Puerto Rico: ¿Avanzada de Estados unidos en américa latina o enclave latinoamericano en el imperio?
EFE
San
Juan.- El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla,
anunció este jueves recortes en todas las ramas del Gobierno y un mayor
esfuerzo en el combate de la evasión fiscal, al tiempo que tratará de
renegociar la deuda, aunque descartó cualquier tipo de impago.
"Puerto Rico está ante una de las mayores crisis fiscales y
económicas en nuestra historia moderna", dijo en su discurso sobre la
situación del Estado, en el que reconoció que, tras el rechazo de su
propuesta de reforma contributiva, "el acceso a los mercados financieros
será sumamente difícil, lo cual dificulta la operación del Estado".
Por ello, anunció, sin ofrecer demasiados detalles, la reorganización
del Gobierno "para garantizar los servicios esenciales a la ciudadanía"
y "el establecimiento de un fino balance entre el cumplimiento de
nuestras responsabilidades ante la gente y las asumidas por otros
gobiernos ante los mercados".
García Padilla indicó además que en el caso de que no se apruebe -por
parte del Legislativo- el presupuesto para el próximo año fiscal que
presentará en las próximas semanas pondrá en marcha todas las acciones
que permite el mandato constitucional al Ejecutivo, aunque dio detalles
de esas medidas.
Dijo que continuarán los esfuerzos ante el Congreso en Washington
para que Puerto Rico pueda acogerse a la Ley de Quiebra federal y para
que se derogue en la isla la ley de cabotaje, que obliga a que todos los
buques que llegan a Puerto Rico sean de bandera estadounidense, lo que
según miembros destacados del partido gobernante lacra el crecimiento
económico.
El jefe del Ejecutivo se refirió también al proceso de
reestructuración de la estatal Autoridad de Energía Eléctrica (AEE),
paso fundamental, dijo, para el desarrollo económico de Puerto Rico.
"Ya la transformación está encaminada y de este esfuerzo saldrá una
corporación más ágil y eficiente que proveerá servicios confiables, más
económicos y constantes", indicó sobre la reforma de la compañía
pública, que arrastra una deuda asfixiante de 9.000 millones de dólares y
que actualmente negocia el pago de su deuda con los acreedores.
García Padilla anunció la creación de dos grupos de trabajo que tendrán como misión combatir la crisis financiera del Gobierno.
El primero estará formado por un grupo financiero de expertos,
internos y externos, que tratará de fortalecer la liquidez del Gobierno.
El segundo estará a cargo de la reorganización del Gobierno para
garantizar los servicios esenciales a la ciudadanía, el funcionamiento
del aparato público, la eficiencia en la provisión de servicios y el
fomento de la actividad económica.
García Padilla dijo que la actual estructura gubernamental es "un
traje hecho a la medida del Puerto Rico de las décadas de 1950 y 1960"
que no se adecuada a los tiempos actuales.
"Puerto Rico ha crecido y en lugar de tener la estructura adecuada
para nuestra época se le añadieron retazos a la vieja estructura", dijo.
Los dos grupos estarán supervisados por el secretario de la
Gobernación, Víctor Suárez Meléndez, y el secretario de Estado, David
Bernier.
El mensaje de García Padilla, en el que no faltaron las habituales
criticas a pasadas administraciones, llega después de que la pasada
madrugada el proyecto de reforma tributaria concebido para impulsar un
aumento de la recaudación fuera rechazado en el Legislativo con el voto
en contra de seis legisladores del partido gobernante y los de la
oposición.
El gobernador, que tuvo palabras de rechazo a los legisladores de su
partido que evitaron la aprobación de la reforma, tachó de
"irresponsables" a sus compañeros, que impidieron una reforma que
buscaba dar un giro al sistema tributario local, caracterizado por una
baja carga impositiva y una elevada evasión fiscal.
El objetivo de la reforma del Ejecutivo hoy truncada era reducir la
carga sobre los impuestos que graban los salarios de los trabajadores y
trasladarla al consumo a través de la instauración de un Impuesto sobre
el Valor Añadido (IVA) del 16 %.
El rechazo de la reforma tuvo como consecuencia la caída del precio
de los bonos del Estado Libre Asociado de Puerto Rico en los mercados de
deuda.
El jefe del Ejecutivo concluyó diciendo que las medidas que anunció
servirán para responder responsablemente a la crisis que sufre la isla
desde hace cerca de 8 años.
Publicado en:
http://z101digital.com/app/article.aspx?id=156099
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