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jueves, 25 de octubre de 2012

Clarín miente y desmiente, por Ariel Garbarz (para “INFOnews” del 24-10-12)



Últimos días de legalidad monopólica
El Grupo, con sus propias y exageradas cifras, desmiente su desesperada e inconsistente acusación.
Por:

Ariel Garbarz *
En sus ediciones del domingo 21 y lunes 22, Clarín acusa al gobierno de hacer negocios con las empresas amigas en las licitaciones para la construcción de la red nacional de fibra óptica que lleva adelante la estatal Arsat. Omite reconocer que los pliegos permitieron que se presenten todos los proveedores del mercado, sin condiciones que limiten las licitaciones sólo a las grandes empresas y sin ninguna cláusula orientada hacia alguna en particular.
La denuncia se centra en que el proyecto de 22 mil kilómetros de fibra óptica costará 518 millones de dólares. El periodista del oligopolio mediático, para considerar que hubo sobreprecio, en lugar de comparar con precios internacionales de mercado para el tendido de fibra óptica, sólo señala que mientras las "empresas chicas cotizaban el trabajo en 14 dólares el metro (...) las contratistas ganadoras, cotizaron en torno a 30 dólares". Pero admite que la que habría ofertado los 14 dólares quedó afuera por no cumplir con el requisito de tener como antecedente al menos 2000 kilómetros de fibra instalados.
Hace poco más de un mes, cuando la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobó la ley de soterramiento de la fibra óptica, que sigue tendida en forma aérea y monopolizada por Cablevisión, sus voceros se quejaron de que no podían afrontar ese costo de enterrar su fibra bajo las veredas porteñas porque el mismo asciendería a 100 dólares el metro.
Si tomamos esta cifra y la multiplicamos por los 22 mil kilómetros llegamos a un costo total de 22 mil millones de dólares, más de cuatro veces lo que pagará el gobierno por esta primera red federal de fibra óptica, que según los cálculos del desesperado oligopolio mediático serían de 518 millones.
El mismo Grupo Clarín con sus cifras le quita todo sustento a su propia denuncia. En lugar de denunciarla, deberían felicitar a Arsat por lograr pagar cuatro veces menos que sus propios costos.
La realidad es que en ninguna vereda de ciudad alguna se paga 100 dólares el metro. En nuestro proyecto de red federal casi todo el tendido estatal es troncal, se está haciendo bajo tierra a la vera de rutas nacionales, y el costo final de mano de obra y materiales en el mercado internacional, dependiendo del tipo de terreno, la longitud y topología de la red y la distribución de sus nodos, puede oscilar entre los diez y los 100 dólares. Pero este último valor sólo se puede cobrar en el caso extremo de tener que atravesar roca de montaña, dinamitándola previamente.
Que en promedio, una red de banda ancha para llevar Internet de alta velocidad, telefonía fija y celular, y televisión digitales a todos los pueblos del país, que atravesará los diversos terrenos de nuestro territorio de sur a norte y este a oeste, nos cueste a los argentinos un promedio de 23,5 dólares el metro, no sólo es razonable, sino que está más cerca de los valores más bajos del mercado.
El Grupo Clarín, con sus propias y exageradas cifras, desmiente su desesperada e inconsistente acusación. Parece haber tomado nota tardía, sobre sus últimos días de legalidad monopólica, de la envergadura que tendrá el soporte de fibra óptica de la Argentina Conectada, como la más efectiva red de contención tecnológica para las corporaciones mediáticas.


·        Ariel Garbarz es profesor de Sistemas de Comunicaciones (UTN) y Tecnología de Computadoras (UBA). Director de Proyectos y Relevamientos del Plan Nacional de Telecomunicaciones Argentina Conectada.

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