ÁLBUM DE IMAGENES DE "MIRANDO HACIA ADENTRO"

Todas las imágenes originales producidas por "Mirando hacia adentro" han sido publicadas en un blog satélite llamado "Mirando hacia adentro. Álbum de imágenes".

DEUDA EXTERNA ARGENTINA ON LINE

La página norteamericana "usdebtclock.org" informa segundo a segundo la evolución de las deudas de los países. Vea online y en directo el REENDEUDAMIENTO ARGENTINO presionando AQUÍ.

Translate

viernes, 9 de agosto de 2019

LO MÁS DIFÍCIL ES SACARSE DE ENCIMA LAS IDEAS DEL COLONIZADOR



Cuenta Paulo Freire la anécdota siguiente: cierta comunidad aymara en Bolivia estaba padeciendo desnutrición, sobre todo en niñas y niños. Las mujeres y hombres de esa comunidad producían leche y huevos. Cuando se les observó que esos alimentos eran ricos en proteínas y que harían muy bien en incorporarlos a la alimentación cotidiana, los aymara respondieron que si hacían eso, si les daban a sus niñas y niños leche y huevo, tardarían en hablar, incluso podrían quedar mudos para siempre. Buscando Freire el origen de esta creencia, los aymara le respondieron que la misma venía desde hace siglos, y que fue una ocurrencia de los conquistadores: ellos se llevaban los huevos y la leche, a cambio les dejaron esa creencia, esa prohibición. Lo llamativo, observa Freire, es lo que sigue: a pesar de ser conscientes del origen de esa creencia, la continúan respetando. Y dice Freire que ningún catedrático ni estudiosos de nada podrán convencer a los aimara de lo contrario. 
Y acerca esta interpretación: lo más difícil del colonizado no es sacarse de encima el cuerpo del opresor, sino las IDEAS que el colonizador ha dejado sobre el colonizado. IDEAS que son, muchas veces, contrarias a sus propios intereses, IDEAS que atentan contra su bienestar.
Es decir, Ideas que defiende porque son muy difíciles de no defender: si dejara de defenderlas, si aceptara que toda esa creencia no es otra cosa que un gran engaño estaría trastocando no solo ESA idea sino toda una red conceptual de Ideas. Estaría aceptando poco menos que una completa metamorfosis de sí mismo. 
Si reemplazamos ´colonizado´ por ´votante macrista´y ´colonizador´ por ´clase oligarca´, la analogía se cae de madura. Yo, personalmente, conozco gente que el macrismo hundió en el desempleo y la tristeza, y, sin embargo, tozudamente dice que volverá a votar lo mismo. Votar aquello, elegir aquello que sé que pone en riesgo mi vida, porque hay en mí IDEAS que no me pertenecen, que pertenecen al opresor, que me dañan, IDEAS que vienen a quitarle a mis hijos el pan de la boca, y sin embargo, las elijo.
No son ignorantes los aymara. No son ignorantes los votantes macristas. Pasa por otro lado. Por otro lugar. Un lugar tan íntimo como la consciencia, más íntimo aún: lo inconsciente. Y quizá algo del capricho y el tesón del asno que tira y tira, aún sabiendo que está al borde del abismo.

-La anécdota en cuestión está editada en el capítulo III de La pedagogía de la pregunta, 1986-

1 comentario:

Marcelo, el gaucho dijo...

«La mejor arma en manos del opresor es la mente del propio oprimido». Stephen Biko

Es muy difícil deshacerse de ideas estúpidas que uno ha defendido con entusiasmo, es difícil tener que decirles a los demás "vos tuviste razón todo este tiempo y yo estaba completamente equivocado." Es más difícil aún decírselo a uno mismo, mirarse al espejo y decirse a la propia cara "durante diez años fui un pelotudo." Todos sabemos que un día tendremos que decírnoslo, pero posponemos ese día lo más que podemos, quizá nos morimos antes de hacerlo; y mientras tanto, seguimos haciendo las cosas como si tuviésemos razón.

Y cuando lo que tenemos que sacarnos de encima es el odio ya no es difícil, es prácticamente imposible.

Necesitamos recuperar a algunos de aquellos que nos odian, necesitamos sus votos, necesitamos que no nos impidan gobernar. Pero un porcentaje muy alto son irrecuperables y nos odiaron siempre, nos odian y nos odiarán, hagamos lo que hagamos. No deberíamos tener piedad de ellos, deberíamos putearlos y despreciarlos en privado y en público, siempre que podamos distinguirlos de aquellos a quienes potencialmente podríamos recuperar.

Saludos,
Marcelo