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sábado, 4 de abril de 2015

SÓLO LE PIDO A DIOS, por Victor Ego Ducrot (para "Tiempo Argentino" del 04-04-15)

Sólo le pido a Dios...que todos los responsables del trazado táctico lean el lado correcto de la trama



Porque si el FPV no se impone en octubre, puede irse por la borda lo alcanzado a partir de 2003 y será imposible asegurar lo hecho, corregir lo corregible y realizar lo que falta, que es cumplir con el programa de país que supo tejer el general Perón. “Unidad del peronismo para ganar”. Scioli es el as de espada en las encuestas, pero también se explica a sí mismo y desde el propio kirchnerismo.

Por Víctor Ego Ducrot (*) / I.- Que lo injusto no me sea indiferente, / que no me abofeteen la otra mejilla / después que una garra me arañó esta suerte (…) / Sólo le pido a Dios / que el engaño no me sea indiferente / si un traidor puede más que unos cuantos, / que esos cuantos no lo olviden fácilmente. Cité incompleta la canción de León Gieco sólo como esperanza: que los responsables de la toma de decisiones en el campo popular procedan en consecuencia con la experiencia histórica; pues la Historia no debe ser simplificada como magisterio, pero sí tenida en cuenta.
II.- Para ser claros. Si el FPV no gana en octubre, puede irse por la borda lo alcanzado a partir de 2003 y será imposible lo más importante: asegurar lo hecho, corregir lo corregible y realizar lo que falta; que es, ni más ni menos, y sin incurrir en lecturas trasnochadas hacia el pasado, cumplir con el programa de país que en distintos momentos de su impronta supo tejer el general Juan Domingo Perón.
III.- La suerte del desarrollo democrático, de la independencia económica, de la soberanía política, de la justicia social, dependen de lo siguiente. De poder modificar el paradigma productivo, remplazando el extrativismo de todo tipo (agrícola - sojero y mineral) por una trama industrial y de punta para estas alturas del Siglo XXI. De revertir definitivamente, y más con distribución directa de las riquezas que con inclusión después de desarticular lo que se pudo del desastre neoliberal. De hilvanar una política exterior –comercial, diplomática y económica– que consolide la lectura del mundo que lleva a estrategias como las de los acuerdos con China, Rusia y otras geografías políticas pertenecientes a la línea multipolar; una mayor madurez ante el llamado “mercado de capitales”, para no quedar atados a los cuellos de botellas en términos de divisas y cambiarios, y mucho menos a los humores alcistas de la Reserva Federal de Estados Unidos para con las tasas de interés; y una cada vez más proactiva imaginación anticolonial para la recuperación soberana de Malvinas y el Atlántico Sur, tema sobre el cual casi ni falta hacen algunas de las apreciaciones aparentemente novedosas que suelen surgir en la prensa  ("empresas británicas anunciaron el descubrimiento de yacimientos petrolíferos en una zona que está 220 kilómetros al norte de las Islas Malvinas, que se conoce como Zebedee. La noticia fue dada a conocer por dos diarios inglesesThe Guardian y el tabloide amarillista Daily Telegraph", afirmaba ayer la versión digital del diario Página/12), toda vez que recordemos a Adolfo Silenzi de Stagni, el mismo que por encargo de Perón y sin pretender después ser elegido para cargo alguna (¡ni hablemos ser presidente!) realizó los estudios previos –los estudios de factibilidad, diríamos ahora– a la nacionalización de los ferrocarriles, y quien desde sus textos y clases en la UBA, lo recuerdo, se explayaba sobre la naturaleza estratégica de la ocupación británica sobre ese entorno frío y hasta hostil de nuestro mapa: el petróleo y el plexo de recursos naturales. Y de, a partir de lo ya logrado, desplegar programas universales de vivienda, educación y salud para cada uno de los argentinos; y todo lo que sea necesario en términos políticos y de políticas públicas para recuperar el espíritu democratizador de la palabra que anida y nos interpela desde la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, puesto que de ampliar consensos se trata y para ello nada más decisivo que la fluidez de todos los artefactos culturales, ideológicos.
IV.- Repito: que el mismo Dios del título me proteja de extrapolaciones históricas. Sin embargo, todos los problemas enunciados en el extenso párrafo anterior, con sus respectivas propuestas de ejecución, fueron contemplados en cada una de las convocatorias programática que enarbolara Perón desde aquél iconográfico 17 de Octubre de 1945 hasta su propia muerte; problemas y soluciones que (repito otra vez), sin olvidarnos de todo lo hecho entre el 2003 y nuestros días presentes, aun están pendientes, al menos como paradigma.
V.- Ahora sí la urgencia, sobre cuya naturaleza también clamaron Perón y todos los líderes populares que dio hasta ahora la historia de esta Tierra que una vez fue denominada Tercer Mundo. Y me refiero a la unidad de todos los actores que componen el frente o campo popular, sea en instancias electorales o en resistencias ante las ofensivas violentas de las clases y los bloques que no quieren ver cuestionados sus privilegios. Sólo le pido Dios que todos los responsables del trazado táctico en que estamos involucrados los argentinos – el proceso electoral que desembocará en octubre– lean el lado correcto de la trama tal cual lo hizo el vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, Gabriel Mariotto: para ganar, la unidad, y esa unidad se expresa en la candidatura a la presidencia de Daniel Scioli; candidatura que necesariamente traccionará al resto de las postulaciones. De ahí que, desde la perspectiva experimental de las fuerzas populares, resulte poco menos que lamentable la insistencia de algunos autolanzamientos parciales, sin que sus responsables se animen a hacer expresas en que "nacionales" concretas se inscriben; por eso suenan más a ambiciones personales que a miradas de la política como hacer colectivo, que es  lo que ella debe ser siempre y cuando se asuma como tarea emancipatoria.
VI.- Y por último. El buen fin de las decisiones tácticas, que deben conllevar acercamiento a los objeticos estratégicos, dependen siempre de la interpretación justa o no, sincera o no, que se haga del tablero político. Y que Scioli sea el as de espada para octubre surge sí de las encuestas, de la aritmética de las intenciones medidas, pero su candidatura como llave para la victoria también es consecuencia de la dinámica que adoptó el FPV desde su integración, de los errores y aciertos del propio kirchnerismo en su construcción, y del desempeño del gobernador bonaerense saliente, a quien nadie puede desmentirle ni negarle su estar a pie juntillas en el oficialismo profundo de la última década, a partir de aquella su vicepresidencia junto a Néstor Kirchner. Por eso y en definitiva: para cumplir con el programa de Perón, lo último aceptable es el temor al tumulto que conllevan los plebeyos en acción, el rechazo a los riesgos de sus propias y dialécticas contradicciones; como desde aquel 17 de Octubre.
(*) Texto publicado por el diario Tiempo Argentino.

Publicado en forma digital en:

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