Hace pocos días el candidato bonaerense
Sergio Massa se despachó por algunos medios afirmando que en cosas de la
política el que mandaba en su matrimonio era él, mientras que su mujer
mandaba en las cosas de la casa. Algunos pensaron que era un típico comentario machista. Otros
agregaron que era una forma de discriminar a la mujer relegándola al
rincón de la cocina, mientras el hombre se dedicaba a las cosas
“importantes” de la vida. Hasta que ayer habló Chiche Duhalde, la esposa del ex senador Eduardo
Duhalde, de quien se dice apadrina la lista de Massa a través de
conspicuos representantes suyos, como Graciela Camaño y Juan José
Álvarez. ¿Y qué dijo de grave Chiche Duhalde acerca del género femenino, es decir de su propio género? Afirmó, por ejemplo, que ella duda de la capacidad de la mujer para
dedicarse a la política; que debería contemplarse “en el debate
nacional, si la mujer está preparada per se, con sus características,
con sus condiciones y convicciones para la política, o si simplemente va
a acompañar el proyecto de alguien”. Y agregó: “Este es un tema que me vengo planteando en soledad, el tema de la mujer en la política” En este marco cuestionó al “ejemplo de mujer, como la Presidente,
ejerciendo el poder, que se maneja más por su lóbulo emocional que por
el racional, no nos hace quedar muy bien a las mujeres ejerciendo el
poder. En la Argentina, para nuestro género va a ser muy difícil
alcanzar altos estamentos en la actividad política después de esta
nefasta experiencia”, vaticinó la ex funcionaria, ex diputada y ex
senadora. Preguntas: ¿Con que lóbulo se maneja Chiche Duhalde? ¿Se habrá olvidado que el peronismo tiene como figuras centrales a
Juan Perón y a una mujer al que su pueblo llama simplemente Evita? ¿Se habrá olvidado que a la Patria grande la hicieron hombres como
San Martín, Bolívar y Belgrano y mujeres como Macacha Güemes, Manuela
Sáenz y Juana Azurduy? ¿Se habrá olvidado que durante la dictadura los genocidas torturaron,
apresaron y desaparecieron tanto a hombres como a mujeres que luchaban
por un país más justo, más libre y más soberano? ¿Se habrá olvidado que honraron la política de este país mujeres de la talla de Alicia Moreau de Justo? ¿O será que la enceguece no llegarle a los talones a la Presidenta de
los argentinos y a ninguna de las grandes mujeres que nombramos? ¿O será que desprecia a todas las mujeres por haber alcanzado en esta
última década un lugar en la política cómo nunca antes en la historia
nacional? La confesión de Chiche Duhalde, como la del propio Massa, ofende a
todas las mujeres y a todos quienes, con virtudes y defectos, construyen
un país más inclusivo donde nos respetemos todos y todas.
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