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viernes, 26 de octubre de 2012

GRACIAS POR DEVOLVERME LA DIGNIDAD Y LA ESPERANZA, por Jacque Cornejo (para “Facebook”)



Por Jacque Cornejo

Yo tenia 9 años, en el 2001. Todavía me acuerdo de mi mama diciendo: “Camina y mira todo lo que tiene este supermercado, porque ya no acepta mas bonos y no vamos a volver a venir”. Todavía me acuerdo de la gente desesperada, los comercios que ponían carteles con diferentes precios, dependiendo si ibas a pagar con pesos o con bonos. En ese momento, las cacerolas estaban vacías. Nadie sabía que iba a pasar al otro día.

En el 2003, le pregunte a mi papa quien había ganado las elecciones. Nadie sabía ni como se pronunciaba el apellido de ese flaco, desarreglado, mal llamado “tuerto”, que había ganado con el 22% de los votos. El porcentaje era más bajo que el de la desocupación.
Todos pensaban que el país iba a seguir su camino para atrás, como lo venia haciendo.

Desde el momento en que revoleo el bastón presidencial, desde el momento en que se paro frente a todos con tan poco protocolo, se encargo de encaminar al país, de sacarlo del fuego en el que se encontraba.

Los derechos humanos volvieron a instalarse en la sociedad. Enjuició y castigó a los represores. Se reorientaron las relaciones exteriores hacia la integración regional. Rechazó al ALCA, se conformo la UNASUR y se fortaleció el MERCOSUR. Se reemplazó la corte suprema menemista y nefasta por otra independiente del poder ejecutivo. Se fortaleció el Estado por incentivar la industrialización. Se le dio prioridad a la educación y a la salud publica. Se apoyó la ciencia y la tecnología. Se otorgaron jubilaciones a gente que, por sus nulos o pocos aportes nunca la hubieran podido recibir. Se preocupo por dejar de endeudar al país y comenzó a pagar la deuda externa. Se comenzó a redistribuir la riqueza. Descendieron los niveles de pobreza e indigencia. Se crearon nuevos puestos de trabajo. Se crearon millones de nuevos puestos de trabajo, dignos y abalados por leyes. Logro que volvieran los que se fueron en 2001. Luchó dia a dia para lograr una sociedad más justa, con menos desigualdad, con mas inclusión, con menos discriminación.

En el 2011, la voté a Ella. Cada día que pasa, pese a todos los contreras, egoístas y odiosos que nos rodean, yo me convenzo más que fuiste lo mejor que le pudo pasar al país después de tanta inoperancia y descuido.

Reemplazó utopías por hechos. Empezamos a ver los medios con otros ojos. Nos enteramos que la ley es para todos.
Un día la clase trabajadora volvió a la Plaza a llorar a un Presidente. Cuando se cerraron sus ojos, cuando se abrieron los nuestros, cuando nos sacamos de un solo golpe la venda y la mordaza y vimos la mano de la historia tocando nuestro tiempo, vimos dos líderes y un pueblo.

¿Por qué odias tanto que los pobres crezcan? ¿Por qué defendes un monopolio?
Donde vos ves vagos, yo veo pobres en desigualdad, yo veo gente excluida por vos, oligarca, gente que no tuvo tu suerte. Mientras vos vivías mirando la tele, muchos marchaban y luchaban para que hoy vos, egoísta, puedas expresarte.
Jamás te oí cuando paraban las fábricas. Cuando no pagaban el suelo a millones de trabajadores. Y no te oiré jamás porque no hay forma de juntar tu avaro codo con nuestro abierto corazón.
Y un día descubrimos que clarín es excelente para envolver huevos

Gracias por devolverme la dignidad, la esperanza. Gracias por hacerme sentir importante siendo joven. Por hacerme sentir que puedo decidir, que puedo cambiar las cosas. 30 mil veces gracias. Tengo memoria. Fuerza a Ella. Gracias a vos.
No hay gobiernos perfectos, pero se camina cuando hay ilusión. El amor derrota al odio, SIEMPRE!

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