domingo, 1 de septiembre de 2019
Qué hará Sandleris el lunes para no quedarse sin reservas, por Raúl Dellatorre (para "Página 12" del 01-09-19)
Guido Sandleris, presidente del Banco Central. Ante el peligro de que se le extingan las reservas.
Bancos y entidades cambiarias, a la cabeza de la fuga por giro de utilidades
La restricción al giro de utilidades a los bancos se explica por un aumento inusual de salida de fondos en los últimos meses, casi cuadruplicando la de 2018. Pero con eso no alcanza para detener la fuga.
Por Raúl Dellatorre
Los 1943 millones de dólares de reservas perdidas el viernes, acumulando 4161 millones a lo largo de la semana, fueron más que un signo de alarma para el gobierno. Es el aviso de que si no logra cerrar el grifo, la fuga se consumirá sus últimas herramientas de defensa. La decisión de ponerle un freno a la remisión de utilidades al exterior por parte de las entidades financieras fue una reacción, aunque muy tardía, a la fuga que por esa vía venía sufriendo el sistema y amenazaba ampliarse. En los primeros siete meses de 2019, el giro de utilidades y dividendos al exterior por parte de las entidades financieras y cambiarias acumuló 441 millones de dólares, casi cuatro veces el monto girado en igual concepto durante todo 2018. Estas transferencias, según señalan especialistas en la materia, no se corresponden estrictamente con los resultados de balances anteriores, sino que podían ser incluso giros "a cuenta" de futuras utilidades, como modo de enmascarar otro tipo de operaciones, propias de la entidad declarante o de terceros. El sector financiero no es el único que utiliza fluidamente este mecanismo de transferencias, pero por las cifras publicadas por el Banco Central, fue "el más activo" en los meses transcurridos del actual ejercicio. Por sí sólo, el sector financiero representó este año el 60 por ciento del total de los giros al exterior de utilidades y dividendos del sector privado en su conjunto.
"Si el gobierno espera que cualquier medida cambiaria que disponga le dé algún resultado, va a tener que cerrar todos los grifos de salida de capitales; esto ya no es una cuestión que se resuelva en el plano ideológico o dogmático; para el gobierno es un asunto de supervivencia", señaló a este diario un experto consultado sobre el panorama que podría esperarse en materia de regulaciones cambiarias para los próximos días. Otros son más estrictos con los plazos: el gobierno necesita tomar resoluciones importantes este mismo lunes, dicen, si quiere evitar que las transferencias al exterior --y no sólo las compras de dólares en efectivo en el mercado-- terminen extinguiendo las reservas.
El viernes, la entidad que preside Guido Sandleris dio a conocer la Comunicación A 6768 por la cual estableció que "las entidades financieras deberán contar con la autorización previa del Banco Central de la República Argentina para la distribución de sus resultados". Una "aclaración" que la misma institución difundió minutos después, informaba que se trataba de "una medida que sólo corresponde a las entidades financieras, no a otro tipo de empresa". Vista la dimensión real de la fuga y la situación límite en la que se encuentra el Banco Central, podría decirse que la medida cerró el grifo principal pero sería irracional que mantuviera abiertos los restantes: las transferencias, por giro de utilidades o cualquier otro concepto (a excepción de pagos de importaciones), del resto del sector privado. Ni más ni menos que el tan denostado "cepo cambiario" pide permiso para volver a escena, y a pedido del público que más lo repudiaba.
El problema de la fuga de divisas fue empujando al abismo a este modelo económico, porque mientras se mantenía abierta esa puerta todo lo que salía en dólares por allí debía compensarse con más deuda. Y un día, el crédito externo se cortó, pero la fuga siguió. Y el salvataje financiero del FMI para tapar el agujero resultó insuficiente. Expresado en cifras, la Formación de Activos Externos (patrimonio de residentes locales, empresas o personas, que se radica afuera como inversión, activos físicos o financieros) del "sector privado no financiero" en estos años fue persistente. Entre 2016 y 2019 (este último, hasta julio), los sectores que más acumularon activos externos fueron Comunicaciones, Transporte e industrias química y del caucho, sumando alrededor de 1800 millones de dólares cada uno. Un paso detrás se ubica Maquinarias y equipos, con poco menos de 1600 millones de dólares en los tres años y siete meses considerados. Entre enero y julio de 2019, en cambio, tuvo mayor relevancia el sector petrolero, siendo el sector con mayor nivel de acumulación neta de activos externos: 713 millones de dólares. Por detrás de ese rubro quedaron este año el sector Comunicaciones, con 624 millones fugados, e industria química y caucho, 553 millones.
Llamativamente, las cifras que informa el mismo Banco Central de la República Argentina (que el Observatorio de Economía Política del Centro Cultural de la Cooperación recogió y aportó a esta nota) dan cuenta de formación de activos externos de origen no identificado por 45.446 millones de dólares, pero también formando parte del "sector privado no financiero" bajo el rótulo de "Otros". En parte, se trata de particulares que atesoran en divisas fuera del sistema financiero, pero sólo en una mínima proporción. Sobre el resto, no hay información.
En tanto, las transferencias registradas como giro de utilidades y dividendos de los distintos sectores sumaron, en los últimos tres años y siete meses, 6808 millones de dólares. En general, la evolución fue descendente en estos cuatro años (2991 millones en 2016, 2043 millones en 2017, 1034 milones en 2018 y 740 millones en estos últimos siete meses), con la excepción del ya mencionado sector de entidades financieras y cambiarias. En todo el período enero 2016 a julio 2019, las transferencias acumuladas están encabezadas por financieras y cambiarias, 1180 millones, seguidas de Alimentos (928 millones), Petróleo (650 millones) y Química, caucho y plástico (591 millones).
Este es el panorama de los "otros grifos" que permanecen abiertos. Formación de activos externos y trasnferencias de utilidades, junto a las compras locales de divisas en el mercado cambiario que, según se estima, también podría imponerse un tope de compras por mes (100 o 200 mil dólares, se mencionó). La vuelta a la medida que el gobierno de Mauricio Macri menos desearía pero que el desastre provocado por su política económica transformó en imprescindible en su etapa culminante; el cepo, según lo bautizaron sus propios detractores.
El endeudamiento primero, y la sangría de reservas últimamente, son el origen de los recursos que fueron fugados del país en proporciones crecientes en estos años. Mientras el Banco Central no cierre los grifos, continuará. En estas horas, se estima que de las comunicaciones entre Washington (sede del FMI) y las autoridades económicas (Lacunza y Sandleris) saldrá la decisión. Por ahora, salvo para las entidades financieras y cambiarias, sigue habiendo "canilla libre".
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https://www.pagina12.com.ar/215676-que-hara-sandleris-el-lunes-para-no-quedarse-sin-reservas
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Las ilusiones recobradas, por Oberdán Rocamora -Jorge Asís- (para "Jorge Asís digital" del 28-08-19)
Mientras se extiende la idea del post macrismo.
escribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial
para JorgeAsísDigital
1. Desde el balcón del General
Como cuando Mauricio Macri, El Ángel Exterminador, se puso a llorar, en el Teatro Colón.
Al verse rodeado de estadistas poderosos que lo aprobaban.
Putin y Macron, Trump y la señora Merkel.
Emblema o slogan. La «integración al mundo» por el magnífico servicio de hotelería para el G-20.
El último sábado, de este invierno terrible, El Ángel volvió a conmoverse. Patriota sentimental.
Al saberse aprobado, mimado por el afecto de multitudinarios fieles. En una concentración de apoyo sigilosamente espontánea.
En el balcón del General recuperaba las ilusiones extraviadas. Justo cuando se encontraba en la depresiva lona moral.
Cuando, desde diversos costados de su fuerza golpeada, nacía la idea del post macrismo.
Para la conducción natural de los «cambistas» que permanecen en PRO, pese al colapso, de pie.
Como la señora María Eugenia, Sor Vidal, La Chica de Flores de Girondo, que reinicia su propia campaña.
Pero ya sin arrastrar la pesada cruz del Ángel por la Tercera Sección Electoral.
U Horacio Rodríguez Larreta, Geniol, que puede retener el bastión del Maxi Quiosco del Artificio Porteño.
Para elevarse, junto a su aliada, y ser el jefe de la oposición a «Los Fernández».
La Doctora y Alberto, El Poeta Impopular.
Mientras se propagaba la idea del post macrismo, el Ángel persistía volteado.
Por lo que definía el “palazo”. La paliza. Inesperadamente recibida en “la elección más inútil de la historia”, cliquear. Las (malditas) PASO.
Pero de pronto, entre los altibajos, emerge el turno de la euforia.
Gracias a los convencidos que lo vivaban, que gritaban que aún «se podía».
Desde el balcón del General, el Ángel sentía de nuevo la ambición, las ganas de vencer.
Se agrandaba, volvía la sed de poder y el explícito deseo de revancha.
El proyecto perverso de enredar al volteador, Alberto, y a la volteadora, La Doctora. Ambos atrapados entre las redes del propio colapso.
Para alcanzar una segunda vuelta y vencer en el difuso ballotage.
Las ilusiones recobradas le aportan, a la caída, el dramatismo superior que legitima, después de todo, la epopeya.
2. No ser y en simultáneo serlo
Señalada como chorra. Sentada en el banco judicial del lunes. En silencio.
Con 148 procesamientos, 75 pedidos de desafuero.
Con media sociedad que la tiene como depositaria de las peores maldiciones.
Y jefa -por si no bastara- de la inescrupulosa pandilla de delincuentes que «se había robado un PBI”.
Sin consultarlo con Carlos Zannini, El Cenador, ni con el fiel Parrilli, El Incomparable Godfrey, ni siquiera con Máximo, En el Nombre del Hijo, La Doctora decidía acompañar, como postulante a vice, al amigo recuperado.
Las ilusiones recobradasCon quien se había reconciliado después de 11 años de distanciamiento.
Años en los que Alberto, precisamente, supo cuestionar con relativa elegancia su deficiente gestión.
Con críticas feroces que, en efecto, lo fortalecían. Ante ella.
Aquellas críticas lo consolidaban para ser el elegido. Artilugio que podría demandar, a la larga, un litigio estructural en su fuerza política.
El Frepasito Tardío de Unidad Ciudadana, ya transformado en el Frente de Todos.
No obstante, en el país sin alternativas a nadie le importa, en el fondo, el largo plazo. Funciona a puro presente.
El dilema nunca tiene nada que ver con el futuro.
Primero hay que ganar las elecciones. Después veremos.
Alberto paseaba a su perro por los arrabales de Puerto Madero mientras el Tercer Gobierno Radical cometía la más grave sucesión de desaciertos.
Las catastróficas equivocaciones económicas que lo arrastraron a suplicar por la bacinilla al Fondo Monetario Internacional.
Para incorporar también, al organismo multilateral, en la escenografía del fracaso.
Paseaba al perro El Poeta Impopular sin imaginar que su jefa política, la dama obsesiva que nada dejaba librado a la improvisación, había decidido celebrarlo con la candidatura presidencial.
Para convertir, en adelante, al operador en estadista.
En el país sin alternativas se debatía, con angustia existencial, si La Doctora, con su situación límite, iba a ser la candidata.
Como lo necesitaba el Ángel, el adversario que la elegía.
Pero la dama, desde hacía meses, había decidido ser candidata sin serlo.
O no serlo y en simultáneo ser. O viceversa.
Por la lucidez de saber que, aunque les llevara un cementerio de ventaja a sus competidores (y aliados) no debía postularse para presidir, otra vez, la Argentina.
Pero para vencerlo a Macri tampoco podía quedarse afuera de la fórmula, a los efectos de contener los votos que no podía delegar.
Menos aún podía imaginar, aquel operador, que con La Doctora de segunda iba a imponerse, de manera humillante, sobre el Ángel.
Mauricio protagonizaba la hazaña de ser el primer presidente que perdía la propia reelección.
Con el manejo del Estado, apoyado por Trump y los dos grandes medios de comunicación.
La derrota marcaba el final de la pausa del TGR. Un paréntesis institucional. Episodio infortunadamente terminado.
Post macrismo y altibajos anímicos para el Ángel mortificado que ya ni podía domar reposeras.
Sin embargo, por la grata oxigenación de la multitud asustada, de los que «no querían perder la república”, pasaría a disfrutar de las ilusiones transitorias de la recuperación.
Por creer que aún “se puede” remontar el resultado adverso, en la elección real, lejana, de octubre.
3. La utopía del 27 de octubre
Como epílogo es horrible. Expresivamente cruel.
En el ascenso de la euforia, El Ángel se propone asociarlo a Alberto. Para el penúltimo tramo del Acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
A través del argumento contundente. Alude a la responsabilidad histórica.
Pero Alberto Estadista aprende rápido. Replica con la sociedad del Fondo en el fracaso inapelable del Señor Presidente.
Juntos, el FMI y el TGR, aportaron decenas de miles de millones de dólares para que se fugaran con excesiva vulgaridad. Sin la maestría de antaño del Chapo Guzmán.
«Soy solo un candidato», confirma Alberto. Para dormir a quienes se proponen dormirlo.
Simple vencedor en el ensayo de orquesta de las PASO.
Por prepotencia del concierto, el ensayo se transformó en la representación principal.
Pero lo dice el tango: “es un fantasma que crea la visión”.
«Cuando sea el presidente electo”, confirma Alberto Estadista. Sólo después va a ocuparse de los detalles financieros de la debacle.
La debacle que el Fondo comparte, en verso, con el gobierno que parte.
En “Evitar el caos o generarlo”, se lee que aquí se “impone el adelantamiento de las elecciones”.
Pero por las ilusiones recobradas, el Ángel nunca va a aceptar el adelantamiento.
Necesita tiempo para que se agudicen las contradicciones. Para explotar la verborragia coral del adversario.
Se explica entonces que desafíe a La Doctora. Para que salga a hablar.
Se insiste con Venezuela, aunque la tragedia bolivariana no arrastre un voto.
Se instiga a hablar, a los detectados peronistas de lengua fácil y reacción rápida.
Se cuenta, de nuevo, con la ayuda de hierro que no sirvió de nada. Del gran medio fundamental.
Irritado por el desacierto de un tuteo que no correspondía. Justamente al Beto. Héctor Magnetto.
La estrategia es aceptable. Les cierra. Las ilusiones se recuperan.
El problema consiste en llegar, con el país congelado, arriesgado al máximo, con la plancha existencial de la sociedad, a la costa del 27 de octubre.
Utopía que ya es, a este paso, “la posteridad”.
Publicado en:
http://www.jorgeasisdigital.com/2019/08/28/las-ilusiones-recobradas/
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Diez encuestadores analizan el panorama electoral despues de las PASO, por Raúl Kollmann (para "Página 12" del 01-09-19)
La coyuntura empeora las chances de Cambiemos
Los expertos coinciden en que la crisis económica es un lastre enorme y que los resultados a favor del peronismo se mantienen o hasta mejoran. Los votos en blanco y la falta de arrastres.
Por Raúl Kollmann
La totalidad de los consultores en campañas electorales consideran que la crisis de la última semana empeoró la situación del Juntos por el Cambio y evalúan que las diferencias de las PASO se mantienen o se agrandan. Quienes estudiaron a los que no fueron a votar en las primeras y dicen que se acercarán a las urnas en octubre, consideran que en esa franja también tiene ventajas Alberto Fernández y eso no reducirá las diferencias. Tampoco se percibe un traslado de votos importante de José Luis Espert, Juan José Gómez Centurión o Roberto Lavagna hacia Mauricio Macri, de manera que tampoco de ahí proviene --hasta ahora-- ninguna corriente que achique los 16 puntos que hubo en las PASO. Los consultores tampoco prevén cambios decisivos ni en la Provincia de Buenos Aires ni en la Ciudad Autónoma, aunque piensan que un ballotage puede ser peligroso para Horacio Rodríguez Larreta.
Página/12 dialogó con diez de los encuestadores más conocidos y evaluó con ellos la situación a ocho semanas de las elecciones generales.
Crisis
"Desde las PASO a hoy la crisis económica se agravó --apunta Hugo Haime, uno de los consultores que se acercó muchísimo en sus encuestas previas al resultado del 11 de agosto--. No se trata solo de que la disparada del dólar fue a los precios, incrementando la pobreza, y continúa cayendo el empleo. Ahora empezamos a tener flashes de escenas ya vividas, con la clase media y alta retirando dólares de los bancos y temiendo por sus ahorros. Si el gobierno fue cuestionado hace tres semanas y faltan casi ocho para las elecciones es difícil imaginar hasta dónde puede llegar el deterioro en la valoración de la gestión de Macri hasta que lleguemos a votar. Es muy difícil que el gobierno logre revertir la cuesta. Las encuesta periódicas sirven cuando la situación está medianamente estable. Con la dinámica cotidiana en que estamos, cualquier número se vuelve viejo".
En la misma línea, Raúl Timerman de Grupo de Opinión afirma que "durante tres años y medio, el gobierno se manejó en el terreno de las finanzas, sin tornos, sin ladrillos, sin operarios. Con dinero se hizo dinero y ese dinero ahora salió. Para el mercado, Macri es más amigable que Alberto. El lunes 12 el mercado produjo una devaluación enorme mostrando quién es su candidato, Macri. El problema es que el 11 votó la ciudadanía y votó a la oposición. Lo que vivimos hoy es la tensión entre el mercado y el voto ciudadano y eso genera incertidumbre. Pero en esa situación es muy difícil que las diferencias se achiquen".
Ricardo Rouvier, de Rouvier y Asociados, analiza que "el panorama incluye la simultaneidad de la deflagración de la crisis económica-financiera y la proximidad de la elección general. Los estudios preelectorales van confirmando la tendencia ya manifestada en las pre PASO y en las primarias mismas; la ventaja del Frente de Todos respecto al oficialismo. Esa ventaja es de tal significación que ya aparece como un resultado puesto. Más aún, crece en la población la convicción de la incapacidad manifiesta del gobierno para conducir la cosa pública".
Distancias
Roberto Bacman, titular del CEOP, que también se acercó mucho en el pronóstico del 11 de agosto, es uno de los consultores que hizo encuestas después de las PASO. "Detectamos que la diferencia a favor del frente peronista se mantiene, y si se proyectan los datos sin el voto en blanco ni los indecisos hasta podría llegar a estirarse un par de puntos. Pero no hay que perder de vista que es solo una primera fotografía tras las primarias y aún queda un largo trecho por recorrer. Lo que finalmente sedujo a la mayor parte de los electores de nuestro país fue la necesidad de cambiar la orientación económica. Por lo visto en esta última semana, la economía se mantiene al tope de las preocupaciones de los argentinos. Y este es un dato de la realidad muy difícil de revertir".
Federico Aurelio, de Aresco, coincide en que las distancias se mantienen. "Hasta ahora observamos un panorama electoral similar al que se registró en las primarias del 11 de agosto. La profundización de la crisis económica agrava el malhumor social y habrá que seguir sus implicancias electorales. El gran resultado electoral del Frente de Todos (casi cincuenta por ciento del electorado) más la vocación de apoyar al oficialismo ó de no votar al peronismo cercano al treinta por ciento y los pisos electorales de las otras fuerzas políticas no dejan un margen de grandes movimientos electorales entre las PASO y las elecciones generales de octubre".
Contundencia
Alfredo Serrano, cabeza de la consultora Celag, rompió la tendencia mediática en las PASO de que todo estaba empatado. Serrano salió a la cancha un mes antes de las elecciones diciendo que había más de nueve puntos de diferencia. Sus diagnósticos actuales son igual de contundentes. "Después de las PASO ha habido 'mucho ruido y pocas nueces'. El clima de sensaciones, posturas ideológica y motivaciones de voto permanecen sólidamente en este tiempo electoral. Dos tercios de la población cree que Macri fracasó en su gestión o lo decepcionó como Presidente; casi la mitad cree que Macri es un Presidente ineficaz; el 75 por ciento tiene miedo a perder el empleo; el 60 por ciento vota en función de la situación económica; y precisamente, el 87 por ciento cree que la situación económica familiar sigue igual de mal o empeoró. Con este panorama, es más que complicado que existan grandes cambios en la intención de voto".
Cerrado
Para Artemio López la elección está terminada. "Al calor de la debacle socio económica, la caída en la preferencia electoral por el oficialismo es vertical. En este sentido el panorama electoral nacional está cerrado, para octubre. Sólo cabe esperar una mejor performance de la fórmula Fernández-Fernández que se constituirá ya en mayoría, superando el 50 por ciento de los votos"
Lo mismo opina Gustavo Córdoba. "La magnitud del voto castigo, motivado en gran medida por la mala praxis económica y política, es probable que se incremente levemente a favor del candidato Fernandez. Hemos evaluado que el techo electoral de Macri se ubica cercano a los 38 por ciento y el de Fernández en torno al 56 por ciento. Hay un cambio de expectativas y de no mediar modificiaciones significativas del contexto económico, la lógica indica que se va a ampliar la diferencia del 11 de agosto".
Animos
Analía Del Franco, de Del Franco Consultores, también integró el equipo que acertó en las diferencias de las PASO. "A tres semanas de aquella elección, la situación no presenta variaciones, si bien el efecto demostración de un contundente triunfo refuerza y valoriza al ganador en este caso el Frente de Todos. Y por la contrario genera decepción en los electores de Juntos por el Cambio, que votaron confiados de un triunfo que finalmente no se produjo. Pero el saldo es que ahora un 65 por ciento ve con buenos ojos un potencial gobierno de Alberto Fernández. Eso incluye un 25 por ciento de los votantes de Mauricio Macri, que además tienen expectativas positivas frente a un eventual gobierno de Alberto Fernández. Como se ve, es una consolidación del candidato del Frente de Todos y un resultado que, al menos por ahora, también se consolida".
Síntesis
Facundo Nejamkis, de Opina Argentina, parece sintetizar la opinión de la mayoría: "la elección parece un hecho ya lejano tapado por la gravedad de la situación económica. El 27 de octubre parece un evento inalcanzable dada la urgencia de los problemas a resolver. Lo mas probable, de mínima, es que se mantengan las diferencias que se observaron en las primarias de agosto".
Publicado en:
https://www.pagina12.com.ar/215693-la-coyuntura-empeora-las-chances-de-cambiemos
Una pericia a medida en la causa de la obra pública, por Raúl Kollmann (para "Página 12" del 31-08-19)
Eloy Bona, el cuestionado perito oficial.
Con documentación no comprobada los peritos que dependen del Gobierno cambiaron su posición.
En otra maniobra escandalosa, similar a la utilizada en la causa de Gas Licuado, el Gobierno introdujo documentación sin la previa autorización del Tribunal y ocultándola a la defensa hasta hace tres días. La defensa asegura que "no tiene el menor rigor" y recordó el caso del perito David Cohen, que terminó imputado por falso testimonio agravado.
Por Raúl Kollmann
Los dos peritos oficiales en el caso de la obra pública se negaron a firmar lo acordado con la perito de la defensa y presentaron documentación aportada a último momento por funcionarios de Vialidad del macrismo, cuya autenticidad no está comprobada, que no tenía la previa autorización del Tribunal Oral y que a las defensas se les ocultó hasta hace tres días. De esa manera, firmaron en soledad --violando las normas periciales-- y a escondidas, un dictamen según el cual hubo más de 170 millones de dólares de sobreprecios. La cuestión será debatida en el juicio oral.
Tras la brutal maniobra, igual se mantuvo la pericia firmada de manera unánime por los contadores y en la que hay acuerdo sobre la inexistencia de sobreprecios en las redeterminaciones de las obras y en las modificaciones, que han sido siempre las claves de las denuncias. El PRO argumentaba que las empresas vinculadas al kirchnerismo ganaban las licitaciones por un precio, pero que después había fraude en la adecuación de esos precios por la inflación y en las modificaciones que se le hacían a las obras. Eso quedó descartado.
El perito designado por los jueces, Eloy Bona, fue cuestionado por las defensas porque no era imparcial sino que aparecía en las redes sociales twiteando barbaridades contra la ex presidenta Cristina Kirchner. "Es lo mismo que en la causa del Gas Licuado. De golpe aparecieron firmando una pericia justito de acuerdo con lo que pedían los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques cuando ya había acuerdos en la mayoría de los puntos", sostuvieron desde las defensas.
Lo asombroso es que, sorpresivamente, apareció en escena como supuesto colaborador el arquitecto Mario Boscoboinik, ex Director de Fiscalización y Control de Obras del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, quien años atrás fuera denunciado por haberse controlado él mismo obras que tenía asignadas. Fue llamativo que Boscoboinik "colabore" en una pericia contable y de ingeniería sin contar con ninguna de las especialidades ya que es arquitecto.
La documentación oculta usada de golpe por los peritos oficiales fue blanqueada en julio con una nota del director del Area de Legales de la Dirección Nacional de Vialidad, Ricardo Stoddart, recientemente denunciado por la doctora Julieta Ripoli como abogado vinculado al presidente Macri y por haber incurrido en graves irregularidades.
La perito de la defensa, ingeniera Adriana Alperovich tuvo que firmar a solas entonces la pericia que concluye que no hubo sobreprecios de ninguna naturaleza y que la comparación que hicieron los peritos oficiales, en base a la documentación recién aparecida, no tiene "el menor rigor". Según Alperovich las licitaciones en las que se apoyaron los peritos oficiales tenían un 70 por ciento de diferencia entre sí y los contratos nunca fueron ejecutados porque la empresa adjudicataria no pudo llevar a cabo los mismos.
Además, como ya adelantó Página/12, los peritos oficiales, Bona y Panizza, con la documentación de DNV, hicieron sus cálculos a partir de contratos de recuperación y mantenimiento de ruta, que es una especie de parche en el camino, completamente distinto a la construcción de una autovía como fueron las tres obras proyectadas para el tramo entre Rada Tilly y Caleta Olivia, que representan tres de las cinco obras peritadas. Cuando Alperovich fue a ver la documentación oculta y que recién se exhibió hace tres días, le informaron que una de las licitaciones "no pudo ser localizada".
En el juicio oral los peritos oficiales tendrán que contestar bajo juramento, de manera que las defensas pondrán el acento en demostrar que se trata de una maniobra parecida a la de la causa de Gas Licuado, en que el perito David Cohen, terminó imputado por falso testimonio agravado.
Publicado en:
https://www.pagina12.com.ar/215547-una-pericia-a-medida-en-la-causa-de-la-obra-publica
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EL DEFAULT DE MACRI, por Alfredo Zaiat (para "Página 12" del 01-09-19)
Deja de pagar la deuda emitida por su gobierno e incumple compromisos en pesos. El riesgo que la corrida cambiaria se convierta en una bancaria.
Es el octavo default de la historia nacional y es el más insólito de todos. Macri endeudó y defolteó en menos de cuatro años de gestión. El “corralito de las Letes" es un golpe a las finanzas de empresas y provincias. La necesidad de reestablecer el control de capitales y del mercado de cambios.
Por Alfredo Zaiat
El default de Macri es inédito cuando se repasa el archivo de cesaciones de pagos de Argentina. Es el octavo de la historia nacional (el inventado por el juez Griesa no se contabiliza porque no fue una decisión soberana el no pago) con la particularidad de que éste es con deuda emitida por el mismo gobierno. Los anteriores fueron por deudas heredadas de administraciones anteriores. Es un indicador contundente de la velocidad y magnitud del desastre provocado por la economía macrista. En menos de cuatro años, después de recibir una economía desendeudada, Macri la entregará en default. O sea, endeudó y defolteó. Es una marca notable para un ciclo económico tan breve. No pagar la deuda emitida en su propia gestión no es el único factor que hace a este default excepcional. Se le debe sumar que el incumplimiento será con la deuda nominada en pesos, o sea en la moneda que emite el país.
El gobierno hubiera podido atender esos compromisos porque no tiene restricciones para emitir pesos; diferente es con la deuda en dólares, divisas que obviamente no emite y no tiene en cantidad. No es usual que los países informen a los inversores que no pueden pagar la deuda pública en su propia moneda. Son casos de quiebras soberanas dramáticas.
Declarar el default de deuda en pesos de corto plazo refleja el agobio en que está hundido el gobierno de Macri, desesperación que lo arrastra a reaccionar sin evaluar consecuencias. Fue una decisión sólo motivada por el temor a que, mientras se vayan concretando los vencimientos de esos pasivos públicos en pesos, esos recursos se destinen a la compra de dólares. Y como las reservas de libre disponibilidad se están liquidando a rápida velocidad, la respuesta de Hacienda fue improvisada, lo que terminó acelerando la corrida.
La tendencia de la pérdida de reservas está adquiriendo una dinámica que proyectada entrega como resultado que las arcas del Banco Central estarán vacías antes de la entrega del gobierno el 10 de diciembre próximo.
Atrapados
El “corralito” de la deuda pública en pesos, con cronograma de desembolso para personas jurídicas, generó un desquicio de proporciones en los Fondos Comunes de Inversión. El economista Christian Buteler publicó un tuit fulminante: “Las pérdidas que ha provocado Lacunza en los FCI por sus medidas son impresionantes”. El patrimonio de los Fondos bajó de casi 250 a 155 mil millones de pesos del 27 al 30 de agosto. Precisó que “38 por ciento bajó el patrimonio administrado en 3 días producto de los rescates”. Señaló que algunos Fondos bajaron hasta el 62 por ciento en ese lapso e indicó que los bancos que más vieron caer sus Fondos son BBVA, HSBC, ICBC y Banco Nación. La suspensión de las operaciones el día posterior al anuncio del default y el derrumbe posterior del valor de las cuotapartes fue el puntapié al nerviosismo que atrapó a ahorristas por el destino de sus depósitos.
Las finanzas de provincias y de empresas industriales, servicios y comercio también recibieron un golpe demoledor con el “corralito de las Letes”. Colocaron parte del capital de trabajo para evitar su desvalorización en instrumentos de deuda de cortísimo plazo del Tesoro Nacional, a tasas más elevadas que las de plazos fijos, y ahora tienen el dinero atrapado.
La compra de Letras del Tesoro fue la estrategia financiera del sector privado en un contexto de derrumbe del consumo y del mercado interno. Las empresas buscaron una salida de emergencia ante el naufragio macrista utilizando al Estado (necesitado de pesos para cubrir el bache fiscal) como financista ahogado. Este estuvo pagando intereses elevadísimos, fondos que facilitaban a las firmas hacer frente a los salarios deprimidos de sus trabajadores y a los compromisos con proveedores. El ingreso financiero conseguido con las Letras colaboraba en la administración diaria de una economía en crisis.
Esas Letras también fueron utilizadas como garantías en el circuito de préstamos en el mercado bursátil (las denominadas cauciones), operaciones que también quedaron en un limbo.
Varias provincias imitaron el comportamiento de empresas privadas, al destinar excedentes del presupuesto a la compra de Letras en pesos y en dólares, para recibir una renta que les permita hacer frente al pago de salarios, aguinaldo y compromisos con proveedores. De acuerdo a un informe oficial, diez provincias tienen en total el equivalente a unos 1250 millones de dólares en esos instrumentos de deuda de cortísimo plazo. La Provincia de Buenos Aires de María Eugenia Vidal quedó atrapada del “corralito de Letes” con unos 500 millones de dólares.
El default de la deuda en pesos es otra muestra más que al dogmatismo neoliberal y al conservadurismo político, además del plan negocios desplegados para amigos, familiares y testaferros, se le agrega un abrumador grado de impericia en la administración de la crisis. Ese anuncio fue el disparador para aumentar la intensidad de la corrida cambiaria y para comenzar la bancaria.
En estos casi cuatro años han estado pasando como funcionarios en el área económica referentes del establishment, desde Alfonso Prat Gay, Federico Sturzenegger, Luis Caputo, Nicolás Dujovne, Guido Sandleris hasta Hernán Lacunza, y uno peor que otro en la gestión pública, para terminar generando otra de las grandes crisis argentinas, como fueron el Rodrigazo, la tablita cambiaria de Martínez de Hoz, la hiperinflación y el estallido de la convertibilidad. Cada uno de ellos, como sus más estrechos colaboradores, se acomodará rápidamente en consultoras de la city, en empresas, universidades privadas locales o del exterior o en organismos internacionales. Antes y ahora, esos economistas gozan de la impunidad conferida por el poder económico, y así se van repitiendo las crisis.
Marzo 2018
La cesación de pagos de la economía macrista fue en marzo del año pasado . No fue declarada oficialmente en ese momento. Pero en ese mes el gobierno de Cambiemos se quedó sin acceso al financiamiento voluntario del mercado internacional. Fue cuando el entonces ministro de Finanzas, Luis Caputo, el responsable de haber gestionado este desaforado ciclo de endeudamiento, fue a Wall Street a pedir más dólares y le cerraron la puerta.
Para continuar con la bicicleta financiera y el pago de la deuda no había dólares suficientes. Para evitar caer en el abismo, el presidente Mauricio Macri corrió en forma desesperada a los brazos del Fondo Monetario Internacional. Recibió un inmenso crédito de 50 mil millones de dólares y luego ampliado a 57 mil millones de ese organismo dominado por Estados Unidos. Fue el pulmotor que mantuvo vivo al oficialismo con la expectativa de ganar las elecciones de octubre.
Con el resultado de las PASO, el FMI mostró otra vez que no sólo fracasó en las propuestas económicas para impulsar el crecimiento (no podía ser de otro modo porque postuló las medidas recesivas de siempre), sino que también falló en su apuesta política electoral. Por presión de Estados Unidos, con el objetivo geopolítico de sostener un gobierno de derecha en la región como freno a lo que denominan despectivamente “populismo”, entregó el préstamo más grande de su historia para financiar la campaña electoral de Macri.
Su candidato recibió una paliza memorable, que todavía sigue exhibiendo preocupantes síntomas de negación del resultado. El FMI decidió entonces cerrar también el grifo. El desembolso de 5400 millones de dólares previsto para el 15 de setiembre fue postergado y no hay fecha para concretar el giro.
Pasaron 17 meses desde marzo del año pasado para que el flamante ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, reconociera formalmente que la economía macrista no puede pagar 101.000 millones de dólares de capital e intereses de la deuda en las condiciones pactadas.
El 28 de septiembre del año pasado, cuando el gobierno cerró el segundo acuerdo con el FMI, Macri le dijo a la cadena de finanzas Bloomberg que “no hay ninguna chance de que Argentina caiga en default”. Otra promesa incumplida.
Fanáticos del naufragio macrista lo denominan “reperfilamiento”. Lacunza presiona para que en el debate público se hable de “reestructuración", término que resulta más amigable para el mercado. Los inversores que no cobrarán al vencimiento saben que Macri se despide declarando el default de gran parte de la deuda. Más allá de la inútil estrategia de maquillaje del oficialismo, los medios internacionales especializados en finanzas y las calificadoras de riesgo sentenciaron que es un default
Dinamita
El 4 de enero de 2018 fue la última emisión de bonos públicos en el mercado internacional por 9000 millones de dólares. Fue el aporte final de Wall Street. Los principales fondos de inversión y bancos fueron inundados de papeles de deuda argentina. Cuando en marzo de ese año Caputo no logró convencer a sus amigos de seguir entregando dólares a la economía macrista, el primero que empezó la retirada fue el JP Morgan. El gigante financiero estadounidense desarmó su posición en Lebac (la bomba especulativa creada por el entonces presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger) y compró dólares en cantidad. Fue el disparador para el inicio de la huida de grandes fondos de inversión. Hubo dos que siguieron creyendo en Caputo y hoy se arrepienten, puesto que esa apuesta le reportó contabilizar quebrantos inmensos: Templeton y BlackRock .
Esas dos firmas integran el selecto lote de los más grandes fondos de inversión de las finanzas globales. Fueron las que acumularon más papeles de deuda argentina al ser los principales compradores de los bonos Bote y PeDo (bono dual, Pesos/Dólar), en mayo del año pasado.
Los registros de grandes fondos de inversión internaciones de las tenencias declaradas de títulos públicos argentinos, en pesos y en dólares, a mediados del año pasado, anotaban un total de 28 mil millones de dólares. De este total, Templeton concentraba 6200 millones y BlackRock, 3700 millones. Al tope del podio de ese ranking se ubicaba Allianz SE (Pimco), con 6400 millones de dólares.
Esos fondos estuvieron descargando de su cartera una porción de esos bonos desde que comenzó la corrida, pero igual mantienen todavía gran parte, lo que significa que están contabilizando pérdidas pesadas por esas inversiones.
La relevancia de esta situación no es que, en esta oportunidad, estos gigantes del negocio financiero perdieron apostando a bonos argentinos, sino que la economía macrista ha aniquilado la posibilidad de conseguir financiamiento inmediato en el mercado de capitales internacional. Y lo hace con un mundo financiero con tasas bajísimas, lo que facilitaría las operaciones de renovación.
El default macrista clausuró aún más esa puerta, que ya estaba cerrada pero con una pequeña chance de reabrirla; ahora será muy difícil, lo que suma un elemento más a la pesada herencia que recibirá el gobierno 2020-2023.
Macri terminó dinamitando la posibilidad de conseguir recursos inmediatos en el mercado financiero del exterior para un eventual gobierno de Alberto Fernández.
El esquema de default presentado por Lacunza libera fondos por el no pago de deuda de 10 a 12 mil millones de dólares. Recursos que el Banco Central tendría disponible para atender la demanda del mercado cambiario. Pero ese monto de vencimientos fue transferido al programa financiero 2020, que tiene un faltante de unos 18 mil millones de dólares. O sea, el gobierno de Macri quiere hacer todavía más pesada la mochila de la deuda para Fernández. No sólo eso. Pretende que la fuerza política más votada en las PASO apruebe un proyecto de ley que posterga pagos de bonos sin presentar cuáles serían las condiciones de la reestructuración. La secuencia razonable sería primero conocer cuál sería el esquema de negociación con los acreedores, para luego reclamar el apoyo político del Congreso. El gobierno de Macri lo hace al revés, para comprometer a Fernández en su propio default.
Plétora de capital
La crisis macrista enseña que se necesita romper el hechizo que ejerce la ingeniería financiera para la administración de la economía, que en estos años tuvo su máximo exponente a Luis Caputo, responsable del más vertiginoso ciclo de endeudamiento de la historia argentina. En este periodo político neoliberal fue habitual escuchar que “genios” de las finanzas, redefinidos como el “Messi” del mercado, son lo suficientemente listos como para generar estructuras inmunes a las tormentas de la economía. No fue así. Siendo uno de los arquitectos de este desastre financiero, Caputo estuvo en el Ministerio de Hacienda el día que el ministro Lacunza informó las características del default de Macri.
Esa magia queda desnuda ante las debacles, cuando aparecen las excusas y los lamentos. El régimen de especulación financiera y posterior crisis ya ha sido estudiada como “la plétora de capital ”, proceso que ocurre cuando se verifica una expansión desmedida del dinero que se multiplica en la esfera de las finanzas (por la tasa de interés o la valorización de activos inmuebles o bursátiles) sin ser acompañado de una expansión similar de la inversión y de la actividad productiva. Las crisis con el consiguiente crac de activos financieros vienen a destruir ese “dinero ficticio” sin contrapartida en el valor de bienes tangibles.
Corrida
Como se sabe, este tipo de crisis tienen tres fases (financiera, económica-sociolaboral y política) que se van realimentando hasta alcanzar un pico máximo, que es cuando se produce un estallido de consecuencias dramáticas.
En contextos traumáticos anteriores, esos picos fueron julio de 1989, cuando la hiperinflación fue devastadora, y diciembre de 2001, cuando la corrida contra el peso derivó en corralito, posterior default y, finalmente, megadevaluación. Es un interrogante cómo será esa instancia final de la crisis macrista, que está recorriendo semanas críticas.
La fase financiera de esta crisis, cuyo disparador fue la fuerte devaluación que se inició a fines de abril del año pasado, ahora no tiene como epicentro la cotización del dólar. Es una variable que ya se descontroló y los intentos para domarla, en las actuales condiciones, son infructuosos. Tampoco lo es el monto de las reservas. Cada vez hay menos dólares en el Banco Central que se dedica diariamente a rifarlos. Ni resulta ya un aspecto nodal el derrumbe de acciones y bonos, colapso de las cotizaciones que provocó un efecto pobreza financiera impactante.
El frente crítico en estos momentos se encuentra en los depósitos en pesos y en dólares. El resto de las variables ya detonaron. El peso con una devaluación gigante; las reservas con una sangría que no se detiene hasta que no quede nada en el Banco Central; acciones y bonos con caídas récord del 60 al 70 por ciento; y la declaración del default de parte de la deuda por un total de 101.000 millones de dólares.
El Banco Central y el Ministerio de Hacienda deben dejar de correr detrás de los acontecimientos, porque si permiten que el pánico sea lo dominante en el mercado, lo peor de la fase financiera de la crisis puede precipitarse. El objetivo primordial debería ser evitar que la corrida cambiaria y contra activos bursátiles se extienda a una bancaria.
El último reporte de la consultora PxQ de Emmanuel Alvarez Agis explica que una suba del tipo de cambio y/o caída de reservas, disparará una mayor salida de depósitos en dólares, que puede contagiarse a los depósitos en pesos. Advierte que “esta dinámica podría poner en riesgo el balance del sistema financiero en su conjunto”.
En crisis de estas dimensiones, cuando el poder político se diluye y la economía real está paralizada, el abordaje de la cuestión financiera tiene que ser integral, dejando de lado el dogmatismo ideológico liberal. Economistas de formación académica diversa coinciden entonces en la necesidad de imponer el control de capitales especulativos y un sistema de restricciones para el acceso a la compra de dólares. Macri terminaría de ese modo restaurando un régimen de administración y control de acceso a la moneda extranjera. ¿Con qué palabra se ha distorsionado la comprensión social de un imprescindible sistema de control de cambio para una economía como la argentina?
azaiat@pagina12.com.ar
Publicado en:
https://www.pagina12.com.ar/215629-el-default-de-macri
Es el octavo default de la historia nacional y es el más insólito de todos. Macri endeudó y defolteó en menos de cuatro años de gestión. El “corralito de las Letes" es un golpe a las finanzas de empresas y provincias. La necesidad de reestablecer el control de capitales y del mercado de cambios.
Por Alfredo Zaiat
El default de Macri es inédito cuando se repasa el archivo de cesaciones de pagos de Argentina. Es el octavo de la historia nacional (el inventado por el juez Griesa no se contabiliza porque no fue una decisión soberana el no pago) con la particularidad de que éste es con deuda emitida por el mismo gobierno. Los anteriores fueron por deudas heredadas de administraciones anteriores. Es un indicador contundente de la velocidad y magnitud del desastre provocado por la economía macrista. En menos de cuatro años, después de recibir una economía desendeudada, Macri la entregará en default. O sea, endeudó y defolteó. Es una marca notable para un ciclo económico tan breve. No pagar la deuda emitida en su propia gestión no es el único factor que hace a este default excepcional. Se le debe sumar que el incumplimiento será con la deuda nominada en pesos, o sea en la moneda que emite el país.
El gobierno hubiera podido atender esos compromisos porque no tiene restricciones para emitir pesos; diferente es con la deuda en dólares, divisas que obviamente no emite y no tiene en cantidad. No es usual que los países informen a los inversores que no pueden pagar la deuda pública en su propia moneda. Son casos de quiebras soberanas dramáticas.
Declarar el default de deuda en pesos de corto plazo refleja el agobio en que está hundido el gobierno de Macri, desesperación que lo arrastra a reaccionar sin evaluar consecuencias. Fue una decisión sólo motivada por el temor a que, mientras se vayan concretando los vencimientos de esos pasivos públicos en pesos, esos recursos se destinen a la compra de dólares. Y como las reservas de libre disponibilidad se están liquidando a rápida velocidad, la respuesta de Hacienda fue improvisada, lo que terminó acelerando la corrida.
La tendencia de la pérdida de reservas está adquiriendo una dinámica que proyectada entrega como resultado que las arcas del Banco Central estarán vacías antes de la entrega del gobierno el 10 de diciembre próximo.
Atrapados
El “corralito” de la deuda pública en pesos, con cronograma de desembolso para personas jurídicas, generó un desquicio de proporciones en los Fondos Comunes de Inversión. El economista Christian Buteler publicó un tuit fulminante: “Las pérdidas que ha provocado Lacunza en los FCI por sus medidas son impresionantes”. El patrimonio de los Fondos bajó de casi 250 a 155 mil millones de pesos del 27 al 30 de agosto. Precisó que “38 por ciento bajó el patrimonio administrado en 3 días producto de los rescates”. Señaló que algunos Fondos bajaron hasta el 62 por ciento en ese lapso e indicó que los bancos que más vieron caer sus Fondos son BBVA, HSBC, ICBC y Banco Nación. La suspensión de las operaciones el día posterior al anuncio del default y el derrumbe posterior del valor de las cuotapartes fue el puntapié al nerviosismo que atrapó a ahorristas por el destino de sus depósitos.
Las finanzas de provincias y de empresas industriales, servicios y comercio también recibieron un golpe demoledor con el “corralito de las Letes”. Colocaron parte del capital de trabajo para evitar su desvalorización en instrumentos de deuda de cortísimo plazo del Tesoro Nacional, a tasas más elevadas que las de plazos fijos, y ahora tienen el dinero atrapado.
La compra de Letras del Tesoro fue la estrategia financiera del sector privado en un contexto de derrumbe del consumo y del mercado interno. Las empresas buscaron una salida de emergencia ante el naufragio macrista utilizando al Estado (necesitado de pesos para cubrir el bache fiscal) como financista ahogado. Este estuvo pagando intereses elevadísimos, fondos que facilitaban a las firmas hacer frente a los salarios deprimidos de sus trabajadores y a los compromisos con proveedores. El ingreso financiero conseguido con las Letras colaboraba en la administración diaria de una economía en crisis.
Esas Letras también fueron utilizadas como garantías en el circuito de préstamos en el mercado bursátil (las denominadas cauciones), operaciones que también quedaron en un limbo.
Varias provincias imitaron el comportamiento de empresas privadas, al destinar excedentes del presupuesto a la compra de Letras en pesos y en dólares, para recibir una renta que les permita hacer frente al pago de salarios, aguinaldo y compromisos con proveedores. De acuerdo a un informe oficial, diez provincias tienen en total el equivalente a unos 1250 millones de dólares en esos instrumentos de deuda de cortísimo plazo. La Provincia de Buenos Aires de María Eugenia Vidal quedó atrapada del “corralito de Letes” con unos 500 millones de dólares.
El default de la deuda en pesos es otra muestra más que al dogmatismo neoliberal y al conservadurismo político, además del plan negocios desplegados para amigos, familiares y testaferros, se le agrega un abrumador grado de impericia en la administración de la crisis. Ese anuncio fue el disparador para aumentar la intensidad de la corrida cambiaria y para comenzar la bancaria.
En estos casi cuatro años han estado pasando como funcionarios en el área económica referentes del establishment, desde Alfonso Prat Gay, Federico Sturzenegger, Luis Caputo, Nicolás Dujovne, Guido Sandleris hasta Hernán Lacunza, y uno peor que otro en la gestión pública, para terminar generando otra de las grandes crisis argentinas, como fueron el Rodrigazo, la tablita cambiaria de Martínez de Hoz, la hiperinflación y el estallido de la convertibilidad. Cada uno de ellos, como sus más estrechos colaboradores, se acomodará rápidamente en consultoras de la city, en empresas, universidades privadas locales o del exterior o en organismos internacionales. Antes y ahora, esos economistas gozan de la impunidad conferida por el poder económico, y así se van repitiendo las crisis.
Marzo 2018
La cesación de pagos de la economía macrista fue en marzo del año pasado . No fue declarada oficialmente en ese momento. Pero en ese mes el gobierno de Cambiemos se quedó sin acceso al financiamiento voluntario del mercado internacional. Fue cuando el entonces ministro de Finanzas, Luis Caputo, el responsable de haber gestionado este desaforado ciclo de endeudamiento, fue a Wall Street a pedir más dólares y le cerraron la puerta.
Para continuar con la bicicleta financiera y el pago de la deuda no había dólares suficientes. Para evitar caer en el abismo, el presidente Mauricio Macri corrió en forma desesperada a los brazos del Fondo Monetario Internacional. Recibió un inmenso crédito de 50 mil millones de dólares y luego ampliado a 57 mil millones de ese organismo dominado por Estados Unidos. Fue el pulmotor que mantuvo vivo al oficialismo con la expectativa de ganar las elecciones de octubre.
Con el resultado de las PASO, el FMI mostró otra vez que no sólo fracasó en las propuestas económicas para impulsar el crecimiento (no podía ser de otro modo porque postuló las medidas recesivas de siempre), sino que también falló en su apuesta política electoral. Por presión de Estados Unidos, con el objetivo geopolítico de sostener un gobierno de derecha en la región como freno a lo que denominan despectivamente “populismo”, entregó el préstamo más grande de su historia para financiar la campaña electoral de Macri.
Su candidato recibió una paliza memorable, que todavía sigue exhibiendo preocupantes síntomas de negación del resultado. El FMI decidió entonces cerrar también el grifo. El desembolso de 5400 millones de dólares previsto para el 15 de setiembre fue postergado y no hay fecha para concretar el giro.
Pasaron 17 meses desde marzo del año pasado para que el flamante ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, reconociera formalmente que la economía macrista no puede pagar 101.000 millones de dólares de capital e intereses de la deuda en las condiciones pactadas.
El 28 de septiembre del año pasado, cuando el gobierno cerró el segundo acuerdo con el FMI, Macri le dijo a la cadena de finanzas Bloomberg que “no hay ninguna chance de que Argentina caiga en default”. Otra promesa incumplida.
Fanáticos del naufragio macrista lo denominan “reperfilamiento”. Lacunza presiona para que en el debate público se hable de “reestructuración", término que resulta más amigable para el mercado. Los inversores que no cobrarán al vencimiento saben que Macri se despide declarando el default de gran parte de la deuda. Más allá de la inútil estrategia de maquillaje del oficialismo, los medios internacionales especializados en finanzas y las calificadoras de riesgo sentenciaron que es un default
Dinamita
El 4 de enero de 2018 fue la última emisión de bonos públicos en el mercado internacional por 9000 millones de dólares. Fue el aporte final de Wall Street. Los principales fondos de inversión y bancos fueron inundados de papeles de deuda argentina. Cuando en marzo de ese año Caputo no logró convencer a sus amigos de seguir entregando dólares a la economía macrista, el primero que empezó la retirada fue el JP Morgan. El gigante financiero estadounidense desarmó su posición en Lebac (la bomba especulativa creada por el entonces presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger) y compró dólares en cantidad. Fue el disparador para el inicio de la huida de grandes fondos de inversión. Hubo dos que siguieron creyendo en Caputo y hoy se arrepienten, puesto que esa apuesta le reportó contabilizar quebrantos inmensos: Templeton y BlackRock .
Esas dos firmas integran el selecto lote de los más grandes fondos de inversión de las finanzas globales. Fueron las que acumularon más papeles de deuda argentina al ser los principales compradores de los bonos Bote y PeDo (bono dual, Pesos/Dólar), en mayo del año pasado.
Los registros de grandes fondos de inversión internaciones de las tenencias declaradas de títulos públicos argentinos, en pesos y en dólares, a mediados del año pasado, anotaban un total de 28 mil millones de dólares. De este total, Templeton concentraba 6200 millones y BlackRock, 3700 millones. Al tope del podio de ese ranking se ubicaba Allianz SE (Pimco), con 6400 millones de dólares.
Esos fondos estuvieron descargando de su cartera una porción de esos bonos desde que comenzó la corrida, pero igual mantienen todavía gran parte, lo que significa que están contabilizando pérdidas pesadas por esas inversiones.
La relevancia de esta situación no es que, en esta oportunidad, estos gigantes del negocio financiero perdieron apostando a bonos argentinos, sino que la economía macrista ha aniquilado la posibilidad de conseguir financiamiento inmediato en el mercado de capitales internacional. Y lo hace con un mundo financiero con tasas bajísimas, lo que facilitaría las operaciones de renovación.
El default macrista clausuró aún más esa puerta, que ya estaba cerrada pero con una pequeña chance de reabrirla; ahora será muy difícil, lo que suma un elemento más a la pesada herencia que recibirá el gobierno 2020-2023.
Macri terminó dinamitando la posibilidad de conseguir recursos inmediatos en el mercado financiero del exterior para un eventual gobierno de Alberto Fernández.
El esquema de default presentado por Lacunza libera fondos por el no pago de deuda de 10 a 12 mil millones de dólares. Recursos que el Banco Central tendría disponible para atender la demanda del mercado cambiario. Pero ese monto de vencimientos fue transferido al programa financiero 2020, que tiene un faltante de unos 18 mil millones de dólares. O sea, el gobierno de Macri quiere hacer todavía más pesada la mochila de la deuda para Fernández. No sólo eso. Pretende que la fuerza política más votada en las PASO apruebe un proyecto de ley que posterga pagos de bonos sin presentar cuáles serían las condiciones de la reestructuración. La secuencia razonable sería primero conocer cuál sería el esquema de negociación con los acreedores, para luego reclamar el apoyo político del Congreso. El gobierno de Macri lo hace al revés, para comprometer a Fernández en su propio default.
Plétora de capital
La crisis macrista enseña que se necesita romper el hechizo que ejerce la ingeniería financiera para la administración de la economía, que en estos años tuvo su máximo exponente a Luis Caputo, responsable del más vertiginoso ciclo de endeudamiento de la historia argentina. En este periodo político neoliberal fue habitual escuchar que “genios” de las finanzas, redefinidos como el “Messi” del mercado, son lo suficientemente listos como para generar estructuras inmunes a las tormentas de la economía. No fue así. Siendo uno de los arquitectos de este desastre financiero, Caputo estuvo en el Ministerio de Hacienda el día que el ministro Lacunza informó las características del default de Macri.
Esa magia queda desnuda ante las debacles, cuando aparecen las excusas y los lamentos. El régimen de especulación financiera y posterior crisis ya ha sido estudiada como “la plétora de capital ”, proceso que ocurre cuando se verifica una expansión desmedida del dinero que se multiplica en la esfera de las finanzas (por la tasa de interés o la valorización de activos inmuebles o bursátiles) sin ser acompañado de una expansión similar de la inversión y de la actividad productiva. Las crisis con el consiguiente crac de activos financieros vienen a destruir ese “dinero ficticio” sin contrapartida en el valor de bienes tangibles.
Corrida
Como se sabe, este tipo de crisis tienen tres fases (financiera, económica-sociolaboral y política) que se van realimentando hasta alcanzar un pico máximo, que es cuando se produce un estallido de consecuencias dramáticas.
En contextos traumáticos anteriores, esos picos fueron julio de 1989, cuando la hiperinflación fue devastadora, y diciembre de 2001, cuando la corrida contra el peso derivó en corralito, posterior default y, finalmente, megadevaluación. Es un interrogante cómo será esa instancia final de la crisis macrista, que está recorriendo semanas críticas.
La fase financiera de esta crisis, cuyo disparador fue la fuerte devaluación que se inició a fines de abril del año pasado, ahora no tiene como epicentro la cotización del dólar. Es una variable que ya se descontroló y los intentos para domarla, en las actuales condiciones, son infructuosos. Tampoco lo es el monto de las reservas. Cada vez hay menos dólares en el Banco Central que se dedica diariamente a rifarlos. Ni resulta ya un aspecto nodal el derrumbe de acciones y bonos, colapso de las cotizaciones que provocó un efecto pobreza financiera impactante.
El frente crítico en estos momentos se encuentra en los depósitos en pesos y en dólares. El resto de las variables ya detonaron. El peso con una devaluación gigante; las reservas con una sangría que no se detiene hasta que no quede nada en el Banco Central; acciones y bonos con caídas récord del 60 al 70 por ciento; y la declaración del default de parte de la deuda por un total de 101.000 millones de dólares.
El Banco Central y el Ministerio de Hacienda deben dejar de correr detrás de los acontecimientos, porque si permiten que el pánico sea lo dominante en el mercado, lo peor de la fase financiera de la crisis puede precipitarse. El objetivo primordial debería ser evitar que la corrida cambiaria y contra activos bursátiles se extienda a una bancaria.
El último reporte de la consultora PxQ de Emmanuel Alvarez Agis explica que una suba del tipo de cambio y/o caída de reservas, disparará una mayor salida de depósitos en dólares, que puede contagiarse a los depósitos en pesos. Advierte que “esta dinámica podría poner en riesgo el balance del sistema financiero en su conjunto”.
En crisis de estas dimensiones, cuando el poder político se diluye y la economía real está paralizada, el abordaje de la cuestión financiera tiene que ser integral, dejando de lado el dogmatismo ideológico liberal. Economistas de formación académica diversa coinciden entonces en la necesidad de imponer el control de capitales especulativos y un sistema de restricciones para el acceso a la compra de dólares. Macri terminaría de ese modo restaurando un régimen de administración y control de acceso a la moneda extranjera. ¿Con qué palabra se ha distorsionado la comprensión social de un imprescindible sistema de control de cambio para una economía como la argentina?
azaiat@pagina12.com.ar
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Politica
CRISTINA: "LO QUE ESTÁ PASANDO ES POR LAS POLÍTICAS DE ESTE GOBIERNO ", por "Página 12" del 31-08-19
Imagen: Joaquín Salguero
Cristina Kichner presentó Sinceramente en La Plata
La compañera de fórmula de Alberto Fernández refutó las acusaciones que el gobierno le hace a la oposición por las crisis económica y resaltó que los resultados que arrojaron las PASO se explican por las medidas que tomó Mauricio Macri desde sus primeros 120 días de gestión. CFK aclaró que "los mismos que devaluaron" son los que responsabilizan al Frente de Todos por la corrida cambiaria.
Por primera vez después del triunfo del Frente de Todos en las PASO, la senadora y candidata a vicepresidenta por esa fuerza política, Cristina Fernández de Kirchner, consideró que la debacle financiera ocurrida tras el resultado de esas elecciones primarios “no fueron por el triunfo de la oposición” sino “producto de las políticas que llevó a cabo el gobierno” de Cambiemos y cuestionó al presidente Mauricio Macri por “provocar medidas que le hicieron daño a la sociedad”.
"Sabíamos que íbamos a ganar, pero no por la diferencia de votos que tuvimos. Lo sabíamos, sí. Se notaba en el aire, en la calle. Pero la verdad es que fueron diferencias importantes que se acrecentaron en el escrutinio final”, reconoció la ex mandataria durante la presentación de su libro “Sinceramente” en la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Plata , en la que subrayó que "el resultado de las PASO y de lo que está pasando en la economía son de las políticas que llevó a cabo adelante este gobierno”.
Al respecto, reconoció que el triunfo de la fuerza política que ella promovió le generó “sensaciones ambivalentes” . “Por un lado, me provocó la alegría de concretar la esperanza de la gente” y por el otro lado “me pregunté por qué perdimos estos cuatro años” con políticas que hicieron retroceder el crecimiento del país.
"Con nosotros, las empresas que cotizan en Nueva York valían más de lo que valen ahora” y recordó que “la gente podía ahorrar y hasta la clase media lo podía hacer en dólares”, dijo. “Era un país encaminado”, sin embargo “las autoridades nos dicen que todo está pasando por los populistas que vienen. Tendrían que tener un poco de decoro”, cuestionó.
“Habíamos dejado un país con problemas como la inflación que no pudimos dominar, pero fueron años de pagar y pagar. Ahora, en menos de cuatro años estamos de nuevo con el FMI y 57 mil millones de dólares de deuda.”
Durante la presentación en la UNLP estuvieron presentes el candidato a gobernador por el Frente de Todos, Axel Kicillof; la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; el técnico de la Selección subcampeona del mundo Alejandro Sabella; la pedagoga Adriana Puiggros y la candidata a intendenta de La Plata, Florencia Saintout, entre otras personalidades publicas.
Frente a ellos, la ex jefa de Estado cuestionó al Presidente por la reacción que tuvo durante la conferencia de prensa del día siguiente a los comicios en que fue derrotado con contundencia. “Cuando nosotros perdimos (en elecciones anteriores) -comparó- no se nos ocurrió decir ‘lo votaste a fulanito, ya vas a ver; te voy a subir el dólar, te voy a hacer tal cosa, tal otra’. No, eso no se hace, no es de buen ser humano.”
En este sentido calificó al gobierno de Cambiemos como “un gobierno de empresarios conducido por un empresario. “No me gusta hacer leña del árbol caído” pero “Macri hizo lo que cada sector económico le pedía” y “convirtió a la Argentina en una economía emergente”.
“No critico que los sectores económicos demanden cosas. El problema es que cuando sos presidente no podés acceder a todo sino articularlos con los intereses con las mayorías”, remarcó.
Por otra parte, sostuvo que en la actualidad “hay un montón de dificultades con todo lo que está pasando y con lo que va a pasar”, y sostuvo que frente a este contexto “va a ser inevitable que todos los actores económicos se sienten a discutir en serio”. "Es una oportunidad para armar un modelo que tiene que ser de perfil industrial generador de trabajo, y de ciencia y tecnología, para que la industria no quede obsoleta”, indicó.
En uno de los tramos de su charla con el escritor Marcelo Figueras, Cristina volvió a calificarse como una dirigente “despojada de ambiciones” porque, luego de su larga experiencia en la función pública, entendió que “se puede ser protagonista de otras maneras”.
“Si soy candidata a vicepresidenta no quiere decir que lo hice porque quiero ser vicepresidenta, sino como una forma de ayudar” a la unidad de distintos sectores, aseguró y sorprendió: “Yo, ya está. Ahora es lo que viene. Son las nuevas generaciones”, sorprendió.
Recién llegada al país desde Cuba, donde está internada su hija Florencia, la compañera de fórmula de Alberto Fernández presenta su libro junto al periodista y escritor Marcelo Figueras, tal como lo viene haciendo en los últimos meses. "Hermoso día", escribió CFK en su Twitter pasadas las 16 para avisar que ya estaba "en camino".
Autorizada por la Justicia, CFK viajó a Cuba el 22 de agosto a visitar a su hija, quien recibe un tratamiento médico en La Habana, donde se encuentra internada por un cuadro complejo que combina estrés postraumático con síndrome purpúrico.
Publicado en:
https://www.pagina12.com.ar/215622-cristina-kirchner-en-la-plata-lo-que-esta-pasando-es-por-las
Cristina Kichner presentó Sinceramente en La Plata
La compañera de fórmula de Alberto Fernández refutó las acusaciones que el gobierno le hace a la oposición por las crisis económica y resaltó que los resultados que arrojaron las PASO se explican por las medidas que tomó Mauricio Macri desde sus primeros 120 días de gestión. CFK aclaró que "los mismos que devaluaron" son los que responsabilizan al Frente de Todos por la corrida cambiaria.
Por primera vez después del triunfo del Frente de Todos en las PASO, la senadora y candidata a vicepresidenta por esa fuerza política, Cristina Fernández de Kirchner, consideró que la debacle financiera ocurrida tras el resultado de esas elecciones primarios “no fueron por el triunfo de la oposición” sino “producto de las políticas que llevó a cabo el gobierno” de Cambiemos y cuestionó al presidente Mauricio Macri por “provocar medidas que le hicieron daño a la sociedad”.
"Sabíamos que íbamos a ganar, pero no por la diferencia de votos que tuvimos. Lo sabíamos, sí. Se notaba en el aire, en la calle. Pero la verdad es que fueron diferencias importantes que se acrecentaron en el escrutinio final”, reconoció la ex mandataria durante la presentación de su libro “Sinceramente” en la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Plata , en la que subrayó que "el resultado de las PASO y de lo que está pasando en la economía son de las políticas que llevó a cabo adelante este gobierno”.
Al respecto, reconoció que el triunfo de la fuerza política que ella promovió le generó “sensaciones ambivalentes” . “Por un lado, me provocó la alegría de concretar la esperanza de la gente” y por el otro lado “me pregunté por qué perdimos estos cuatro años” con políticas que hicieron retroceder el crecimiento del país.
"Con nosotros, las empresas que cotizan en Nueva York valían más de lo que valen ahora” y recordó que “la gente podía ahorrar y hasta la clase media lo podía hacer en dólares”, dijo. “Era un país encaminado”, sin embargo “las autoridades nos dicen que todo está pasando por los populistas que vienen. Tendrían que tener un poco de decoro”, cuestionó.
“Habíamos dejado un país con problemas como la inflación que no pudimos dominar, pero fueron años de pagar y pagar. Ahora, en menos de cuatro años estamos de nuevo con el FMI y 57 mil millones de dólares de deuda.”
Durante la presentación en la UNLP estuvieron presentes el candidato a gobernador por el Frente de Todos, Axel Kicillof; la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; el técnico de la Selección subcampeona del mundo Alejandro Sabella; la pedagoga Adriana Puiggros y la candidata a intendenta de La Plata, Florencia Saintout, entre otras personalidades publicas.
Frente a ellos, la ex jefa de Estado cuestionó al Presidente por la reacción que tuvo durante la conferencia de prensa del día siguiente a los comicios en que fue derrotado con contundencia. “Cuando nosotros perdimos (en elecciones anteriores) -comparó- no se nos ocurrió decir ‘lo votaste a fulanito, ya vas a ver; te voy a subir el dólar, te voy a hacer tal cosa, tal otra’. No, eso no se hace, no es de buen ser humano.”
En este sentido calificó al gobierno de Cambiemos como “un gobierno de empresarios conducido por un empresario. “No me gusta hacer leña del árbol caído” pero “Macri hizo lo que cada sector económico le pedía” y “convirtió a la Argentina en una economía emergente”.
“No critico que los sectores económicos demanden cosas. El problema es que cuando sos presidente no podés acceder a todo sino articularlos con los intereses con las mayorías”, remarcó.
Por otra parte, sostuvo que en la actualidad “hay un montón de dificultades con todo lo que está pasando y con lo que va a pasar”, y sostuvo que frente a este contexto “va a ser inevitable que todos los actores económicos se sienten a discutir en serio”. "Es una oportunidad para armar un modelo que tiene que ser de perfil industrial generador de trabajo, y de ciencia y tecnología, para que la industria no quede obsoleta”, indicó.
En uno de los tramos de su charla con el escritor Marcelo Figueras, Cristina volvió a calificarse como una dirigente “despojada de ambiciones” porque, luego de su larga experiencia en la función pública, entendió que “se puede ser protagonista de otras maneras”.
“Si soy candidata a vicepresidenta no quiere decir que lo hice porque quiero ser vicepresidenta, sino como una forma de ayudar” a la unidad de distintos sectores, aseguró y sorprendió: “Yo, ya está. Ahora es lo que viene. Son las nuevas generaciones”, sorprendió.
Recién llegada al país desde Cuba, donde está internada su hija Florencia, la compañera de fórmula de Alberto Fernández presenta su libro junto al periodista y escritor Marcelo Figueras, tal como lo viene haciendo en los últimos meses. "Hermoso día", escribió CFK en su Twitter pasadas las 16 para avisar que ya estaba "en camino".
Hermoso día ☀️ En un rato presentamos Sinceramente en La Plata. Ya estoy en camino. pic.twitter.com/L9WELKIsFK— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) 31 de agosto de 2019
Autorizada por la Justicia, CFK viajó a Cuba el 22 de agosto a visitar a su hija, quien recibe un tratamiento médico en La Habana, donde se encuentra internada por un cuadro complejo que combina estrés postraumático con síndrome purpúrico.
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"Hay que evitar otro megacanje", entrevista a Martín Guzmán de Javier Lewkowicz (para "Página 12" del 30-08-19)
"El fracaso del Gobierno y del FMI es estrepitoso", afirma Guzmán.
Imagen: Guadalupe Lombardo
Martín Guzmán advierte sobre el reperfilamiento
El experto argentino que trabaja junto a Joseph Stiglitz alerta por las condiciones que puede tener la reestructuración de la deuda.
Por Javier Lewkowicz
“Me acabo de enterar que emitieron un bono a cien años pagando una tasa del 7,9 por ciento. Es una barbaridad y un mal negocio por donde se lo mire. Es insostenible. Si no cambian, esta historia puede terminar mal”, decía Martín Guzmán en una entrevista con Página/12 el 25 de junio de 2017, en pleno entusiasmo del "mercado" con el gobierno de Mauricio Macri. La historia está terminando muy mal y ahora Guzmán lanza una nueva advertencia: “El riesgo es que el Gobierno envíe al Congreso un proyecto de ley que facilite la aceptación del reperfilamiento de los pagos de los bonos en moneda extranjera emitidos bajo legislación extranjera a través de un aumento de la tasa de interés en relación a los instrumentos originales. Esto sería algo parecido al megacanje de 2001, que implicó para el país una carga de intereses tan grande que terminó en más austeridad fiscal y en el default”. Guzmán es investigador de la Universidad de Columbia, colaborador cercano del Premio Nobel Joseph Stiglitz y experto en temas de deuda pública, crisis financieras y defaults.
“Hay cuatro anuncios. El primero es el supuesto reperfilamiento no voluntario de las letras de corto plazo. Esto en los hechos es un default selectivo, ya que el reperfilamiento siempre es el resultado de una negociación entre dos partes y en este caso se trata de una modificación de las condiciones de pago de forma unilateral. El segundo anuncio es la intención de comenzar una negociación para reperfilar la deuda con privados bajo legislación local, para lo cual se necesita la intervención del Congreso. El tercero es el reperfilamiento de la deuda con privados bajo ley extranjera. Y el cuarto es la declaración para intentar reprogramar la deuda con el FMI, lo cual no es algo que este Gobierno necesariamente tenga la capacidad de hacer sino que le tocará al próximo", ordena Guzmán los anuncios del martes.
Default selectivo
- ¿Qué busca el Gobierno con el default selectivo de los títulos locales y qué impacto puede tener en el mercado financiero interno?
- El objetivo de esta medida es generar más calma cambiaria en lo inmediato. El default selectivo se hace sobre instrumentos en moneda local y bajo jurisdicción local. La alternativa era emitir pesos para hacer frente a los vencimientos pero eso podía tener un efecto sobre el tipo de cambio, porque los tenedores volcarían esos pesos a dólares. El BCRA podría contener ese efecto vendiendo dólares, pero seguiría perdiendo reservas. Entonces van por el default selectivo. Esta decisión le da cierto alivio financiero al Gobierno pero también puede implicar costos. Uno de ellos es que las calificadoras de riesgo decidan clasificar a la Argentina en una situación de default selectivo y eso afectaría aún más al riesgo país. Si bien Argentina ya está afuera de los mercados de deuda del exterior, el hecho de que siga cayendo mucho el precio de los bonos aumenta las oportunidades de compra de parte de los fondos buitre, que luego no cooperan en los procesos de renegociación.
Riesgo de megacanje
- ¿El reperfilamiento de los bonos puede llevar a una situación similar a lo que fue el megacanje?
- El Gobierno anunció el envío al Congreso del proyecto de ley para que el reperfilamiento sea posible. Esto hay que verlo con mucho cuidado. El riesgo es que el gobierno envíe un proyecto que facilite el canje, o sea, que facilite la aceptación del canje por parte de los acreedores a través de un aumento de la tasa de interés en relación a los instrumentos originales. Esto sería algo parecido al megacanje de 2001, que implicó para el país una carga de intereses tan grande que terminó en más austeridad fiscal y en el default. Es fundamental que la sociedad argentina mantenga sus mecanismos de protección para evitar que otro megacanje sea posible.
- ¿Cuáles son esos mecanismos de protección para evitar un nuevo megacanje?
- La ley argentina es ambigua en cuanto a cuáles son las condiciones que deben respetarse por parte del Estado en un canje de deuda (que incluye la posibilidad de reperfilar). La ley se refiere a cambios en cuanto al valor principal, la tasa de interés y los plazos, y la forma en que se ha interpretado es que para que se pueda hacer un canje el Estado tiene que conseguir mejoras en al menos dos de las tres condiciones. Esto es lo que se debe defender, porque hay riesgo de que el Gobierno envíe al Congreso un proyecto de ley que le dé mucha discrecionalidad para hacer el canje, y que entonces utilice esa discrecionalidad de la misma manera que la usó el gobierno de De la Rúa en 2001.
- ¿Cómo se utilizó la discrecionalidad en aquel momento y cuál fue el resultado?
- Se utilizó mejorando los plazos pero aumentando la tasa respecto de las emisiones originales. El argumento de De la Rúa era que la tasa acordada en el megacanje era inferior a la tasa de mercado de ese momento. Pero la tasa de ese momento era tasa de default, por lo cual no tenía relevancia a los fines prácticos. Ahora sucede lo mismo, porque la tasa de mercado actual es irrelevante, no es referencia, Argentina no se puede financiar a esa tasa. Lo que tiene que quedar claro es que el reperfilamiento debe hacerse sin aumentar la tasa de interés con respecto a la tasa de bonos emitidos originalmente. Si el gobierno cumple una sola condición (plazos) y no al menos dos (plazos y tasas) de la mejora de las condiciones para el país, estaríamos frente a algo parecido al megacanje. La sospecha tiene que ver con el hecho del proyecto de ley, porque el gobierno podría ir al canje con extensión de plazos y reducción infinitesimal de la tasa de interés sin tener que pasar por el Congreso. Hay que ver si el gobierno busca tener más discrecionalidad a través de una ley aprobada por el Congreso para hacer un canje que cumpla sólo la condición de plazo, o sea, con suba de la tasa.
- ¿Cuál sería el interés de los acreedores de acordar la extensión de plazo sin suba de la tasa?
- El incentivo para los tenedores de bonos es evitar el default. Ningún acreedor de buena fe quiere el default. Por ahora el gobierno plantea que no hay quita de capital, lo que se conoce como reestructuración de la deuda, lo cual es más difícil de alcanzar pero que en este momento no es planteado ni por el gobierno ni por la oposición.
- ¿Podrían volver a operar los fondos buitre?
- En este momento hay más salvaguardas porque buena parte de la deuda tiene cláusulas de acción colectiva, o sea que si se llega a determinado porcentaje de aceptación, la aplicación se extiende sobre el total de los tenedores. Pero el país no está del todo inmunizado porque las cláusulas aplican al nivel de cada bono, no se agregan entre distintos bonos. O sea que sigue existiendo ese riesgo.
FMI
- ¿Es condición necesaria el reperfilamiento con los bonistas privados para alcanzar la reprogramación del acuerdo con el Fondo?
- En primer lugar, la reprogramación es un problema que recae sobre la próxima administración. El estatuto del FMI dice que no se pueden hacer desembolsos en situación de evidente insostenibidad de la deuda pública, y a las tasas de mercado actuales esa es la situación. Entonces es entendible que se busque modificar las condiciones de pago con los privados como condición para renegociar el cronograma de pagos con el Fondo.
- ¿Es también una condición para obtener el desembolso de 5400 millones de dólares?
- Hay mucha ambigüedad y falta de transparencia sobre cuáles son las condiciones necesarias y suficientes para que exista ese desembolso. Es posible que el planteo de la modificación del perfil de pagos sea necesario para la continuidad de los desembolsos, pero no creo que sea condición suficiente.
- ¿Por qué el FMI aceptaría la renegociación?
- El punto central es cambiar las premisas del plan, porque el programa original planteó una serie de objetivos fiscales y monetarios que profundizaron los problemas de la Argentina. El fracaso del plan es reconocido por el propio gobierno actual, en el sentido de la incapacidad de la economía para generar los dólares para hacer frente a vencimientos. Es este mismo gobierno el que plantea que no hace frente a los pagos. Es obvio: la economía no se estabilizó, no genera más recursos y es una realidad que atañe a ambas partes. El Fondo fue parte de eso. Ante este fracaso, las dos partes tienen que reprogramar.
- ¿En qué se debe basar la renegociación del acuerdo?
- El punto central es que para estabilizar la economía argentina es necesario que haya recuperación del nivel de actividad. El programa que se reformule tiene que tener a la recuperación de la actividad económica como una premisa central. Y eso va a implicar un cambio del programa macroeconómico, tanto en el componente fiscal como en el monetario. Está claro que al haber recurrido al Fondo, hay una pérdida de grados de autonomía y de soberanía. Pero es tarea del próximo gobierno y no del FMI plantear un nuevo esquema macroeconómico. Es tarea del próximo gobierno manejar esa pérdida de autonomía. Para el gobierno actual esto es imposible, no tiene la capacidad política de hacer eso.
- ¿Cómo se explica que el FMI sea nuevamente socio de la debacle de la economía argentina?
- Este acuerdo fue principalmente una apuesta política en favor del gobierno de Mauricio Macri. Ocurre que fue demasiado grande la falta de entendimiento de la situación tanto de parte del gobierno como del FMI. Los técnicos del Fondo fueron instruidos por las delegaciones enviadas por el gobierno argentino. Y el fracaso del Fondo y del acuerdo es tan estrepitoso como el fracaso de este gobierno en general.
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