un país aparentemente solvente podría ser incapaz de conseguir fondos. Keynes no se limitó a identificar un conjunto de fallos del mercado : explicó porqué una institución como el FMI podría mejorar las cosas, presionando sobre los países para que mantuvieran sus economías en pleno empleo y aportando liquidez para las naciones que afrontaran recesiones y no pudieran financiar un incremento expansivo en el gasto público, [así] la demanda agregada GLOBAL podría ser sostenida.
Hoy, sin embargo, los fundamentalistas del mercado dominan el FMI; ellos creen que en general el mercado funciona bien y que en general el Estado funciona mal. El problema es evidente : una institución pública creada para corregir ciertos fallos del mercado pero actualmente manejada por economistas que tienen mucha confianza en los mercados y poca en las instituciones públicas. Las incoherencias del FMI parecen especialmente problemáticas cuando se enfocan desde la perspectiva de los avances de la teoría económica en las tres últimas décadas.
La economía profesional ha desarrollado un enfoque sistemático de LA TEORÍA DE LA ACCIÓN ESTATAL POR LOS FALLOS DEL MERCADO, que intenta identificar porqué los mercados pueden no funcionar bien y porqué la acción colectiva es necesaria. En el plano internacional, la teoría identifica por qué los Estados individuales pueden no servir al bienestar económico global, y cómo la acción colectiva global, la acción concertada de las administraciones en un trabajo conjunto, a menudo mediante instituciones internacionales, puede mejorar las cosas. El desarrollo de una visión intelectual coherente de política internacional para una agencia internacional como el FMI exige así la identificación de casos relevantes en los que los mercados pueden no funcionar, y el análisis de cómo políticas concretas pueden evitar o minimizar los daños provocados por dichos fallos. Debería ir más allá, demostrar cómo las intervenciones específicas son la MEJOR forma de atacar los fallos del mercado, afrontar los problemas ANTES de que ocurran y remediarlos cuando surjan. Como hemos apuntado, Keynes presentó un análisis que explicaba por qué los países podían no acometer por sí solos políticas suficientemente expansivas –no tomarían en cuenta los beneficios que ellos acarrearía para otros países- . Por eso se intentó que el FMI, en su concepción original, ejerciera una presión internacional a los países para que aplicaran políticas más expansivas que las que escogerían por sí solos. Hoy el Fondo ha invertido su rumbo, y presiona a las naciones, sobre todo a las subdesarrolladas, para que apliquen políticas más contractivas que las que aplicarían por sí solos. Pero aunque el FMI hoy visiblemente rechaza las ideas de Keynes, a mi juicio no ha articulado una teoría coherente de los fallos del mercado que justificarían su propia existencia y proporcionaría una justificación racional de sus intervenciones concretas en los mercados. La consecuencia, como hemos visto, es que el FMI suele fraguar políticas que, además de agravar las mismas dificultades que pretenden arreglar, permiten que esas dificultades se repitan una y otra vez”
Texto tomado de Joseph E. Stiglitz : El malestar en la globalización, Ediciones Taurus, Buenos Aires, 2002, Selección (Pags.274 a 276).
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2 comentarios:
"La consecuencia, como hemos visto, es que el FMI suele fraguar políticas que, además de agravar las mismas dificultades que pretenden arreglar, permiten que esas dificultades se repitan una y otra vez”
Noooo, en serio?
Cuando sus políticas fueron privaticen todo, el Estado no sirve, fundieron a varios países, después se dieron cuenta que no era tan malo el Estado ...
Se dieron cuenta algunos, como Stiglitz.
El FMI sigue tan fundamentalista como siempre. En el mundo hay muchos fanáticos. Pero no hay fanático más peligroso que un Neoliberal.
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