En 2003, el sector energético nacional se caracterizaba por tener la
capacidad de transporte y de distribución de electricidad y de gas
natural al límite, regiones eléctricas desvinculadas y millones de
ciudadanos sin acceso a la red eléctrica y al gas natural por redes.
Abandonados en los '80 y '90, los planes de desarrollo en las áreas
nuclear, hidroeléctrica, energías renovables, uso racional de la
energía, hidrocarburos, etc., brillaban por su ausencia. Así hasta 2003,
cuando el gobierno de Néstor Kirchner realizó un diagnóstico del
mercado ampliado de la energía para identificar los problemas
estructurales y en base a ello formular un Plan Energético Nacional.
Dicho Plan sería finalmente lanzado en mayo de 2004. En nuestra columna
de la semana pasada caracterizamos las inversiones en el segmento
transporte de gas natural. En esta oportunidad, abordaremos las
inversiones efectuadas en los segmentos generación y transporte de
energía eléctrica conducidas en los últimos nueve años. ELECTRICIDAD SIN EXCLUSIÓN. Durante el período 2004-2012, el
Ministerio de Planificación Federal gestionó obras energéticas por
84.400 millones de pesos, de las cuales el 75% de las mismas fueron
financiadas por el Estado Nacional, siendo el resto inversiones mixtas y
privadas. El 100% de estas obras fueron concluidas: 53.389 millones
fueron destinados a incrementar la potencia instalada del parque de
generación del Sistema Argentino de Interconexión (SADI), 12.400
millones para ampliar el sistema de transporte eléctrico en líneas de
extra alta tensión (LEAT) en 500 kV y 18.600 millones para ampliar el
sistema de transporte de gas natural por redes. El aumento de la
potencia instalada logró incorporar 8.727 MW adicionales (un 49% más que
en 2003) mientras que la expansión del SADI sumó 4244 km de LEAT en 500
kV adicionales (un 46,7% más que en 2003). Dichas obras permitieron que
durante el aludido período, unos 2.149.083 hogares de todo el país (un
21,9% más respecto a 2003) puedan acceder al servicio público de
electricidad. Asimismo, cabe señalar que la demanda anual en hogares se
incrementó un 45% (en comercios un 42% y en las industrias un 35%). AVANCES EN ENERGÍAS ALTERNATIVAS. Entre 2004 y 2012, se efectuaron
importantes obras de infraestructura correspondientes a energías
alternativas a los hidrocarburos, tales como el aumento de cota en la
represa hidroeléctrica binacional Yacyretá (1800 MW adicionales), el
incremento de potencia en la hidroeléctrica Río Grande en Córdoba (350
MW adicionales), la construcción y puesta en marcha de las nuevas
hidroeléctricas Los Caracoles en San Juan (120 MW) y Salto Andersen en
Río Negro (7,5 MW), la incorporación del Ingenio Santa Bárbara de
Tucumán en la generación de electricidad en base a biocombustibles (8
MW), la construcción y puesta en marcha de los parques eólicos Arauco
SAPEM en La Rioja (25,2 MW, en el futuro tendrá 400 MW) y Rawson en
Chubut (77,4 MW), el desarrollo de la primera etapa de cuatro
correspondiente a los parques solares fotovoltaicos Cañada Honda en San
Juan (de 5 MW, en el futuro tendrá 20 MW) y San Juan (1,2 MW), la puesta
en marcha de la primera central térmica a biogas procedente de rellenos
sanitarios en Buenos Aires (10 MW), etcétera. Estas obras fueron
realizadas con inversiones públicas, y en el caso de las
correspondientes a equipos de generación eólica, solar fotovoltaica,
biomasa y pequeños aprovechamientos hidroeléctricos las mismas fueron
gestionadas por la empresa pública Energía Argentina SA (ENARSA), creada
en 2004 en el contexto de la primera etapa del Plan Energético
Nacional. En plena ejecución o próximos a realizar (2013-2019), según
corresponda, se encuentran otros proyectos mayoritariamente de
inversiones públicas, tales como: la instalación de los parques eólicos
Arauco II en La Rioja (deberá alcanzar los 400 MW) y Puerto Madryn en
Chubut (220 MW), la construcción de la hidroeléctrica Punta Negra en San
Juan (60 MW), el Programa GENREN de ENARSA (restan 895 MW de energía
eólica, solar y biomasa), la incorporación de ingenios del Norte
Argentino que produzcan electricidad en base a biocombustibles (135 MW),
la segunda etapa del Programa GENREN de ENARSA (356 MW), la
construcción de las hidroeléctricas Los Blancos en Mendoza (485 MW),
Chihuido en Neuquén (637 MW), Presidente Néstor Kirchner (1.140 MW) y
Gobernador Jorge Cepernic (600 MW) en Santa Cruz, sumado a ello los
proyectos de hidroeléctricas binacionales con Brasil: Garabí (1.152 MW) y
Panambí (1.048 MW), el proyecto para la ampliación de Yacyretá y
mecanización del vertedero Aña Cuá con Paraguay (750 MW adicionales),
los parques eólicos Aguada del Molle en Córdoba (110 MW) y Tornquist en
Buenos Aires (30 MW) entre otros, el Parque Solar Fotovoltaico
Hornaditas en Jujuy (10 MW), los proyectos de producción de hidrógeno
vehicular en base a bioetanol, energía eólica y GNC (en este último caso
participan ENARSA, IEDS-CNEA, UBA, UNLP y UTN), centrales geotérmicas,
centrales térmicas a biogas de rellenos sanitarios, etc., así como
también en el segmento de generación nucleoeléctrica se encuentra en
etapa final el proceso de puesta en marcha de la central nuclear Atucha
II (de 745 MW), la extensión de vida útil por 30 años adicionales de la
central nuclear Embalse y los proyectos de nuevas centrales nucleares de
potencia, como el CAREM (prototipo de 25 MW y módulos de serie de 150
MW) y Atucha III (aprox. 1500 MW), entre otros. Jamás en la historia
energética nacional se hicieron simultáneamente tantas nuevas obras,
ampliaciones de las existentes y diversificación de la matriz. AVANCES EN TERMOELECTRICIDAD Y SADI. En relación al aumento de
potencia del parque de generación térmica en base a combustibles
fósiles, durante el período 2004-2012 se llevaron a cabo inversiones
públicas que ya fueron concluidas para la puesta en marcha de las
centrales: Pilar en Córdoba (480 MW, en una segunda etapa alcanzará los
530 MW), Ensenada de Barragán en Buenos Aires (560 MW, en breve tendrá
840 MW), la modernización de la central térmica Villa Gesell en Buenos
Aires (75 MW adicionales) y el Programa ENARSA Generación Distribuida
(1.054 MW en todas las provincias del país). Las obras de inversiones
mixtas que han sido concluidas son las centrales térmicas de ciclo
combinado San Martín en Santa Fe y Belgrano en Buenos Aires (1660 MW en
conjunto), y las correspondientes a inversiones privadas equivalen al
aumento de casi 2000 MW adicionales en centrales térmicas. Con respecto a
las obras de financiamiento público actualmente en ejecución del parque
de generación térmica, se destacan la construcción de la central
Brigadier López en Santa Fe (280 MW), central Río Turbio en Santa Cruz
(240 MW), cierre de ciclo combinado Pilar en Córdoba (180 MW), cierre de
ciclo combinado en Ensenada de Barragán en Buenos Aires (240 MW), sin
olvidar los 364 MW adicionales financiados por el capital privado. A
punto de iniciarse, tenemos la central térmica Manuel Belgrano II en
Buenos Aires (810 MW) y el cierre del ciclo combinado Brigadier López en
Santa Fe (140 MW) de inversiones públicas, las centrales Vuelta de
Obligado en Santa Fe y Almirante G. Brown en Buenos Aires (1100 MW en
conjunto) de inversiones mixtas, y 142 MW adicionales de inversión
privada. En suma, el aumento de la potencia instalada del SADI fue de
8727 MW desde la puesta en marcha del Plan Energético en mayo de 2004
hasta fines de 2012, es decir, un incremento del 49% respecto a la
existente en el año 2003. Dicho salto ha sido resultado del desarrollo y
la finalización de las obras referidas con inversiones públicas, mixtas
y privadas equivalentes a 53.389 millones de pesos. Otros 20 mil
millones adicionales corresponden a obras en ejecución y próximas a
realizar. Asimismo y específicamente en el segmento de transporte
eléctrico, se concretaron inversiones públicas en líneas de extra alta
tensión cuyas obras están finalizadas por 12.400 millones de pesos,
mientras que en ejecución y próximas a iniciarse se cuentan inversiones
públicas por 5900 millones. ELECTRICIDAD PARA LA COLONIA O LA NACIÓN. Hacia el año 2003, el SADI
tenía una longitud de 9669 km de líneas de alta tensión. Para diciembre
de 2011, alcanzaba los 14 mil km. En lo concerniente a la red eléctrica
en 500 kV, en 2003 era de 9083 km; para mayo de 2012 se había expandido
hasta los 13.356 km (un incremento del 47% respecto al año 2003).
Resultados: la interconexión de todas las regiones eléctricas de la
Argentina, destacándose entre ellas las interconexiones NEA-NOA,
Comahue-Cuyo (aportando seguridad energética a Cuyo), Tercera Línea
Yacyretá y el Sistema Patagónico con el resto del país. A propósito,
cabe destacar que en 2003 el SADI era radial hacia la ciudad de Buenos
Aires. Algo similar al tendido ferroviario diseñado por Gran Bretaña
para explotar colonialmente a nuestras ubérrimas pampas, y que fuera
brillantemente analizado y denunciado por Raúl Scalabrini Ortiz. Pues
bien, en materia eléctrica y hasta la formulación y posterior
implementación del Plan Energético Nacional, la electricidad estaba
lejos de ser compatible con los intereses de una nación que se plantea
ser otra cosa que "granero del mundo". El Plan Energético Nacional se
propuso anillar el territorio nacional para así modificar el sistema de
energía eléctrica del país, brindando seguridad energética en todo el
territorio, en función de un desarrollo social y económico desvinculado
del tradicional esquema semicolonial aplicado entre 1976 y mayo de 2003.
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