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miércoles, 22 de noviembre de 2017

DEUDA EXTERNA, VALORIZACIÓN Y FUGA: ENGORDANDO EL GANADO, por Ignacio Vila (para "Revista PPV" del 20-11-17)



Por Ignacio Vila – CEPA (Centro de Economía Política Argentina) –

Durante los últimos años de gobierno del Frente para la Victoria, Argentina tenía dos graves problemas: la caída de las reservas internacionales del Banco Central, y el aumento de la demanda de divisas por parte de los actores económicos locales. Frente a estas cuestiones, la gestión de Cambiemos ha resuelto ambos problemas. Por un lado, las reservas crecieron en unos U$S20 mil millones y, por el otro, regresó la “libertad” para comprar moneda extranjera. Sin embargo, este aparente éxito esconde el desarrollo de un modelo económico inviable, que se sustenta en el corto plazo en pedir dólares prestados, a cambio de poner la economía local al servicio de los intereses de las grandes corporaciones.

La situación del sector externo nacional viene demostrando un comportamiento realmente preocupante. De acuerdo al INDEC, la Balanza Comercial entre enero y agosto del 2017 tuvo un saldo negativo de U$S 4.498 millones. En términos generales, esto significa que Argentina importó casi U$S 4.500 millones más de lo que exportó.

Por otro lado, el INDEC muestra el 20 diciembre de 2016 una deuda externa de US$ 188.778 y al 20 de septiembre del 2017, una suba de la misma a US$ 204.818 millones. Se trata de un aumento de la deuda de US$16.000 millones en tan solo 9 meses. A esto, debemos sumarle la deuda en dólares que se toma a través de la emisión de Letes (letras en dólares emitidas por el Banco Central) y que, por lo general, tienen vencimientos menores a un año.

Para tomar dimensión de los niveles de deuda que está tomando el gobierno en moneda extranjera, es importante resaltar que, más allá del fortísimo déficit comercial y de la creciente fuga de capitales, que entre ambos conceptos suman unos U$S 20 mil millones de dólares en lo que va del año, las reservas han subido en el 2017 en unos U$S10 mil millones de dólares. Pero ¿hasta cuándo se puede mantener esta situación? La respuesta la podemos conseguir mirando el espejo de la historia argentina: hasta que decidan no prestarnos más.

Lebacs y Reservas

El Banco Central acumula a la fecha un stock de deuda por la emisión de LEBACs de más de un billón de pesos. La idea de ofrecer al ahorrista local alternativas de inversión diferentes al dólar, ha sido discutida desde hace tiempo, aún antes del actual gobierno. El kirchnerismo tomó diversas medidas para eludir o reducir la fuga de capitales y para evitar que los dólares se utilizaran en actividades ajenas al desarrollo nacional, aunque no logró mayor éxito.

En ese marco, el gobierno logró ofrecer una propuesta que ha tenido una alta aceptación de los actores económicos locales. De todas formas, la experiencia histórica nos muestra que estamos atravesando por el tristemente célebre proceso de “Valorización y Fuga”. Cuando el ratio de Deuda/PBI comience a subir y los actuales acreedores empiecen a negarse a seguir prestándonos dinero, los tenedores de LEBACs reclamarán sus pesos, los cambiarán por dólares y vaciarán las arcas del Banco Central. No hay que irse muy lejos para encontrar una situación similar: es lo que pasó previo al “Corralito”. Son los grandes ahorristas los que logran sacar los dólares, ya que siempre cuentan con información privilegiada.

La cena está servida en la multinacional Argentina: récord de déficit comercial, récord de fuga de divisas y fuerte crecimiento del nivel de reservas internacionales. Los grandes actores económicos mundiales con sus representantes locales están engordando el ganado. No sabemos cuándo llegará el tiempo de la faena, pero el asado será inevitable.

Publicado en:
https://revistappv.com.ar/2017/10/20/5764/

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