La minería a cielo abierto es desagradable y contaminante : es algo bastante sabido. Es indudable que podríamos iniciar un largo debate acerca de si los recursos mineros deben estar en manos del Estado nacional, de las provincias o de empresas privadas . Podríamos discutir si la minería a cielo abierto debe suprimirse a controlarse mejor. Si lo que queda en Argentina de los recursos que genera esta actividad no debería ser mayor. Todos esos son debates que podrían darse, sería positivo realizarlos, y están pendientes.
Ahora bien, lo que no se entiende es porqué esos medios de comunicación, dirigentes políticos y ONGs que están tan preocupados por la contaminación que puede generar la megaminería no manifiestan las mismas inquietudes por la contaminación, al menos equivalente, que generan los sojeros usando glifosato (1), lanzándolo desde aviones sobre los pobladores de las zonas rurales y de núcleos urbanos cercanos, o los industriales que vierten deshechos de todo tipo al Paraná, al río Matanzas-Riachuelo, y al Río de la Plata (2). Y esto se entiende menos aún si consideramos que la industria y los sojeros ocupan áreas de la llanura pampeana, la región donde existe una mayor concentración demográfica y donde se ubican los dos núcleos urbanos principales (Buenos Aires-La Plata, y Rosario, ambos con sus hinterland de localidades suburbanas).
No se entiende. O mejor dicho, se entiende perfectamente : estamos ante una operación mediática. Aquellos que se rasgan las vestiduras por la megaminería y no dicen ni media palabra del glifosato y la contaminación industrial, o son víctimas inocentes de una operación político-mediática o tienen ocultos intereses económicos directos en la soja y la industria (y no en la minería).
La segunda gran cuestión a develar es a quién pertenece la responsabilidad y la capacidad de modificar las actuales explotaciones mineras. Y aquí ingresamos a un debate jurídico de no fácil resolución. Ya que la Constitución Nacional, tal como fue reformada en 1994, es muy concluyente en su artículo 124 :
“Corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio” (3)
Así de claro. Así de concluyente. Por eso los acuerdos con las megamineras han sido subscriptos por los gobiernos provinciales, no por el nacional. Y por eso cualquier política minera “nacional” que afectare intereses de provincias o empresas que acordaron con ellas sería recurrida en la “Justicia-Express”, y obtendría ejércitos de medidas cautelares. Y esta vez (a diferencia de las impresentables resoluciones judiciales acerca de cuestiones como la ley de medios) serían cautelares con un sólido fundamento jurídico. La única manera jurídicamente segura de emprender otra política minera (o hidrocarburífera) desde el gobierno nacional sería reformando la Constitución. Y por supuesto si se emprendiera ese camino, los mismos medios y políticos que reclaman por la minería se opondrían aduciendo que estaría en peligro la “democracia”, la “seguridad jurídica”, la “libertad de prensa”, el “federalismo”, y cuantas cosas más se les ocurrieran pues argumentarían que todo sería una maniobra del oficialismo para lograr una “re-reelección” de la primera mandataria.
Finalmente, debemos considerar el último, y no por ello menos importante, aspecto de la cuestión. Sobre el cambio de siglo, hace poco más de una década, nos llegaban desde el hemisferio norte sesudos análisis de economistas neoliberales que calificaban a provincias enteras como “unidades económicas inviables”, y planteaban su fusión en unidades políticas más amplias. Todo nuestro noreste y noroeste se hallaban calificados de esa manera. La mitad del país. Eran áreas “inviables” listas para ser liquidadas(4). Actividades como la soja y la megaminería han vuelto a transformar en “viables” a estas provincias. Por supuesto que podemos y debemos discutir si los costos ambientales de éstas políticas compensan sus beneficios. Es necesario un análisis serio y un debate profundo.
Pero hay algo que también resulta claro : lo que no necesitamos son declaraciones histéricas que no analizan el problema en su totalidad, y que sólo pretenden aprovecharlo como punta de lanza de una operación político-mediática.
NOTAS :
(1) : Ver por ejemplo :
http://www.medioambiente.net/contaminacion-con-glifosato/
http://www.mzsi.com.ar/el-glifosato-en-argentina-contaminacion-y-censura/
http://www.mamacoca.org/FSMT_sept_2003/es/doc/kaczewer_toxicologia_del_glifosato_es.htm
http://lasojamata.iskra.net/es/node/200
entre tantas otras páginas.
(2) : Ver por ejemplo :
http://www.ecoportal.net/Temas_Especiales/Agua/Contaminacion_Arsenico_y_posibles_soluciones
http://www.oni.escuelas.edu.ar/olimpi99/libros-digitales/html/ecologia.htm
entre tantas otras páginas.
(3) : Constitución de la Nación Argentina, Santa Fe-Paraná, 1994, art. 124 (Ed.Mawis, Buenos Aires, s/f, pag.56).
(4) : Al respecto ver un artículo del 2003 del Centro Cultural Enrique Sántos Discepolo :
http://www.discepolo.org.ar/node/32
Que la oposición y Clarín etén usando el tema no le resta entidad a la lucha de los pueblos, que viene de años atrás, tal como quedó expuesto en el informe de 678 sobre la represión en Andalgalá del año 2010 y en las palabras de beder herrera en 2005, cuando afirmaba que la megaminería era la peor estafa cometida contra el pueblo riojano.
ResponderEliminarEntonces, en este contexto, de debe considerar a la megaminería como política de estado?
ResponderEliminarYo diría que se debe discutir que se hace. Hay mucho para discutir, y no sólo con la minería. A mí, personalmente, no me gustan ni la minería, ni la soja, ni las industrias contaminantes ... La pregunta es : ¿Podemos vivir sin ellas?... ¿Podemos vivir con ellas pero con menos contaminación?... Tengo más preguntas que respuestas ...
ResponderEliminarPartamos que toda actividad humana, contamina... y que es deseable que se bajen al mínimos esos restos no deseados sobre todo de la industria y del agro.
ResponderEliminarPero resulta que ahora nos corren con el agua... y se lamentan por el cianuro, que va a penetrar las napas, y llegaría hasta el acuífero Guaraní. SON MENTIRAS. Porque el cianuro se descompone relativamente fácil, y porque ya estaríamos todos muertos, por el uso en Hospitales, Clínicas, Sanatorios...La industria farmacéutica utiliza cianuro como parte del proceso de coloración de medicamentos, etc. La agroindustria es el consumidor más grande de cianuro como plaguicida… La industria automotriz, Utiliza Cianuro en la metalurgia, pintura, plásticos y los autos son emisores de cianuro por el escape, lo que cualquier motor a combustión…
Contradicen una explotación ciertos ambientalistas que son incapaces de prescindir de la lavandina para cuidar el medio ambiente. Tampoco se dan cuenta, que si de cuidar la vida se trata, habría que sumarse a una amplia campaña porque las muertes por accidente de tránsito superan ampliamente las muerte por contaminación y/o exposición a cianuro Muchos alimentos utilizan cianuro en el proceso de conservación… La industria electrónica: Celulares, Pc, Notebook, netbook , Play Station, Televisores Plastico y pet:, juguetes, pegamentos , lapiceras, pañales de bebe , botellas de plástico …. La industria del mueble, del cuero y textil consume grandes cantidades de cianuro y lo desechan de forma ilegal…. El gas natural utiliza cianuro en su proceso de trasporte ya sea por garrafa o caños… Etc… etc
Fuentes: http://www.atsdr.cdc.gov/ Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades 2- http://www.bt.cdc.gov/ Centro para el control y prevención de enfermedades
Te dejo otro link, que contiene informaciones interesantes: http://www.miningclub.com/nota/410
Te agradezco la información, y veo que coincidís bastante conmigo, es decir: hay un problema, uno entre tantos, pero la magnitud que se le da es la de una operación mediática. Y eso que a mi no me gusta la minería a cielo abierto. Pero la magnitud que se le da es grotesca...
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