Santiago Armesilla, director del Instituto Beatriz Galindo - La Latina, mantiene que "Ucrania se queda sin tiempo. La derrota en Kursk es inevitable", señalando que para Rusia, la incursión ucraniana en este territorio no es un problema militar, sino una "trampa" en la que los ucranianos están perdiendo tropas que podrían ser cruciales en otras zonas del frente.
Enrique Refoyo, experto en geopolítica y doctor en geografía militar, afirma que "Rusia trata la incursión de Kursk como un embudo para Ucrania", subrayando que la guerra no solo involucra la invasión de territorio ucraniano por parte de Rusia, sino también la incursión de Ucrania en territorio ruso, lo que complica las negociaciones. Según él, los puntos propuestos por Donald Trump en su borrador de acuerdo de paz deben ser discutidos no solo por Ucrania, sino también por Rusia, que presentará sus propias condiciones, especialmente en relación al reparto territorial. Considera que cualquier acuerdo debe basarse en el control real de los territorios, los recursos y la población.Y, recalca que "la incursión de Kursk es mucho más simbólico que una operación inteligente".
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