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sábado, 22 de octubre de 2011

El país que enfrentará Cristina, por Alberto Dearriba (para “Tiempo Argentino” del 22-10-11)

Publicado en TIEMPO ARGENTINO el 22 de Octubre de 2011

Por Alberto Dearriba

Periodista.


Uno de los primeros problemas políticos que deberá afrontar Cristina Fernández será seguramente el replanteo de la relación con la CGT, recalentada por la sospecha de un plan oficial para reformar el sistema de salud que afectaría a las obras sociales sindicales.


Si los pronósticos oficialistas y opositores se confirman, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner está a punto de conquistar su segundo mandato constitucional con un apoyo popular que puede superar al 51,7% de Raúl Alfonsín y con un respaldo institucional inédito desde la reinstauración de la democracia en 1983, ya que el Frente para la Victoria (FPV) se consolidaría al menos como primera minoría en ambas cámaras del Parlamento y sólo tres de los 24 distritos estarían gobernados por opositores declarados.
Las encuestas detectan que la presidenta no alcanzará el récord de 62% que reunió Juan Domingo Perón en 1974, pero puede llegar a tener en cambio una distancia histórica con su más inmediato opositor: Ricardo Balbín sumó un 25%, en tanto los sondeos le adjudican a Hermes Binner algo más del 15 por ciento.
La presidenta tendrá como opositor más fuerte a la derecha encabezada por Mauricio Macri, que no tiene todavía tropa propia organizada en el interior del país, y tal vez a los puntanos Rodríguez Saá, que apuntan a liderar la derecha peronista. En cambio no es improbable que las urnas de mañana entierren definitivamente a Eduardo Duhalde y Elisa Carrió.
Los tres distritos que serán gobernados por opositores durante el segundo período cristinista, serán la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y las provincias de Santa Fe y San Luis, ya que todos los sondeos indican que Claudio Poggi, el candidato de los Rodríguez Saá, retendrá la provincia para los invencibles caudillos. Sería el único gobernador no kirchnerista de los nueve que se eligen mañana. A medio camino quedará el cordobés José Manuel de la Sota, con el cual la relación quedó herida. El interrogante pesa sobre Mendoza. Todos los demás gobernadores son kirchneristas o aliados.
Si bien es improbable que alcance el quórum propio en la Cámara de Diputados, no es para descartar, en cambio, que con la suma que logrará la tracción de la locomotora electoral Cristina, la ayuda de los aliados y el retorno de algunos díscolos que abandonaron el barco tras la derrota de 2009, el bloque del FPV se acerque al número mágico de 129, que le evitaría a la presidenta los engorros generados por el Grupo A.
En el Senado, en tanto, los pronósticos indican que el bloque oficialista puede sumar algunas bancas para consolidar la mayoría inestable que le permitió avanzar con algunos proyectos en lo últimos años, aunque la oposición consiguió trabar otros y hasta sancionar el 82% móvil, que luego recibió el veto presidencial porque no especificaba de donde saldrían los fondos.
En suma, con un Parlamento al menos accesible y 19 distritos gobernados por propios o aliados, el mapa electoral puede dibujar para Cristina un respaldo institucional sólido. Sin embargo, no pocos de los gobernadores que aparecen como “propios” no siguen al kirchnerismo por convicciones ideológicas, sino por conveniencia política, lo cual indica que se trata de lealtades con ciertos límites. En cambio, en las listas de diputados nacionales, las apuestas a candidatos jóvenes realizadas por Cristina, a despecho de la vieja estructura del PJ, puede, darle más homogeneidad a una fuerza que apostó siempre a la innovación.
La muerte de Néstor Kirchner le puso además un límite institucional cercano a la fuerza que gobierna desde 2003. Cuatro años parecen poco tiempo par diseñar el país más justo con el cual soñó el santacruceño que hoy podría estar aguardando su segundo mandato. Esta situación obliga a Cristina Fernández a generar un delfín o a imaginar una salida institucional para no dejar la tarea inconclusa.
Desde su asunción al poder en 2003, el kirchnerismo produjo cambios que estimularon la producción, el consumo y mejoraron la calidad de vida. Esas mejoras sirvieron para que la fuerza fuera premiada en las urnas, con la excepción del 2009, cuando la crisis internacional hizo perder puestos de trabajo y determinó una derrota en la elección bonaerense.
El ex presidente Néstor Kirchner comparó sus primeros años de gobierno con el infierno y proclamó luego que “hemos llegado al purgatorio”. Cristina Fernández cree que aquellos primeros tiempos fueron de incertidumbre y ahora se construye sobre certezas. Con todo, este nuevo tiempo plantea las demandas de las aspiraciones naturales de quienes consiguieron empleo o una jubilación aún magra. Quieren acceder finalmente al paraíso. De aquel 20% de desempleo, al actual 7,1%, hay 5 millones de puestos de trabajo ganados. Los 2 millones de jubilados de la moratoria y estos nuevos trabajadores agradecen una y otra vez en las urnas la mejora innegable. Pero en el futuro, obviamente, reclamarán mejores ingresos, extensión de la Asignación Universal y otros avances producto del progreso social generado por el kirchnerismo.
Los nuevos puestos de trabajo sacaron de la pobreza a millones de argentinos. Pero las cifras oficiales indican que subsisten en el país 3,3 millones de pobres y 960 mil indigentes. Los cálculos privados sostienen que la realidad más que duplica ambas cifras por efecto de una inflación no medida realmente. Sea como fuere, para una presidenta que ha hecho de su lucha por la equidad una piedra angular de su gobierno, esta será obviamente una de las mayores tareas pendientes. Si bien no existe aún ningún proyecto de reforma tributaria, no pocos economistas que simpatizan con el kirchnerismo sostienen que la mejor forma de avanzar hacia una mejor distribución del ingreso es precisamente un replanteo del esquema impositivo nacional, que cargue las tintas sobre la renta y descomprima el peso fiscal sobre el consumo. Coinciden además con la necesidad de establecer impuestos a la renta financiera, subir el piso de imputabilidad de la cuarta categoría y, tal vez, reponer los aportes patronales para la seguridad social podados por Domingo Cavallo. Otro de los proyectos que espera mejores condiciones en el Parlamento es el de la reforma del sistema financiero, elaborado por el diputado Carlos Heller. Por el momento, aunque con muchos parches, la ley vigente sigue siendo la de Alfredo Martínez de Hoz.
Uno de los primeros problemas políticos que deberá afrontar Cristina Fernández será seguramente el replanteo de la relación con la CGT, recalentada por la sospecha de un plan oficial para reformar el sistema de salud que afectaría a las obras sociales sindicales y por la propia interna de la central obrera, en la que algunos adversarios le mueven el piso a Hugo Moyano.
En el contexto de esa relación se definirá además seguramente la suerte del proyecto sindical de reparto de ganancias empresarias, que apura en la Cámara Baja el diputado moyanista Héctor Recalde.
La presidenta iniciaría su segundo mandato en diciembre con un crecimiento constante desde 2003 que llegó a casi duplicar el Producto Bruto Interno, un nivel de reservas récord y una deuda externa controlada, que dejó de ser el férreo condicionante de las decisiones que adoptaban las gobiernos democráticos desde 1983.
Los economistas apuntan como uno de los mayores problemas a la inflación que corroe los bolsillos populares y se come las ventajas de un tipo de cambio que pierde competitividad. Aunque se mantengan bajo control, estas cuestiones deberán ser atendidas por Cristina Fernández en un segundo mandato, en el cual se producirá el impacto de la crisis internacional que jaquea a naciones europeas que han decidido beber la amarga pócima del ajuste ortodoxo. En suma, un apoyo popular e institucional sólido para enfrentar grandes problemas. En la otra vereda, los sectores más conservadores se preparan para que la elección de medio término, la legislativa de 2013, no los agarre en calzoncillos como esta vez.

Publicado en :

http://tiempo.elargentino.com/notas/pais-que-enfrentara-cristina

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