El proceso inflacionario que está viviendo Argentina en
estos últimos meses tiene facetas extrañas y atípicas que trataremos de mostrar
con algunos ejemplos concretos.
El autor de esta pequeña nota consume habitualmente café
instantáneo dolca. Suelo comprar el frasco de vidrio de 170 grs en un almacén o
en el supermercadito “chino” que se encuentra a la vuelta de mi casa.
Durante la mayor parte del año 2013, el precio del
mencionado café fluctuó entre 22 y 25 pesos, subiendo y bajando varias veces
dentro de esos márgenes. A principios de
2013 yo estaba haciendo compras en un local de la cadena de Supermercados COTO
e intenté comprar mi café… no lo hice porque estaba al fabuloso precio de 32
pesos (casi un 50% más de lo que yo lo estaba pagando). No lo compré, y volví
al lugar de siempre: el supermercadito de Roque, mi vecino nacido en Fukien
(provincia de China ubicada frente a Taiwan). Un par de meses después, tuve una
experiencia similar en un CARREFOUR, pero esta vez el precio era simplemente
alucinante: 39 pesos. Obviamente no lo compré, y lo hice en el “chino” a 25.
A fines del 2013, más
o menos desde octubre, el precio comenzó a trepar: 26, 27 y terminó el año a 28
o 29 pesos (precio al que siguió hasta mediados de febrero de 2014). Hace tres
semanas fui al supermercadito de Roque a comprar Dolca, un día lunes, y el
precio había trepado de 29 a 38 pesos (un 31%) en el fin de semana. Era difícil
explicar en términos económicos el aumento. No había pasado nada. Incluso el
dólar (tanto el oficial como el ilegal) había bajado su valor. Obviamente no lo
compré, y empecé a peregrinar. Lo vi en otro chino a 36, a 35, hasta que
encontré lo que me pareció una “oferta”: el mismo Café Dolca, en lata de 220
gramos( 50 gramos más) a 35 pesos. Lo
compré, no demasiado convencido.
Cinco días después, vi el clásico café dolca de 170 grs., en
un almacén en el que no suelo comprar, a 28… y el fin de semana pasado lo
compré en un supermercadito chino del barrio de Devoto (calle Simbrón entre
Marcos Paz y el pasaje Zürich) a 24.99. .. Al día siguiente le contaba esta
historia a mi cuñada (que tiene el mismo vicio que yo con ese café soluble) y
me dijo que ella lo había conseguido a 31 pensando que era un buen precio,
porque en el supermercado ya estaba a 42 pesos.
Resulta imposible encontrar una razón económica real para
que el mismo producto cueste en un lugar 25, en otro 28, más allá 31, en el
siguiente lugar 35, 36, 38 o 42 pesos. Y
no es el único producto con el que pasa… los productos suben espasmódicamente y
a destiempo. Y parece que cada negocio pone
el precio que le parece… pareciera que no hay precios, que se ponen “a
ojo”.
El lunes pasado estaba en el almacén donde suelo comprar, y
un señor delante de mí toma un Yogourt La Serenísima de vainilla de 190grs. ,
lo pone sobre el mostrador, y dice:
Cliente: -Llevo esto.¿Cuánto es?
Almacenero: - Siete pesos.
Cliente: -¿Siete? ¡Cómo puede ser!... Ayer en otro lugar me
lo cobraron diez.
Almacenero: -Vale siete. Y no te estoy regalando nada, gano
mi margen habitual. Ponele que a 7.50 u 8 lo podés encontrar. Pero si te
cobraron diez, te robaron.
El cliente pagó y se fue con cara de no entender nada. Yo me
quedé y le pregunté al almacenero (que es amigo, y se llama Gerardo).
Yo: -Che… ¿Cómo puede ser esto?
Gerardo: -No sé, están todos locos. Mirá: yo tengo el
Nesquik (chocolate en polvo para preparar leche chocolatada) a 9 pesos. Mi
mujer ayer lo vio en otro local de la zona a 12. No hay motivo para venderlo a
doce…
También puedo señalar distorsiones de este tipo con otros
productos. La semana pasada mi tía me dijo que en el Supermercado donde ella
suele comprar el kilo de lechuga estaba a 60 pesos. Me pareció una barbaridad,
pero como hacía varios días que no compraba ese producto, no tenía con qué
comparar el precio. Entonces, cuando un par de días después fui a la
verdulería, le pregunté al verdulero cuánto costaba, y me dijo que él la tenía
a 40, pero que en algunos negocios estaba a 50 o 60 pesos (40 sigue siendo una
barbaridad, pero 60 es un 50% más). No compré, pero a tres cuadras de ese
local, otra verdulería la tenía a 30, y esta semana la conseguí a 16 en un
negocio, y a 18 en otro. El verdulero de la vuelta de casa la bajó, pero sólo
de 40 a 30 pesos….
Si la inflación
tuviera causas económicas reales, la subida de precios sería más pareja
y simultánea. Pero, como tiene un alto porcentaje de operación
político-especulativa, se observan estas distorsiones, estas subidas y bajadas
espasmódicas tan difíciles de explicar. En medio de esta situación tan confusa,
terminamos perdiendo todos. El consumidor cuando compra algo al doble (o el
cuádruple) de lo que vale en otro lugar. El comerciante cuando estas subidas
inexplicables le pulverizan el margen de ganancia. Me comentaba Gerardo (el
almacenero del Yogurt y el Nesquik) que él vendió sus latas de duraznos en
almíbar a 19 pesos, y cuando pidió reposición al distribuidor se los mandaron a
23 pesos de costo, con lo cual desaparecieron no sólo su margen de ganancia,
sino parte del capital. Cuando al
comerciante le pasa esto, muchas veces decide “cubrirse” ante una eventual
nueva subida, y entonces lo que compró a 23, en lugar de venderlo a 29, lo
termina vendiendo a 35 o 40… y genera más inflación.
Evidentemente hay grandes empresas que monopolizan la
producción de muchos artículos vitales (los famosos “formadores de precios”)
que están detrás de estos aumentos. Pero nosotros, ciudadanos comunes, no
tenemos que ayudarlos. Los consumidores tenemos en esta instancia la
responsabilidad de buscar precio y no comprar aquellos productos que han subido
de una manera inexplicable. Los comerciantes, por su parte, deben evitar caer
en pánico, porque eso los lleva a poner precios que no tienen ningún fundamento
real.
Adrián Corbella
8 de marzo de 2014
yo entré a ver este precio porque tambiém soy consumidora de este café, los otros mas baratos para mi son intomables y me pasó algo parecido, tengo dos chinos cerca de mi casa pero la mayoría de las cosas se las compro a uno de ellos, pero hará quince días o más quizás compre el café del que hablamos en mi chino habitual y tenía el precio de $ 60.- cuando la última vez lo había pagado 42, le dije que pasó que aumentó tanto y me respondió, es la temporada, o sea el frío, me lo llevé pero como me quedé dudando fuí al otro chino que cuando había comprado el anterior también lo tenía a 42 y lo ví a 44, ahí nomás me llevé dos y la siguiente vez que fui al otro chino se lo devolví porque lñe dije está muy caro, sin mas explicaciones y mi hija menor que trabaja en farmacity me dijo que se fijó allá el precio dado que yo le comenté el tema y me dijo que ahí lo tienen a $ 50.-, así que la conclusión es que hay que estar alerta con el tema de los precios, cada uno te cobra lo que se le canta, también pasó y pasa mucho con la verdura, en un momento los ajíes estaban a 36 el kilo y a los pocos días a 13, ahor los consigo a 20 o 22 en una verdulería con muy buenos precios.
ResponderEliminarSaludos
Estimada comentadora anónima:
ResponderEliminarYo no lo estoy comprando más, pero ayer lo vi a 38 en el chino de la vuelta de casa. A 44, a 50 y ni hablar a 60, es un afano... Lamentablemente, hay que moverse para buscar precio...
Hola soy de neuquen y adoro dolca y cada día mas caro. En la mayoría de los super mercados sale en promedio 55 a 60 en los chinos sale 45 o 43. Lo peor de todo que adoro este café y ahora apenas se podrá comprar T.T
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