Por Beatriz Chisleanschi (*)
Hoy jueves 9 de octubre, Bolivia
entró en veda electoral camino a los comicios del próximo domingo 12
cuando, todo indica, Evo Morales junto a su par Álvaro García Linera del
Movimiento al Socialismo (MAS), renovarán su mandato por tercera vez
consecutiva, hasta el 2020.
Casi como en los records Guines, sólo queda una duda, si podrá
superar o no el 64% de los votos obtenidos en la elección del año 2009.
Morales y García Linera cerraron su campaña junto a miles de personas
el día martes en Santa Cruz, una ciudad que les fue hostil hasta no
hace mucho, pero donde lograron congregar, tal como lo definió el propio
Evo: un “terremoto azul”. El miércoles fue el turno de El Alto, vecina
de La Paz, donde también se congregaron miles de adherentes ante quienes
afirmó entre otras que: Bolivia "está mejor políticamente,
democráticamente y económicamente sin la presencia del embajador de
Estados Unidos, sin bases militares de ese país y sin la agencia
estadounidense antidroga (DEA)”, en clara alusión al 2008 cuando el
gobierno expulsó al embajador estadounidense Philip Goldberg y a los
agentes de la DEA acusándolos de conspirar con la derecha en su contra.
Cuando Evo Morales asumió su mandato en el año 2006, Bolivia era el
segundo país más pobre y atrasado de Latinoamérica, sólo superado por
Haití. Hoy, su crecimiento ha sido uno de los más exponenciales y
rápidos en la región.
Situada en el centro-oeste de América del Sur, el Estado
Plurinacional de Bolivia cuenta con un poco más de 10 millones de
habitantes, en su mayoría indígenas, su disímil geografía (Coordillera,
Altiplano, Amazonia y Llanos) ocupa la sexta superficie más grande de
América Latina.
Bolivia, sin embargo, no cuenta con el litoral marítimo, el cual le
fue arrebatado por Chile en la denominada Guerra del Pacífico
(1879-1883), el reclamo de restitución constituye una de las principales
reivindicaciones del gobierno de Evo.
El crecimiento económico se debe fundamentalmente a la política que,
en defensa de los recursos naturales desarrolló desde un comienzo el
gobierno de Evo Morales, cuando nacionalizó los hidrocarburos en el año
2006. A la vez, los ingresos provenientes del gas natural, también
favoreció la aplicación de una serie de subsidios y ayudas sociales.
En el año 2010 promulgó la ley de autonomía con la creación del
Estado Plurinacional de Bolivia que promovió tres cambios profundos: la
plurinacionalidad y el reconocimiento de los pueblos indígenas, la
descentralización del Estado y la creación de una economía plural (Ver
en este sitio la nota
“Una verdadera revolución económica y cultural”).
En el 2011 promulga la Ley General de Telecomunicaciones, Tecnologías
de Información y Comunicación, que reglamenta el uso equitativo y
eficiente del espectro radioeléctrico a partir de una redistribución
nacional de frecuencias, contra el monopolio informativo y la
comunicación concentrada (Ver en este sitio la nota
“Bolivia decide también su comunicación”).
Desde el 2006 a la fecha el gobierno boliviano logró alfabetizar a un
millón de personas de las cuales el 70 por ciento son mujeres.
Estas y muchas otras medidas tomadas a favor de las minorías y del
pueblo boliviano en su conjunto, son las que llevarán a las urnas a
6.245.959 personas a decidir quiénes ocuparán a partir del 2015 los
cargos de Presidente, Vice-presidente, Senadores, Diputados y
representantes ante Organismos Supraestatales.
Quienes voten en el exterior, sólo podrán hacerlo para elegir
Presidente y Vicepresidente. El padrón alcanza a 272.058 electores. De
esa cantidad casi el 90% reside en uno de los siete países (Argentina,
España, Brasil, Estados Unidos, Gran Bretaña, Italia y Chile) donde la
mayor cantidad de bolivianos vive.
Los 26 países restantes son: Japón, Cuba, Suecia, Francia, Suiza,
Canadá, Venezuela, Paraguay, Bélgica, Ecuador, Perú, Alemania, Países
Bajos, México, Austria, Uruguay, Colombia, Costa Rica, China, Panamá,
Egipto, Dinamarca, Rusia, India, Irán y Corea.
Además de Morales, disputarán el acceso a la presidencia del Estado
Plurinacional de Bolivia, Doria Medina, un acaudalado empresario del
cemento, líder de Unidad Nacional (UN) apoyado por un frente de derecha;
el ex alcalde de La Paz y ex aliado de Morales, Juan del Granado que
lidera el Movimiento Sin Miedo (MSM) socialdemócrata; el conservador
Jorge Ramírez Quiroga lo hará por el Partido Demócrata Cristiano (PDC);
en tanto Fernando Vargas, dirigente del Territorio Indígena y Parque
nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) es el candidato presidencial del
pequeño Partidito Verde.
Las cartas están echadas. La partida: el 12 de octubre.
(*) Lic. en Ciencias de la Educación. Periodista
Publicado en:
http://nos-comunicamos.com.ar/content/evo-y-linares-votos-con-historia-de-aliada
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