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domingo, 30 de septiembre de 2012

Revelan el ranking de las 50 ciudades más violentas del mundo, publicado en Taringa.



INSEGURIDAD :
DE LAS 50 CIUDADES MÁS VIOLENTAS DEL MUNDO, 45 ESTÁN EN AMÉRICA.
NINGUNA ESTÁ EN LA ARGENTINA

Cinco de las 10 ciudades más violentas del mundo están en México, según un estudio del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal, que ubicó a la hondureña San Pedro Sula en el número uno en la clasificación de las 50 ciudades más violentas, con una tasa de 159 asesinatos por cada 100.000 habitantes.
Además de Ciudad Juárez -que cayó al segundo lugar después de ubicarse primera por tres años consecutivos- entre las 10 ciudades más violentas del mundo se ubican Acapulco, con una tasa de 128 homicidios por cada 100.000 habitantes; Torreón con una tasa de 88, Chihuahua con una tasa de 83, y Durango con una tasa de 80 homicidios, según el estudio del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública.
La tasa de asesinatos en Ciudad Juárez es de 148 por cada 100.000 habitantes, según CNN.
Entre las nuevas ciudades que entraron al listado, están otras dos mexicanas: Monterrey y Veracruz.
Todas esas comunidades aparecen en la lista de los 17 municipios que concentran el casi el 44% de los fallecimientos por presunta rivalidad delincuencial en el país, dada a conocer el miércoles la Procuraduría General de la República (PGR).
Tres urbes mexicanas incluidas en la lista de 2010 ya no figuraron en el de 2011: Tijuana, Reynosa y Matamoros.
Asimismo, el informe, publicado el miércoles, encontró que 45 de las 50 ciudades más violentas del mundo se sitúan en el continente americano, 40 pertenecen a América Latina. Entre ellas 14 corresponden a Brasil, 12 a México y cinco a Colombia.
El estudio indica que para el análisis se consideran todas las urbes del mundo con más de 300.000 habitantes y de las cuales exista información estadística sobre homicidios disponible por internet, según CNN.

Esta es la lista completa de las ciudades:
1 - San Pedro Sula - Honduras
2 - Ciudad Juárez - México
3 - Maceió - Brasil
4 - Acapulco - México
5 - Distrito Central - Honduras
6 - Caracas - Venezuela
7 - Torreón - México
8 - Chihuahua - México
9 - Durango - México
10 - Belém - Brasil
11 - Cali - Colombia
12 - Ciudad de Guatemala - Guatemala
13 - Culiacán - México
14 - Medellín - Colombia
15 - Mazatlán - México
16 - Tepic - México
17 - Vitoria - Brasil
18 - Veracruz - México
19 - Ciudad Guayana - Venezuela
20 - San Salvador - El Salvador
21 - Nueva Orleáns - EE.UU.
22 - Salvador - Brasil
23 - Cúcuta - Colombia
24 - Barquisimeto - Venezuela
25 - San Juan - Puerto Rico
26 - Manaos - Brasil
27 - São Luís - Brasil
28 - Nuevo Laredo - México
29 - João Pessoa - Brasil
30 - Detroit - EE.UU.
31 - Cuiabá - Brasil
32 - Recife - Brasil
33 - Kingston - Jamaica
34 - Cape Town - Sudáfrica
35 - Pereira - Colombia
36 - Macapá - Brasil
37 - Fortaleza - Brasil
38 - Monterrey - México
39 - Curitiba - Brasil
40 - Goiânia - Brasil
41 - Nelson Mandela Bay - Sudáfrica
42 - Barranquilla - Colombia
43 - San Luis - EE.UU.
44 - Mosul - Iraq
45 - Belo Horizonte - Brasil
46 - Ciudad de Panamá - Panamá
47 - Cuernavaca - México
48 - Baltimore EE.UU.
49 - Durban - Sudáfrica
50 - Johanesburgo – Sudáfrica


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¡La guerra es la economía, estúpido!, por Perra Intelectual (para “perraintelectual.com.ar” del 30-09-12)



Uno se convierte en un ser medianamente espabilado cuando entiende que la guerra ya no necesita de ejércitos: con armas basta, y las manejan los gobiernos. Por esa razón no existen más los campos de batalla, y la única zona que puede reemplazarlos es la zona residencial de población civil, y de hecho los reemplazan. Quién se asombra hoy de un bombardeo en una zona residencial de cualquier país en guerra.
Cómo afecta esto a la vida social de la población civil, es cosa que todavía no se ha estudiado suficientemente, al menos desde el propio lugar de la población civil, que hoy debería repensar su condición absoluta de blanco móvil tanto en un eventual conflicto bélico como en una más realista estrategia preventiva.
Cada gobierno defiende a su población civil, al mismo tiempo que es consciente que entre ella hay ejércitos de infiltrados trabajando para generar un escenario de conflicto y explotar y agudizar la contradicción. Pero la sociedad civil sería la que -dada su inferioridad en fuerza física e interés en preservar su estilo de vida de tiempos de paz-  podría mantener esa tensión en equilibrio, si tuviera bien claro cuál es su rol, que no se relaciona con su ideología. Esto es: cualquier país, sea su política de derecha o de izquierda, puede entrar en una guerra en la que su gobierno tenga que tomar la decisión de Fidel Castro en la crisis de los misiles, y cualquier país puede delegar en su gobierno el dictamen acerca de su aniquilación o salvación del pueblo entero. Así ha sido durante toda la Historia, con la salvedad de que, recordemos, hoy no existe más el campo de batalla. La guerra deja de ser cosa de soldados para ser un asunto decididamente civil.
Urge una lectura de situación desde una mirada absolutamente civil, no atravesada por los intereses políticos -en el sentido de ejercer el poder formal- o militares -en el sentido de elaborar estrategias bélicas y ponerlas en acción. La sociedad civil debe interpelarse a sí misma para decidir qué paso dará en el caso de verse envuelta en un conflicto bélico, así como debe generar una inteligencia colectiva que le permita producir con creatividad alternativas plausibles y originales para mantener una paz cuya responsabilidad ya le pertenece definitivamente. Los enemigos no son los gobiernos, sino la economía globalizada, en la que la compra de armas sigue la lógica del mercado y se multiplica generando una burbuja que, de estallar, se llevará puesto el mundo que conocemos.
Un estado se vuelve potencialmente peligroso cuando tiene un armamento numeroso y sofisticado. Por ello sus vecinos se arman y apuntan sus misiles contra él. Pueden decidir aliarse y construir una paz duradera, pero ese acuerdo incluirá, con certeza, apuntar los misiles hacia afuera, y de ese afuera, a puntos específicamente concertados en ese acuerdo. Por lo tanto esa región se vuelve peligrosa, y arrancamos de vuelta con la rueda de armamento, siguiendo una lógica mercantilista. Esto es viejo y le llaman “carrera armamentística”, hecha una vez más la salvedad de que hoy no existe más el campo de batalla, y el blanco de esos misiles es la poblción civil.
Es brava la parada pero, perdido por perdido, prefiero ir pensando colectivamente cómo mantener la paz a esconder la cabeza en el culo de un ñandú.
Tengo hasta ahí…

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El arte de interpretar un fallo, por “Miradas al Sur” del 30-09-12



Miradas al Sur. Año 5. Edición número 228. Domingo 30 de septiembre de 2012
Por 
Política

El 7/D la Afsca estará ya en condiciones de aplicar al Grupo Clarín el procedimiento de constatación de oficio reglamentado en su Resolución 297/2010, capítulo II. Pero no hay roja directa. Allí, su punto 1 sólo lo habilita a intimar al titular incurso en incumplimiento por acumulación de licencias –Clarín claramente lo estaría, sin cautelar que lo cubra– para que en 30 días presente un plan de adecuación”.
El párrafo fue escrito por el abogado y profesor Gustavo Arballo en su conocido blog Saber Derecho. Lo que hace Arballo (la platea, agradecida) es fundar, con argumentos que parecen más consistentes que los de otros colegas suyos, su interpretación del último fallo de la Corte, ése que el Gobierno entiende para un lado y (no sólo) el Grupo Clarín para el otro. El especialista intenta desembrollar la gramática confusa del párrafo más sobreinterpretado de los últimos tiempos, el que refiere al 7 de diciembre. Y aunque para unos cuantos la confusión y la ambigüedad están allí por una intención deliberada de los jueces supremos, para Arballo “la Corte entiende que el plazo siguió corriendo, incluso para Clarín”. Y repite el especialista: “El plazo en sí está vencido”.
Otro énfasis del autor, siempre desentrañando empecinadamente el párrafo famoso tiene que ver con la alusión en el párrafo famoso de los supremos a “la fecha indicada” (relacionada con el vencimiento de los plazos). Siempre que no haya una prórroga de la cautelar (algo en lo que no creen la mayoría de los analistas) ni sentencia de fondo sobre el artículo 161, la Corte dice que ese artículo crucial de la ley de Medios sería “plenamente aplicable a la actora con todos sus efectos”. Para Arballo, “cuando la Corte dijo ‘con todos sus efectos’ quiso decir algo, aclarar y despejar dudas. En condiciones normales, uno no aclara que algo rige ‘con todos sus efectos’, salvo que sospeche que alguien pueda pensar que no es así, y entonces quiere dejar en claro que no hay condicionalidades ni recortes a la operatividad del artículo. Parece ser lo que hizo la Corte con su doble insistencia categórica (‘plenamente aplicable’ más ‘con todos sus efectos’)”.
Siempre según la interpretación del autor del blog Saber Derecho, en sentido contrario a la interpretación del Grupo Clarín, “en la sentencia la Corte ya nos dijo tres veces que el plazo estaba vencido… En todo caso el criterio de la Corte es claro: la cautelar inmuniza(ría) sólo contra la eventual consecuencia jurídica (la bendita “aplicación”) pero no detuvo nunca el transcurso del tiempo”. Sobre la Gran Pregunta, Qué Hará el Grupo, Arballo sugiere que después del 7/D Clarín podría plantear un pedido de aclaratoria, intentar “meter” otra cautelar o dibujar “un plan de adecuación muy genérico, al solo efecto de no ser sancionado por la no presentación, aclarando que supedita su ejecución a lo que resulte del juicio donde demanda la inconstitucionalidad de algunos artículos de la ley”.
El jueves pasado, Martín Etchevers, gerente de Comunicaciones del Grupo Clarín, reiteró en una entrevista de Radio Vorterix lo que diversos voceros y piezas comunicacionales del holding vienen sosteniendo hace semanas: “Hemos consultado a constitucionalistas que van de (Daniel) Sabsay a (Andrés) Gil Domínguez y la opinión es unánime: el mismo fallo de la Corte dice que se puede pedir una prórroga de la medida cautelar”. Se abren apuestas.


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Ellos se lo perdieron por ese papelito, por José Rubén Sentis (para “joserubensentis.blogspot.com” del 30-09-12)



Arriba : El volante con el que contaban los "espontáneos" de Harvard...

Incluso desde la vereda de enfrente en un  ámbito que se debe privilegiar el conocimiento y la información.
Se perdieron una oportunidad de conocer qué piensa, mano a mano, una presidenta de amplia base popular desde este sur del continente.
De comprender cuál es el punto de vista de los liderazgos latinoamericanos sobre la crisis sin piso que están sometidos en EEUU y Europa.
De entender cómo y porqué este humilde país del fin del mundo logró la refinanciación de la deuda externa y ordenar el futuro soberano de los argentinos, para poner un ejemplo.
De intercambiar opiniones sobre el peronismo con una emergente de los 70 de este movimiento incomprensible en ciertas estructuras ideológicas.
De conversar sobre la voluntad que en política hay que tener para transformar.
Ellos, los más pícaros, que se apuraron en la fila para hace uso del micrófono, prefirieron la mala lectura del volante que habían distribuído groseramente desde Clarín.
Presos todavía de ciertas cadenas informativas, de oscuros lazos familiares, de intereses que están acorralados en este sur.
Se lo perdieron como tantas cosas que se pierden en Harvard.

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Representaciones, por Miguel Russo (para “Miradas al Sur” del 30-09-12)



Miradas al Sur. Año 5. Edición número 228. Domingo 30 de septiembre de 2012
Por 
Miguel Russo


Entre el siglo XVI y el siglo XVIII, la multiplicidad en la circulación de lo escrito modificó las formas –siempre precarias, pero formas al fin– de sociabilidad. Sociabilidad que autorizaba nuevas maneras de pensar al mismo tiempo que cambiaba la relación con el poder. La lectura mediaba entre el hecho y los individuos constructores de una representación de ellos mismos en tanto individuos particulares y sociales y de una interpretación con el mundo natural. Una prueba irrefutable de esa apropiación fue el caso del molinero del Friuli Domenico Scandella –llamado Menocchio–, quien en el siglo XVI fue apresado, torturado y muerto en la hoguera del Santo Oficio por haber asimilado la realidad a través de lo que había leído. Era la representación en su máximo exponente.
Hoy, esa representación muestra haber entrado en una crisis importantísima en todo el mundo. En la Argentina, el periodismo es su prueba palmaria. Mientras los medios jugaban todas sus cartas a operar en los costados menos problemáticos y más de estados de ánimo de la sociedad (Boca/River-River/Boca, el mundo del espectáculo y sus dimes y diretes, enjundias varias de poca profundidad y una larga lista de etcéteras no demasiado comprometidas), la sociedad consumía la información de sus páginas sin mucho encono. Pero cuando esos mismos medios pusieron sobre la mesa sus verdaderas intenciones políticas, la dicotomía fue inevitable. Cuando se patentizó que la actualidad referida en esos medios no era lo que ocurría sino lo que se creaba, el flujo de lectores decreció de manera notable. Dato concreto: suena alarmante que en la última encuesta relacionada con medios y lectores, llevada a cabo por la Universidad de Tres de Febrero, sólo el 16 por ciento de aquellos que leen los diarios se detienen en las páginas de política nacional. Es decir: cuando el periodismo dejó de representar un suceso para mostrarse a sí mismo como noticia, la sociedad comenzó a descreer. Primero, sin efusiones. Pero ahora, cuando cierto periodismo reclamante de las respuestas que quieren escuchar esconden sus preguntas para que las formulen alumnos de una universidad que siempre se encargaron de levantar como “lo máximo del pensamiento”, la crisis de representación comienza a hacerse cada segundo más visible. Tanto como planteaban aquellas graciosas leyes Dunlap-Murphy sobre la física: 1) Un hecho es una opinión consolidada. 2) Los hechos pueden debilitarse en condiciones extremas de calor y presión. 3) La verdad es elástica. Lo único que no es elástico, diría una cuarta ley, aún no formulada, es la crisis. Represente lo que represente, siempre termina.

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Todo será usado en tu contra, por Eduardo Blaustein (para “Miradas al Sur” del 30-09-12)



Miradas al Sur. Año 5. Edición número 228. Domingo 30 de septiembre de 2012
Por 
Eduardo Blaustein


Los medios opositores piden diálogo con la Presidenta. Cuando responde, como en Harvard, no se atiende a sus argumentos. Problemas de elegir un escenario hostil.
Las preguntas de diez estudiantes privilegiados de Harvard pudieron mucho más que 38 secundarios tomados en la ciudad y tres mil pibes marchando. A esta altura de las cosas, eso no asombra. Sobre todo, a esta altura de las cosas el que escribe está podrido, pero recontra repodrido, de que se echen las culpas de todo lo feo que sucede en el universo a “la Corpo” y los medios.
...Y sin embargo. Sin embargo, en los últimos días la derecha mediática se hizo un festín con lo sucedido en las charlas dadas por Cristina Fernández de Kirchner en Georgetown y Harvard. Uno tiende a creer que astucia no les falta ni a los gerentes de programación ni a los editores de los grandes medios cuando apuestan, primero, a seguir en vivo la charla y, después, a instalarla y a expandirla con los archiconocidos recortes. Puede que cierta ceguera o su lectura los lleve a cometer errores. Pero astucia no les falta. Es aquí donde viene lo llamativo: el contraste de interpretaciones que puedan existir sobre un mismo hecho. Adelantando una conclusión posible: los que estamos de un lado interpretamos de un modo; los que están del otro se hicieron la fiestita creyendo desnudar un largo papelón presidencial. Priman seguramente (y ahí tienen buenas razones los Durán Barba) las cuestiones emocionales. Si la que está hablando es una yegua, por más que tire alguna verdad, seguirá siendo yegua. Y de todos modos: contra picos de cinco y algo de rating de la charla de Cristina, lo que más siguió “la gente” el jueves a la noche fue… Graduados (25.8). Esto, claro en la versión del mundo según Ibope.
Para el que escribe, siguiendo la transmisión en vivo, las respuestas de Cristina en la segunda charla no estuvieron nada mal. Sólo que a las pocas horas los medios opositores se centraron no en la racionalidad de las respuestas sino en algunos tonos. Cristina, en ese punto, seguramente cansada, tuvo irritaciones, canchereadas innecesarias, momentos incómodos. Pero las respuestas no estuvieron nada mal. Los medios de la derecha, previsiblemente, entendieron o construyeron en cambio todo lo contrario, o no se centraron en las respuestas sino en las preguntas, algo de lo más curioso siendo que a Cristina le reclaman “responder”. Hasta el chiste obvio sobre Harvard y La Matanza se convirtió en “desliz presidencial construido”, dado el recorte que se hizo de la ironía. La parte emocional del que escribe dice: “OK, Cris, pegales a estos pendejos prepotentes”. La parte racional sugiere: “No los gastes, no los sobres. Mañana van a decir que los maltrataste”. Piden que responda pero todo lo que responda será usado en su contra. Es jodidísimo intentar ese diálogo que demandan cuando ellos lo hacen estallar, recortando con la peor de las malas leches, agigantando auténticas pelotudeces, empobreciendo el debate público hasta el hartazgo.
Sobre la pobreza: Dios mío, Harvard, cuánto prejuicio y cuánta chatura. No importa si Jorge Lanata en persona pasó un machete de preguntas. Alcanza con registrar que las preguntas hacen a ese pobre universo de instalaciones efímeras construidas por los medios. Pudieron preguntar, en Harvard, por ciclos largos de la historia latinoamericana; por las dificultades de las transiciones democráticas incluyendo la carga asfixiante de las deudas externas; interesarse por la cuestión de los populismos; indagar sobre qué fenómenos llevaron a la presidencia a Evo, a Lula, a Correa; buscar alguna relación o tensión entre el crecimiento de la región y la crisis global. Uno imagina a Harvard entonces no como escuela de elites sino como Instituto de Reforzamiento de Todos los Prejuicios, y para colmo chiquitos.
...Y sin embargo. Ya que la Presidenta no se expone al sistema de preguntas en Argentina, ¿era necesario que lo hiciera en Estados Unidos y en un escenario hostil? ¿Que por primera vez haya tenido que ser ella la que deba sostener que la inflación no es alta? ¿Que pasaran tantos meses para que debiera ser, ella, la que deba explicar, con buenos y ordenados argumentos, las razones de las restricciones al dólar?.

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Más Florencio Varela y menos Harvard, por Eduardo Anguita (para “Miradas al Sur” del 30-09-12)



Arriba :  Juan Ignacio Maquieyra, el ex funcionario del PRO, ganó una centralidad que no tienen los estudiantes de universidad Arturo Jaurteche.

Miradas al Sur. Año 5. Edición número 228. Domingo 30 de septiembre de 2012
Por 
Eduardo Anguita

Una de las curiosidades del Cordobazo, allá por mayo del ’69, fue que entre los estudiantes que dijeron basta, estaban los de la Católica. Curiosidad, porque uno de los objetivos del Onganiato era terminar con la llamada universidad cientificista, que contaba con unos académicos de excelencia y unos presupuestos que les permitían hacer investigación y aportar a la generación –sistemática– de profesionales capaces de inventar, de agregar talento a lo que comúnmente se llama valor agregado. Días pasados, quien escribe estas líneas conoció de modo eventual a un joven ingeniero argentino con licenciatura y doctorado en Córdoba que luego fue a trabajar a una empresa dedicada a reactores nucleares –su especialidad– en España. Recién aterrizado en Buenos Aires, este ingeniero joven, contaba que fue contratado por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), con un buen salario, con los gastos incluidos para su traslado y el de su familia por parte del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Entre los aportes de este especialista joven está el de buscar procesos que puedan hacerse en la Argentina para reemplazar aquellos que se importan de empresas o laboratorios extranjeros de altísima gama. Soberanía. Márgenes de soberanía que a diario, en silencio, se van ganando. El ingeniero empezó a ir a diario a la sede de la CNEA, se cruza con Tecnópolis con la misma familiaridad con la que un empleado de la Rural se cruza con el Zoológico.
La historia de la Católica de Córdoba viene a cuento por muchos motivos. Era privada y a Onganía le salía un grano fuerte porque para terminar con la excelencia de la universidad pública contó con el apoyo de la Universidad Católica Argentina, cuyo pionero y rector fue el obispo católico Octavio Derisi. La idea de esa universidad surgió en plena pelea del Episcopado con Juan Domingo Perón a fines de su segundo gobierno y formalmente se presentó como proyecto no bien se concretó el crimen de Estado que sus perpetradores llamaron Revolución Libertadora. En tiempos de la lucha de Laica y Libre (gobierno de Frondizi), esa casa de estudios empezó a funcionar. Era confesional y privada, pero sustentada en gran medida por fondos públicos. Es decir, el Estado estableció girar fondos para formar una elite de cuadros dirigenciales referenciados en las autoridades católicas argentinas. El problema de la elite argentina no radicaba sólo en que Juan Perón había terminado con los aranceles para los estudiantes o que Perón hubiera creado la Universidad Obrera Nacional, que era la manera de darles herramientas reales y concretas para que los asalariados pudieran tener movilidad social ascendente en un país donde una elite manejaba los recursos financieros, la propiedad de la tierra y buscaba los alineamientos de la Argentina a favor de procesos dependientes y no soberanos. No era sólo eso, sino que una camada de radicales, socialistas y académicos de izquierda no peronista habían puesto en marcha una universidad pública, autónoma y con criterios de soberanía nacional. Para decirlo en términos de una polémica que tiene gran vigencia y enerva a mucha gente: un importante sector de las clases medias no peronistas –y muchos de ellos con pasado antiperonista– se sumó a la lucha de calles junto a los sectores obreros. Eso pasó en el Cordobazo y en muchísimos hitos de la lucha de los sesenta.
Desbordadas las usinas confesionales, políticas, empresariales y militares de la elite argentina, por una alianza política y social (de sectores peronistas y no peronistas, de sectores obreros y no obreros), empezó a elaborarse la doctrina de seguridad nacional, capaz de eliminar a una generación de luchadores formados tanto en el sindicalismo combativo como en la excelencia académica pública y popular. En Iglesia y Dictadura, el gran intelectual y luchador Emilio Fermín Mignone desnuda cómo la cúpula eclesiástica puso especial atención durante la última dictadura militar en preservar ámbitos académicos que recibieran el bombardeo ideológico de los sectores privilegiados al tiempo que mantenían una visión inquisitorial de la fe católica. Mignone era católico y resultaba una piedra en el zapato del Episcopado. Como lo fue Carlos Mugica, que además de cura obrero era un académico extraordinario y daba sus clases en la Universidad del Salvador, creada en la misma época de la Católica pero que mantuvo una gran amplitud de cátedra y una formación no inquisitorial.
Florencio Varela y Harvard. Robert Merton es uno de los pilares de la sociología funcionalista de Estados Unidos y es quien redefinió un viejo concepto: el de la profecía autocumplida. Merton provenía de una familia judía emigrada de Europa oriental y se convirtió en uno de los íconos de la Escuela de Negocios de Harvard. Dicha en pocas palabras, la profecía autocumplida significa que si una situación es definida como real, va a tener efectos reales. Una de las frases que parecen una verdad indiscutible por estos días, en boca de muchos dirigentes o pensadores del llamado campo nacional, es que la clase media es reaccionaria y antipopular, que odia todo lo que está originado en el gobierno de Cristina Kirchner y que no hay modo de establecer un diálogo inteligente y respetuoso por parte de quienes apoyan lo que comúnmente se llama “el modelo” y que se expresa en las múltiples políticas de inclusión social que en la última década están modificando el mapa político y cultural argentino. Quienes sostienen esta postura argumentan, como si recurrieran a la mejor bibliografía posible, a notas de TN o a artículos de diarios opositores. Es decir, tratan de simplificar complejos mecanismos sociales y culturales por lo que llaman evidencias, que no son más que algunas manifestaciones de conductas aisladas e individuales. Quien escribe estas líneas no es un especialista pero se tomó un año entero de su vida para elaborar junto a Alberto Minujin un texto (La clase media - Seducida y Abandonada, Edhasa, 2004). El libro fue publicado para contribuir a un debate imprescindible cuando llega un gobierno de corte popular a la Argentina y tiene que ver con las profundas divergencias entre los beneficios económicos –y de políticas públicas– de sectores medios y sus inclinaciones y opiniones políticas. Pero para quienes se autocomplacen despilfarrando su enojo contra “la clase media”, ese texto dispara muchos hitos de la historia de los últimos 40 años de la Argentina que pone en cuestión estas afirmaciones ligeras. En primer lugar porque puede constatarse que aquella lucha de los años sesenta le significó al peronismo un aporte de votos y de cuadros políticos provenientes de capas medias que le dio una mayoría abrumadora en las elecciones de marzo y de septiembre de 1973. También se puede advertir que, tras el triunfo magro de Néstor Kirchner en 2003, su imagen –la de su gobierno– había calado en el corazón de muchos sectores medios. Ni qué hablar del aporte de votos de sectores medios urbanos y rurales en las últimas elecciones donde Cristina Kirchner obtuvo el 54% de las adhesiones. Con un elemento nuevo: el encono del Grupo Clarín y otros medios opositores, que hasta 2007 se mostraban más prudentes en su antikirchnerismo. Cualquier medición sociológica permite constatar que muchísimos de los que se informan por esos medios opositores votaron por Cristina. Entre otras cosas, por la inmensa volatilidad de la identidad de las llamadas “clases medias”. Está claro que quienes tienen una visión inquisitorial o dogmática no pueden aceptar los fenómenos contradictorios y mucho menos los cambios repentinos en los procesos políticos y sociales.
Desde ya, quienes no estén dispuestos a meterse en la compleja trama donde lo aparente no siempre es lo real, podrían dar un paso al costado y ponerse a estudiar con serenidad los procesos sociales. No solo por una elemental necesidad funcional consistente en contar con votos de sectores medios y no entregárselos a sus adversarios. Sino por algo más profundo y que tiene que ver con lo que, a criterio de este cronista, constituye uno de los aportes más genuinos del kirchnerismo: romper barreras que permiten el ascenso social a sectores que sufrieron niveles de exclusión que fueron denigrantes. Muchas de esas barreras rotas son fenómenos asentados en la educación y son la contracara de los procesos elitistas. Ocho de cada diez inscriptos en la Universidad Nacional Arturo Jauretche, en Florencio Varela, recientemente creada, son primera generación de universitarios. En estos años, muchos jóvenes se capacitan en áreas técnicas y el trabajo que consiguen no sólo es registrado sino de calidad. Quienes vivían en villas a veces ven cómo se urbaniza la villa, otras logran juntar recursos para mudarse. Las conductas que cada grupo o individuo tienen frente al ascenso cultural y económico son variadísimas. Muchas veces se expresan en la negación del pasado, al menos por un tiempo. Para graficarlo: ser pobre da vergüenza y cuando alguien mejora su condición social puede tener conductas para eludir o disimular su pasado. El llamado “orgullo” de ser obrero en otros tiempos de sociedades más estructuradas y menos mediáticas podía funcionar más o menos como lo expresan muchos relatos de los años cuarenta y cincuenta. La actual configuración social pone en duda esos mitos. Esto es sólo un aspecto de los tantos fenómenos contradictorios que deben tenerse en cuenta para entender que los procesos sociales que vive la Argentina actual se mueven como un caleidoscopio, con mucho vértigo, con mucha imprevisibilidad.
Pero de la infinidad de aspectos cambiantes en una sociedad con políticas que estimulan el ascenso social no debe olvidarse que los laboratorios de formación de cuadros –en todo el mundo– tienen la finalidad de hacer círculos cerrados. Es decir, son antagónicos con los procesos inclusivos. Se habla estos días con fruición de las preguntas y respuestas de la conferencia de Cristina Kirchner en Harvard. Y deberían tomarse algunas apostillas para contribuir a que tan acaloradas opiniones resulten menos chatas, menos ramplonas, de lo que se lee en tantas páginas. Harvard tiene casi cuatro siglos de vida. Es un negocio privado dedicado a la formación de ejecutivos de bancos o grandes empresas, la mayoría de los cuales provienen de las familias de supermillonarios estadounidenses. Permite también, a quien esté en condiciones de pagar entre 50 y 100 mil dólares anuales o conseguir una beca, entrar a ese selecto mundo de quienes se autodefinen como líderes pero que tienen la curiosa situación de estudiar en el país que está generando la peor crisis del capitalismo. La Escuela de Negocios de Harvard (ésta es de las de 100 mil dólares anuales) formateó a un tipo como Sebastián Piñera, el presidente chileno que reprime estudiantes que quieren educación pública. O a Felipe Calderón, el mexicano que deja la presidencia con decenas de miles de muertos por el llamado narcotráfico y con un 50% de pobres. O a tipos como Domingo Cavallo, cuyos desmanes en la Argentina están suficientemente contados. Para quienes, realmente, quieren tomar dimensión de los desafíos de diálogos sociales imprescindibles en los procesos inclusivos y contradictorios, sería bueno simplificar estos conceptos en una frase: Más Florencio Varela y menos Harvard

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sábado, 29 de septiembre de 2012

EL VERDADERO SOCIALISMO EN LA ARGENTINA SE LLAMÓ PERONISMO, por Javier Garín (para “Facebook” y “Mirando hacia adentro”)



¡Con razón Lenin decía que el izquierdismo era una enfermedad infantil! Algunos contreras que la van de izquierdistas -mientras, con su oposición acérrima al gobierno, les hacen el juego a la derecha, a los medios concentrados, a la burguesía antinacional y a los terratenientes- se llenan la boca hablando de "socialismo". ¡Más de uno me chicanea, justo a mí, que crecí con un libro de Marx en una mano y uno de Lenin en la otra! Cuando les digo que el único movimiento que hizo en Argentina algo parecido al socialismo fue el Peronismo, se espantan y salen corriendo. Tampoco quieren saber nada con el socialismo boliviano de Evo ni con el socialismo del siglo XXI de Chávez. Sus modelos no estan en Latinoamérica sino en la socialdemocracia europea: la misma que hundió a España y a otros países aplicando las recetas neoliberales. Socialismo de palabra, sirviente de la burguesía y del imperio. El problema de esta seudoizquierda lamentable es que en los paises coloniales como el nuestro algunos copian las categorías europeas de manera mecánica, olvidando lo que el propio Lenin planteaba acerca de la "cuestion nacional" en las colonias. El comunismo argentino estuvo durante años subordinado a las directivas geopolíticas de Moscú y por eso nunca fue una opción popular (llegó a apoyar la Union Democrática, el golpe del 55 y la dictadura de Videla, por seguir la linea moscovita). En los últimos años se reivindicó apoyando al gobierno nacional y popular como debe ser, y merece por eso que se lo respete. El mal llamado "socialismo argentino" fue siempre un partido gorila y antiperonista cuyos principales dirigentes avalaron el derrocamiento y proscripcion del peronismo (Palacios y Ghioldi fueron embajadores y funcionarios de dictaduras burguesas militares). El actual socialismo argentino es una version edulcorada e inútil de la socialdemocracia europea que ha llegado a defender a la patronal del campo durante el conflicto por las retenciones. El único movimiento que defendió la construcción de una sociedad parecida al clásico ideal socialista ( es decir, menos desigual, con un Estado presente, con Justicia Social y conquistas obreras) fue el Peronismo, tan defenestrado por los seudointelectuales de izquierda ( aunque un grupo importante de socialistas se hizo, desde luego, peronista). Y actualmente, Néstor y Cristina -siendo confesadamente procapitalistas- llevaron adelante medidas de gobierno que ningún seudosocialista pedorro se atrevería a hacer ni en su sueños más alocados, porque hasta en sueños son genuflexos del status quo...

 por Javier Garín

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El armado político detrás de las preguntas a la presidenta en Boston, por “Tiempo Argentino” del 29-09-12.




Un ex funcionario del PRO coordinó a los alumnos argentinos que interrogaron a Cristina


Hubo panfletos con un cuestionario armado y denuncias de una asociación de fondos buitre que acusaban al gobierno por violar la libertad de expresión y atacar al Grupo Clarín. Como en Nueva York, se convocó a cacerolear.
 

Por:
Tiempo Argentino

Panfletos con una descripción sesgada de la realidad económica y social en el país que sugerían qué preguntar. Correos electrónicos convocando a un cacerolazo a los ciudadanos argentinos residentes en Boston. Una agrupación de fondos buitre que reclama contra la Argentina manifestando en la puerta y un militante y ex funcionario del PRO que reconoció que las preguntas de los estudiantes fueron coordinadas de antemano.
Ese es el trasfondo que dejó la última actividad de la presidenta Cristina Fernández en los Estados Unidos, donde enfrentó lo que en los papeles era un diálogo con estudiantes de la Escuela de Gobierno de una de las universidades más prestigiosas del mundo, pero en los hechos terminó siendo algo muy parecido a un acto político destinado a cuestionar no sólo su figura sino también su programa de gobierno. 
"La libertad de expresión está en peligro en la Argentina. La presidenta Cristina Kirchner se niega a ofrecer conferencias de prensa, ataca a los medios que se le oponen y demoniza a los opositores que piensan distinto que ella. El acceso a la información es esencial en la democracia. Sin embargo, los ciudadanos argentinos encuentran cada vez más dificultades para acceder a esa información. Por eso le pedimos que tome un minuto de su tiempo para hacerle las preguntas que la gente en la Argentina no puede realizar a sus gobernantes."
El texto corresponde a uno de los panfletos que el jueves circularon desde temprano en las puertas del edificio de Harvard en el que iba a exponer la presidenta, e incluye una serie de 15 preguntas para hacerle a la mandataria argentina. Cualquier relación entre esa presentación y la muletilla que varios de los jóvenes emplearon para preguntar (cuando celebraban la posibilidad que les está vedada a los argentinos) es una pura coincidencia.
Las preguntas iban desde la ya desmentida versión de que el Indec afirmaba que en la Argentina se podía comer por seis pesos, que uno de los estudiantes de Harvard realizó en términos muy similares a los del panfleto; hasta las restricciones para la compra de dólares (también formulada), pasando por una que plantea: "Qué quiere hacer el gobierno argentino el 8 de diciembre con el Grupo Clarín y su conglomerado de medios."
Siete de las diez preguntas que le fueron formuladas a la presidenta estaban en ese panfleto, que varios de los estudiantes tenían en sus manos a la hora de preguntar. "Tenés mala memoria que tenés que leer", preguntó irónica Cristina a un estudiante venezolano que tenía un papel en su mano frente al micrófono.  
"No pregunto lo que quieren ellos", anticipó un estudiante que se presentó como salteño y luego consultó a la mandataria argentina sobre el rol de la responsabilidad social en el desarrollo económico. Nunca aclaró quiénes eran "ellos", aunque su advertencia daba cuenta de una organización previa para la realización de las preguntas.
También aparece en el panfleto la pregunta sobre la perspectiva de la re-reelección. Esa fue la que efectuó Juan Ignacio Maquieyra, ex asesor del ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, autor intelectual del 0-800 para receptar denuncias sobre la actividad política en las escuelas. Maquieyra es además uno de los fundadores y secretario general de Generación Argentina Política, una agrupación de la juventud del PRO cuya sigla es idéntica a la de una conocida marca de ropa estadounidense (GAP) y convoca a encuentros de militancia en el After Oficce en el Bar Mística.
"Queremos conformar una dirigencia política profesional que sintetice conocimiento académico con praxis política de manera tal de poder transformar efectivamente la realidad", sostiene GAP desde su página web.
Maquieyra, quien rescindió su contrato con el Ministerio de Educación porteño antes de viajar dos meses atrás a Boston, destacó en su pregunta que estaba agradecido de poder efectuar las preguntas que el resto de sus compatriotas no pueden hacer y según informó la agencia Télam luego reconoció en diálogo con periodistas argentinos que las preguntas que se le iban a hacer a la presidenta fueron coordinadas previamente.
Las preguntas de los estudiantes de Harvard y las respuestas de la presidenta argentina generaron ayer una amplia repercusión. Lucía, una ex estudiante de Harvard que participó del evento, consideró "lamentable el papel que hicieron los argentinos ahí".
"El nivel de las preguntas era el de un taxista que leyó el diario Clarín de esta mañana. Uno esperaba preguntas más interesantes. Se desaprovechó una oportunidad. Le podrían haber hecho a la presidenta muchas preguntas interesantes", dijo la joven en diálogo con Víctor Hugo Morales.
A la vez, residentes argentinos recibieron llamados y correos con convocatorias a un cacerolazo que, según contó a la agencia Télam un argentino que desde 1974 reside en Boston, "claramente apuntan a usar a la gente", a pesar de definirse como un "claro opositor a Cristina" que sólo "quería escucharla en primera persona". 
En la larga fila que ocupaba toda la extensión de la calle Kennedy, a metros de Harvard Square, un grupo de argentinos repartía tarjetas rojas y panfletos, ambos con la firma de la American Task Force Argentina (ATFA) que integran estadounidenses acreedores de fondos buitre .
Ese armado recordó al cacerolazo que el martes un grupo de argentinos efectuó frente al hotel en el que se hospedaba la mandataria en Nueva York. En ese caso, Tomás Pérez Alati, uno de los promotores de la protesta que se presentó como becario de Derecho en los Estados Unidos, es miembro de una familia estrechamente vinculada al poder en la Argentina.
Su padre, Jorge Pérez Alati, es uno de los socios del estudio de abogados Pérez Alati, Grondona, Benites, Arnsten & Martínez de Hoz (h), reconocido por sus reiteradas defensas de empresas extranjeras que litigan contra la Argentina en el CIADI (el centro de resolución de controversias del Banco Mundial) por disputas económicas luego del estallido de 2001.
Militantes del PRO, argentinos que operan a favor de fondos buitre que reclaman contra la Argentina e integrantes de familias patricias que defienden a multinacionales contra el país, todos elementos de un mecanismo aceitado que tienen cuentas pendientes con la presidenta. 


Militante por el cierre de grados
En 2010, durante una tensa reunión por el cierre de 258 grados, fue el novel estudiante de Harvard el encargado de encaminar las negociaciones con los enfurecidos docentes.
"¿Podés decir qué respuesta tiene Macri ante el cierre de grados? Quiero llevarme una respuesta ahora sobre si van a  amontonar más a los pibes, lo que va en detrimento de su educación", pidió uno de los delegados.
"Te puedo dar la respuesta, pero no te va a gustar", anticipó Maquieyra.
“Eso es una forma elegante de decir que vas a cerrar los grados", le contestaron los docentes.
Minutos después la reunión parecía llegar a buen puerto cuando se decidió convocar a un encuentro de trabajo para encontrar una solución al problema. "¿Va a ser una reunión de trabajo o con una movilización en la puerta?", chicaneó el joven PRO.
"¿Te preocupa mucho eso?", le consultó uno de los docentes. “No, pero si el ánimo es trabajar…”
"Hay gente que no cobra hace ocho meses y sigue yendo a trabajar, así que el último comentario te pido que lo reveas", le exigió uno de los docentes. 


Ecos de la matanza

Varios referentes políticos y sociales del kirchnerismo con fuerte presencia territorial en el Gran Buenos Aires destacaron los avances sociales y educativos en La Matanza y criticaron a los medios de comunicación que "distorsionaron"  las palabras de la mandataria sobre el distrito en Harvard. Además, la jefa de Estado envió ayer por medio de la red social Twitter un saludo "muy grande, de corazón, para toda La Matanza", afirmó que "ayer en Harvard me acordé mucho de ustedes" y comparó: "cuando conozco otros lugares en vivo y en directo, cada vez los quiero más".
El intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, interpretó que las palabras presidenciales se efectuaron en un "tono irónico" y señaló que algunos medios de comunicación hegemónicos "distorsionaron las palabras de la jefa de Estado porque están desesperados". Esos medios argentinos, observó Espinoza, "utilizaron a los estudiantes de Harvard como mascarón de proa. Es lamentable", evaluó.
El intendente matancero también fundamentó que el cambio que tuvo el distrito y la región "se demuestra en el crecimiento de la universidad, ya que en el 2003 había 10 mil alumnos y en el 2012 hay 40 mil, siendo que el 80% de los graduados son la primera generación de universitarios en sus familias", celebró.
El diputado nacional Edgardo Depetri criticó: "Nos resulta extraño y lamentable que Daniel Martínez, rector electo a dedo en el '97 de la Universidad de La Matanza, salga de manera lastimera a prestarse a la operación mediática montada por el Grupo Clarín y sus satélites." Martínez se mostró ayer "dolido" y consideró que se trató de una "frase desafortunada" de la presidenta.
Por su parte, el diputado nacional Carlos Gdansky remarcó que "el proyecto político que implementó el presidente (Néstor) Kirchner y ahora Cristina Fernández le ha dado respuestas siempre a los habitantes de La Matanza, que tuvo un avance social muy importante en los últimos años". El secretario de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación, Martín Gil, consignó que "la Universidad de La Matanza tenía un Presupuesto en 2003 de $ 31 millones y en 2012 llegó a $ 264 millones. (Con las políticas del gobierno) se consiguió que muchos habitantes del Conurbano Bonaerense puedan acceder a la educación superior, eso es lo importante."
Por su parte el legislador del FPV y uno de los máximos referentes del Movimiento Evita Fernando Navarro analizó: "Es obvio que lo que dijo la presidenta es claramente una sutileza, una ironía frente a alumnos en Harvard que preguntaban con la agenda de los medios fuertemente opositores a este gobierno, lo cual no está mal pero es bueno aclararlo", subrayó. 

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LIBERTAD DE PRENSA EN VENEZUELA, por Adrián Corbella (para “Mirando hacia adentro”)




La oposición a los gobiernos populares latinoamericanos repite incansablemente que “no hay libertad de prensa en Venezuela”… Para muestra basta un botón… miren este artículo de “El Universal”, diario opositor venezolano, firmado por un tal Yon Goicoechea, quien en pocas líneas sostiene sin despeinarse:

1-     Que Capriles va a ganar las elecciones
2-     Que Chávez hará fraude con tal de no reconocer ese resultado
3-     Que eso sacará a la gente de ambos sectores a la calle, con riesgo de una guerra civil (y analiza se si se va a parecer a los procesos de Europa del Este en los noventa o a los actuales de Medio Oriente).
4-     Hace una advertencia, casi amenaza, a la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena Ramírez.

O sea: el periodista anticipa un resultado, anticipa un fraude, anticipa protestas, y presiona a funcionarios…
Si esto no es libertad de prensa, la libertad de prensa… ¿Qué es?

Ver artículo en :

NOTA :
El artículo fue descubierto y posteado en Twitter por el periodista de investigación argentino Federico Bernal (@FBernalH)


viernes, 28 de septiembre de 2012

ELECCIONES EN VENEZUELA : ENCUESTAS A UNA SEMANA DEL COMICIO, por AVN y Nos Comunicamos (septiembre de 2012)



Consultora Hinterlaces: Chávez gana en todos los escenarios

Caracas, AVN.- El candidato socialista Hugo Chávez ganará las elecciones con una brecha mayor al 10% en cualquiera de los dos escenarios contemplados por la encuestadora Hinterlaces, a 11 días de las elecciones presidenciales del próximo 7 de octubre.
Al presentar este miércoles los resultados del último informe de la firma, en el que la brecha a favor de Chávez se ubica en 16%, el director de Hinterlaces, Oscar Schemel, explicó que en el escenario más favorable el líder de la Revolución Bolivariana gana con una brecha entre 14% y 16% sobre el aspirante de la derecha Henrique Capriles.
El otro resultado probable es una victoria de Chávez con un margen entre 10% y 12%. Por esa razón, afirmó tajantemente: "No tenemos un escenario en el que gana Henrique Capriles".
Schemel destacó que contemplar un tercer escenario sería "absurdo", debido a que es "una obligación profesional" presentar las estimaciones más probables.
Sobre el primer pronóstico en el que Chávez obtendría entre un 57% y 58% de los votos, el investigador señaló que "una de las variables fundamentales para que ocurra este escenario es la capacidad del aparato oficial de movilizar a sus seguidores y votantes el día de las elecciones".
Respecto al segundo panorama, que estima una intención de voto entre 55% y 56%, Schemel indicó que también "es bastante probable", y enfatizó que "estos son los escenarios proyectados a partir de las investigaciones que hemos realizado durante toda esta temporada electoral".
Schemel puntualizó que "el país sigue polarizado casi en los mismos términos de hace seis años". En este sentido, afirmó que la oposición tiene "el reto de repensar el país y sintonizar con la nueva cultura política popular" de la nación, mientras que la Revolución Bolivariana "tiene el reto de ampliar su base social de apoyo".
Además, el investigador señaló que estos escenarios dependen de los niveles de abstención, que estima estén alrededor del 25%. Aclaró que no es probable que 100% de los indecisos se incline por un solo candidato.
De igual modo, el informe de Hinterlaces revela que 88% de la población manifiesta que seguramente votará y 73% de los entrevistados afirmó tener confianza en el Consejo Nacional Electoral.
Chávez 59%, Capriles 41%
Hinterlaces presentó en rueda de prensa su último estudio público realizado del 10 al 22 de septiembre, mediante 1.633 entrevistas directas en todo el país a personas inscritas en el Registro Electoral, de todo los estratos socio-económicos.
El sondeo arrojó que si las elecciones fueran el próximo domingo, 50% de la población electoral votaría por el candidato revolucionario Hugo Chávez, frente a 34% que apoyaría al aspirante de la derecha, lo que se traduce en una brecha actual de 16% a favor del líder socialista.
El director de la encuestadora destacó que el sector que aún no ha tomado una decisión o no responde, bajó de 19% a 14% con relación a la estimación pasada.
Si se polariza la decisión, es decir se toma en cuenta solo aquellos que manifestaron votar por Chávez o Capriles, "el presidente obtendría 59% de los votos contra un 41% que tendría el candidato de la oposición, para una brecha final de 18%", resaltó Schemel.
Por otra parte, en el caso de aquellos que aseguraron que votarán, es decir el 88% de los consultados, el candidato socialista obtiene el 52% de los sufragios y Capriles el 35% (una brecha de 17%).
Independientemente de por quién vaya a votar, 59% de los entrevistados considera que Chávez ganará y solo un 26% cree en el eventual triunfo de Capriles.

Margen por sectores

Si se toma en cuenta sólo a quienes tienen un ingreso familiar mensual de hasta dos salarios mínimos, el presidente Chávez obtiene el 48% de los votos y Capriles 32%. En este indicador, Schemel resaltó que las personas indecisas y que no responden se elevan a 18%; sin embargo, aclaró que "la brecha se sigue manteniendo incluso en estos segmentos".
En los encuestados con un nivel de escolaridad que llega hasta educación media, que según dijo el director de Hinterlaces "es un segmento mayoritario", la intención de voto para el candidato socialista es de 53% y para el aspirante de la derecha es de 27%, además un 18% no respondió "porque está indeciso o se reservó su intención de voto", agregó.
El estudio también presentó resultados por los segmentos etarios que apoyan a Chávez. Entre 18 a 24 años el candidato socialista recibe 54% de respaldo; entre 25 a 34 años, un 52%; entre 35 a 44 años, un 53%; entre adultos mayores de 44 a 55 años de edad, un 48%; mientras que entre los que tienen más de 55 años, el apoyo es de 44%.
Gestión de Chávez coincide con votación real
De los 1.633 consultados, 65% de la población cataloga positivamente la gestión del presidente de la República, Hugo Chávez. Para Schemel, este es un indicador importante porque "históricamente, la evaluación positiva de gestión ha coincidido con los niveles de votación real".
"En esta evaluación hay que destacar que uno de cada tres venezolanos tiene un juicio crítico en relación al presidente Chávez, pues la califica de regular a buena y de regular a mala. En ese sentido, este es el segmento más importante a conquistar por cada uno de los candidatos", señaló Schemel.
Comentó que luego de las pasadas elecciones parlamentarias, la calificación positiva de la gestión de Chávez se ha incrementado tras la creación de nuevos programas de atención a las personas más vulnerables y de escasos recursos.
"Un cambio evidente de estrategia, que acentuó los lazos emocionales y la dimensión religiosa del Presidente, que también implicó el relanzamiento de misiones y nuevos programas como la misión Vivienda, Niños de Venezuela y En Amor Mayor, han permitido al Presidente subir 20 puntos desde las elecciones parlamentarias hasta hoy, en la calificación positiva de su gestión", precisó el investigador.
De acuerdo con Hinterlaces, 51% de los consultados respondió que Chávez lo podría hacer mejor si resultara electo en las elecciones del 7 de octubre, mientras 12% indicó que lo haría igual de bien.
El director de la encuestadora detalló que 6 de cada 10 venezolanos considera que la Revolución bolivariana ha ayudado a Venezuela: "Aquí incluso responde gente que no es chavista pero considera que hay avances sociales y políticos desde que Chávez llegó al poder".
En ese particular, agregó que entre los venezolanos encuestados hay consenso en que uno de los logros más importantes de la gestión del Chávez es la politización de la sociedad venezolana, es decir, que las personas están más involucradas en la agenda pública y que participan, así sea de manera simbólica, en el debate acerca de los problemas del país.

Situación del país

El sondeo arrojó también que la situación económica del país es considerada positiva por 59% de la población venezolana, lo que representa un aumento de tres puntos con respecto a la última medición al respecto, en la que la percepción sobre ese particular alcanzó 56%.
De forma desglosada, 10% consideró que la situación económica del país es muy buena, 21% la calificó de buena y 28% de regular a buena, en tanto que 17% la calificó de regular a mala y 23% mala.
Asimismo, el estudio reveló que 53% de los venezolanos considera que el país va por buen camino, mientras 40% de los consultados dijeron que va por mal camino, lo que evidencia "que en la evaluación del rumbo del país la sociedad está profundamente polarizada", reiteró Schemel.
En lo que respecta a la situación económica personal y/o familiar, 6 de cada 10 personas afirmaron que su situación actual es mejor o igual de buena que antes y sólo 36% cree que su situación personal es mala.
Chávez atendería mejor a los pobres
Un de 60% de los venezolanos considera que el candidato Chávez atendería mejor a los pobres, mientras que apenas 31% opinó que sería Capriles, lo que representa una brecha de 29% en este indicador, explicó Schemel.
El estadístico expuso, además, que la identificación de los encuestados con Chávez y sus ideales es mayor a la de Henrique Capriles, en virtud de que al candidato opositor "le falta un discurso moral más vigoroso".
El estudio refleja que 50% de los venezolanos se identifica con los ideales de Hugo Chávez asociados a soberanía, igualdad, inclusión y respeto, mientras que con los valores del candidato opositor dijeron identificarse 34% de los consultados.
Un 51% de los entrevistados también considera que Chávez tiene mejores proyectos e ideas que su competidor, que alcanzó en este ítem 38%.

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Encuestadora ICS:
Chávez tiene ventaja de 19,7% a doce días de las elecciones

Caracas, 25 Sep. AVN.- La encuestadora Internacional Consulting Services (ICS) reveló este martes que el candidato socialista, Hugo Chávez, cuenta con 55,1% de la intención de voto, frente a un 35,4% del aspirante de la derecha, Henrique Capriles, mientras que 6,4% manifestó que no votará el 7 de octubre y un 3,1% no sabe o no responde.
En rueda de prensa, el director de la firma, Juan Vicente Scorza, destacó que la brecha a favor de Chávez es de 19,7%.
El sondeo fue realizado del 10 al 17 de septiembre, a través de 2.200 entrevistas directas en 20 estados del país, con un nivel de confianza de 95% y un margen de error de más o menos 2%.
Scorza descartó el empate técnico y dijo que entre ambos candidatos hay "una brecha profunda" a pocos días de que termine la campaña electoral y los venezolanos ejerzan su derecho al voto.
"No estamos hablando de una situación cercana cabeza a cabeza o empate técnico. Allí lo que se observa, en los datos que hemos recogido, es que ese 19,7% es una brecha profunda", reiteró.
Además explicó que si se toma en cuenta solo aquellos que manifestaron votar por Chávez y Capriles, existe "una brecha neta" a favor de Chávez que asciende a 21,6%, debido a que 60,8% votaría por él y 39,2% lo haría por Capriles.
Brecha estable
El director de la encuestadora destacó que ICS ha presentado estudios mensuales desde hace 14 meses, es decir desde julio de 2011 hasta septiembre de 2012, en los que se evidencia una distancia "amplia, sólida y estable" entre ambos candidatos.
En este sentido detalló que en el histórico de la intención de voto se puede observar que en julio de 2011 la brecha entre Chávez y el candidato opositor (aún sin definir entonces) era de 21,9%, y "hoy, un año y dos meses después es de 19,7%", lo que se traduce en que solo ha variado un 2,2%.
Reiteró que con estos resultados se pueden ver "unas variaciones en las cuales cada candidato como que compite consigo mismo", debido a que el crecimiento de Capriles no ha ido en detrimento de Chávez.
Por otra parte, si se estudia el histórico de aquellos que solo afirmaron votar por estos dos candidatos, Scorza señala que se repite la situación estable. Hace un año y dos meses esta brecha era de 23,4% y ahora es de 21,6%.
Situación polarizada
Scorza estima que la situación electoral del país está polarizada, es decir "que quién vota por un candidato no votaría por el otro". En este caso los datos señalan que 54,5% de los entrevistados dijo que no votaría por Capriles, mientras que 36,6% no lo haría por Chávez.
En este contexto, el estadístico descartó que los indecisos influyan significativamente en la elección porque existe "una polarización profunda".
De igual modo, señaló que 53,4% de los encuestados afirmó que votaría por el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) y un 20,1% se inclina por Primero Justicia.
Ante este resultado, Scorza dijo que es una fortaleza más de Chávez que además está respaldado por "una organización política que está atrayendo mucha intención de voto".
Aprobada gestión Bolivariana
Del total de los 2.200 entrevistados, un 65,5% evalúa positivamente la gestión del también Jefe de Estado, Hugo Chávez, en rangos que van desde "excelente, buena y regular a buena", frente a un 34,2% que la califica negativamente.
Sobre este particular, el director de ICS destacó que la valoración positiva incluso supera la intención de voto a favor de Chávez, lo que indica que aquellos que "no votan por el presidente de todas maneras evalúan la gestión como positiva".
Confianza en el árbitro electoral
El informe de ICS arrojó también que 76,1% expresó "mucha confianza, confianza y algo de confianza" en el Consejo Nacional Electoral a menos de dos semanas que se realicen los comicios presidenciales, frente a un 23,6% que manifestó desconfiar en el árbitro electoral.
El CNE "es un árbitro que está siendo reconocido como válido por la mayoría de los ciudadanos", sentenció Scorza.

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La política no se cocina a la cacerola, por Damián Verduga (para “Miradas al Sur” del 23-09-12)



Miradas al Sur. Año 5. Edición número 227. Domingo 23 de septiembre de 2012
Por 
Demián Verduga


La mayoría de los partidos, incluso el PRO, miran con recelo la movida cacerolera por su fuerte dosis antipolítica y porque temen que surjan demandas de alianzas que finalmente fracasen. La reacción del Gobierno y el rol de Clarín.
Esta vez, casi todos los sectores del sistema político argentino coinciden: el cacerolazo del jueves 13 de septiembre no beneficia esencialmente a nadie. Ni siquiera los operadores del PRO, una fuerza que participó y estimuló la protesta, creen que ese tipo de marchas sea una forma de hacer crecer a Mauricio Macri y llevarlo hasta la presidencia. La protesta que tanto le agradó al Grupo Clarín tuvo una dosis innegable de antipolítica. Es lógico entonces que los que apuestan a la construcción partidaria y a ganar elecciones vean con recelo la movida, aunque pidan reserva para hacer esta confesión.
En el caso del kirchnerismo, los medios de comunicación opositores se habían entusiasmado con la idea de que reaccionara con una contramarcha. El diario La Nación reprodujo esta semana declaraciones del secretario de Cultura Jorge Coscia, en las que el funcionario habría dicho: “Sabemos ganar la calle y lo vamos a hacer si es necesario”. Quizás Coscia haya hecho esas declaraciones, quizás lo hayan sacado de contexto. Lo central es que la contramarcha quedó en la nada. En la Casa Rosada, se hicieron varias interpretaciones que terminaron por derribar esta alternativa.
Una de esas lecturas fue que una movilización a favor del oficialismo sería una excusa perfecta para fortalecer el relato que sostiene que el Gobierno no escucha, que no acepta críticas y que se impone por la fuerza. Ese discurso está lleno de fantasía. Se vio en el mismo cacerolazo, donde los manifestantes pudieron marchar con una libertad que sería imposible de encontrar en un país como Chile, por ejemplo. De todos modos, la evaluación del oficialismo fue que mientras menos elementos haya para alimentar el relato de la supuesta arbitrariedad K, mejor.
El otro motivo que impulsó la decisión de descartar la contramarcha es, a criterio del cronista, más profundo. Un gobierno que necesita legitimarse en la calle es porque está debilitado. Llenar las avenidas simpatizantes kirchneristas, (seguramente sería fácil desbordar Plaza de Mayo), también sería una señal de debilidad política. Al respecto, una diputada del oficialismo le dijo a este semanario: “El Gobierno sacó el 54% de los votos hace menos de 12 meses. Fue plebiscitado después de ocho años de gestión. No necesitamos mostrar nuestra legitimidad en la calle”.
El cacerolazo disparó algunos análisis comparativos. ¿Se lo puede equiparar con los cortes de ruta y las marchas que desató la Resolución 125 en el año 2008? Quizás la única coincidencia sea que ambos procesos se produjeron durante el primer año de gestión de Cristina Fernández. En el oficialismo remarcaron que en 2008, a diferencia de lo que sucedió ahora, la disputa de las patronales rurales tuvo un motivo muy concreto, sus ingresos. “No querían aceptar las retenciones móviles.” Los reclamos de la movida cacerolera versión 2012, en cambio, “son muy confusos. Algunos están alejados por completo de la realidad, como el pedido de poder salir de vacaciones, como si en la Argentina se hubieran cerrado las fronteras”.
A la hora de evaluar a qué sector político interpeló la marcha, en el kirchnerismo sostienen que fue una muestra de la debilidad de la oposición. “No han podido canalizar estas expresiones”. La lectura tiene una dosis de verdad, aunque quizás sea demasiado benevolente con el propio oficialismo. Lo cierto es que resulta difícil imaginar una fuerza opositora que pueda representar a los sectores que se manifestaron. Ningún partido podría aceptar que desde sus filas se pida la muerte de la Presidenta. Los partidos inexorablemente ponen una dosis de racionalidad y de organización temática, y eso parece muy alejado de lo que se vio en la calle.
El dilema del PRO. Mauricio Macri hizo una recorrida por varios medios al día siguiente del cacerolazo. En todos repitió lo mismo: “Estoy contento. Cómo no voy a estar contento si hubo una manifestación pacífica y espontánea a favor de la libertad, de que se los respete, de que se los escuche, de que no se los quiera conducir desde el miedo”. Las declaraciones del jefe del PRO responden más a sus intentos de instalarse como líder nacional opositor que a la evaluación que sus propios operadores hicieron sobre la protesta.
En el Ministerio de Gobierno porteño, conducido por Emilio Monzo, se cocina el armado nacional de Macri. Uno de los operadores que trabaja en eso habló con este semanario y sostuvo: “No estamos contentos con la protesta”. Los motivos por los que el hombre hizo esta evaluación son bastante comprensibles. “Cuando aparecen las cacerolas es porque ningún partido político pudo canalizar esas demandas.”
Otra cuestión que el equipo de Monzó pone sobre la mesa es que, a pesar de que el enojo que se vio en las calles estaba dirigido al Gobierno Nacional, tenía una gran dosis de antipolítica. Eso implica que la misma manifestación, mañana, puede caminar una cuadra más por Avenida de Mayo y luego instalarse frente a la jefatura porteña. “Nosotros no queremos antipolítica. Necesitamos más afiliados y más referentes que quieran trabajar en todos los distritos del país”, explicó el hombre de Monzo. Este razonamiento es lógico en una fuerza como el PRO, que ni siquiera tiene referentes en todas las provincias. Los armadores de Macri sostuvieron que su jefe político “intentará canalizar las demandas, pero no liderar marchas con cacerolazos”.
Hay otro elemento para destacar del análisis que hace el macrismo sobre la protesta. Un dato que muestra hasta qué punto empujar posiciones extremas, algo para lo que trabajan todos los días los medios de comunicación conservadores, perjudica a la pata política de la oposición, porque empuja demandas sociales imposibles. “Muchos de los que fueron a esa marcha, por el nivel de enojo que tenían, mañana nos pueden empezar a pedir que hagamos un gran frente opositor contra Cristina –remarcó el operador del PRO–. La realidad política es que no podemos juntarnos con Hermes Binner y Claudio Lozano. No tenemos nada que ver.”
El dilema radical. Para variar, en el espacio radical surgieron visiones muy disímiles. Los pocos dirigentes que hicieron declaraciones, como Ricardo Gil Lavedra, fueron prudentes. Las diferentes posiciones que hay dentro de la UCR frente al cacerolazo las encarnan sectores que están enfrentados en varias cuestiones.
Una porción importante del radicalismo de la provincia de Buenos Aires se opone por completo a los caceroleros. Esta es la posición que tienen dirigentes como el diputado provincial Ricardo Jano, jefe del bloque en la legislatura bonaerense, y hombre de Leopoldo Moreau. La lectura que hace este sector es que fue una manifestación de la derecha dura de la Argentina, de los que en otras épocas hubiesen votado a Álvaro Alsogaray.
Los que tienen una visión menos tajante, más allá de que todos señalaron temor por la dosis de antipolítica de la protesta, son los radicales que responden a Oscar Agüad, Ernesto Sanz y Jesús Rodríguez, entre otros. Para que sea claro, la visión de estos dirigentes y sus operadores no es que la movida cacerolera sea la panacea, pero apuestan a capitalizarla. Esta lectura está incluida en un proyecto político más amplio que estos referentes tienen por delante, relanzar el liderazgo nacional de Sanz. Los niveles de aprobación y conocimiento del senador mendocino son bajos. Sin embargo, los que sueñan con la posibilidad de ponerlo de nuevo en el centro del escenario, sostuvieron que Sanz puede ser la síntesis de un gran frente opositor que haga eje en la UCR. Remarcaron que el senador es el único que puede tender puentes con el macrismo y el Frente Amplio al mismo tiempo. Para que ese articulador sea necesario, debe surgir la necesidad de un gran frente anti K y allí es donde el descontento juega su rol.
Los radicales que trabajan con esta idea reconocieron que en el cacerolazo hubo una vertiente fuerte de derecha. “Pero también había mucha vieja clientela radical, la que perdimos luego del fracaso de la Alianza.”
La mirada del Frente. En el Frente Amplio Progresista (FAP), al igual que en el PRO y en el radicalismo, no festejaron demasiado el cacerolazo. Señalaron que no sólo les parecía preocupante la dosis antipolítica de la manifestación sino que “son expresiones que ayudan a crear un clima de blanco-negro que no nos gusta”. Esta reflexión que hacen en el entorno de Hermes Binner tiene su lógica. El FAP, y Binner en particular, hasta por una cuestión de estilo personal, son una apuesta a la “moderación”. Por lo menos aspiran a que de ese modo los perciba la sociedad. Se trata de un frente y un líder que de hecho han respaldado varias de las políticas centrales del Gobierno Nacional. Un escenario de polarización fanatizada, puede dejar a Binner fuera de escena.
Los defensores mediáticos de la manifestación sostienen que tuvo carácter democrático porque las personas se movilizaron en paz, cantaron sus consignas, y volvieron a sus casas. Todo eso es cierto. Pero la protesta también mostró un costado autoritario: el pedido de que se eyecte a un Gobierno elegido por el voto popular. Quizás haya sectores que aún no incorporan dos condiciones básicas de la vida democrática: aceptar la derrota electoral y prepararse para la próxima elección. Los partidos políticos deben aceptar estas reglas y no tienen atajos para evitarlas. No pueden acompañar la premura de algunas cacerolas, por suerte para la democracia.

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