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miércoles, 23 de octubre de 2019

La frontera es un colador de dólares, por Pablo Tigani (para "Ámbito" del 21-10-19)

Foto: Pixabay

Por Pablo Tigani

21 Octubre 2019

Las necesidades financieras en dólares son de u$s5.400 millones. -¿Van a echar mano de las reservas?- Porque si lo hacen, las reservas netas van a quedar en cero y el tipo de cambio puede ser cualquiera.
La sociedad deberá tener en claro
La sociedad deberá tener en claro, y sobre todo los políticos y técnicos que acompañen al próximo gobierno que la temida palabra "ajuste" seguirá estando a la vuelta de la esquina.


Hasta fin de año, faltan $310.000 millones para cumplir con las necesidades de financiamiento del Tesoro. -¿Van a emitir?- preguntan desde el exterior los departamentos de research. Estamos hablando de una emisión potencial de alrededor del 26% de la base monetaria.

Las necesidades financieras en dólares son de u$s5.400 millones. -¿Van a echar mano de las reservas? Porque si lo hacen, las reservas netas van a quedar en cero y el tipo de cambio puede ser cualquiera. -¿De cuánto será?-¿Van persistir escalando los libramientos impagos?-¿Van a continuar desperfilando a Alberto Fernández, pateándole las amortizaciones que faltan?-¿Va a seguir cayendo la recaudación entre 7 y 10%- con y sin retenciones- muy por debajo de la tasa de inflación, como fue en septiembre?

Es que en los últimos 60 días se llevan derrochados alrededor de u$s20.000 millones de reservas internacionales, el 30% del total. Los bancos perdieron u$s14.000 millones, el 40% de los depósitos privados en moneda extranjera se fue del sistema. El Merval en dólares cayó 50%, el Bonar 2024 baja y a veces recupera, en torno a 40% abajo. El riesgo país argentino es el mismo que tenía Fernando De la Rúa al final del mandato, y las apuestas en los Credit Default Swap, lo han aumentado 600%. Con todo y eso, el tipo de cambio es 33% más alto, el dólar-bolsa 40% y el CCL casi 50% más. Lo que se ha timbeado en los ultimo 60 días no tiene nombre.

Espíritus estadounidenses en cuerpos argentinos

La ciudadanía con la cual sienten afinidad no coincide con el país de nacimiento. Las verdades a que se les acostumbró a temprana edad en sus casas, colegios y countries, desde antes que empezaran a hablar, son características muy similares entre ellos; pero muy diferentes de la población argentina. No es raro que nos quieran hacer sentir “poca cosa”, provincianos equivocados, y hasta simulen estar apenados por nosotros, ya que presumen que los correctos son ellos. Una forma de ser en la frontera de lo antisocial. - ¿Realmente, es este el tipo de funcionarios que necesitaba el país? Vale la pena preguntárselo porque lo chocaron de nuevo. La educación en el “kínder” y la vida en otras galaxias ha sido una estrategia útil para ejercer la violencia simbólica. También se ha celebrado esta traza como un criterio para validar cargos. A diferencia de otras estrategias potenciadoras, han sido aplicadas en el ámbito profesional y político, basadas en supuestas erudiciones. Pues no es cierto. Fracasaron otra vez y, no han aportado nada más que dolor.

Nos quieren explicar las causas del retroceso argentino

No es cierto que hay crisis cíclicas en el país, hay crisis cuando gobiernan ellos” (Alberto Fernández). Desde el golpe de Estado de 1955 en la Argentina, se han interrumpido periodos de Gobiernos democráticos hasta 1983. Inclusive golpes de Estado a golpistas de Estado. Luego hubo golpes de mercado durante la década de los ochenta, donde alternaron programas de estabilización de formatos ortodoxos, hetero-ortodoxos, siempre tratando de agradar a los mercados; aumentando endeudamiento y fuga de capitales. En 43 años de gobiernos de facto y democráticos, hubo 29 años de experimentos del “nacional neoliberalismo” con diferencias de matices.

Aun con constantes interrupciones institucionales, hasta 1976 Argentina creció a un ritmo similar al de los países desarrollados. La deuda externa argentina en 1976 era de 7.000 millones de dólares. En 2019 es de 340.000 millones de dólares.

Salvo los periodos de gobierno de Carlos Menem, Néstor y Cristina Kirchner, todos terminaron con caída del PBI, reducción de los niveles de productividad y ampliación de los niveles de pobreza. Periodos caracterizados por los mismos excesos de desigualdad y devenir sincronizado: crisis micro, macroeconómica, crisis financiera, estrangulamiento social. Durante esos periodos, se redujo la mediana del ingreso per cápita. Los economistas “de las reformas estructurales para consolidar el largo plazo”, pretenden que con 53% de niños en la pobreza y empeorando, en el futuro los mismos chicos -el 13% se va a dormir sin cenar-cuando sean mocitos, con las mimas políticas, alcancen un nivel de ingreso per cápita superior al que han tenido sus padres.

La verdadera historia. Quien quiera oír que oiga

La historia argentina muestra que desde el golpe de Estado de 1955, las recurrentes crisis macroeconómicas emergentes de políticas neoliberales, han producido un daño inmenso al PBI per cápita. Las crisis provocadas por estas políticas han tenido efectos devastadores en términos de caída del PBI, maxidevaluación, aceleración de la inflación aumento de la pobreza, siempre comprometieron el desarrollo del nivel de vida de los que habrían de venir.

La principal explicación de este descarnado desempeño económico es el entorno tecnocrático y de negocios-desestabilizador que llegó con el primer Golpe de Estado. Periodizando: (1955-1958 dictadura), (1958-1962 democracia vigilada con proscripción del peronismo) (1963-1966 democracia vigilada con proscripción del peronismo), (1966-73 dictadura), (1973-1975 democracia con proscripción inicial), (1976-83 dictadura cívico-militar). En todos estuvieron ellos, incluyendo los técnicos de la usurpación con Celestino Rodrigo, como badulaque. Durante las dictaduras y las democracias “vigiladas”, salvo los periodos (1983-1985); (2002-2015) hemos tenido una sucesión de gobiernos que aplicaron políticas “nacional neoliberales”, que generaron extraordinarios retrocesos.

Desde 1976 a la fecha, la Argentina atravesó doce recesiones, con una duración promedio de dos años. Como resultado, el país pasó aproximadamente la mitad del tiempo transcurrido desde 1955 en recesión. La financiarización de la economía establecida desde el golpe de Estado de 1976, destruyó la industria nacional argentina, con el frustrado objetivo político de destruir los sindicatos de trabajadores.

Los unos y los otros

Desde los primeros intentos -1955- y la última etapa-comenzando en 1976 -de destrucción del aparto productivo nacional, hubo oscilaciones transitorias. Recuperación hasta la sub industrialización, e inquebrantables intentos de re-primarizar la producción. Hasta 2019, esa puja no ha cesado. Un forcejeo entre dos proyectos de país, pero sobretodo, entre dos espíritus ciudadanos. Los unos que viven en el cuerpo correcto, y los otros, que viven en un cuerpo equivocado.

(*) Máster en Política Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, Profesor de Maestrías, Conferencista y consultor internacional. Presidente de HACER www.hacer.com.ar , autor de 6 libros, con: “2001, FMI, Tecnocracia y Crisis”.

Publicado en:
https://www.ambito.com/la-frontera-es-un-colador-dolares-n5061000

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