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domingo, 2 de octubre de 2011

Kristina o el Neoliberalismo: Con Néstor bien alto en las banderas y muy profundo en el corazón , por Raúl Isman ( para “Redacción Popular” 01-10-11)



El próximo 23 de octubre se celebrarán comicios presidenciales en nuestra Argentina desde el punto de vista formal: ya que el pronunciamiento popular con ocasión de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias del 14 de agosto ha sido más que rotundo y contundente. De modo que no hay ninguna duda que tendrá continuidad el proceso-iniciado en 2003- por el cual nuestra Argentina se sumo a los pueblos que luchan por independizarse y al mismo tiempo mejorar el bienestar de sus pueblos. Cuatro días después de la elección se producirá el primer aniversario de la muerte de Néstor Kirchner, artífice de los sueños recién enunciados y uno de los grandes patriotas de la unidad latinoamericana. De modo que será una compulsa revestida de un homenaje harto merecido, que se agiganta aún más cuando se lo compara con las demás opciones.
La U.C.R. presenta un candidato del cual sus propios correligionarios y aliados huyen; como escapaban los hombres de la edad media de un leproso. Y lo más gracioso es que en sus patéticas publicidades televisivas se presenta como un líder.
Eduardo Duhalde en sus spots asegura saber lo que tiene que hacer. Y en efecto, la sociedad valora su saber no votándolo; ya que cuando fue vicepresidente de Menem, gobernador de la provincia de Buenos Aires o presidente cuasi de facto sus “conocimientos” los aplicó en políticas irremediablemente antipopulares. El macrocéfalo candidato es la cara lúgubre de la derecha peronista. Como Alberto Rodríguez Saa su rostro fiestero. Pero ambos son enemigos por igual del pueblo y la Nación y no pueden amenazar a la presidente en términos electorales.
Por otra parte participan también una pléyade de pseudo progresistas como Hermes Binner; un juanbjustista del siglo XXI que aún no comprendió la necesaria relación entre toda orientación favorable al pueblo y confrontar contra el poder real. De allí su complicidad con los sojeros que pululan en su provincia y con Clarín. Su verdadera función es convertirse en paraguas (taparrabos) para diversos personajes menores de la política, curiosos progresistas con grandes galardones en oportunismo siempre prestos a aliarse con la peor derecha.
Lo que queda de Proyecto Sur en el ámbito parlamentario tiene ante si la perspectiva de pasarse, con más o menos disimulo, hacia el proyecto nacional o suicidarse al ahorcarse colgados desde un bonsai. Es que pretender revalidar cargos parlamentarios con Pino Solanas- un putrefacto cadáver político- es una pretensión tan realizable como intentar captar votos judíos con Adolfo Hitler en la cabeza de la boleta.
Desde la carpa de la izquierda delirante, el Frente de Izquierda (trotskista) intenta, con la inalterada solidaridad de la peor derecha, presentar los contenidos de la reacción como si fuera el programa del proletariado internacional. Si algunas veces los grandes medios convocan a dichas fuerzas para debilitar al gobierno nacional y ellas concurren de buen grado, al menos deberían preguntarse acerca de las causas de los convites. Y todo aquel que concurre una y otra vez para ser siempre funcionales con las necesidades de la reacción oscila entre la complicidad o la pelotudez más patética.
De Elisa Carrió y sus espasmos y vómitos republiquientos se ha dicho tanto que no agregaremos mucho más para alguien que transita sin gloria y con mucho ridículo hacia la necrópolis política disputando el último puesto con las huestes de Altamira. Ni más ni menos que los resultados de servir a la derecha.
En un casi olvidado prólogo el viejo Engels se mostraba nostálgico, ya que Marx había muerto y no podía ver las huestes proletarias, que semejaban un ejército para el ilustre y sabio socialista. Lo propio sentiremos los más de diez millones de sufragantes que homenajearemos al gran Néstor Kirchner votando por la continuidad de su proyecto y de su compañera de militancia en la primera magistratura. El 23 de octubre será un día de fiesta popular. Ganado y muy legítimo. Se fortalece un gobierno luego de casi una década y que afrontó la oposición más desleal de toda la historia argentina. Pero- junto con el merecido júbilo- es central comprender que la lucha contra el poder real muy lejos se halla de haber concluido.

Editorial de Raúl Isman para la Revista Redacción Popular, correspondiente al mes de Octubre de 2011.

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