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jueves, 31 de enero de 2013

De Eloy Alfaro a Rafael Correa, por Juan Chaneton (para “Nos Comunicamos” de enero de 2013) Elecciones en Ecuador el 17 de febrero




Ecuador es un país de 283 mil Km² y 14 millones de habitantes que limita con Colombia, Perú y el Océano Pacífico. Ecuador es la Sierra y la Costa. En aquélla, estrecho callejón rodeado de montañas, mandaron, tradicionalmente, los terratenientes o latifundistas ganaderos. En la Costa, dominaban los grandes comerciantes exportadores de manufacturas. Ello fue así, en términos muy generales, hasta bien entrado el siglo pasado.
Las clases dominantes costeñas se dedicaban, además, a los emprendimientos de transporte marítimo o fluvial; y con esa “acumulación originaria” se dieron también a las primeras actividades bancarias.
Ya desde fines del siglo 19 y comienzos del 20, Ecuador conoció -en curiosa simetría con la hermana Colombia- las luchas entre conservadores y liberales, es decir, entre la Sierra y la Costa.
El ala izquierda del Partido Liberal tuvo un dirigente como Eloy Alfaro, guerrero, político y presidente de la república. Su ideario evoca al de Jorge Eliécer Gaitán, el colombiano, con la salvedad de las épocas distintas en que actuaron uno y otro. Alfaro murió en 1912 y Gaitán en 1948, en aquel ya célebre Bogotazo.
Laico y progresista, Alfaro era el jefe del ala radical del liberalismo. Y radical, aquí, quería decir anticlericalismo, laicismo, derechos para las minorías indígenas, ferrocarril, industria, progreso.
La revolución liberal de Guayaquil, del 3 de enero de 1895, lo catapultó al primer plano de la política nacional. El 12 de enero de 1897 fue elegido presidente de la nación. Su segunda presidencia tuvo lugar entre 1906 y 1911. La reacción conservadora-clerical lo envió a la cárcel el 28 de enero de 1912 y una maniobra criminal de sus enemigos posibilitó el ingreso de una muchedumbre a la prisión. Clamando sangre fue linchado y arrastrado su cuerpo exánime por las calles. Su nombre revivió a fines de la década de los 60’ y principios de los ’70 en una fuerza guerrillera rural de exigua existencia que se llamó “Alfaro Vive”. La Revolución Ciudadana -dice el presidente Correa- se inspira en el ejemplo precursor del “Águila Roja”, tal el apelativo con se conocía a Eloy Alfaro.


La Revolución Ciudadana
En 1967 brotó el petróleo en la Amazonia ecuatoriana. En 1973 el país ingresó a la OPEP de la cual se retiró bajo el gobierno de Sixto Durán Ballén en 1992 y reingresó ya bajo el gobierno del presidente Rafael Correa.
Ecuador conoció, como todos nuestros hermanos latinoamericanos en los ’60 y 70, las dictaduras militares sostenidas por Washington. Luego vino el relevo “democrático” pero la estructura económica del país seguía siendo profundamente injusta y dependiente del petróleo.
En 2006 el desconocido Rafael Correa le ganó las elecciones al ricachón Álvaro Noboa, el rey de la banana. Correa empezó por el principio: cambiar los fundamentos políticos y jurídicos sobre los que estaba edificada la formación social ecuatoriana. Y esos fundamentos están en la Constitución.
En 2007 Rafael Correa convocó a los ciudadanos del Ecuador a una elección destinada a conformar una Asamblea Constituyente. Su partido, Alianza País, obtuvo 80 bancas sobre un total de 130. La Constitución fue reformada y la reforma sometida a plebiscito y aprobada con el 63 % de los votos.
La reelección del 2009 estaba cantada, y así fue. Los sectores con poder en el mercado interno, los exportadores y los grupos con influencia en la política que tradicionalmente hicieron de Ecuador un país para pocos, fueron desplazados paulatinamente de sus lugares de privilegio. El Poder Judicial, coto de la derecha, también fue auditado y reformado. La derecha perdía poder en proporción directa al apoyo popular que construía Correa.
Apelaron, entonces, a la embajada yanki que, con el “know how” de sus agencias de inteligencia soliviantaron a las policías, intentando un golpe de Estado en 2010. El de 2011 fue el año de la gran consulta popular sobre una gran variedad de temas: seguro social obligatorio; transformación del Poder Judicial; distintos aspectos vinculados al salario y a las condiciones de trabajo y a la calidad de vida del pueblo. Ganó el gobierno por poco margen.
El 17 de febrero hay nuevas elecciones presidenciales y legislativas en Ecuador. La Revolución Ciudadana se pone a prueba. El neoliberalismo, que había destruido el Estado y la ciudadanía pugna por volver. Correa y su gobierno, por seguir reconstruyendo ciudadanía integrando regiones e incluyendo a los más pobres.

Hacia el 17 de febrero
El programa de una oposición diezmada y dividida es la restauración neoliberal. Cinco de los ocho partidos que se presentan proponen cambiar el modelo, volver al Estado mínimo, recortar el gasto, disminuir impuestos, apertura de la economía y celebración de “telecés” con EE.UU., esto es, tratados de libre comercio.
El tren fantasma de la oposición está conformado por CREO (Movimiento Creando Oportunidades), de Guillermo Lasso, banquero; Sociedad Patriótica, encabezado por el pro estadounidense Lucio Gutiérrez; el Partido Renovador Institucional Acción Nacional (PRIAN), del magnate bananero Álvaro Noboa; la Unidad Plurinacional de Izquierda es un conglomerado de ecologistas, indigenistas e izquierdistas retóricos desencantados porque Rafael Correa no impuso en el país la dictadura revolucionaria de los obreros y campesinos. Llevan como candidato a Alberto Acosta, economista y ex ministro de Minas de Rafael Correa.
Siguen a los cuatro anteriores, Sociedad Unida Más Acción (SUMA), ecologista, cuya fórmula será Mauricio Rodas-Inés Manzano.
El Movimiento Ruptura de los 25 es un desprendimiento del “correísmo”. Sus candidatos: Norman Wray y Ángela Mendoza.
El Pardio Roldosista Ecuatoriano (PRE) reivindica a Jaime Roldós, “accidentado” probablemente por la CIA cuando presidía el país con una plataforma de cambios desde una perspectiva nacionalista de centroizquierda. Iban a llevar como candidato el impresentable Abdalá Bucaram –quien ya fue presidente- pero como éste se halla exiliado en Panamá acusado de corrupción están, a estas horas, a la búsqueda de un candidato.
Por fin, Alianza País es la construcción política fruto de la actividad e ideas del presidente Rafael Correa y que gobierna el país con ejes ideológicos claros: antiimperialismo, integración regional, recursos naturales de propiedad del Estado ecuatoriano, expulsión de las bases guerreras de EE.UU. en Ecuador; distribución del ingreso; lucha contra el analfabetismo y el narcotráfico y constante promoción de la calidad de vida del pueblo a partir de un programa económico heterodoxo que privilegia el mercado interno, la demanda agregada, la inversión reproductiva nacional y extranjera, y los derechos de los pueblos indígenas, tratando de conciliar estos últimos con las exigencias del desarrollo y crecimiento de la economía nacional.
El 17 de febrero, con este panorama, se juegan en las urnas otro mandato de cuatro años para Correa y la posibilidad de contar con mayoría parlamentaria para llevar adelante, sin interferencias, los cambios en la estructura institucional, en las relaciones económicas y en la cultura y la ideología del pueblo ecuatoriano.

Logros y conflictos
La Revolución Ciudadana se ha caracterizado por su objetivo estratégico de redistribuir la riqueza a partir de una profunda reforma impositiva de tipo fuertemente progresivo. Hace mucho que los ricos de Ecuador pagan más y contribuyen a las arcas fiscales como no lo habían hecho jamás en la historia del país. Las protestas y acciones en contra del gobierno tuvieron menor intensidad que la violenta reacción del sector rural en la Argentina. A ello contribuyó el hecho de que las ganancias del sector exportador agrícola (banano, café, cacao), del gran comercio y de los bancos crecieron, debido a los buenos precios internacionales, como nunca antes.
Ello posibilitó una más eficaz lucha contra la pobreza, el principal problema con que se encontró Correa al asumir en 2006. Salud y Educación fueron dos rubros a los que se destinaron ingentes recursos con efecto positivo ya que fueron arrancados de la indigencia y de la pobreza extrema amplios sectores. Las políticas asistenciales se hacen indispensables en situaciones de crisis social profunda. Lo importante es la conciencia del gobernante que sabe que el asistencialismo debe ser transitorio y que la inversión que abre nuevas fuentes de trabajo estable es la solución de fondo. De lo contrario, se cronifica el subsidio y este hecho produce clientes del Estado pero no actores sociales y políticos en condiciones de construir poder popular.
En ese sentido, la Revolución Ciudadana se parece un poco más al caso argentino que a la Venezuela de Chávez y ello por razones cuya exposición y profundización escapan a los propósitos y límites de esta nota.
Con una proyección de crecimiento del PBI para 2013 del 5,4 % y un desempleo del 5%, el principal problema que enfrenta Correa es encontrar cuanto antes un sustituto del petróleo, pues las reservas y yacimientos dan para veinte años más. Ese sustituto es la gran minería y aquí aparece otro problema común a nuestros países hermanos de Latinoamérica. En Ecuador, la izquierda retórica se opone de plano a la megaminería y en ello es apoyada fervientemente por la derecha más conservadora. Constituyen así, de hecho, un frente común contra la Revolución Ciudadana, al tiempo que hacen propaganda entre las organizaciones que nuclean a los pueblos originarios, algunas de las cuales han prestado oídos a esa prédica y se han incorporado a la oposición al gobierno.
Los indígenas del Ecuador, que constituyen parte sustancial de la población, luchan por llevar a la práctica lo que la Constitución del país define en la letra: un Estado plurinacional. Esos pueblos originarios se nuclean en la CONAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador) cuyo brazo político es el partido Pachakutik. Sin embargo, no están unidos. Hay diferencias políticas y tendencias internas que, por su dinámica centrífuga, les han quitado fuerza y relevancia como entidades opositoras.
El gobierno afirma que, en lo referido a la minería, con las nuevas tecnologías y la participación popular pueden activarse mecanismos de explotación no contaminantes. Lo cierto es que quienes se oponen a la megaminería nada han dicho acerca de cómo solucionarían la carencia de energía que se vislumbra muy cerca en el tiempo.
Francois Houtart resume muy bien el problema minero extendiendo su visión al conjunto del continente: “…los campesinos y en particular los indígenas que habitan las regiones mineras temen las consecuencias: falta de agua, contaminación, enorme cantidad de desechos, expulsión de comunidades. En varios casos ya se han opuesto a la prospección cortando carreteras. Por su parte, la ley prevé compensaciones para las comunidades y una participación en las regalías. Por eso ciertos líderes indígenas no se oponen y las comunidades se dividen. Se vislumbran conflictos, como en todo el continente desde México hasta la Patagonia, en los meses que vienen. La experiencia de otros países y otros continentes (Filipinas, Congo, etc.) evidencia el no respeto de las empresas mineras de las leyes locales y la utilización de su enorme poder técnico, económico y político para escapar a las leyes locales.
En el capítulo de los logros que explican el gran favor que experimenta Correa en las encuestas, el primer punto ya ha sido mencionado y es el mejoramiento de la calidad de vida de amplios sectores de la población que antes subvivían en la indigencia, la pobreza extrema y la falta total de perspectivas. A ello se suma hoy, como realidad tangible, la construcción, en los últimos años, de una inmensa red de carreteras en todo el país; el abandono de la minería artesanal para pasar a la industrialización de los procedimientos extractivos; la generación de energía para los emprendimientos agrícolas y la construcción de represas.
En lo que hace al carácter de clase de la Revolución Ciudadana, las cosas no lucen tan claras. Hay una alianza de hecho entre las transnacionales del petróleo y la minería (canadienses, chinas, brasileñas, venezolanas), los sectores de burguesía local tradicionales con intereses agroganaderos y un Estado nacional que se empeña en la democratización de la riqueza, de la educación, de la cultura, de las comunicaciones y que, al mismo tiempo, lleva adelante una política soberanista frente a las tradicionales presiones de los Estados Unidos respecto de los recursos naturales y muy enfocada a la consolidación de la integración sudamericana en un bloque político económico que le permita jugar en el escenario global como un actor con mayor estatura estratégica. De este modo, estamos ante un Estado postneoliberal pero claramente no es un Estado (no lo es todavía, al menos) postcapitalista. Más cerca de esto último está, por ejemplo, Venezuela.
Y, como describe muy bien Houtart, en el plano internacional Correa “… se mostró firme con los Estados Unidos, no renovando el acuerdo para mantener la presencia de la base aérea de Manta, retirando todos los militares de la nueva versión de la Escuela de las Américas, expulsando a la embajadora estadounidense después de las revelaciones de Julián Assange.
“Asímismo, criticó fuertemente las políticas del Banco Mundial y del FMI y condenó la exclusión de Cuba en la OEA. Renegoció la deuda externa ahorrando al país millones de dólares. Hasta ahora se opuso a la arrogancia europea en las discusiones sobre los intercambios comerciales. Fue uno de los mejores artesanos de la nueva integración latinoamericana, con la propuesta del sucre como moneda de intercambio, con la UNASUR, que tiene su sede en Quito, con el ALBA y la CELAC. Él otorgó asilo a Assange. En la Cumbre Iberoamericana de Cádiz, expresó claramente su rechazo a las políticas procíclicas (ortodoxas) europeas para salir de la crisis y ha condenado los ataques de Israel a Gaza…”.
El periodista chileno Patricio Mery describió hace poco, para la agencia ANDES, planes de la CIA par asesinar a Correa debido, precisamente, a dos de las razones que menciona Houtart: el cierre de la base de Manta y el asilo a Assange.
Si las cosas marchan sin sobresaltos, la lógica de los números y de las expectativas medibles por las encuestas, Rafael Correa ganaría en primera vuelta las elecciones del próximo 17 de febrero. Y en el hipotético y poco probable escenario de una segunda vuelta -el 7 de abril- debería pugnar contra un candidato de la derecha, no de la izquierda que se le opone.
Juan Chaneton
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Más sobre 678 y lo que está faltando, por Carlos Balmaceda (para “Tirando al Medio” del 30-01-13)



Gerardo Fernández en “Tirando al Medio”
El lector Carlos Balmaceda dejó dos comentarios en el post anterior que reproduzco ya que enfoca con justeza el problema de la comunicación kirchnerista (las negritas son mías)

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Más sobre 678 y lo que está faltando, por Carlos Balmaceda:

1) No es la primera vez que Hugo Presman hace ese reclamo en 6.7.8 (Acá está el video del programa)  Atinadísimo por varios motivos:

a) la TV pública no tiene un programa político que con un formato novedoso, tal como 6.7.8, convoque al análisis y al debate en términos no partidarios, sí que ideológicos.

b) Cuando hablo de partidarios, me refiero a que la cortinita "si te veo amor del otro lado..." con banderas unidas y organizadas de fondo, no puede convocar más que a los convencidos, y me parece que el programa podría hacer algo más. Hoy el argentino medio rechaza toda imagen de movilización salvo las que vengan con cacerolas y carteles de "morite yegua". Que el programa se presente así, o con el latiguillo "mááás buenas noticias", necesariamente pone en fuga a cualquier gorila medio pelo, y cuando digo medio pelo me refiero a los que todavía no tienen "pelo entero", esos que incluso desde 6.7.8 se los podría si no atraer, al menos no espantar.

c) el problema es que, según los panelistas, y Barone es el desideratum de esto, el discurso partidario/ideológico de 6.7.8 se termina mordiendo la cola, y por la misma dinámica de rancho aparte y cerrado, se termina dando por buena y maravillosa toda política gubernamental. A ver, estoy generalizando, esto no siempre ocurre, pero insisto, en la dinámica de charla que se cierra sobre sí misma, la que uno podría tener con sus amigos en un asado, esto termina por ocurrir. A veces hay demasiada complacencia, demasiadas palmadas un "todo va fenómeno, por eso nos queremos mucho".

d) Presman sabe lo que dice: En "El tren" le cedieron alguna vez todo el espacio del programa a Eliaschev, y los oyentes, con muy buen criterio y argumentos poderosos, lo refutaron. Conclusión: Presman y Yomal preservaron las formas republicanas tan pedidas por la oposición y los medios hegemónicos, y Eliaschev quedó como lo que es. 

2) Cynthia García se ganó un lugar en 6.7.8 destruyendo a Pablo Sirvén en TN. Eso se lo está perdiendo la TV pública, esa bandera que además complacería tanto los valores republicanos de la clase media. Creo que es algo que un periodista del perfil de Gustavo Sylvestre podría hacer, sumándole obviamente al propio Hugo Presman y algunos de ese talante.

3) Algo parecido pasó con Dolina y Pinti en "Argentina para armar"; Pinti quedó como el mediocre antipolítico y tía vieja y rezongona que es, gracias a Dolina, claro, pero en el contexto, otra vez, de TN. 

4) En conclusión, tenemos más discurso, más coherencia, más inteligencia, mas análisis y más honestidad intelectual de este lado que de aquel. ¿Por qué guardarse con cierto temor ante los brulotes que puedan venir de allá? Si los brulotes llueven siempre sobre nuestras cabezas, pero para la tribuna de ellos. Es decir, Pagni, Morales Solá, Kirschbaum y Majul hacen jueguito para los foros, esos antros tumefactos de la imbecilidad y la mala leche. Saquémoslos a la luz. ¿Qué puede decir un Aguad en una discusión mínimamente equilibrada y honesta con cualquier funcionario o militante del kirchnerismo?

5) El espacio de debate en 6.7.8 está bien, pero no es mágico: Jozami, de buen tipo que es, por caballero, y quizás para no caer en el estereotipo del crispado le dejó el campo orégano a un reaccionario como Bergman, al que simplemente había que revelar como lo que es; un cultor del neoliberalismo y partícipe de todos los ámbitos de la derecha reaccionaria y conservadora. 

La cuestión es que en ese debate no se habló nada en concreto y entonces el infeliz de Bergman pudo hacer su show mediático sin que se le moviera un pelo. Pónganle un eje claro a Bergman, un solo tema de discusión, ya se trate del Fino Palacios de la represión del PRO, de los aumentos de tarifas desmesurados en la ciudad, o incluso, del papel reaccionario de la conducción de la AMIA que ayudó a entronizar (lindo debate que podría darse con un Wainfeld, o un Sztranjrajber, que activa en otros lugares de la comunidad judía) y van a ver cómo se presenta como lo que es. Basta de discutir con Fernando Iglesias sobre el INDEC, pónganle adelante un perro de presa especialista del pensamiento de izquierda, y que hablen de eso, de qué es ser de izquierda, y van a ver también lo que pasa. 

6) Finalmente, 6.7.8 sufre el vértigo de la TV, la bulimia de imágenes y de información, aderezada por el condimento de la binariedad, enfermedad a la que son empujados los panelistas por el carácter de los informes. Por caso, Pinti, con su desmentida, pasa a formar parte de "este lado", de alguna manera, cuando por la mañana Aníbal lo ponía de "aquel lado". Ni tanto ni tan poco. Pinti es, como el mismo 6.7.8 mostraba un día después, un cultor de la antipolítica, definido así por Alejandro Dolina. Siempre lo fue, y si hoy se llama a silencio por sus monólogos, no es, queridísimo Barragán, porque es criterioso. No. No es boludo y sabe que su público, esa clase media de mierda que toda la vida le dio de comer, lo que le está pidiendo es sangre, quiere un Lanata arriba del escenario. Y un poco por negocio, pero reconozcámosle algo, otro poco por olfatear sus propios límites, hace un paso al costado. 

El discurso político lo reveló como lo que es, pero también, el discurso politico se hizo denso en Argentina. Ya no están dadas las condiciones para la serie de generalidades y estereotipos que el tipo desgranó cuatro décadas. 

En este dominó o rompecabezas que armamos todos, el tipo puso una piecita importante, y es la de dimensionar como se debe "la sangre helada" de Adrián Suar y recordar a la Triple A. Pero Pinti no está de este lado, y no va a hacer un puente sobre el mar solo para vos para venir de acá. 

La binariedad, qué tema, amigos, quizás con un par de jefes de edición que editorialicen más finamente, podría mejorarse. Digo, esa persistencia en ponerte de acá o de allá, que ¡ay! por qué no podemos evitarla para transitar por ese margen finito, formal, sí, qué se le va a hacer, pero tal vez estratégicamente inteligente, por el que podemos llegar a ganarnos unos gorilas de medio pelo que por ahí quién te dice hacen un puente sobre el mar.

Por Carlos Balmaceda

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ARTIGAS: “Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa por vuestra presencia soberana”, por Miradas al Sur del 27-01-13



Miradas al Sur.Año 6. Edición número 245. Domingo 27 de enero de 2013


Instrucciones de Artigas a sus diputados al Congreso de 1813.
Ciudadanos: El resultado de la campaña pasada mo puso al frente de vosotros por el voto sagrado de vuestra voluntad general. Hemos recorrido 17 meses cubiertos de la gloria y la miseria, y tengo la honra de volver a hablaros en la segunda vez que hacéis uso de vuestra soberanía. En ese período yo creo que el resultado correspondió a vuestros designios grandes. Él formará la admiración de las edades. Los portugueses no son los señores de nuestro territorio. De nada habrían servido nuestros trabajos, si con ser marcados con la energía y constancia no tuviesen por guía los principios inviolables del sistema que hizo su objeto. Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa por vuestra presencia soberana. Vosotros estáis en el pleno goce de vuestros derechos: ved ahí el fruto de mis ansias y desvelos, y ved ahí también todo el premio. Yo tengo la satisfacción honrosa de presentaros de nuevo mis sacrificios y desvelos, si gustáis hacerlo estable. Nuestra historia es la de los héroes. El carácter constante y sostenido que habéis ostentado en los diferentes lances que ocurrieron, anunció al mundo la época de la grandeza. Sus monumentos majestuosos se hacen conocer desde los muros de nuestra ciudad hasta las márgenes del Paraná. Cenizas y ruinas, sangre y desolación, he ahí el cuadro de la Banda Oriental, y el precio costoso de su regeneración. Pero ella es pueblo libre.
El estado actual de sus negocios es demasiado crítico para dejar de reclamar su atención. La asamblea general tantas veces anunciada empezó ya sus sesiones en Buenos Aires. Su reconocimiento nos ha sido ordenado. Resolver sobre este particular ha dado motivo a esta congregación, porque yo ofendería altamente vuestro carácter y el mío, vulneraría enormemente vuestros derechos sagrados, si pasase a decidir por mí una materia reservada sólo a vosotros. Bajo ese concepto, yo tengo la honra de proponeros los tres puntos que ahora deben hacer objeto de vuestra expresión soberana.
1º. Si debemos proceder al reconocimiento de la Asamblea General antes del allanamiento de nuestras pretenciones encomendadas a vuestro diputado don Tomás García de Zúñiga.
2º. Proveer de mayor número de diputados que sufraguen por este territorio en dicha asamblea.
3º. Instalar aquí una autoridad que restablezca la economía del país.
Para facilitar el acierto en la resolución del primer punto, es preciso observar que aquellas pretenciones fueron hechas consultando nuestra seguridad ulterior. Las circunstancias tristes a que nos vimos reducidos por la expulsión de Sarratea, después de sus violaciones en el Ayuí, eran un reproche tristísimo a nuestra confianza desmedida, y nosotros cubiertos de laureles y de glorias, retornábamos a nuestro hogar llenos de la execración de nuestros hermanos, después de haber quedado miserables y haber prodigado en obsequio de todos quince años de sacrificio.
El ejército conocía que iba a ostentarse el triunfo de su virtud, pero él temblaba por la reproducción de aquellos incidentes fatales que lo habían conducido a la Precisión del Yí; él ansiaba por el medio de impedirla y creyó a propósito publicar aquellas pretensiones. Marchó con ellas nuestro diputado. Pero habiendo quebrado la fe de la suspensión el señor de Sarratea, fue preciso activar con las armas el artículo de su salida. Desde este tiempo empecé a recibir órdenes sobre el reconocimiento en cuestión.
El tenor de mis contestaciones es el siguiente:
Ciudadanos: los pueblos deben ser libres. Ese carácter debe ser su único objeto, y formar el motivo de su celo. Por desgracia va a contar tres años nuestra revolución, y aún falta una salvaguardia general al derecho popular. Estamos aún bajo la fe de los hombres y no aparecen las seguridades del contrato. Todo extremo envuelve fatalidad; por eso una desconfianza desmedida sofocaría los mejores planes; ¿pero es acaso menos terrible un exceso de confianza?
Toda clase de precaución debe prodigarse cuando se trata de fijar nuestro destino. Es muy veleidosa la probidad de los hombres, sólo el freno de la constitución puede afirmarla. Mientras ella no exista, es preciso adoptar las medidas que equivalgan a la garantía preciosa que ella ofrece. Yo opinaré siempre, que sin allanar las pretensiones pendientes, no debe ostentarse el reconocimiento y jura que se exigen. Ellas son consiguientes del sistema que defendemos y cuando el ejército las propuso, no hizo más que decir, quiero ser libre.
Orientales: sean cuales fuesen los cálculos que se formen, todo es menos temible que un paso de degradación, debe impedirse hasta el que aparezca su sombra. Al principio todo es remediable. Preguntáos a vosotros mismos si queréis volver a ver crecer las aguas del Uruguay con el llanto de vuestras esposas, y acallar sus bosques el gemido de vuestros tiernos hijos.
Paisanos: acudid sólo a la historia de vuestras confianzas. Recordad las amarguras del Salto; corred los campos ensangrentados de Bethlem, Yapeyú, Santo Tomé y Tapecuy; traed a la memoria las intrigas del Ayuí, el compromiso del Yí, las transgresiones del Paso de la Arena. ¡Ah, cuál execración será comparable a la que ofrecen esos cuadros terribles!
Ciudadanos: la energía es el recurso de las almas grandes. Ella nos ha hecho hijos de la victoria, y plantado para siempre el laurel en nuestro suelo. Si somos libres, si no queréis deshonrar vuestros afanes cuasi divinos y si respetáis la memoria de vuestros sacrificios, examinad si debéis reconocer la asamblea por obedecimiento o por pacto. No hay un sólo motivo de conveniencia para el primer caso que no sea contrastable con el segundo, y al fin reportaréis la ventaja de haberlo conciliado todo con vuestra libertad inviolable. Esto ni por asomo se acerca a una separación nacional; garantir las consecuencias del reconocimiento no es negar el reconocimiento, y bajo todo principio nunca compatible un reproche a vuestra conducta, en tal caso, con las miras liberales y fundamentales que autorizan hasta la misma instalación de la asamblea.
Vuestro temor la ultrajaría altamente y si no hay motivo para creer que ella vulnere nuestros derechos, es consiguiente que tampoco debemos tenerle para atrevernos a pensar que ella increpe nuestra precaución. De todos modos es necesaria. No hay un sólo golpe de energía que no sea marcado con el laurel. ¿Qué glorias no habéis adquirido ostentando esa virtud?
Orientales: visitad las cenizas de nuestros conciudadanos; ¡ah! ¡que ellas desde lo hondo de sus sepulcros no nos amenacen con la venganza de una sangre que vertieron para hacerla servir a nuestra grandeza!
Ciudadanos: pensad, meditad y no cubráis de oprobio las glorias, los trabajos de quinientos veintinueve días en los que visteis la muerte de vuestros hermanos, la aflicción de vuestras esposas, la desnudez de vuestros hijos, el destrozo y exterminio de vuestras haciendas, y en que visteis restar sólo los escombros y ruinas por vestigios de vuestra opulencia antigua. Ellos forman la base del edificio augusto de nuestra libertad.
Ciudadanos: hacernos respetables es la garantía indestructible de vuestros afanes ulteriores por conservarles.
A cuatro de abril de mil ochocientos trece. Delante de Montevideo. José Artigas
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miércoles, 30 de enero de 2013

¡ES LA DIVISIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO, ESTÚPIDO!, por Federico Bernal (para “Tiempo Argentino” del 30-01-13)



Comercio exterior, industrialización y empleo en argentina


Como siempre, el mitrismo histórico preocupadísimo por la industrialización y la modernización económica.




La Argentina cerró 2012 con un superávit de 12.600 millones de dólares, fuerte preservación del empleo y la producción. Nada mal en un año sumamente complejo para todas las economías del globo. La cristinista y chavista Fundación Mediterránea no puede estar más de acuerdo: "Entre el año 2008 y 2012, la población económicamente activa se incrementó al 0,9% promedio interanual (...) y el desempleo se redujo en promedio un 2,1% anual", agregando asimismo que "la participación de empleos informales o precarios se redujo del 53,8% al 42,6%" en igual período (Informe "Mercado laboral: El empleo público crece más desde 2008 y la reducción de la informalidad encuentra sus límites" - Noviembre de 2012). La generación de empleo (o su preservación en un contexto de crisis internacional aguda) refleja como ningún otro parámetro la importancia de seguir controlando el comercio exterior y aplicando políticas de defensa de la propia industria. Claro que para los intereses de la semicolonia todo esto resulta una verdadera pesadilla. Más empleo, más consumo y más mercado interno implican menos saldo exportable de granos y vacas, más bocas que alimentar, más obras que construir, más servicios públicos, más "gasto público". De gran aldea a Nación. Mitre se revuelve en su tumba.

LA ARGENTINA, ¿REGLA O EXCEPCIÓN A NIVEL DEL G-20? 

Acelerado por la crisis internacional, asistimos al fin del intervencionismo de mercado sobre el comercio exterior (o dicho de otro modo, al fin del libre comercio), cosa que para el diario La Nación no puede traer nada bueno. Así lo hace saber: "El comercio exterior de la Argentina cayó un 5%, la inversión pasó del ya pobre 24% del PBI en 2011 al 21% en 2012, y el país fue el único de América Latina en el que se derrumbaron las importaciones (7,5%)" (La Nación - 13/01/13). El articulista afirma también que el sector industrial ha sido "el más golpeado", consecuencia del derrumbe de las importaciones en rubros cruciales como agroquímicos, autopartes, petroquímica y automotor, entre otros". Como siempre, el mitrismo histórico preocupadísimo por la industrialización y la modernización económica. Ahora bien, supongamos verídica la afirmación de una Argentina a la cabeza de Latinoamérica en cuanto a la caída de compras de bienes e insumos industriales al exterior. En primer lugar, cabe señalar que la merma en las importaciones de este tipo de productos es una tendencia mundial. Más adelante explicaremos el por qué. En el último informe de la OMC y en relación a este aspecto, se lee claramente: "Las nuevas restricciones al comercio implementadas por las economías del G-20 durante los últimos cinco años afectan un amplio rango de productos. [...] Los sectores más fuertemente afectados en términos de protección comercial son: maquinaria eléctrica, maquinaria y partes mecánicas, productos químicos, plásticos, fertilizantes, aceites minerales y combustibles." (OMC. Reports on G-20 Trade and Investment Measures. Mid-May to Mid-October 2012). ¿Por qué el articulista no informa al lector de este pequeño detalle? La Argentina no es una disparatada excepción, como nos quiere hacer creer el reaccionario diario.

EL COMERCIO EXTERIOR ARGENTINO Y EL MUNDO REAL. 

En segundo lugar, y específicamente sobre la performance del comercio exterior argentino, conviene contextualizarla regional y mundialmente. Comencemos pues comparando la Argentina con Brasil, como tanto gustan hacer los gurúes de la ortodoxia económica. ¿Sabe el lector cuánto cayó el comercio exterior brasilero en 2012? Según el ministerio de Desarrollo de aquel país, un 34,78% en relación a 2011. Incluso, y a pesar de haberse conseguido un superávit de 19.430 millones, las exportaciones se desplomaron 5,26% (y las importaciones 1,37% menos). ¿El resultado de todo esto? El pasado 25 de enero el ministerio de Trabajo y Empleo informó que la tasa de creación de empleos en 2012 fue la peor de los últimos tres años, esto es, la peor desde el inicio de las crisis internacional. Tal indicador viene siendo observado con suma preocupación por el gobierno de Dilma Rousseff, como se sabe, emblema del neoliberalismo criollo. No es por tanto de extrañar las medidas proteccionistas y de estímulo industrial tomadas durante el año pasado. De la misma manera que la presidenta argentina, la primera mandataria no se deja engañar por el canto de sirenas del libre comercio e incrementa la defensa de la industria doméstica. Una vez más, echemos mano al referido informe de la OMC. Allí se destaca a la potencia sudamericana y sexta economía del mundo como el miembro del G-20 que más medidas anti-dumping tomó en 2012 (35% del total de medidas). En otras palabras, Brasil fue la economía más proteccionista del planeta tierra. Macri, Binner y Alfonsín cavan su propia fosa cuando dispensan loas al vecino país, salvo exista un Brasil marciano. Pero en realidad, la alegría "proteccionista" no es sólo brasileña. Por el contrario, se trata más bien de una tendencia global, algo que por supuesto el pasquín mitrista omite deliberadamente. En efecto, todas las naciones del mundo, desarrolladas o no, aumentan la regulación de su comercio exterior y erigen barreras comerciales. La caída de las importaciones en la mayoría de las naciones del G-20 son fiel testimonio de ello. La OMC en el citado reporte deja muy en claro el amesetamiento de las importaciones como suceso mundial. Prácticamente todos los países del G-20 sufrieron una caída más que marcada de las importaciones (y las exportaciones) durante el primer semestre de 2012. La Argentina, nuevamente, no es la excepción. En cuanto a los niveles de proteccionismo, dice la OMC: "Muchas de las restricciones introducidas desde el comienzo de la crisis global siguen vigentes. De acuerdo a la información provista por las delegaciones del G-20 a la Secretaría de la OMC, sólo un 21% de las medidas registradas (ejecutadas desde octubre de 2008) fueron removidas a mediados de octubre de 2012. [...] La lenta eliminación de las restricciones es materia de preocupación dado su impacto en la acumulación de las medidas [proteccionistas anteriores]".

¡ES LA DIVISIÓN INTERNACIONAL DEL TRABAJO, ESTÚPIDO! 

Para Rivadavia, Mitre y sus discípulos del siglo XXI, no hubo ni habrá indicador más importante que las importaciones. Y cuando caigan las compras externas de bienes de capital, correrán por izquierda al gobierno de turno. Sesudos estrategas desde Mayo. Pero el ocultamiento del mundo real tiene sus límites. Hemos visto que las manufacturas de mayor valor agregado (origen industrial) son las que mayor número de restricciones comerciales padecieron. En el aludido informe de la OMC, en su página 9, se detalla la diferencia en el porcentaje de restricción entre los productos industriales y los productos agrícolas. Los primeros, un 92,3% sobre las importaciones totales del G-20. Los segundos, apenas un 7,7%. Del primer grupo, los más afectados fueron: combustibles y aceites minerales (16,9%), fertilizantes (8,7%) y, en primerísimo lugar señor articulista de La Nación, el rubro de los equipos electrónicos, las maquinarias y sus piezas, con un 38,5 por ciento. ¿Y por qué fueron estos productos los más restringidos?, se preguntaría con razón mi hijo de 8 años y medio. Porque, hijito, son los que comprados al extranjero, más desequilibrio producen en la balanza comercial. Ironías aparte, se advierte pues que el objetivo de preservar un saldo comercial superavitario fue una meta universal durante el complejísimo año transcurrido, por más que ello atente transitoriamente contra los planes de expansión del empresariado local (siempre precario cuando no nebuloso, al menos en la Argentina). Están los países que lograron dicha meta y están los que no. Y dentro de los que lo lograron, los que además pudieron alcanzarla preservando o incluso aumentando el empleo y la producción. Y es aquí donde destaca la Argentina, que llegando a ser menos proteccionista que Brasil, para citar un caso, consiguió resguardar las fuentes de trabajo como pocos o ninguno. En fin, los medios de la semicolonia –representantes del liberalismo económico y comercial, y por ende, de intereses foráneos– ponen el grito en el cielo. Nada de proteccionismo, nada de caída de las importaciones, nada de control del comercio exterior, nada de independencia económica. Como ha ocurrido frente a cada una de las crisis del capitalismo desde mediados del siglo XIX a esta parte, el gran debate sigue siendo si una Argentina industrial o una semicolonia importadora de manufacturas y exportadora de materias primas. Por cierto, un debate que a los argentinos nos acompaña desde 1810. La regulación del comercio exterior, la protección de la propia industria, la búsqueda de mercados no tradicionales (sobre todo del eje Sur-Sur) en un contexto de diversificación y modernización económica, conjuntamente con la captación estatal de mayores niveles de rentas estratégicas, la clave para el éxito del modelo argentino vigente desde 2003, la clave para el triunfo del programa histórico de una nación socialmente justa y económicamente moderna y soberana. ¡Es la división internacional del trabajo, estúpido! 

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EL BANCO MUNDIAL Y LAS NACIONES UNIDAS FRENTE A LA CRISIS FINANCIERA INTERNACIONAL, por Eric y Alfredo Eric Calcagno (para “Miradas al Sur” del 27-01-13)



Miradas al Sur. Año 6. Edición número 245. Domingo 27 de enero de 2013
Por 
Eric Calcagno* y Alfredo Eric Calcagno** *Diputado Nacional (FpV) **Doctor en Ciencias Políticas



En estos últimos días, el Banco Mundial (BM) y las Naciones Unidas publicaron sus perspectivas para la economía mundial en los próximos años. Es interesante comprobar que ambos informes no difieren en cuanto a las proyecciones de crecimiento económico global, pero sí disienten en las interpretaciones que formulan.
A grandes rasgos, para el BM no hay margen para políticas de estímulo macroeconómico y todo el esfuerzo debe concentrarse en las “reformas estructurales”, tales como la flexibilización laboral, las privatizaciones generalizadas y el desmantelamiento del Estado de Bienestar. Por el contrario, Naciones Unidas pone el énfasis en la necesidad de reformar al sector financiero; impulsar inversiones sustentables (que preserven el medio ambiente); adoptar una política de estímulo fiscal en el corto plazo, privilegiando los gastos públicos que tienen mayor impacto sobre la actividad económica y el empleo; mejorar la distribución del ingreso y mantener el Estado de Bienestar. Por supuesto, ambos modelos influyen –con orientaciones opuestas– en las relaciones de poder y en la distribución del ingreso.
Las tesis del BM. Perspectivas globales de la economía. Asegurando el crecimiento en el mediano plazo: así titula el Banco Mundial a su informe publicado este mes de enero. En él mantiene los mismos dogmas neoliberales, que parecen estar en su esencia: ajuste recesivo para el corto plazo, reformas neoliberales para el largo plazo. Tal es su propuesta tanto para los países desarrollados como para los en desarrollo.
Sostiene que “para crecer rápido, las economías en desarrollo deberán mantener el impulso reformador que sentó las bases de su crecimiento acelerado durante los años noventa y 2000”. Parece no haberse enterado del pésimo desempeño económico de los países y regiones que siguieron esas recetas durante gran parte de ese período, ni que la recuperación a partir de 2003 se debió en gran medida al abandono del neoliberalismo.
Según el Banco Mundial, los países en desarrollo no deben estimular sus economías, ya que al estar operando con pleno empleo, eso generaría inflación. Por el contrario, deben llevar a cabo políticas de ajuste para “recomponer gradualmente sus márgenes de maniobra monetario y fiscal que se han agotado” y de ese modo poder enfrentar posibles shocks externos, como lo hicieron en 2008 y 2009. Ignoran que si tanto los países desarrollados como los en desarrollo siguieran las recetas del ajuste, el resultado sería una nueva caída de la actividad económica, que en definitiva deteriorará los saldos fiscales y llevará a la quiebra a empresas y bancos. Todo lo cual no mejorará las “condiciones de inversión” que el Banco Mundial pretende privilegiar.
El Informe dedica unas líneas a la situación argentina, en las que admite que el crecimiento será mayor en 2013 (3,4%), 2014 (4,1%) y 2015 (4,0%), aunque lo atribuye a factores climáticos o externos, tales como una cosecha récord, la recuperación de la demanda brasileña, y los precios internacionales altos para las exportaciones. Ese crecimiento es idéntico al previsto para Brasil y ligeramente superior al estimado para México; sin embargo, mientras el Informe elogia sus políticas económicas, es fuertemente crítico con las nuestras. Así, afirma que “la continua debilidad de los sentimientos de los consumidores y de los negocios y las incertidumbres políticas van a restringir el crecimiento”. También cuestiona las “políticas intervencionistas” y los “crecientes desequilibrios” externo y fiscal, que según el Banco Mundial afectarán el desempeño económico en el mediano plazo. Una vez más, el análisis parece seguir más los prejuicios ideológicos que la realidad económica.
No solamente ignoran los redactores los notables progresos de los últimos años, que detallamos en nuestro anterior artículo en Miradas al Sur, sino también las cifras que el propio informe publica: allí no se prevé ningún “desequilibrio externo”, pues la cuenta corriente estará equilibrada entre 2013 y 2015, a diferencia de Brasil y México que tendrán moderados déficit. Asimismo critica la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central de marzo de 2012, que “aumenta el límite de los créditos del Banco Central a las autoridades fiscales, aumentando la capacidad del Banco Central para monetizar déficit del gobierno”. Es decir, según el BM, la salida hacia la prosperidad requiere que el Banco Central sea manejado por el sector financiero y no por el Estado nacional.
En síntesis, el Informe del BM propone la vuelta lisa y llana al neoliberalismo salvaje de los años 1990. Sin embargo, hay que reconocerles el mérito de animarse a decir lo que ocultan sus seguidores de Argentina.
Las posiciones de las Naciones Unidas. A su vez, las Naciones Unidas acaban de publicar su informe sobre Situación Económica Mundial y Perspectivas para 2013. Se trata de un trabajo conjunto del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DESA), la Unctad, Cepal y las demás Comisiones Regionales de las Naciones Unidas. Como se verá, este informe se sustenta en otras bases teóricas.
Señala el informe de las Naciones Unidas que para salir de la crisis que aqueja principalmente a las economías desarrolladas pero que también afecta a las en desarrollo, es necesario abandonar las políticas de ajuste recesivo, tanto más dañinas y contraproducentes cuanto se llevan a cabo simultáneamente en varias economías importantes. Advierte que la política anticrisis liderada por el FMI, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo es equivocada: “Es así que muchos países desarrollados se encuentran atrapados en una espiral negativa caracterizada por alto desempleo y débil demanda agregada, compuesta por austeridad fiscal, elevada carga de deuda pública y fragilidad financiera”. Además, esa crisis se expande: “Los problemas económicos de los países desarrollados están afectando a los países en desarrollo y a las economías en transición a través de una menor demanda por sus exportaciones y mayor volatilidad en los flujos de capital y precios de materia primas”.
Alerta sobre los efectos de la crisis económica en la zona euro, que “continúa empeorando y genera aún más perjuicios. La actual dinámica, compuesta por crisis de la deuda soberana y fragilidad del sector bancario está deteriorando las hojas de balance, tanto de los Gobiernos como de los bancos comerciales. La austeridad fiscal como respuesta está exacerbando la desaceleración económica, creando efectos adversos sobre el mismo objetivo de consolidación fiscal y elevando los ratios de deuda, y por lo tanto generando nuevos recortes presupuestarios”.
Respecto de los países en desarrollo, el informe de las Naciones Unidas no percibe una necesidad de ajuste recesivo. Por el contrario, estima que esos países dependerán más que en el pasado de sus propios mercados internos y regionales y del comercio Sur-Sur, y por consiguiente deben llevar a cabo políticas que expandan de manera sostenible esos mercados, incluyendo una mejor distribución del ingreso y la creación de empleo de buena calidad. Sí será importante favorecer una estructura del gasto que asegure una expansión simultánea de las capacidades de producción y de la demanda agregada.
El informe de las Naciones Unidas no subestima la importancia de las reformas estructurales pero, en primer lugar, no considera que éstas puedan reemplazar una política de estímulo de la actividad; y sobre todo, propone reformas radicalmente diferentes a las propugnadas por el Banco Mundial (entre otros), ya que buscan resguardar los ingresos de los sectores afectados por la crisis, reformar el sistema financiero para ponerlo al servicio de la economía real y estimular la aplicación de modos de producción y consumo respetuosos del medio ambiente.
Este documento es importante porque expresa una posición opuesta a la del FMI y BM, que están manejando con criterio neoliberal a la crisis financiera internacional. Está sostenido además por un modelo macroeconómico global, que se basa en supuestos diferentes de los adoptados por el modelo elaborado por el Banco Mundial.
Para evaluar quién tiene razón, basta con ver los resultados económicos, sociales y políticos. Comprobamos así una vez más que no hay nada más práctico que una teoría correcta.

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martes, 29 de enero de 2013

KIRCHNER, ALLÍ DONDE NACE EL VIENTO, por Jorge Giles (para “Miradas al Sur” 27-01-13)




Miradas al Sur. Año 6. Edición número 245. Domingo 27 de enero de 2013
Por 
Jorge Giles


Sobre ese féretro que uno observa desde arriba reposan una bandera de Malvinas, un osito de peluche, una birome Bic, una camiseta de Racing, el pañuelo de las Madres, el decreto que dispone la construcción de represas sobre el río Santa Cruz y el diario Página/12 con la cara del genocida Videla y su lacónica frase: “Nuestro peor momento llegó con los Kirchner”.
A mi lado, una mujer de pueblo, sencilla como una rosa, luminosa como Evita, llora desconsolada, sin pudor alguno, desconsolada. Y aunque quiero abrazarla, no me animo a hacerlo.
En las paredes se aprecia el paso de una vida en plena transformación, incluyendo a millones de argentinos.
Y en amplios jarrones flores rojas, amarillas, blancas, lilas, rosadas y celestes.
El lugar invita a creer que en ese Mausoleo descansa para siempre Néstor Kirchner.
Quiso la historia que uno de aquellos hombres y mujeres que sobrevivieron a una generación diezmada en los años setenta, fuera el primer Presidente de Sudamérica, como llamó Evo Morales a Néstor Kirchner. Y que tres años después, la Cuba revolucionaria de Fidel y el Che asumiera el timón de la Celac en el Chile de Allende.
Está ocurriendo ahora. Hay que disfrutarlo.
La historia cuando se libera, va por más. Y Cristina viene de una gira soberana que la llevó a Emiratos Árabes Unidos, a Indonesia y a Vietnam, ampliando el horizonte en un mundo en crisis que se empeña en achicarlo.
Por todo lo que avanza el lado izquierdo de la vida, la derecha lo atrasa y empobrece moralmente.
Allí está la canallada del socio de Clarín en España para reafirmarlo: el diario El País ensució su tapa con una fotografía infame de un falso Hugo Chávez.
Es inmoral mofarse de un hombre en su calvario. Se llame como se llame.
Rosario es territorio liberado para el narco. Pone el pecho, como siempre, la juventud comprometida con su pueblo, con los más humildes, con los desprotegidos que están a la buena de dios, con un gobierno del FAP que parece seguir la línea que les baja Binner: “Hay que hacer como Ghana, mi república favorita”.
Otros dicen que hay que hacer como Europa. Y Europa no para de caer. Cataluña se va de España y Gran Bretaña se va definitivamente del viejo continente. La desocupación se multiplica mes a mes. La ganancia de los parásitos financieros, también.
Argentina, en tanto, cerró el 2012 con superávit comercial en medio de la crisis mundial.
Salgo del Mausoleo, miro a su alrededor y siento como si este fuera mi último día sobre la Tierra.
“Tristeza no tiene fin”, murmuro para mí. Una placa vecina me dice que allí descansa el Willy, un militante santacruceño de La Cámpora, muerto en los caminos por llegar a tiempo a un encuentro de amor nacional y popular. Y entonces, por vergüenza y respeto a su memoria, siento que es mi primer día en la vida.
Si están los pibes, estamos todos.
Paso por el estadio donde habló Néstor por última vez. Veo su nombre en los carteles y en las múltiples pintadas pueblerinas que lo hacen eterno.
Y pienso en Cristina Fernández de Kirchner presidenta, en Cristina mujer, madre y esposa, en Cristina compañera. Y no puedo evitar una lágrima, que es de gratitud. Con decoro y disimulo, voy diciendo adiós a ese lugar del mundo, allá en la Patagonia.
La distancia que media entre el tiempo de los Kirchner y la oposición es inconmensurable. La oposición se hunde en su propio naufragio y no atina a seguir otra carta de navegación que no sea la que le dicta Magnetto.
Miles de kilómetros para comprobar, una vez más, que los vientos nacen desde el sur.
“Esta vez depende de nosotros y lo sabemos”, me dice un compañero de ruta.
“Ahí está la clave de todo”, le respondo. Esta vez lo sabemos. No hay determinismo histórico. No hay causa popular con un traje de amianto y seguro de vida renovable cada cien años. No hay nada más que nosotros haciendo y modelando la historia a riesgo propio.
Nosotros somos, en tanto pueblo movilizado, el túnel vietnamita que visitó Cristina.
Los “consensualistas” se alarman cuando se dicen estas cosas. Y piden “paz y amor”, mientras en Rosario las balas del narco con la complicidad policial ametrallan los cuerpos indefensos de los pibes humildes. El consenso es con esos pibes y con sus familias y con sus vecinos. El consenso es para que entren todos los que siguen afuera.
Se está iniciando un nuevo ciclo en el desarrollo de las fuerzas sociales que protagonizan el proyecto de país que lidera Cristina. Ya se está discutiendo con los silabeos de los nuevos paradigmas de la época. Estamos sintiendo la necesidad de contar con nuevas herramientas institucionales para consolidar las transformaciones producidas y las que están por venir. Estamos entendiendo colectivamente que para terminar de sellar, definitivamente, las fracturas expuestas de la iniquidad social, tenemos que aceptar que hubo, hay y habrá una fractura permanente con los sujetos que tiran el carro de la historia para atrás. Nada nuevo, quizás. Sólo que esta vez hay un gobierno que se hace cargo del trance de la historia.
Es el año donde se celebra el 180º Aniversario del grito rebelde y patriota del Gaucho Rivero y sus compañeros contra la ocupación colonialista en Malvinas.
El año del Bicentenario del Combate de San Lorenzo, con la victoria de José de San Martín y sus Granaderos bautizando con su propia sangre nuestra voluntad de libres.
Y es el Bicentenario de la Asamblea del Año XIII.
No pudo ser la Independencia como querían los Revolucionarios de Mayo, pero fue el bautismo de un país que pujó desde su nacimiento por el pleno respeto a los derechos humanos.
Esta generación del Bicentenario que constituimos se hace cargo de esa historia. No para verla en los libros quietamente o en museos desprovistos de vida.
Sino para que el Gaucho Rivero siga soñando en Malvinas, el Sargento Cabral siga blandiendo su sable y la Asamblea apruebe el derecho constitucional a la inclusión social.
Mal que les pese a la derecha y al progresismo placebo, nuestro mejor momento, como pueblo y continente, es ahora.

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LIBRE COMERCIO, PARA COMERNOS MEJOR…, por Juan Chaneton (para “Nos Comunicamos” de enero de 2013)





Balance de la Cumbre en Santiago de Chile


El lunes, con la tradicional “foto de familia”, culminó la cumbre CELAC-UE que, por cierto, no deja más que esperanzas a futuro en lo que hace a la relación comercial bilateral.

Y ello es así por cuanto la Thatcher del capitalismo tardío, la alemana Ángela Merkel, continúa fanáticamente aferrada al “libre comercio” como herramienta apta para sortear las crisis de estancamiento, recesión y freno de las fuerzas productivas que sufre la Zona Euro y ad-láteres en el marco de las políticas neoliberales que los gobiernos siguen aplicando allí con celo y constancia dignos de mejor causa.
Cristina Fernández, la presidenta argentina, se reunió con la canciller alemana y le hizo saber que el compromiso, en el Mercosur, es actuar como un solo bloque, al punto de que ninguna propuesta para llevar al G-20 será elaborada hasta que Paraguay no tenga un gobierno legítimo luego de sus próximas elecciones, ya que Franco es un golpista impresentable.
Asimismo, el crecimiento industrial de nuestros países y el empleo no deberán ser afectados por ningún acuerdo que alumbre entre ambos bloques -manifestó Cristina en línea con Dilma Rousseff (tuvo que abandonar la reunión por la tragedia Rio Grande do Sul).
Y de aquí surge, precisamente el escepticismo: mientras Europa siga subsidiando lo esencial de su producción agrícola, el Mercosur deberá hacer lo propio con la suya y entonces el tan meneado libre comercio se convertirá (ya lo es) en una mera entelequia o, peor aún, en un subterfugio de los países ricos para someter aún más a los menos desarrollados. Ello ocurre por el rigor del deterioro de los términos del intercambio, expresión, esta última, de cuño cepaliano y setentista pero que continúa tan vigente como hace medio siglo y significa que vendemos barato y compramos caro porque lo que vendemos es lechuga y zapallitos mientras que ellos colocan aquí sus manufacturas industriales con mucho valor agregado y, por ende, mucho más caras. Basta de ese veneno, fue la posición con que Cristina se hizo eco de aspiraciones comunes a todo el Mercosur.
La Unión europea, días antes de iniciarse la cumbre de Santiago de Chile, ya había anunciado la aplicación de una suerte de “tasa Tobin”, es decir, un impuesto del 0,1 % a las transacciones financieras ordinarias. Para las negociaciones con derivados esa tasa será del 0,01 %. Por eso, hubo coincidencia en Santiago entre la presidenta argentina y la canciller alemana en que sin regulación financiera permanente y estable que ponga un límite a la timba en la economía virtual, la producción -y, por ende, el empleo- sufrirán las consecuencias.
En síntesis, queda por ver qué se elabora en nuestra región para llevar al G-20 y qué aceptación tendrá dicha propuesta entre los europeos. Están en crisis y no será imponiéndonos a nosotros sus medicinas que enferman más al enfermo como podremos acordar políticas comunes. Más bien deberá ser a la inversa. Europa puede aprender mucho del Mercosur y de la CELAC. Pero a Europa la manejan los ricos que, ya se sabe, piensan con el bolsillo, necesitan de la finanza especulativa y fomentan el negocio de las drogas con el cual incorporan al circuito, previamente blanqueadas, pingües cantidades de circulante que va a parar a sus cuentas en los paraísos fiscales.
No han querido, los europeos, condenar a los fondos buitre, lo que se da de patadas con la declamada posición de Merkel de poner un límite a la especulación financiera. Tampoco han querido escuchar los planteos sudamericanos acerca de la inviabilidad del CIADI como tribunal para dirimir conflictos de intereses entre los Estados y las empresas multinacionales. El CIADI es un espacio para perder, no para ganar. Allí las cosas están organizadas de modo que las empresas siempre –o casi siempre- tienen razón y continuar allí es claramente inconveniente para la Argentina y para cualquier país sudamericano. Brasil no está y Venezuela se retiró. Ellos ejercieron su soberanía frente a los poderosos. Tema pendiente, sin duda, en la agenda Mercosur-UE.
Un párrafo de la declaración final dice: “Reafirmamos nuestro compromiso de adoptar políticas que promuevan el comercio y la inversión entre los países de la Celac y la UE, convencidos de que ello contribuirá a garantizar el desarrollo sostenible y que puede fomentar el crecimiento económico y la generación de empleo…”
Como diría Walter Martínez, periodista de Telesur en su programa Dossier: bla, bla, bla…
La miga de la cumbre estuvo en el aspecto político. Sin decirlo con estas palabras, lo que dijo Evo Morales fue basta de palabras, al narcotráfico se lo combate eliminando los paraísos fiscales y Estados Unidos no quiere eliminar los paraísos fiscales porque la economía negra le aporta al sistema financiero capitalista casi el total de las divisas que circulan allí.
Y es un derecho humano del pueblo de Bolivia y un reclamo soberanista anclado en razones históricas, políticas y culturales –agregó el Presidente- la salida al mar. Habló concreto y claro el presidente boliviano, como siempre.
Y el otro costado político del tema es Cuba. La Cumbre tal vez sea recordada como un punto de inflexión en la lucha del pueblo y gobierno cubanos, durante más de medio siglo, para romper el bloqueo a que sometió a la revolución socialista el imperio anglosajón con base en América del norte y capital en Washington. Por primera vez en ese más de medio siglo los latinoamericanos nos hemos sacado de encima a ese huésped indeseable que son los Estados Unidos de América del norte. Sebastián Piñera, que presidió esta Cumbre, traspasó la presidencia pro tempore a Raúl Castro, presidente de Cuba y que, hasta la próxima Cumbre, será el artífice de la aplicación de las líneas fijadas por la CELAC frente al mundo entero.
Ahora, a Cuba, ya la tienen adentro. Y se la tienen que aguantar. Aunque no les guste. O aunque les duela…

Juan Chaneton
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“Europa como proyecto se muere”, por Eduardo Febbro (para “Página 12” del 28-01-13)



UN IMPORTANTE GRUPO DE INTELECTUALES ADVIERTE SOBRE LA EXTINCION DEL SUEÑO DE UNIDAD DEL VIEJO CONTINENTE


Modelo de integración y de paz para muchas democracias del mundo, Europa se escapa por varias venas, entre ellas Grecia. Esto aparece en el manifiesto adscrito por personalidades como Umberto Eco, Salman Rushdie y Bernard-Henri Levy.

 Por Eduardo Febbro
Desde París


“La unidad de Europa era el sueño de unos pocos. Se volvió una esperanza para muchos. Hoy es una necesidad para todos nosotros”. La frase del ex canciller alemán Konrad Adenauer tiene un lugar en la historia. Fue pronunciada diez años antes de que Francia y Alemania firmaran, el 22 de enero de 1963, el tratado de cooperación franco alemán conocido como el “Tratado del Elíseo”. Ese texto marca un paso definitivo hacia la reconciliación entre París y Berlín y reforzó la construcción europea. Transcurrieron exactamente 50 años y ese “sueño” y esa “necesidad” están hoy en pleno marasmo. Europa se va a pique. Eso es precisamente lo que constata un grupo importante de intelectuales europeos que publicaron un manifiesto cuyos tres primeros párrafos dan cuenta de la orfandad que amenaza al Viejo Continente: “Europa no está en crisis, está muriéndose. No Europa como territorio, naturalmente. Sino Europa como Idea. Europa como sueño y como proyecto”.
Este grupo de filósofos, escritores, psicoanalistas y periodistas, entre los que se encuentran personalidades como Umberto Eco, Salman Rushdie, Fernando Savater, Bernard-Henri Levy, Claudio Magris o Julia Kristeva apela a la conciencia de los dirigentes para que no se empañe el sueño de la unidad europea surgido luego de la Segunda Guerra Mundial. En este sentido, los intelectuales anotan que “esta Europa como voluntad y representación, como quimera y como obra, esta Europa que pusieron en pie nuestros padres, esta Europa que supo tornarse una idea nueva, que fue capaz de aportar a los pueblos que acababan de salir de la Segunda Guerra Mundial una paz, una prosperidad y una difusión de la democracia inéditas, pero que, ante nuestros propios ojos, está deshaciéndose una vez más”. En términos de producto interno bruto, PIB, Europa es sin dudas la potencia económica más grande que existe. Pero ello no basta porque, para los autores del manifiesto, esa potencia económica se ha tragado la idea de Europa y el Viejo Continente soñado por sus padres fundadores se está “deshaciendo en Atenas, una de sus cunas, en medio de la indiferencia y el cinismo de sus naciones hermanas”.
Modelo de integración y de paz para muchas democracias del mundo, Europa se muere por varias venas, empezando por uno de sus pilares, es decir, Grecia: “Da la impresión de que los herederos de aquellos grandes europeos, mientras los helenos libran una nueva batalla contra otra forma de decadencia y sujeción, no tienen nada mejor que hacer que retarlos, estigmatizarlos, pisotearlos y, desde el plan de rigor impuesto hasta el programa de austeridad que se les conmina a seguir, se los despoja del principio de soberanía que, hace tanto tiempo, inventaron ellos mismos”. Ese diagnóstico es igualmente válido para Italia, país donde se inventó la “distinción entre la ley y el derecho, entre el hombre y el ciudadano”, país “al origen del modelo democrático que tanto aportó”, y, hoy, está “enfermo de un “berlusconismo que no acaba de terminar”. Enfermedad crucial que envuelve también al ideal europeo y que hace de Italia “el enfermo del continente. ¡Qué miseria! ¡Qué ridículo!”. El llamado de estos intelectuales del Viejo Mundo es tan dramático como lúcido. En su breve y apasionada demostración, el texto se sumerge en la gran miseria europea contemporánea: miseria moral, ética, miseria de la solidaridad, miseria de los ideales que los europeos propulsaron por el mundo.
De allí que el manifiesto insista en que Europa se deshoja en todas partes: “De este a oeste, de norte a sur, con el ascenso de los populismos, los chauvinismos, las ideologías de exclusión y odio que Europa tenía precisamente como misión marginar, enfriar, y que vuelven vergonzosamente a levantar la cabeza. ¡Qué lejos está la época en la que, por las calles de Francia, en solidaridad con un estudiante insultado por el responsable de un partido de memoria tan escasa como sus ideas, se cantaba ‘todos somos judíos alemanes’! ¡Qué lejanos parecen hoy los movimientos solidarios, en Londres, Berlín, Roma, París, con los disidentes de aquella otra Europa que Milan Kundera llamaba la Europa cautiva y que parecía el corazón del continente! Y en cuanto a la pequeña internacional de espíritus libres que luchaban, hace 20 años, por esa alma europea que encarnaba Sarajevo, bajo las bombas y presa de una despiadada ‘limpieza étnica’, ¿dónde está? ¿Por qué ya no se la oye?”.
Sueño y realidad a la que, de pronto, millones de individuos se despiertan sacudidos por la crisis del euro, “esa moneda única abstracta, flotante porque no está endosada a la economía, a los recursos, a la fiscalidad convergente”. El horizonte que diseñan los firmantes del manifiesto para volver a darle cuerpo al sueño europeo es la unión política del Viejo Continente, sin la cual no habrá vida posible: “El teorema es implacable. Sin federación no hay moneda que se sostenga. Sin unidad política, la moneda dura unos cuantos decenios y después, aprovechando una guerra o una crisis, se disuelve”. El llamado que apareció este fin de semana plantea un paradigma curioso: “Antes se decía: socialismo o barbarie. Hoy hay que decir: unión política o barbarie. Mejor dicho: federalismo o explosión y, en la locura de la explosión, regresión social, precariedad, desempleo disparado, miseria. Mejor dicho: o Europa da un paso más, y decisivo, hacia la integración política, o sale de la Historia y se sume en el caos. Ya no queda otra opción: o la unión política o la muerte”. La carrera vertiginosa hacia ese fin de Europa ya ha comenzado, dicen los autores, y si no se toman las medidas adecuadas y no simples maquillajes ya nada la detendrá: “Europa saldrá de la Historia. De una u otra forma, si no se hace algo, desaparecerá. Esto ha dejado de ser una hipótesis, un vago temor, un trapo rojo que se agita ante los europeos recalcitrantes. Es una certeza. Un horizonte insuperable y fatal. Todo lo demás –trucos de magia de unos, pequeños acuerdos de otros, fondos de solidaridad por aquí, bancos de estabilización por allá– solo sirve para retrasar el fin y entretener al moribundo con la ilusión de una prórroga”.
¿Serán escuchados estos herederos del pensamiento crítico que aún parece conservar esa dimensión tan europea que consiste en nunca perder la capacidad crítica frente al comportamiento de los Estados? Apostar por ello sería otro sueño: entre socialdemócratas que diseñan políticas liberales, socialistas arrodillados ante las grandes corporaciones y capaces de volver a servir la bandeja de la “guerra contra el terrorismo islamista” para justificar intervenciones militares en otros países –Mali–, mientras la gente muere como moscas en Siria, entre gobiernos liberales azotados por niveles de payasismo y corrupción dignos de películas cómicas, no se ve por dónde puede aparecer alguien capaz de encarnar el gran sueño europeo. A menos que quienes lo fomentaron se levanten de sus tumbas.

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domingo, 27 de enero de 2013

Chávez es como Perón, Pichuco y Gardel: siempre está volviendo, por Luis D’Elía (para “Infobae” del 27-01-13)



 Arriba : La imagen es responsabilidad exclusiva de "Mirando hacia adentro" [editada a partir de una tapa de "Caras y Caretas" del año 2005]





“Hay algo en Chávez que hoy ya es eterno y que permanecerá en la conciencia colectiva de los pueblos”

Luis D’Elía


"La falsa foto publicada por el diario El País de un Chávez en agonía […]nos permiten vislumbrar en el imaginario colectivo a sectores que creen, como quien ve un espejismo en el desierto, que el proceso de la revolución bolivariana en Venezuela depende inexorablemente de la salud del comandante Hugo Rafael Chávez Frías.”

Luis D’Elía


La falsa foto publicada por el diario El País de un Chávez en agonía, la permanente diatriba de la derecha venezolana, intentando forzar interpretaciones constitucionales que le permitan retomar posiciones y ganar batallas que perdieron contundentemente en las urnas, nos permiten vislumbrar en el imaginario colectivo a sectores que creen, como quien ve un espejismo en el desierto, que el proceso de la revolución bolivariana en Venezuela depende inexorablemente de la salud del comandante Hugo Rafael Chávez Frías.
Aquellos que animados por los aparatos de inteligencia del imperio o por pura ingenuidad política creen en el “espejismo” de marras deberían preguntarse: ¿Porqué Chávez es Chávez? Ahí va la respuesta: hace 14 años, cuando Chávez asumía su primera presidencia y daba por terminada la cuarta república venezolana, el barril de petróleo valía 7 dólares, PDVSA estaba en manos de la burguesía ladrona que además vive en Miami y del sindicalismo amarillo al servicio de inescrupulosos intereses, lo que arrojaba como claro resultado una sociedad dual donde una pequeña casta vivía rodeada de lujos y placeres y la inmensa mayoría del pueblo agonizaba en la miseria en los morros de Caracas y en todo el país, peleando para comer un puñado de arepas por día.
Llegó el comandante y al poco tiempo superó el golpe de Estado corporativo, convocó a la sociedad a discutir una nueva arquitectura de país y dio origen a la constitución bolivariana de Venezuela. Acordó con Irán una fuerte recomposición de la OPEP y llevó el barril de petróleo a un precio que oscila entre los 80 y 120 dólares. Si bien EEUU sigue siendo el principal comprador de petróleo venezolano y PDVSA tiene en ese país 16.000 gasolineras, estas medidas pusieron fin al saqueo y hoy podemos decir después de 14 años de revolución bolivariana que se han acumulado en ese lapso 140.000 millones de dólares de renta petrolera que hoy se invierte en favor de los trabajadores, los pobres, las clases medias de Venezuela y todo el continente latinoamericano. Rápidamente el Estado parasitario de la cuarta república fue “bypasseado” por mas de 20 misiones que enseñaron a leer, escribir, curaron, dieron viviendas y desataron el más fenomenal proceso de inclusión masiva que jamás había tenido Venezuela en doscientos años de historia.
Venezuela, Cuba, Brasil y Argentina fueron el ariete que quebró la última intentona neocolonial del imperio denominada ALCA. Esto ha desatado un proceso de masas en Venezuela que ya no se detendrá jamás, Chávez con su espada le devolvió la dignidad y la identidad a un pueblo que hoy está de pie unido y organizado intentado construir el socialismo del siglo XXI, que sin duda estará forjado en los permanentes valores de libertad, igualdad y fraternidad.
Por supuesto que queremos a Chávez entre nosotros con su fuerza transformadora, con su mirada larga, con su sonrisa esperanzadora, con su puño firme, pero creo de verdad que hay algo en Chávez que hoy ya es eterno y que permanecerá en la conciencia colectiva de los pueblos, como Bolívar, San Martín, Perón, Evita, el Che y Néstor; él ya es pasado, presente y futuro y por más esfuerzo que haga el imperio y sus lacayos locales, la revolución bolivariana ya no se parará jamás y seguirá iluminando todo el continente latinoamericano.
Nunca más se irán por las venas abiertas de América Latina la renta de los pueblos del continente, sea ésta petrolera, agraria o minera. Quizás el primer mundo siga siendo el principal cliente del continente en condiciones justas de intercambio comercial  y razonabilidad, donde nunca más el saqueo sea la nota destacada del intercambio. De un lado Hugo Rafael Chávez Frías y Cristina Fernández de Kirchner, y del otro, el de las oligarquías pro coloniales, está Enrique Capriles, Mauricio Macri y Daniel Scioli. Los  pueblos no se suicidan y no volverán a los paradigmas políticos y económicos de la década del 90 que dejaron 185.000 fábricas cerradas y 8 millones de desocupados.
Nuestros pueblos tienen una disyuntiva de hierro de cara a la historia, el desafío es consolidar para los tiempos, la unidad y la integración latinoamericana en el socialismo del siglo XXI, fundado en la doctrina nacional, popular, democrática y profundamente revolucionaria. Macri, Scioli, De Narváez y Massa son la clara intentona de intereses  foráneos, de regresarnos al pasado y que de esa manera puedan descargar sobre nuestro continente y nuestro país la gravísima crisis de Estados Unidos y Europa, como lo han hecho tantas veces. ¡No pasarán! ¡Viva Chávez! ¡Viva Cristina!


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