España, Portugal, Italia … Grecia … Los titulares nos hablan de problemas económicos. De déficit fiscal y préstamos impagos, de protestas sociales y ajustes, de flexibilización laboral y privatizaciones…
Planteado así nos encontramos ante una crisis socio-económica, más o menos grave. Pero es un error : el problema es político e ideológico.
Ideológico porque esta situación viene de arrastre, de lejos, de los noventas. De épocas en los que el Consenso de Washington estableció los principios económicos que regirían a la Humanidad de allí al Fin de los Tiempos.
Los neoliberales interpretaron su triunfo en un conflicto semi bélico con el bloque soviético como una señal casi bíblica . Proclamaron a los cuatro vientos, sin ruborizarse, el Fin de la Historia y el Fin de las Ideologías. Su verdad parcial, la verdad de su ideología, se transformaba así en la Verdad Definitiva de la Humanidad. Sólo les faltó decir que la Tierra dejaba de girar luego de la caída del Muro de Berlín.
El Neoliberalismo se extendió por países y continentes, generando crisis tras crisis. Pero no hay crisis que haga reflexionar a un neoliberal sobre la validez de su ideología. Ellos son los portadores de la Verdad Final. Ellos hacen “lo único que se puede hacer”. Por eso si hay algún problema, si el plan fracasa, si hay un 2001 argentino o una crisis como la griega, la culpa la tiene la realidad (Nunca la sacrosanta ideología, que es La Ideología).
Los latinoamericanos sufrimos mucho esta Verdad Final. Y aprendimos de esos errores. Comenzamos a recordar viejas experiencias, como las de Perón con el IAPI, un organismo que establecía el control estatal sobre el comercio exterior y sobre las divisas que ingresaban al país. Desempolvamos a Keynes. Escuchamos a Joseph Stiglitz y a Paul Krugman. Y llevamos diez años en otro camino, mucho más despejado. Y lo hicimos con lideres extraños, raros, exóticos, que usan camperas de colores en vez de sacos, camisas sin corbata y a veces con motivos fuertemente “étnicos”, que se ponen mocasines en lugar de zapatos. Políticos que se atreven a pensar más allá del Consenso de Washington, que pueden decirle no al ALCA, o ir a Conferencias internacionales a explicarles a los habitantes del Viejo Mundo que, o cambian, o no podrán evitar el desastre. Presidentes “maleducados” que son capaces de enfrentarse política y teóricamente a los grandes poderes mundiales.
Los europeos no han podido salir del viejo camino. Siguen en manos de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, que en nuestro siglo XXI quizás sean cinco, pues al Hambre, la Guerra, la Peste y la Muerte deberíamos agregar el Ajuste. Los europeos siguen atados a ese universo mental que no acepta alternativas. Siguen cooptados por el Pensamiento Único, en manos de desatados ajustadores y flexibilizadotes, que sólo saben mirar en sus monitores números de deudas fantásticas, deudas de dinero virtual, que nunca se imprimió, que nunca estuvo en el bolsillo de nadie, y que no representa a ningún bien real que pueda comprarse en el mercado. Hoy tres de cada cuatro billetes que circulan en el mundo digital de las finanzas no tienen una contrapartida real en bienes concretos. Ese dinero virtual, que no es más que un registro informático en el disco rígido de una computadora, es lo que le reclaman a estos países que deben sumas astronómicas.
Y aquí entran en juego cuestiones políticas, o más precisamente político-filosóficas, porque lo que está en juego es la democracia, como forma de gobierno y como forma de vida.
Los organismos de crédito internacionales, los bancos, las consultoras de riesgo, presionan a los gobiernos, los extorsionan, vetan sus decisiones, imponen renuncias cuando las autoridades son renuentes a obedecer.
La democracia es el gobierno del pueblo, dice una vieja definición. Ya no. Al menos, en Europa ya no. Ahora la democracia es el gobierno de los mercados …
El veredicto popular en las urnas ya no tiene importancia. Gane quien gane, sus objetivos ya no serán cumplir las promesas que le hicieron a los votantes. Ahora los objetivos de esos gobiernos europeos es contentar a sus acreedores financieros, a las calificadoras de riesgo , a los bancos a los que deben fabulosas cantidades de dinero … Cantidades de dinero que, repetimos una vez más, no existen, nunca existieron… Pero si el dinero es virtual, las cadenas con las que quieren atar a los países deudores son bien reales.
El drama de Grecia muestra al desnudo el real funcionamiento del sistema internacional. Un primer ministro, Papandreu, que es obligado a renunciar porque quiere someter las condiciones que le exigen los grupos financieros al voto popular. Luego aparece otro primer ministro, figura de segunda línea y perfil bajo, Papademos, cuyo principal mérito es haber sido empleado de los acreedores de Grecia. Nuevo primer ministro que decide lo previsible, lo que marca el Pensamiento Único : despidos, descenso de salarios y jubilaciones, flexibilización laboral, menos impuestos a los ricos y más a los pobres … (1)
Y luego la verdad al desnudo : Angela Merkel, la canciller alemana, hablando de “democracia conforme al mercado”(2), de “soberanía restringida” (3)para los países deudores …
Ignacio Ramonet, director de “Le Monde Diplomatique” España lo dijo descarnadamente en uno de sus editoriales :
“Aunque no es oficial, la República helénica ha dejado de ser un Estado soberano.
De modo encubierto, la Unión Europea (UE) ha entrado en una nueva etapa en la que los Estados fuertes (“el clan de la triple A” más Francia) exigen de los demás, y en particular de los Estados de la periferia, un cambio de régimen. No se trata directamente de un estatuto colonial. Pero se asemeja bastante a un tipo de administración que las grandes potencias establecieron durante la era colonial: el protectorado.” (4)
En Europa la democracia, como el salmón, vuelve al lugar de nacimiento ; pero no lo hace para desovar … lo hace para morir … Los neoliberales pretenden que Grecia, la cuna de la democracia, sea su tumba …
Nosotros, los latinoamericanos, siempre tan “periféricos”, siempre mirando lo que se hace en el Norte, en Europa, en Estados Unidos, no salimos de nuestro asombro, ya que, mientras los europeos se desgarran, aquí estamos viviendo un nuevo alumbramiento.
Nuestros países han abandonado hace una década el Pensamiento Único, y se niegan a aplicar las vetustas ideas neoliberales que llegan del Norte, y que nos venden los oligopolios mediáticos.
Y no es casual que esto suceda por estas tierras. Lo que pasa es que en lo político también experimentamos un nuevo amanecer. Aquí los gobiernos deciden sus propias políticas, y no aceptan imposiciones de la oligarquía financiera internacional.
La democracia no quiere morir en sus tierras, en la norteña Hélade ; por eso, acorralada, se ha escapado, y busca renacer en las Tierras del Sur.
Adrián Corbella, 20 de marzo de 2012.
NOTAS :
(1) : Ver : La tragedia griega, en “Nos Comunicamos” : http://nos-comunicamos.com.ar/content/tragedia-griega
(2) Declaración a la radio pública alemana Deutschlandfunk, 1-9-11.
(3) Entrevista del semanario alemán Focus, 4-7-11.
(4) : Ramonet : La Gran Capitulación de Grecia , en : http://www.eldiplo.org/153-hay-que-acabar-con-los-usureros-internacionales/nuevos-protectorados
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