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martes, 26 de febrero de 2013

La Revolución Ciudadana de Correa no será televisada, POR Federico Bernal (para “INFOnews” del 24-02-13)





Similitudes entre Ecuador y la Argentina: "Ambos son notables y exitosos ejemplos de recuperación económica, sin haberse rendido a los pies de Washington, la Unión Europea y el FMI. Nada peor para la prensa semicolonial."

Salvo honrosas y escasísimas excepciones, la prensa conservadora local y extranjera nada dice de la Argentina sino pestes. Igual trato reciben los procesos revolucionarios en Venezuela y Ecuador. Sin embargo, en este último caso, la censura es casi absoluta. Quítense la crisis con Colombia de 2008, el caso Assange y las recientes elecciones que Ecuador parecería no existir como país para los medios neoliberales argentinos. ¿Qué habrá hecho Correa para merecer semejante trato del clúster mediático de la pobreza y la dependencia? Aquí aventuramos una explicación. 

RESPUESTA POPULAR, NACIONAL Y DEMOCRÁTICA A LA CRISIS.

A pesar de haberse afectado drásticamente sus dos principales fuentes de ingresos en dólares (que además es su moneda local,) la caída del PBI ecuatoriano se restringió sólo a 2008/09, pasando del 7,2 al 0,4 por ciento. Sin embargo, tan temprano como en el primer cuatrimestre de 2010 la economía ya levantaba vuelo. Aquel año cerró con un 3,6%, para a partir de allí escalar sin pausa a los niveles pre-crisis. 2011 terminaba con un 8% (26.928 millones de dólares) y, para el tercer trimestre del año pasado se registraba un incremento acumulado del 4,8 por ciento. También a fines de 2012, el desempleo había caído al 4,1%, su nivel más bajo en los últimos veinticinco años, mientras que la pobreza unos 27 puntos desde 2006. Como en la Argentina, se verifica que el modelo económico ecuatoriano beneficia por igual a todos los sectores de la producción, aunque con importantes logros en cuanto a diversificación. Por ejemplo, se registra desde 2008 un exponencial avance de la participación de la construcción en el PBI a través de un programa masivo y nacional de grandes obras de infraestructura. Para 2011, la construcción explicaba cerca de un 40% del producto bruto. En materia de deuda externa y desde la asunción de Correa en enero de 2007, Ecuador ha registrado un desendeudamiento de proporciones similares a las argentinas. Entre 2008 y mediados de 2009, el gobierno ecuatoriano dejó de pagar unos 3,2 mil millones de dólares y realizó con ellos una quita de un 30 por ciento. El stock de deuda como porcentaje del PBI cayó del 30% al 21% entre 2007 y fines de 2011, mientras que las cancelaciones de intereses también en función del producto bruto se contrajeron en más de un 50% en igual período. Finalmente, cabe destacar la evolución favorable del "gasto público"-en nuestro idioma, la inversión social (IS). Entre 2006 y 2011, la IN se duplicó como porcentaje del PBI, saltando de 4,5% (promedio trienio 2004/06) a un 9,3% para el trienio 2009/11. Los segmentos que lideran la expansión de la IS son: educación, que pasó del 2,6 al 5,2% del PBI y programas sociales, del 0,7 al 1,8% del PBI. En esta última categoría destacan: el programa Bono de Desarrollo Humano, la creación del Instituto para la Niñez y la Familia (destinado a la protección y desarrollo de las familias más carenciadas) y diversos programas de salud, seguridad alimentaria y nutricionales, como por ejemplo el denominado Alimentate Ecuador. Otro de los grandes programas aplicados por Correa es el llamado Bono de la Vivienda, el cual ha permitido incrementar el acceso a créditos hipotecarios en un 47% entre 2008 y 2011. Cabe aclarar que vista la retracción del sector privado, dicho incremento provino en un 100% (600 millones de dólares) del sector público a través del Instituto de Seguridad Social. De todo esto y mucho más se trata la Revolución Ciudadana. Veamos ahora cómo se fondea. 

BANCOS CENTRALES, PETRÓLEO Y SOJA.

A contramano de los consejos del FMI, Washington, Berlín y Londres, el Banco Central de Ecuador (BCE) ganó en autonomía, claro que en función del interés del pueblo ecuatoriano. De hecho, ha sido la recuperación de un BCE "para todos y todas", inserto en un nuevo marco regulatorio financiero, la piedra angular del paquete contra-cíclico y del fondeo de los programas sociales implementados por Correa del 2008 a esta parte. Es más y volviendo a la comparación con la Argentina, la nacionalización del BCE no sólo es similar a la practicada por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner con el BCRA, sino que además tiene el mismo peso específico que las retenciones a las exportaciones de granos, sin las cuales, el modelo argentino de desarrollo, industrialización y justicia social hubiera fracasado. ¿Por qué? El complejo sojero es tan vital a nuestra economía, como el petróleo y las remesas enviadas desde el exterior (por ecuatorianos residentes en EE.UU. y Europa) lo son a la economía ecuatoriana. Analicemos el primer punto. Ecuador es miembro de la OPEP. Sus exportaciones de crudo explican casi un 65% de sus ingresos externos y 35% de la recaudación nacional. Pero las exportaciones colapsaron en 2008, con una caída del 80%. Recién comenzaron a recuperarse lentamente en 2009. Idéntica situación se verificó con el segundo punto. En 2007, las remesas que explicaban un 7,6% del PBI se derrumbaron al mínimo histórico de la última década, un 3,5% (junio de 2012). Medida en dólares absolutos, la caída representó una pérdida de 800 millones de dólares anuales. ¿Cómo hizo entonces Ecuador para no caer en el abismo? Bueno, justamente y como se dijo, a través de una fortísima política de regulación del sector financiero (estrictos controles a la fuga de capitales) pero con eje en el BCE. A propósito y en primer lugar, cabe recordar que en 2009 Correa obligó a las autoridades del BCE a repatriar más de 1000 millones de dólares de reservas que el mismo tenía en el exterior. En segundo lugar y también en 2009, el gobierno estableció el Coeficiente de Liquidez Doméstica (CLD), a través del cual se obliga a todos los bancos a atesorar un 45% de sus activos líquidos en el país. Desde agosto del año pasado, el CLD aumentó al 60%. Centenares de millones de dólares han sido repatriados en los últimos años, con la consiguiente robustez de las reservas internacionales, beneficiadas también por un impuesto a las remisiones de utilidades al exterior y desendeudamiento progresivo. El sector financiero, antes en manos del FMI y la oligarquía ecuatoriana, pasó a contribuir del 1 al 10% del total de ingresos fiscales entre 2008 y 2012. En suma, sin los recursos frescos e instantáneos que dichas políticas permitieron suministrar, sumados a la elevación de tarifas proteccionistas y de un nuevo marco regulatorio hidrocarburífero, el gobierno de Correa no podría haber suplido las caídas antedichas en dólares petroleros y de remesas, con el consiguiente desmadre social y económico que ello hubiera provocado. En la Argentina, nuestros ingresos fundamentales por exportaciones no dependen del petróleo ni de las remesas enviadas desde afuera (aquí es en sentido inverso), sino del sector agrario (especialmente el sojero). Argumenta el neoliberalismo que el modelo kirchnerista se benefició de los altos precios de los commodities, pero lo cierto es que el país no hubiera podido ni podría sortear con éxito la crisis internacional, ni practicado los planes y programas sociales vigentes a la fecha sin las retenciones a las exportaciones practicadas desde finales de 2007. 

LA REVOLUCIÓN CIUDADANA NO SERÁ TELEVISADA...

El Ecuador de Rafael Correa y la Argentina de 2003 a la fecha presentan enormes similitudes, sobre todo cuando de respuestas a la crisis internacional se trata. Ambos países descuellan como notables y exitosos ejemplos de recuperación económica, pero sin haberse rendido a los pies de Washington, la Unión Europea y el FMI. Los pilares de sus respectivos modelos de desarrollo así como las políticas redistributivas en favor de las clases más necesitadas resultan más que semejantes. Nada peor pues para la prensa argentina vinculada a los centros financieros y especuladores internacionales que la aplastante victoria de Correa. Se queja el neoliberalismo que "ayudando a los pobres, gana cualquiera". Pero como en la Argentina, no sólo ganan los más humildes, sino todas las clases sociales, y especialmente, las clases populares. Por lo pronto, la estrategia mediática de la semicolonia es una sola y es ostensible por demás: la Revolución Ciudadana no será televisada. Porque el día que las clases medias comprendan que lo que sucede en Ecuador, como lo que sucede en su propio terruño, no es otra cosa que "su" programa económico, entonces no habrá propuesta, argumentos ni artilugios opositores capaces de volver a emplazar en la Casa Rosada la dependencia, el subdesarrollo y la exclusión.

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