· La noticia del día de ayer, sin lugar a dudas, como contaba en directo en Negocios TV, es que "estamos asistiendo, en vivo y en directo, al final de la OTAN"
Sábado 15 de febrero de 2025
(Por Fernando Moragón, Presidente del Observatorio Hispano-ruso de Eurasia).-
Trump ha dictado su sentencia de muerte al reconocer su derrota ante Rusia en la guerra en Ucrania. Esta es la verdadera razón por la que EEUU quiere negociar su final rápidamente junto con su necesidad de centrarse en su guerra híbrida contra China. Las negociaciones para poner fin a la guerra de Ucrania entre norteamericanos y rusos, es una cuestión secundaria, llevará tiempo y cuando lleguen a buen puerto, si es que llegan, Rusia ya habrá derrotado completamente a Ucrania y solo habrá que "negociar" su rendición incondicional, disfrazada de acuerdo beneficioso para EEUU, de tal manera que Trump se cuelgue la medalla y pueda presentarse como "Trump el pacificador". El gran ego de Trump juega a favor de Putin. También Trump ha humillado a sus vasallos europeos y a su títere ucraniano. En estas negociaciones no tienen ni voz ni voto, es más, simplemente no están invitados.
Un Zelenski, aterrorizado, se ha convertido en un estorbo para alcanzar un acuerdo, en un problema para EEUU. Será eliminado y arrojado junto con Ucrania, convertida ya en un estado fallido, al basurero de la Historia. Eso sí, Zelenski será recordado como el hombre que destruyó a su país. Un criminal de guerra como el presidente caducado Zelenski debería ser entregado a un tribunal especial equivalente al de Núremberg, junto con sus principales secuaces. Esto no sucederá, desgraciadamente, ni correrá la suerte de Alfred Jold o de Wilhelm Keitel. Lo que sí estamos viendo es a un Zelenski cada vez más irrelevante, en pánico, que sabe que el destino de Ucrania -y el suyo- es cosa de dos, de Trump y Putin. El no pinta nada. Desesperado, cambia su discurso cada día intentando, en vano, que Trump cuente con él de algún modo. El abyecto y cobarde dictador Zelenski se ha entregado y ha entregado Ucrania a EEUU y BlackRock. Su gran problema es que no tiene ya nada que ofrecer realmente ni tan siquiera las tierras raras que demanda Trump. La mayor parte de ellas están ya en manos rusas.
Sin embargo, actualmente, el presidente caducado, es muy útil para Rusia. En su afán por salvarse del desastre que él ha contribuido a crear sigue tomando pésimas decisiones militares y continúa empeñado en proseguir el conflicto bélico hasta la derrota final, hasta el último ucraniano, que es, justamente, lo que quiere el Kremlin. Le va la vida en ello. Como vengo diciendo desde el principio de la guerra, Ucrania y Europa únicamente tienen un valor instrumental en el enfrentamiento de EEUU contra Rusia, son de usar y tirar, y llegado el momento, simplemente, el Imperio se desprenderá de ellos, los traicionará. Esto es especialmente evidente en el caso de Ucrania. Y esto es lo que se está escenificando en estos momentos. ¿Tendrán el valor los vasallos europeos estadounidenses de la OTAN y la UE de desafiar a su señor y sabotear estas negociaciones escalando la guerra por su cuenta? Lo dudo mucho. La inmensa mayoría de líderes europeos, los Macron, Scholz, von der Leyen, Starmer, Tusk o Rutte son unos cobardes. Finalmente, todo apunta que, de la mano de la muerte de la OTAN, vendrá también el deceso de la UE. Buenas noticias para el mundo y buenas noticias para Europa.
Así que los europeos ya empiezan a saber a qué atenerse: EEUU sólo tendrá relaciones bilaterales con ellos, de país a país. Trump ha dictado sentencia, como acabo de apuntar, la OTAN y la UE están muertas. No hay nada que hablar con tales organizaciones. La negociación para poner fin de la guerra en Ucrania se va a hacer entre EEUU y Rusia, ni la OTAN ni la UE ni los estados europeos ni, por supuesto, Ucrania tienen nada que decir. La OTAN es ya una organización disfuncional militarmente inservible que va a perder la guerra contra Rusia en Ucrania. La UE es una prisión de naciones, globalista, woke, peligrosamente rusófoba y antitrumpista. Ambas son cadáveres en descomposición y Trump lo sabe. Las enterrará, y con ellas a Europa, que será sacrificada en una guerra económica contra China. Parafraseando la proclama de Elon Musk (MEGA: Make Europe Great Again -Haced a Europa Grande de Nuevo-), EEUU tiene una clara política para el viejo continente: MEPA: Make Europe Poor Again (Haced a Europa Pobre de Nuevo, que es lo que realmente quiso decir Musk). El gran trasvase de riqueza desde Europa hacia EEUU empezado por Biden continuará aceleradamente con Trump. Es esta la clave para “refinanciar” al Imperio Norteamericano. A partir de ahora hay que hablar de estados europeos con una nueva categoría, países en vías de subdesarrollo, y de cómo el subcontinente euroasiático está ya entrando en una Segunda Edad Media.
La doble estrategia de Trump es evidente: la exterior, focalizada en China; y la interior, encargada de fortalecer el poder imperial trumpista eliminando el estado profundo comprometido con la anterior administración demócrata globalista-wokista de Biden-Obama y controlando territorios estratégicos (Canadá, Groenlandia, el canal de Panamá). Y ya están rodando cabezas. Hay prisa, China espera. Ya ha caído la USAID y ahora parece que le toca el turno a la NED (National Endowmen for Democracy). El gran enemigo de Trump en su primer mandato, está en el punto de mira. Todo apunta que no se va a parar en las organizaciones públicas, sino que también va a ir a por las privadas, estrechamente relacionadas con el estado profundo demócrata. ¡Soros tiembla! El nuevo Imperio Norteamericano soberanista le va a pasar una enorme factura al derrocado Imperio globalista-wokista.
Estamos ante un cambio estratégico de la política exterior de EEUU, como expuso Marco Rubio en su comparecencia en el Senado para recibir su aprobación como Secretario de Estado. Se terminó el imperialismo globalista, da comienzo el imperialismo soberanista. EEUU toma conciencia de sus recursos limitados, de su deplorable situación interior y de su política exterior irreal. La absurda idea de que EEUU podía mantener dos grandes guerras regionales simultáneamente es cosa del pasado. Ahora toca administrar bien estos recursos limitados ante dos grandes potencias que ya están a su misma altura: Rusia y China. Mientras tanto, purga al estado profundo demócrata wokista, estrechamente comprometido con la derrota ante Rusia en Ucrania, retira recursos del exterior y abandona territorios (Siria, Ucrania), afianza su dominio en "su continente" (Canadá, Groenlandia, México, Panamá, el Salvador, Argentina) y se centra en lo verdaderamente importante: China. El Imperio cierra filas ante su crisis. La urgente y desesperada "renovatio'" Trumpiana es absolutamente necesaria; aunque la Historia ya ha dictado sentencia y fracasará. La caída del Imperio Norteamericano es inevitable. Trump no es el gran emperador romano Aureliano, que enderezó la crisis del siglo III, le dio al Imperio 200 años más de vida y fue proclamado con toda justicia "Restitutor Orbis" ("Restaurador del Mundo). Ya lo dijo Marx: la Historia se repite dos veces, la primera como tragedia y la segunda como farsa. El Imperio Norteamericano no es el Imperio Romano ni Trump es Aureliano. Aunque esta farsa hollywoodense es y será muy sangrienta.
Finalmente, más le vale a Trump ser muy receptivo a las peticiones rusas cuando empiece la negociación. Si esta fracasa, el sector más “proguerra” del establishment ruso obligará a Putin a tomar medidas más duras abandonando su paciencia estratégica. Este sector defiende respuestas más radicales ante la agresión de la OTAN. Por ejemplo, Sergey Karaganov: "la paz en el subcontinente sólo podrá establecerse cuando a Europa se le vuelva a romper la espalda, como ocurrió con nuestras victorias sobre napoleón y Hitler, y cuando haya un cambio generacional entre las élites actuales. Y aun así, no en un contexto estrictamente europeo –se ha convertido en algo del pasado–, sino en un contexto euroasiático." (https://profile.ru/abroad/slomat-hrebet-evrope-kakoj-dolzhna-byt-politika-rossii-v-otnoshenii-zapada-1651213/). Tomen nota los ignorantes otanistas de salón de los grandes medios de comunicación occidentales, esos que estaban a sueldo de la USAID. La irresponsabilidad de EEUU y especialmente de Europa nos acerca cada vez más a una guerra nuclear. (Todavía hay imbéciles que creen la propaganda occidental sobre Putin, un líder extremadamente prudente y moderado. Gracias a él estamos todos todavía aquí). Por cierto, lo repito una vez más, sé que cuesta digerirlo, las disfuncionales OTAN y UE están acabadas y van rápidamente camino de su desaparición. Son dinosaurios de otra época y se extinguirán. Lo vengo diciendo desde hace tiempo. La política de Trump hacia Europa y este preámbulo de una futura negociación entre EEUU y Rusia me dan la razón.
Ceterum censeo delendam esse Europaeam Vnionem (Además opino que la Unión Europea debe ser destruida)
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