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sábado, 28 de septiembre de 2013

Una escala antes de la puesta en órbita, por Fernando Krakowiak (para "Página 12" del 28-09-13)



ECONOMIA: CRISTINA FERNANDEZ DE KIRCHNER INAUGURO EL CENTRO DE ENSAYOS DE ALTA TECNOLOGIA


Es una sociedad conjunta de las firmas estatales Arsat e Invap, donde se dará comienzo a las pruebas del satélite argentino de telecomunicaciones Arsat-1, cuya puesta en la órbita espacial está prevista para mediados de 2014.

Por Fernando Krakowiak

Cristina Fernández de Kirchner inauguró ayer en Bariloche el Centro de Ensayos de Alta Tecnología (Ceatsa), una sociedad conjunta de las firmas estatales Arsat e Invap, donde se dará comienzo a las pruebas del satélite argentino de telecomunicaciones Arsat-1, cuya puesta en órbita está prevista para mediados de 2014. “Lo que se está inaugurando es soberanía además de alta tecnología”, aseguró la Presidenta, quien además visitó la sala donde se están desarrollando los satélites Arsat 2 y Saocom 1A, ambos en etapa de integración. Arsat 1 y 2 se utilizarán para brindar servicios de telefonía, Internet y televisión, con una vida útil de 15 años, mientras que Saocom 1A es un satélite de observación con microondas encargado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales.
Arsat nació en abril de 2006 para hacerse cargo del servicio satelital, en reemplazo de Nahuelsat, un consorcio privado encabezado por la alemana DaimlerChrysler Aerospace (hoy, Airbus) y la italiana Finmeccanica. A este último grupo se le había adjudicado en 1991 la provisión y operación de dos satélites. El primero, llamado Nahuel-1, fue puesto en la posición orbital de 72 grados oeste en enero de 1997, mientras que el segundo debía ser colocado antes del 19 de octubre de 2003 en la posición de 81 grados oeste, un lugar estratégico reservado para el país por la Unión Internacional de Telecomunicaciones luego de un acuerdo de reciprocidad satelital firmado con Estados Unidos.
Cuando llegó la fecha, Nahuelsat ni siquiera había comenzado a construir el satélite. Frente al riesgo de perder la posición orbital 81º oeste, el gobierno de Néstor Kirchner solicitó una prórroga de dos años y empezó a explorar alternativas. Finalmente, la decisión fue construir un satélite argentino y mientras tanto ocupar la órbita 81 con un equipo alquilado. Luego se sumó también la necesidad de montar un segundo satélite para ocupar la órbita 72º oeste, pues a principios de 2010 el Nahuel-1 cumplió su vida útil y desde entonces se lo reemplazó con otro equipo espacial alquilado.
Para avanzar con la construcción de los satélites Arsat-1 y Arsat-2, la estatal Arsat, empresa dependiente del Ministerio de Planificación, que encabeza Julio De Vido, sumó como contratista a la rionegrina Invap, responsable del gerenciamiento de estos proyectos, el desarrollo completo de la ingeniería, su fabricación y la puesta en órbita. Arsat-1 demandó una inversión cercana a los 200 millones de dólares y ya fue terminado, pero antes de ponerlo en la órbita 72 resta realizar pruebas de ambiente y lanzamiento, las cuales se llevarán adelante en el flamante Ceatsa, centro en el que se invirtieron otros 40 millones de dólares. A su vez, Invap sigue trabajando en el satélite Arsat-2.
Héctor Otheguy, CEO de la compañía, destacó ayer que, como consecuencia del programa satelital, el plan de radarización y otra serie de emprendimientos estratégicos, Invap incrementó su personal de 350 a 1100 personas desde 2003 y elevó su facturación anual de 30 a 200 millones anuales. “No creo que haya ningún dirigente que hoy no les dé importancia a la ciencia y la tecnología en sus discursos, pero la gran diferencia se nota en la implementación, al poner los recursos y formar equipos de profesionales. Eso es lo que ha hecho este gobierno y eso marca la diferencia”, aseguró Otheguy, quien además definió a Cristina Fernández de Kirchner como “la presidenta de la ciencia y la tecnología en la Argentina”. La mandataria cerró el acto con un discurso donde reivindicó su política para el sector y de paso aprovechó para volver a cuestionar a los medios de comunicación. “Si no quieren decir lo que hicimos desde el Gobierno con Arsat e Invap no lo digan, pero muéstrenle al resto de los argentinos que hay hombres y mujeres que quieren a su país”, concluyó.

fkrakowiak@pagina12.com.ar
 
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