Miserias y virtudes del escenario electoral
Publicado en TIEMPO ARGENTINO el 30 de Junio de 2011
Por Demetrio Iramain
Director de Sueños Compartidos-Madres de Plaza de Mayo.
Quienes capitanean el proyecto nacional y popular siempre están un paso más allá que sus enemigos. Adonde la oposición va, el gobierno ya fue y vino. Esa distancia no es nueva.
La presidenta Cristina Fernández dijo que sabía que iba a ser candidata a su reelección desde el 28 de octubre pasado, cuando el cuerpo de su marido aún no había terminado de acomodarse a las sombras y una multitud conmovedora salía a las calles para saludar el ejemplo de vida del ex mandatario y transmitirle fuerza a su esposa. Pocas declaraciones con tanta frialdad y ardor, pasión y lucidez, dejan ver la cualidad conductora de la mandataria.Quienes capitanean el proyecto nacional y popular siempre están un paso más allá que sus enemigos.
Adonde la oposición va, el gobierno ya fue y vino. Esa evidente distancia en la visión política y estratégica de unos y otros no es nueva. Por caso, se verificó en los días que siguieron al 28 de junio de 2009, cuando la oposición destituyente se frotó las manos especulando con la caída del gobierno, y Cristina respondió contragolpeando eficazmente sobre los puntos más sensibles de sus detractores: Ley de Medios, Fútbol para Todos, Asignación Universal por Hijo y reestatización del sistema previsional, volviendo virtuosos y productivos los fondos de los trabajadores.
En sólo un año, un oficialismo apenas si rasgado por aquella no del todo convincente performance electoral arremetió con victorias clave en los terrenos simbólico-cultural y político-económico.
Cristina es por ella misma, por mérito y capacidad propios, pero también por debilidad intrínseca de sus contrincantes, cuya falla de origen no está en la pobreza de sus argumentos, ni siquiera en la nula destreza de sus portavoces, sino en la notoria imposibilidad de ofrecer un plan superador al actual para beneficiar a las mayorías populares, y no únicamente a las clases dominantes.
Incurablemente, la derecha no leyó bien los reclamos redistributivos que en 2001 llovieron como pus sobre esta democracia.La designación de Amado Boudou indica la decisión y el carácter político del oficialismo. Si bien no fue una sorpresa, tampoco resultó una obviedad. Como tampoco fue una extrañeza total la edificante incorporación de Gabriel Mariotto al binomio bonaerense.
El proyecto nacional y popular en curso desde 2003 es versátil en sus extremos, y concentrado en su conducción. Las contradicciones las resuelve en camino de su profundización. Siempre. La oposición, al revés.La versión más vetusta que supo alcanzar la derecha alguna vez, quiere leer que Cristina desairó al “peronismo” en beneficio de La Cámpora. Como si La Cámpora no tuviera su anclaje en el peronismo; como si toda expresión heterodoxa, joven, de nuevo orden que atraviesa la política argentina concluyera en esa agrupación, y sólo aspirara a un cargo electivo.
¿Cómo se explica si no este diario, que cumple un rol decisivo en la batalla comunicacional, dirigido por un grupo muy joven y calificado de periodistas, entre tantos emprendimientos similares, en variados soportes? ¿Cómo subsumirlo todo a un mero rasgo generacional si son las Madres de Plaza de Mayo uno de los actores principales de este proyecto? ¿Cómo obviar las experiencias sindicales de base, cuyos protagonistas son deliberadamente ninguneados por el núcleo duro de sus dirigencias y no progresan como correspondería en sus gremios, y que también conforman esa nueva juventud maravillosa, ubicada al otro lado del puente generacional que Cristina une con grandeza?
Qué raro, no obstante, que la corporación mediática no haya titulado así: “La CGT le impone el vicepresidente a Cristina”, en virtud del apoyo de Moyano a Boudou en su precandidatura a jefe de gobierno porteño. Por ahí podría haber discurrido su delirio, pero no. Eligió el camino opuesto.
No reparan en la candidatura a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires de Facundo Moyano, hijo del camionero, y su seguro ingreso a la Cámara Baja. Su nombramiento es muy significativo, tanto como lo fue aquel grosero error de la dirigencia sindical: haber firmado una declaración de apoyo al duhaldista Momo Venegas, grave desliz del que todavía mana humo y que habrá pesado, y mucho, en la conformación final de las listas electivas.
Porque, como dijo Cristina, la lealtad no debe ser a una persona o un cargo, sino a un proyecto colectivo. Ser leal no equivale a ser corporativo. El proyecto ha madurado lo suficiente como para ya no andar con vueltas en sus definiciones ideológicas, lo que supone el nombramiento de los mejores hombres y mujeres (y la referencia también incluye una renovación etaria), que han de llevarlas adelante, eso que se le reclamaba con vehemencia al oficialismo desde 2005, cuando obtuvo su primera victoria electoral.
Claro que la corporación mediática, sólo leal al dinero y a los duros intereses de sus accionistas, no lo entiende así.
En su relato, Cristina pasó de ser “la esposa de” a gerenciar un “unicato”. De ser una presidenta pintada al óleo, gobernada por su marido, a dirigirlo todo, con absoluta prescindencia de su entorno, y hasta de sus aliados políticos. Todo ello sin reparar en la escasa durabilidad que alcanzaron quienes auguraron un viraje en la política oficial respecto de los Derechos Humanos ante el caso Schoklender. ¿River se fue al descenso y no hubo fórmula presidencial para sacar a los millonarios de la calle de la amargura, como se afirma sin dudar una coma en Clarín el domingo 26? Quizás ese era el deseo de quien lo aseveraba, confesa aficionada a la parcialidad riverplatense, que sabe que “el malhumor nunca es buen aliado de los oficialismos en campaña electoral”, tanto como la desesperación es un salvavidas de plomo para la obtusa oposición toda vez que acontecen circunstancias políticas que podrían profundizar su declive.
Entre tanto, las elecciones en las provincias continúan y el cristi-kirchnerismo se impone con total contundencia. ¿Entonces?
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http://tiempo.elargentino.com/notas/cristina-y-mas-alla-inundacion
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jueves, 30 de junio de 2011
Rafael Correa propuso la creación de un Fondo Monetario del Sur , por Mariano Beristain (para "Tiempo Argentino")
La 41º Cumbre del Mercosur puso el acento en la importancia de mejorar la integración productiva y social
Publicado en TIEMPÒ ARGENTINO el 30 de Junio de 2011
Por Mariano Beristain . Desde Paraguay
El mandatario ecuatoriano pidió conformar una nueva estructura que permita financiar el desarrollo prescindiendo de los organismos internacionales. También reclamó una política laboral única que establezca un salario mínimo regional.
Después de más de un lustro de crecimiento económico casi ininterrumpido, los países de la región empiezan a sentar las bases de un modelo sostenible de desarrollo con inclusión social. La 41º Cumbre del Mercosur discutió la necesidad de avanzar en políticas dirigidas a mejorar la calidad de la integración, creando alternativas alejadas del neoliberalismo que favorezcan la cohesión e incluyan a millones de ciudadanos que hoy están marginados del Estado de Bienestar.
Después de más de un lustro de crecimiento económico casi ininterrumpido, los países de la región empiezan a sentar las bases de un modelo sostenible de desarrollo con inclusión social. La 41º Cumbre del Mercosur discutió la necesidad de avanzar en políticas dirigidas a mejorar la calidad de la integración, creando alternativas alejadas del neoliberalismo que favorezcan la cohesión e incluyan a millones de ciudadanos que hoy están marginados del Estado de Bienestar.
Sin embargo, la región ha dado un paso adelante muy importante. Ya no sólo debate y cuestiona el modelo neoliberal, sino que empieza a plantear alternativas superadoras. Ya no se presenta únicamente como un antimodelo, sino que bosqueja un arquetipo propio, que tome en cuenta y respete las características de cada una de las naciones, aunque con un perfil claro: el desarrollo económico y social.
De hecho las principales conclusiones de los ministros y presidentes de Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay, e incluso de los socios extra Mercosur e invitados, giraron en torno a la necesidad de mejorar la integración productiva y las condiciones de infraestuctura y la creación proyectos sociales conjuntos. Además se discutieron alternativas para garantizar el financiamiento y evitar las crisis cíclicas que agobian a los países en desarrollo por el errático movimiento de los flujos financieros.
“Nuestro modelo de crecimiento no se debe agotar con la expansión del producto bruto, sino que debe estar vinculado un sistema socialmente justo. Nuestro modelo busca darle prosperidad a las masas históricamente excluidas”, explicó la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en el discurso que dio frente al resto de los mandatarios.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, fue un paso más allá y propuso una idea fuerza: la necesidad de constituir una suerte de Fondo Monetario regional que permita canalizar el ahorro de toda la región para financiar los planes de infraestructura y erigirse en un prestamista de última instancia. “Es absurdo, por un lado la región exporta capitales a través de distintas trampas; una de esas trampas es un banco central independiente. No tiene sentido, la única razón que explica un banco central independiente es asegurar, gane quien gane las elecciones, la perpetuidad de estos modelos. Hay que evitar absurdos donde nuestros bancos centrales envían nuestras reservas al exterior y no tienen dinero para financiar su desarrollo”, explicó Correa.
Más allá del discurso encendido, planteando la dicotomía en términos marxistas, la idea de Correa es lógica y está en la misma sintonía que ha venido desarrollando la Argentina en los últimos dos años. Hoy los países latinoamericanos –sostuvo el mandatario ecuatoriano– cobran por colocar sus reservas monetarias en los Estados Unidos con una tasa de interés que ronda entre el 0,5 y el 1%, mientras que cuando los gobiernos latinoamericanos solicitan créditos deben pagar tasas del 6 u 8%, e incluso más del 10% si tienen un riesgo país alto. Por eso Correa destacó la importancia de “crear una arquitectura financiera regional, liberarnos del FMI, del Banco Mundial y del BID, que nos obligan a seguir los imperativos de sus políticas”.
El mandatario ecuatoriano también propuso avanzar en una política laboral para toda la región, que establezca un salario mínimo en el bloque y que impida lo que se conoce como el dumping social, es decir, la utilización del bajo costo del trabajo como alternativa de competitividad para las empresas. En Europa este fenómeno se conoce como deslocalización: es decir, las multinacionales se asientan en aquellos países que tienen costos laborales más bajos y, de esta manera, presionan sobre las naciones con salarios un poco más altos para que reduzcan sus costos, eliminando beneficios sociales. Ahora, este papel en las naciones desarrolladas lo está cumpliendo el creciente ejército de desocupados que aumenta la oferta y obliga a los trabajadores a aceptar ingresos de subsistencia.
“La integración social ha dejado de ser una alternativa, es una necesidad de supervivencia. No podemos basar nuestra competitividad en el sudor de los trabajadores y en beneficio de las multinacionales. Es imperativo a nivel del Mercosur y Unasur hablar de establecer políticas laborales comunes, y un caso concreto sería avanzar en salarios mínimos”, disparó Correa.
La integración productiva, sin lugar a dudas, es la propuesta más sólida que presentó la delegación argentina en la cumbre y que tuvo eco en casi todos los mandatarios.
Pero la 41º cumbre del Mercosur no estuvo exenta de roces; el clásico Argentina-Brasil por el ingreso de las importaciones, el debate por las históricas asimetrías regionales entre los socios fuertes (Brasil-Argentina) y los débiles (Paraguay-Uruguay) estuvo subyacente. También quedó en claro que el proceso de integración va a ser muy largo, porque existen claras diferencias entre los socios en cuanto al papel directriz del Estado y su relación con el mercado. No se trata de diferencias semánticas, pero, por primera vez, la región busca su propio camino hacia el desarrollo y deja en un segundo plano sus históricas y recientes antinomias.
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http://tiempo.elargentino.com/notas/rafael-correa-propuso-creacion-de-fondo-monetario-del-sur
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miércoles, 29 de junio de 2011
LA NUEVA GUERRA DE GUERRILLAS, por Alberto Mas (para "Nos-Comunicamos")
“La información es el poder”, quién lo firma?: John Edgar Hoover, director del Federal Bureau of Investestigation (FBI) entre 1924 y 1972, y también podemos traer a colación la afirmación de otro connotado miembro del poder norteamericano: Zbigniew Brzezinsky quien fuera Consejero de Seguridad Nacional del Presidente Jimmy Carter entre 1977 y 1981, y declarara que “El poder global debe desempeñarse en la dominación cultural y ejercerse mediante su hegemonía sobre las comunicaciones globales, las diversiones populares y la cultura de masas”
Si como muestra alcanza un botón, aquí tenemos dos de lo que piensa el poder real, el imperial de los EEUU de Norteamérica, sobre cuál debe ser la actitud frente a la información, la comunicación y los medios para llevarlas a cabo.El siglo XXI disparó la gran revolución comunicacional iniciada en los fines del anterior, los avances tecnológicos en computación, software, celulares, blackberrys, robótica, biotecnología, y la niña mimada “Internet”, están produciendo día a día saltos cualitativos y cuantitativos en el acceso a la comunicación, la transmisión y la utilización de datos.Esta creación y circulación de información no es ingenua ni objetiva ni neutral, el poder de los medios masivos de comunicación, monopolizados en un discurso único, tiene un solo objetivo: La dominación global, la perpetuidad del sistema capitalista y la mayor concentración del poder.¿Cómo responder a tamaña agresión? ¿Se puede dar pelea y resistir desde el campo popular? La respuesta es una sola: debemos dar batalla y debemos ganarla.El “Che” Guevara escribió en su libro Guerra de Guerrillas “el aprovisionamiento más importante de la fuerza guerrillera, está precisamente en el armamento enemigo. Si hay posibilidad de elección debe preferir el mismo tipo que el usado por éste, pues el más grande enemigo de la guerrilla es la falta de parque, que debe proveer el contrincante” “éste será casi siempre quitado al enemigo” y hoy el enemigo se desplaza por Internet, utiliza internet, difunde por Internet, impulsa políticas por Internet, como si fuera un arma. Fidel Castro en 1999 afirmó que “Internet parece inventado para nosotros”.El ciberespacio es el nuevo escenario de la guerra, y en el debemos comunicar nuestras ideas, debemos mostrar nuestras verdades, toda ésta tecnología en manos del poder se cae, cuando la utiliza una fuerza de conciencia popular organizada, cuando la humanidad resiste utilizando todos los medios tecnológicos a su alcance para expresar las ideas de un mundo mejor, como posibilidad real, derrotando al pensamiento único, la tecnología es una herramienta, es un arma, debemos utilizarla en éste combate.En ésta lucha los blogueros, las listas, los grupos, juegan un papel de guerrilleros, dispuestos a dar batalla, con las herramientas del enemigo, difundiendo y rompiendo la mentira organizada, con blogs y páginas, facebook y twitter, que generen ideas y crean conciencia, con sueños y con sueño (la mayoría lo hace después de su trabajo normal) en una lucha sin cuartel y con mucho espacio, un ejemplo es lo ocurrido en mayo de 2011 en Cuba, cuando el corresponsal de la agencia Reuters en la Habana, informa que uno de los denominados disidentes falleció después de la golpiza dada por un grupo de policías, acompañada con fotos de fuerzas policiales antimotines, inmediatamente la web se puso en marcha y los blogueros de Cuba difundieron la información correcta por la red de redes, de donde otros blogueros del mundo la tomaron y se desmontó la mentira, Juan Wilfredo Soto García, había muerto de pancreatitis y la foto de los policías era de un grupo represor en un país centroamericano.Aquí en Argentina, Infobae, el periódico propiedad del empresario derechista Daniel Hadad, se hace eco del despacho, publica la foto del grupo de policías, y una vez desenmascarada la mentira, quita la foto de la web y luego de un confuso artículo deja de tocar el tema. La guerrilla de la blogósfera se adjudicó una batalla.La tecnología es un arma poderosa en manos del hombre organizado, y recientemente en Porto alegre, Brasil, se dio lugar el Primer Encuentro de Blogueros y Twitteros de Río Grande, con la participación de representantes de Cuba, El Salvador, Uruguay, y de distintos lugares de Brasil, y como afirmara Norelys Morales, bloguera cubana, “hemos pasando de lo virtual a lo real, y las redes, para los marxistas, no son mas, que una nueva herramienta de trabajo”. Esto fue un ejemplo, un paso adelante en la organización de la resistencia en el ciberespacio, que marca un camino a seguir .
Publicado en :
http://www.nos-comunicamos.com.ar/content/nueva-guerra-de-guerrillas
CONSTRUIR COMUNICACIÓN, por Pascual Serrano (para "Nos Comunicamos")
Para entender dónde nos encontramos, es necesario hacer algo de historia. En el ámbito de los medios de comunicación, se han producido algunas evoluciones e involuciones que hay que reseñar.
No requería de grandes inversiones empresariales, se financiaba exclusivamente con los lectores y a un precio muy asequible. Debido a eso, el panorama editorial era bastante plural: los sectores burgueses adinerados tenían sus periódicos neoliberales, de derechas; y los sectores laboristas y sindicalistas, de izquierda, su propia prensa. Ambos contaban con numerosos lectores y una situación económica viable.
El desarrollo industrial provocó tremendas mejoras en los sistemas de impresión y además que las inversiones para poner en marcha una rotativa, fueran mucho mayores. Se trataba de inversiones imposibles de asumir por los sectores progresistas de izquierda cuya prensa perdió terreno frente a la de la derecha. Ese fenómeno se volvió a repetir con la globalización y las televisiones: las inversiones y gastos corrientes se hacen mayores y, una vez más, los grupos sociales más populares se ven de nuevo expulsados de la industria de los medios de comunicación.
La incorporación de la publicidad fue otra tragedia para la prensa laborista. Con los anuncios, aparecía una nueva vía de financiación que permitía rebajar el precio del ejemplar; pero la publicidad solo se dirigía a los medios con los que sintonizaba ideológicamente o cuyos accionistas estuviesen cruzados con la empresa anunciante, es decir, la prensa más neoliberal y burguesa.
Los sectores sindicalistas no podían acceder a esa vía de financiación, sus periódicos salían a la luz con un precio más caro, perdían ventas mientras los otros subían sus tiradas, abarataban costes y podían asumir más inversiones. Es decir, desde la aparición de la prensa se ha dado un proceso por el que la opción progresista de izquierda se ha visto expulsado del panorama debido al mercado y al desarrollo industrial.
Veamos otro fenómeno: durante las dictaduras del siglo pasado, en especial las de América Latina, los gobiernos tenían el control y la propiedad de los medios de comunicación. Eso provocó que solo desde una prensa no estatal —y muchas veces clandestina— se pudiera asistir a una verdadera información libre. La desaparición de las dictaduras, los procesos de transición y el desarrollo de las políticas neoliberales de las décadas de los 80 y de los 90 desmantelaron los medios de comunicación públicos y provocaron el desarrollo de los privados que, además, rentabilizaron la imagen de libertad e independencia que se formó durante las dictaduras.
En el imaginario ciudadano se seguía asociando medios privados a libertad de expresión, y legislación e intervención estatal a medidas represivas dictatoriales. En la España franquista se decía que la mejor ley de prensa, era la que no existía (algo que entonces era lógico porque la había hecho Franco, pero yo hoy no compartiría).El tiempo ha demostrado que esa visión es errónea. Los estados ahora son democráticos y las medidas que establezcan hacia el panorama mediático son legítimas y fruto del interés público. En cambio, los medios privados son grupos económicos empresariales que no representan a nadie más que a sus accionistas y anunciantes, y que utilizan la libertad de expresión como mera coartada para no someterse al imperio de la ley de los poderes públicos y democráticos.
Todos estos elementos negativos se los han encontrado los gobiernos progresistas que han ido llegando a América Latina. Las necesidades sociales a las que se han enfrentado, han provocado que durante su primera década de gobierno no hayan abordado cambios en el panorama mediático, lo que les ha permitido comprobar que los medios de comunicación se han convertido en el primer acto y vehículo de lucha de los poderes económicos y reaccionarios contra las políticas progresistas.
Muchos de esos gobernantes adoptaron un discurso victimista y plañidero que se limitaba a denunciar y a quejarse de las viles tergiversaciones, mentiras y conspiraciones con los que los medios pugnaban por derrocar a los gobiernos legítimos. Por fin, ha llegado el momento de tomar la iniciativa: desarrollo de un fuerte sector público de medios de comunicación, creación de sistemas para la construcción de medios comunitarios y colectivos, legislaciones que impidan la utilización de los medios privados como vehículo de la desinformación y la manipulación, garantía de la ciudadanía para acceder a una información veraz y a ser protagonistas de la información. En cualquier caso, la situación es apasionante porque nos enfrentamos a numerosos retos:
1- El papel del estado es fundamental para democratizar la comunicación; pero los líderes políticos deben demostrar que son capaces de desarrollar un modelo que no será una mera correa de transmisión del gobierno o del partido gobernante. Se corre el peligro de evolucionar hacia un panorama dividido entre medios privados que combaten con impunidad mediante la mentira y la manipulación a gobiernos progresistas y medios públicos dedicados solo al “seguidismo” gubernamental. En medio estaría un ciudadano desinformado sin posibilidad de acceder a una información rigurosa y unos análisis independientes.
2- Se debe terminar con la impunidad de los medios privados para engañar y para mentir, pero sin coartar la libertad de expresión.
3- Es importante tomar medidas ante el parasitismo de muchos medios privados que, mientras defienden la economía de mercado y se presentan como independientes, reciben importantes ingresos de publicidad estatal y exenciones fiscales.
4- Deben explicar y convencer de que lo que los medios privados presentan como libertad de expresión y libertad de prensa, solo es su privilegio para seguir dominando el panorama informativo copando el espacio radioeléctrico y para intervenir políticamente bajo el paraguas de la información.
5- Es necesario promover unas políticas de información adecuadas desde las diferentes instituciones gubernamentales para que la transparencia informativa permita enfrentar, sin complejos, todas las campañas nacionales e internacionales de desinformación.
6- Se requiere la formación de profesionales de la comunicación que operen sin los vicios de los periodistas actuales, dominados por la inercia de las ideologías ocultas de las agencias de información; y con la trivialidad y la frivolidad como inspiradores de los contenidos. Se debe lograr una nueva generación de periodistas con las claves técnicas comunicativas que hoy son propiedad casi exclusiva de los emporios de comunicación privados.
7- Deben educar a la ciudadanía como consumidores críticos de medios de comunicación y, al mismo tiempo, como sujetos activos en su ámbito ciudadano para difundir y protagonizar la agenda informativa de su comunidad.
8- Es fundamental evitar las tentaciones desde todos los niveles del poder político para utilizar en provecho propio los medios públicos en lugar de supeditarlos a la veracidad y el derecho de la ciudadanía a estar informada.
9- Los medios de los países del ALBA deben recordar que cada día el mundo es más pequeño, el reto no solo es llevar la verdad a sus ciudadanos, sino también a la comunidad internacional. El dominio global de los grandes grupos de comunicación es impresionante, y es importante que el mensaje del Sur llegue también a los ciudadanos del Norte, donde no se producen los avances en la democratización de los medios.
10- Se debe definir el modelo de contenidos. Según Aram Aharonian , “de nada sirve tener medios nuevos, televisoras nuevas, si no tenemos nuevos contenidos, si seguimos copiando las formas hegemónicas. De nada sirven nuevos medios si no creemos en la necesidad de vernos con nuestros propios ojos. Porque lanzar medios nuevos para repetir el mensaje del enemigo es ser cómplice del enemigo” [1] .Esto supone abrir una discusión sobre qué formatos, técnicas y estilos deben adoptarse. Si se apuesta por un cambio revolucionario en las formas, que tenga por objetivo subvertir el estilo mercantilista dominante, pero que pueda provocar el rechazo y la incomprensión del ciudadano. O si, por el contrario, no se renuncia a ciertos estilos técnicos del modelo dominante, pero se adapta a otros principios y valores.
11- También hay que concretar qué nivel de participación ciudadana se reserva a las nuevas propuestas y cómo se combina el dilema entre la mayor democratización y participación ciudadana y una necesaria profesionalización de los contenidos. Ni el medio debe ser una mera plaza pública donde cualquiera vaya a gritar, ni se debe repetir el modelo actual de medios sordos para ciudadanos mudos.
12- Por último, hay que planificar el sistema de control social adecuado para cada sociedad. Los medios de comunicación, igual que las instituciones, no pueden dejarse sin control en manos de los “elegidos” con la ingenua esperanza de que hagan lo más acertado.También sería un error pensar que el desarrollo y modelo pueden ser iguales para todos los países por muchas intenciones integradoras que se tengan. Elementos como el componente indígena, el desigual nivel cultural y de cualificación técnica de unos países respecto a otros o el diferente estado de desarrollo de los movimientos sociales son elementos que dotan de un perfil distinto a cada país y que deben reflejarse en el desarrollo de su modelo informativo.
Lo que es indiscutible es que hoy, en América Latina y especialmente en los países del ALBA, se está construyendo el futuro de otro sistema de medios de comunicación posible. Allí se encuentra el futuro que está convirtiéndonos a los europeos en meros restos del pasado. El encuentro al cual nos convocaron la revista La Jiribilla y La Ventana, el portal informativo de Casa de las Américas, dedica especial atención a los medios digitales, por lo que quisiera dedicar a ellos algunas palabras.Ya nadie discute que Internet ha supuesto una ventana de aire fresco al asfixiante control de la información que disfrutaban los emporios empresariales. Pero no basta con decir que Internet es libre, hay que hacer un buen trabajo. Corremos el peligro de que la saturación de Internet entierre la participación ciudadana, la veracidad, las opiniones honestas, los análisis valiosos entre escombros y paja internáutica. El capitalismo ya ha logrado invalidar grandes inventos técnicos que pudieron haber supuesto un gran avance para la información y la cultura, como la televisión, o colonizar otros, como el cine.Los estados progresistas deben crear las condiciones. No podemos quejarnos de que expulsan de Youtube a Cubadebate; o en mi país al Partido Comunista, de Facebook, ¿qué esperaban? Es como denunciar que les impiden en los EE.UU. a los panteras negras celebrar las asambleas en el McDonald.
Los gobiernos honestos de América Latina deben crear un servidor para los videos, no llorar porque el capitalismo no nos deja los suyos. Del mismo modo que no podemos denunciar que las editoriales comerciales no publican a los autores de izquierda, los gobiernos deben crear sus propias estructuras editoriales que garanticen la publicación de esos autores y, por cierto, su subsistencia.
Dicho lo anterior, y volviendo a los medios digitales. Se necesita:
-Gobiernos y estados que aporten la logística necesaria sin depender del poder capitalista: servidores, software, informáticos, sedes.
-Reconocimiento profesional para esos medios al mismo nivel que los tradicionales.-Formación académica que contemple la especificidad de la información en formato digital.
-Realizar un periodismo elaborado, riguroso, documentado evitando convertir la red en tablones de anuncios para arengas, manifiestos, proclamas, desahogos, etcétera... No digo que eso no deba estar en la red, pero eso no es periodismo.
-Los medios digitales no pueden popularizar y democratizar el periodismo a costa de disminuir la calidad y profesionalidad.
-Acceso de los periodistas a la información oficial y a sus representantes para poder difundir la realidad.
-Se debe establecer un nuevo modelo de reconocimiento económico. Se trata del debate sobre la gratuidad. Asociamos gratuidad a democratización, derecho universal y social. Es estupenda la educación gratuita, la sanidad gratuita. Pero con la información es diferente. Debemos desconfiar de la información gratuita en una economía de mercado porque no sabemos a qué intereses obedece. Si la sociedad y los estados dejan a los profesionales y proyectos comunitarios abandonados o se condenarán a la marginación o, lo que es peor, serán cooptados por el capital mientras se presentan como proyectos sociales sin ánimo de lucro.Como han podido comprobar son numerosos los retos, fundamental —en mi opinión— el compromiso de los estados y apasionante el futuro al que nos enfrentamos.
Publicado en :
http://www.nos-comunicamos.com.ar/content/construir-comunicacion
martes, 28 de junio de 2011
AGIS : “La actual batalla contra la inflación, es producto de la negativa opositora a las retenciones móviles en 2008”, reportaje para "Iniciativa".
Emmanuel Agis: “La actual batalla contra la inflación, se explica, en gran medida, como producto de la negativa opositora a las retenciones móviles en 2008”.
Entrevista exclusiva al economista co-autor de “Aportes de la Economía Política en el Bicentenario”.
28 Junio, 2011 Iniciativa
Reportaje de Telémaco Subijana y Federico Ghelfi
Iniciativa entrevistó en exclusiva al economista Emmanuel Agis, co-autor del libro “Aportes de la Economía Política en el Bicentenario”. Es Coordinador del departamento de Política Económica de la sede en Buenos Aires de la Sociedad Internacional para el Desarrollo (SID-Baires), miembro de la Asociación de Economía para el Desarrollo de Argentina (AEDA) y del Programa de Formación Popular en Economía (PROFOPE). Caracterizó el esquema macroeconómico de Argentina iniciado en 2003, resaltó el papel de las medidas contra-cíclicas para superar la crisis internacional de 2009 y analizó los desafíos pendientes en materia de desarrollo industrial.
-¿Cuáles son los ejes centrales de lo que Ud. llama el “nuevo esquema macroeconómico de Argentina”?
Hay un conjunto importante de ejes, pero creo fundamentalmente que este esquema se define -por necesidad o por urgencia- después de la devaluación de 2002. Se trata claramente de un esquema de “tipo de cambio apreciado” o “tipo de cambio diferenciado”. En el “frente cambiario” junto con la devaluación de 2002, lo que sucede en Argentina es el comienzo de un sistema de tipo de cambio “diferenciado”, que no equivale a un tipo de cambio “alto”. El establecimiento de la devaluación sumada a la intervención de las retenciones resulta en que, además de tener un tipo de cambio a nivel general más alto, llegamos a un tipo de cambio diferencial por sector. Los procesos de industrialización y desarrollo que asomaron en el país se dieron a partir de un esquema de tipo de cambio diferenciado. Esa es una de las patas importantes.
El otro eje central se produce -primero por necesidad y después por buen tino político- con el default de la deuda y la posterior renegociación. Ahí claramente el espacio fiscal de la Argentina tuvo un incremento muy importante que le permitió empezar a hacer política, que es justamente lo que no venía desarrollando antes. Una política fiscal gracias a que el porcentaje de la deuda en el gasto fiscal se redujo significativamente y eso empezó a permitir la implementación de una serie de medidas que también ayudaron a traccionar el crecimiento.
Un tercer punto que se destaca es todo el esquema de políticas de ingreso que se viene implementando fundamentalmente de 2003 a la fecha: comenzó con aumentos por decretos, luego se recuperó el sistema de negociación como las paritarias y también encontramos algunos hitos muy importantes, como el Plan de Inclusión Previsional y la Asignación Universal por Hijo.
En definitiva, ésos son los tres ejes: el tipo de cambio diferenciado, una significativa reducción de la deuda -con el consecuente espacio fiscal ganado para hacer política- y una batería de políticas de ingreso que permite paulatinamente recuperar el poder adquisitivo y reducir la desigualdad, la pobreza y la indigencia.
-¿Qué factores atribuye a la menor repercusión relativa que la crisis financiera internacional tuvo la crisis en nuestro país?
Se pueden dividir dos aspectos. Por una parte, las cuestiones estructurales: la redefinición del espectro económico y la salida de un esquema de tipo de cabio fijo. La Argentina soportó bastantes pocas presiones cambiarias en el momento de la crisis, fundamentalmente por dos razones: una porque ya no estaba dada una regla cambiaria como en la convertibilidad, y otra, porque el propio establecimiento de un tipo de cambio depreciado le permitió acumular reservas internacionales y con ese sector de reservas administrar el tipo de cambio para evitar que se produjeran alteraciones bruscas, que son en general las que producen más descalabros financieros y sociales. Eso en cuanto a lo estructural, sumado al nivel muy bajo de deuda que tenemos: el endeudamiento externo no es un problema, y con una economía muy orientada al mercado externo y con un mercado interno bastante robusto.
Por otra parte, los factores coyunturales tienen que ver con que en 2009 –a diferencia de lo que sucedió en la historia de la política económica argentina- se implementó una verdadera política económica contracíclica. Lo realizado desde el gobierno fue, básicamente, acelerar los planes de inversión que se tenían en cartera para introducir un impulso que contrarrestara el shock externo. Asimismo, algunas de las cuestiones históricas como la AUH son decisiones que fueron tomadas en el medio de esta crisis y que contribuyeron, en mucho, a morigerar el impacto del shock externo.
Entonces, tenemos dos tipos de factores. Los estructurales: la economía está bastante mejor preparada que antes para soportar un shock externo; los coyunturales: no se descansó sólo en lo estructural sino que se intentaron diversas maneras para administrar la crisis, con una política fiscal contracíclica y una política cambiaria para evitar que el tipo de cambio se disparara.
-Uno de los ejes de la oposición para criticar a la economía argentina es la inflación. ¿Qué opina en relación a este tema y cómo repercute en las variables sociales?
Indudablemente, la discusión está bastante ensucisada por la situación del INDEC. Lo interesante, y paradójico al mismo tiempo, es que si uno observa estadísticas de inflación que no sean las oficiales (por ejemplo el promedio de inflación de las provincias) hoy Argentina tiene un problema inflacionario; es importante ya que llegó a tocar picos del 5 o 6% y está en un núcleo duro del 20%, que se está volviendo difícil de superar. Ahora bien, lo paradójico -y lo que también es una novedad en la dinámica de las variables sociales- es que por primera vez en la Argentina ese costo de la inflación no se traduce en un aumento “1 a 1” de la pobreza y la indigencia. Específicamente, en la historia argentina se comparaba el costo de la inflación con aquellos actores que percibían ingresos fijos (como los jubilados, los beneficiarios de subsidios y los asalariados de más bajos ingresos). Considero que buena parte de la política de ingresos implementada desde el 2007 a la fecha, tuvo un efecto en morigerar los impactos de la inflación sobre las variables sociales. Es por este motivo que creo que -al revés de lo que se lee en el discurso oficial- tener la inflación en torno al 20%, y lograr que la pobreza e indigencia no se incremente con ese entorno macroeconómico, es un éxito muy importante.
Claramente la discusión no se da en estos términos porque los números oficiales dicen otra cosa, pero podemos decir que incluso con esa dinámica las variables y los resultados en cuanto a indicadores sociales son buenos. Obviamente, cada vez que se genera inflación, ocurre que se frena el proceso de recuperación del salario real y la reducción de la pobreza e indigencia. Pero lo importante es que, si bien se da ese freno lo importante es que las variables no se volvieron negativas. En general, cuando empezaba a acelerarse la inflación, caía el salario real, aumentaba la pobreza y enseguida se incrementaba la indigencia. Tenemos que recordar que, lamentablemente, buena parte de esa batalla perdida que es la “inflacionaria”, fue producto de la negativa parlamentaria a aprobar el proyecto de las retenciones móviles e 2008. Si la Argentina tuviera un esquema de retenciones más robusto –móviles y segmentadas, estaríamos hablando de otros números inflacionarios porque esa era la medida clave para lograr que toda la inflación importada que está experimentando el mundo, no se traduzca en inflación doméstica. Uno tiene tres opciones cuando hay inflación importada: aprecia el tipo de cambio (como hacen los países de Latinoamérica) y entonces sabemos, por la experiencia de la “convertibilidad”, qué pasa cuando se aprecia en términos nominales; en segundo lugar, se puede genera recesión o subir un poquito el desempleo, junto a la generación de condiciones más desfavorables para la clase trabajadora con depresión de salarios; por último, se puede implementar algún esquema que permita desvincular los precios internacionales y los locales. Este último es justamente el esquema de retenciones. Lamentablemente, la Argentina no pudo tomar esa decisión y también se resistió a las otras dos opciones, la elección entre la apreciación cambiaria o la la recesión. En el caso de Brasil, por ejemplo, tiene un 5% de inflación y la mitad de la tasa de crecimiento de Argentina, sumado a un problema de cuenta corriente. Ninguna opción es, en sí misma, la mejor de todas; claramente hay costos y beneficios derivados de una estrategia como la de Brasil. Considero que la Argentina apostó al crecimiento y la reducción del desempleo, pagó algo en términos de inflación debido a la decisión sobre el tipo de cambio, y en un futuro no muy lejano puede ingresar en esquemas de ese tipo que permitan reducir la inflación en forma paulatina.
-A un año y medio de la implementación de la Asignación Universal por Hijo (AUH); habiendo Ud. realizado uno de los primeros estudios sobre su impacto ¿qué evaluación realiza?
Después de un año y medio lo que uno puede ver son dos cosas. Primero, nos tenemos que sacar cualquier tipo de duda inicial sobre la AUH: el la magnitud y el éxito de este instrumento de política es el más importante en Latinoamérica; esto surge de un estudio que hemos realizado en el contexto regional. Pero, más aun, un conjunto de especialistas de Naciones Unidos confirman que es la más importante del mundo, y me atrevo a decirlo porque es una palabra mucho más autorizada que la mía la que lo dice. Ahora debemos avanzar en lo que llamaríamos políticas de “segunda generación”. Ya con la AUH podemos identificar a los sectores que están más necesitados y lo que se puede hacer ahora es empezar a explotar esa identificación; ya se comenzó a trabajar en ese sentido con la Asignación por embarazo, que es un estímulo muy importante y que garantiza el cuidado de los más vulnerables que son los menores de parte de la madre.. Ahí entramos en una cuestión importante de comprender que los déficit nutricionales y de salud que puedan ocurrir durante el embarazo después tienen consecuencias irreversibles sobre las capacidades de aprender de los niños, y las posibilidades de desarrollo físico y psíquico, etc. Con lo cual necesitamos la profundización de esta política en el sentido adecuado, aunque también probablemente hay un conjunto de aspectos a mejorar en términos educativos. Los chicos que retoman el colegio en virtud y gracias a la AUH tienen que tener un tipo de apoyo especial porque seguramente si dejaron el colegio y ahora pueden volver a un estipendio de dinero- que es importante pero que no le cambia sustancialmente la vida a nadie- esta situación habla que realmente necesitan un apoyo adicional. Es importante y necesario que un programa de reinserción escolar se articule con la AUH.
-¿Podría explicar qué es el “Estado Empleador en Última Instancia”, que usted ha propiciado? ¿Cómo imagina su implementación en nuestro país?
Se trata de un término que surge a partir de una analogía con el rol de los bancos centrales en cualquier economía capitalista. ¿Cuáles son las funciones de un banco central en un país? Ser el prestamista en “última instancia”, es decir, que si el sistema financiero entra en una crisis, el banco tiene que intentar que el sistema no se caiga y arrastre a la economía en ese proceso. Lo estamos viendo hoy en EEUU, Europa y en todos los bancos centrales del mundo. Estos bancos hoy sostienen el sector financiero, no per se, sino para que la crisis financiera no se transforme en económica y social. Los que defendemos la actividad del Estado como empleador en “última instancia” entendemos que también las crisis sociales tienen consecuencias sobre la propia economía, sobre la propia sociedad y sobre la totalidad del país. Entonces lo que debe hacer el Estado, de la misma manera que sostiene al sector financiero ante estas crisis extremas, debe sostener a los trabajadores en crisis extremas, que es cuando el desempleo sube mucho, cuando ciertos sectores de la población son discriminados sistemáticamente en el mercado de trabajo (cuando el mercado no llega, debería llegar el Estado)
¿Cómo imagino que podría funcionar un esquema de Estado empleador de última instancia en Argentina? Haciendo foco en las personas que todavía no pudieron ingresar al mercado de trabajo y que históricamente son discriminadas. Hoy el desempleo ronda el 7%, pero ese valor se puede llegar a duplicar en jóvenes y mujeres, sobre todo en mujeres que son cabezas de hogar. Con lo cual creo que pensar en esquemas de empleo para este tipo de sectores es un desafío interesante y lo importante es que no hay que confundirlo con un subsidio. Se trata justamente de buscar si hay ciertos sectores de actividad donde esas franjas de la población pueden aportar un producto económicamente significativo, que tenga precio, que se venda, etc, y al mismo tiempo aportando eso desde el Estado se puede lograr que esas personas dejen de estar desempleadas. El caso paradigmático son las guarderías sociales o los sistemas nacionales de cuidado. Allí las mujeres que son discriminadas del mercado de trabajo –por ej, por ser cabeza de hogar, tienen muchos chicos a cargo y no pueden conseguir empleos full time porque deben cuidarlos, etc- con el establecimiento de un sistema de guarderías públicas (como existen en Francia), donde algunas mujeres puedan dejar a sus chicos para ir a trabajar y, al mismo tiempo, algunas que tienen chicos y no consiguen trabajo, pueden trabajar cuidando a los menores, ayudando con los temas de educación, salud, formación, puede ser una forma de resolver dos problemas. Uno de ellos relacionado a la mujer que quizá pierde una buena parte de su ingreso por contratar una señora para que le cuide a sus chicos y, el otro problema el de las mujeres que no consiguen empleo en otras ramas de la producción y que pueden aportar en un sistema de cuidados de carácter nacional. Actualmente, con las condiciones en que se desarrolla el mercado de trabajo argentino, imagino posible un sistema de ese tipo, aunque hay otros sistemas que también podrían funcionar. En Argentina la inclusión de mujeres y jóvenes es la clave para seguir profundizando la reducción del desempleo.
-Ud. ha combatido las tesis sobre la insuficiencia del ahorro. ¿Qué medidas por parte del Estado considera para financiar la inversión?
Un elemento importante a señalar es que hace 80 años que los economistas estamos discutiendo estas cuestiones: si es el ahorro el que financia la inversión o si es la inversión la que genera el nivel de ingreso necesario para que la población pueda ahorrar. Mi hipótesis, adhiriendo a la segunda opción, es que nadie puede ahorrar lo que no tiene, y, entonces, si no hay inversión, producción y generación de puestos de trabajo e ingreso, difícilmente alguien pueda ahorrar y financiar una inversión. Claramente la inversión precede lógica y físicamente al ahorro.
El punto es que en economías como la argentina -que históricamente han sido muy volátiles y están expuestas a shocks externos, cambiarios, etc.- el sistema financiero dentro de la economía no es muy grande y en general no se arriesga a prestar a proyectos que pueden tener un retorno social, e incluso económico, importante dada esta condición de riesgo. Hoy en Argentina las grandes obras de infraestructura que se necesitan o ramas de la producción que están empezando a aparecer y necesitan esos fondos para realizar inversiones, no pueden acceder al mercado de crédito y por lo tanto no pueden llevar a cabo esos proyectos de inversión. De este modo, no generan ingreso ni, por ende, ahorro. Entonces no hay una deficiencia de ahorro sino de inversión. Cuando uno analiza cualquier experiencia de desarrollo nacional más o menos exitosa, el rol del Estado es articular lo que puede llamarse una “banca de desarrollo”. Una banca que no hay que pensarla desde un esquema muy complejo como un banco de desarrollo. Yo creo actualmente el Estado tiene los instrumentos para avanzar hacia un esquema de financiación del desarrollo. ¿Cuáles son esos instrumentos? Necesitamos que la banca pública argentina se dedique mucho más al financiamiento de empresas; algo que hace pero que tiene algunos criterios de evaluación que le impide arriesgarse un poco más con la inversión. Hoy muchos de los bancos públicos son evaluados con criterios propios de los bancos privados, entonces tienen los mismos problemas que los privados para prestar al sector productivo. Otro instrumento que es una gran novedad en Argentina es el Fondo de Garantía de Sustentabilidad que maneja la ANSES y que está siendo utilizado para financiar inversiones. Por ejemplo, este Fondo tuvo un rol muy importante en la crisis de 2009, impidiendo que se destruyeran puestos de trabajo. Muchas veces se habla de ese Fondo como de “la plata de los jubilados” y hay que entender que tanto para los jubilados como para los trabajadores es sumamente positivo que ese Fondo financie inversiones y genere empleo, porque esa generación de empleo, a la vez, contribuye al mismo Fondo (mediante aportes patronales, recaudación por IVA E impuesto a las ganancias, etc.). En este sentido, hoy la Argentina tiene algunos elementos, que debe empezar a utilizar con mayor frecuencia y en forma más extendida, para lograr financiar proyectos de inversión que hoy no estamos sosteniendo pero que necesitamos ya que, sino, se van incorporando problemas específicos al proceso de desarrollo. Por ejemplo en el sector de Energía tenemos un problema con claridad, en relación a la generación de energía; un problema que se puede solucionar si el sector público y el privado empiezan a articularse en ese sentido.
-¿Hacia dónde debe orientarse el proceso de industrialización y qué papel tiene que tener el tipo de cambio?
Hoy el tipo de cambio uno no lo podemos definir taxativamente, si es o no competitivo. Observamos una típica heterogeneidad productiva de la Argentina pero en lo que respecta a la competitividad. Hay sectores que siguen siendo competitivos y otros que están un poco más comprometidos en competitividad externa. Actualmente el panorama es mucho más diverso y complejo que lo que teníamos en el año 2005 (donde uno no encontraba un sector que fuera más competitivo en relación a 1999 o 2000). Por este motivo, si bien hoy hay sectores que tienen problemas de competitividad, como justamente esos problemas son heterogéneos, las soluciones no pueden ser homogéneas. Subiendo el tipo de cambio no se soluciona nada porque en algunos sectores sus competitividades no dependen del tipo de cambio, sino de los mercados, de tener nuevos puertos, o mejorar los caminos, la logística, la interconectividad del país o el sistema impositivo. Por eso creo que no hay que buscar la solución mágica del tipo de cambio, particularmente por lo altos niveles de inflación: si apuntamos a la solución cambiaria podría empeorar la situación. Tenemos que planificar: mirar bien cuáles son los problemas específicos y encontrar las herramientas para cada sector. No es lo mismo lo que necesita el sector metalúrgico, el textil o el turístico. Es claro que una devaluación no le pega por igual a cada uno de los sectores y sobre todo una devaluación en Argentina podría no ser expansiva sino contractiva y generar una recesión. Hay que tener cuidado con pensar esta idea que una devaluación soluciona todo porque con las condiciones actuales se podría contribuir a una recesión
-Por último, ¿qué se pone en juego en materia económica con las elecciones de este año y cuáles cree que son los desafíos para el próximo mandato?
Están en juego dos cuestiones. Por una parte, al contrario de lo que pasa con el discurso oficial, el arco opositor heterogéneo no tiene un proyecto claro ni alternativo. Uno ve medidas aisladas y casi ninguna simpática; he escuchado a sectores supuestamente de “izquierda progresista” diciendo que hay que eliminar las retenciones, a sectores que tal vez no son tan progresistas que piensan que los jubilados que no aportaron al sistema no deberían haberse jubilado, etc. ¿Entonces qué hacemos con esos 2 millones y medio de personas que se pudieron jubilar con el Programa de Inclusión Previsional y que no aportaron -no porque no quisieron o se gastaron la plata- ya que durante los 90 trabajaron (con suerte) en negro o estuvieron en condición de desempleados? En tal sentido, no se observa la existencia de un proyecto alternativo; lo que sí me parece que se juega es la complejización de este proceso de desarrollo. La etapa más complicada de los procesos de desarrollo es cuando uno tiene que empezar planificar ese desarrollo y cuando éste ya no es el resultado de condiciones macroeconómicas favorables, que muchas veces están diseñadas e implementadas desde diversos sistemas económicos (esto quiere decir que Argentina no creció por el “viento de cola” e incluso cuando tuvimos “viento de frente” como en 2009, pudimos sortear los problemas). Lo importante es que ahora claramente no alcanza con esas condiciones, las cuales tienen que estar pero lo que tiene que pasar para seguir mejorando y profundizando estas tendencias es planificar de manera mucho más precisa y detallada y complejizar un conjunto de formas y medidas de intervención del Estado que, con claridad, considero que el momento para realizarlas. Si este proceso que empezó en 2003 sale fortalecido en esta elección de “tercer término” y me parecer que la sociedad está dando el visto bueno para que lo que se hizo se continúe y lo que faltó se empiece a realizar.
Publicado en :
http://espacioiniciativa.com.ar/?p=3276
Entrevista exclusiva al economista co-autor de “Aportes de la Economía Política en el Bicentenario”.
28 Junio, 2011 Iniciativa
Reportaje de Telémaco Subijana y Federico Ghelfi
Iniciativa entrevistó en exclusiva al economista Emmanuel Agis, co-autor del libro “Aportes de la Economía Política en el Bicentenario”. Es Coordinador del departamento de Política Económica de la sede en Buenos Aires de la Sociedad Internacional para el Desarrollo (SID-Baires), miembro de la Asociación de Economía para el Desarrollo de Argentina (AEDA) y del Programa de Formación Popular en Economía (PROFOPE). Caracterizó el esquema macroeconómico de Argentina iniciado en 2003, resaltó el papel de las medidas contra-cíclicas para superar la crisis internacional de 2009 y analizó los desafíos pendientes en materia de desarrollo industrial.
-¿Cuáles son los ejes centrales de lo que Ud. llama el “nuevo esquema macroeconómico de Argentina”?
Hay un conjunto importante de ejes, pero creo fundamentalmente que este esquema se define -por necesidad o por urgencia- después de la devaluación de 2002. Se trata claramente de un esquema de “tipo de cambio apreciado” o “tipo de cambio diferenciado”. En el “frente cambiario” junto con la devaluación de 2002, lo que sucede en Argentina es el comienzo de un sistema de tipo de cambio “diferenciado”, que no equivale a un tipo de cambio “alto”. El establecimiento de la devaluación sumada a la intervención de las retenciones resulta en que, además de tener un tipo de cambio a nivel general más alto, llegamos a un tipo de cambio diferencial por sector. Los procesos de industrialización y desarrollo que asomaron en el país se dieron a partir de un esquema de tipo de cambio diferenciado. Esa es una de las patas importantes.
El otro eje central se produce -primero por necesidad y después por buen tino político- con el default de la deuda y la posterior renegociación. Ahí claramente el espacio fiscal de la Argentina tuvo un incremento muy importante que le permitió empezar a hacer política, que es justamente lo que no venía desarrollando antes. Una política fiscal gracias a que el porcentaje de la deuda en el gasto fiscal se redujo significativamente y eso empezó a permitir la implementación de una serie de medidas que también ayudaron a traccionar el crecimiento.
Un tercer punto que se destaca es todo el esquema de políticas de ingreso que se viene implementando fundamentalmente de 2003 a la fecha: comenzó con aumentos por decretos, luego se recuperó el sistema de negociación como las paritarias y también encontramos algunos hitos muy importantes, como el Plan de Inclusión Previsional y la Asignación Universal por Hijo.
En definitiva, ésos son los tres ejes: el tipo de cambio diferenciado, una significativa reducción de la deuda -con el consecuente espacio fiscal ganado para hacer política- y una batería de políticas de ingreso que permite paulatinamente recuperar el poder adquisitivo y reducir la desigualdad, la pobreza y la indigencia.
-¿Qué factores atribuye a la menor repercusión relativa que la crisis financiera internacional tuvo la crisis en nuestro país?
Se pueden dividir dos aspectos. Por una parte, las cuestiones estructurales: la redefinición del espectro económico y la salida de un esquema de tipo de cabio fijo. La Argentina soportó bastantes pocas presiones cambiarias en el momento de la crisis, fundamentalmente por dos razones: una porque ya no estaba dada una regla cambiaria como en la convertibilidad, y otra, porque el propio establecimiento de un tipo de cambio depreciado le permitió acumular reservas internacionales y con ese sector de reservas administrar el tipo de cambio para evitar que se produjeran alteraciones bruscas, que son en general las que producen más descalabros financieros y sociales. Eso en cuanto a lo estructural, sumado al nivel muy bajo de deuda que tenemos: el endeudamiento externo no es un problema, y con una economía muy orientada al mercado externo y con un mercado interno bastante robusto.
Por otra parte, los factores coyunturales tienen que ver con que en 2009 –a diferencia de lo que sucedió en la historia de la política económica argentina- se implementó una verdadera política económica contracíclica. Lo realizado desde el gobierno fue, básicamente, acelerar los planes de inversión que se tenían en cartera para introducir un impulso que contrarrestara el shock externo. Asimismo, algunas de las cuestiones históricas como la AUH son decisiones que fueron tomadas en el medio de esta crisis y que contribuyeron, en mucho, a morigerar el impacto del shock externo.
Entonces, tenemos dos tipos de factores. Los estructurales: la economía está bastante mejor preparada que antes para soportar un shock externo; los coyunturales: no se descansó sólo en lo estructural sino que se intentaron diversas maneras para administrar la crisis, con una política fiscal contracíclica y una política cambiaria para evitar que el tipo de cambio se disparara.
-Uno de los ejes de la oposición para criticar a la economía argentina es la inflación. ¿Qué opina en relación a este tema y cómo repercute en las variables sociales?
Indudablemente, la discusión está bastante ensucisada por la situación del INDEC. Lo interesante, y paradójico al mismo tiempo, es que si uno observa estadísticas de inflación que no sean las oficiales (por ejemplo el promedio de inflación de las provincias) hoy Argentina tiene un problema inflacionario; es importante ya que llegó a tocar picos del 5 o 6% y está en un núcleo duro del 20%, que se está volviendo difícil de superar. Ahora bien, lo paradójico -y lo que también es una novedad en la dinámica de las variables sociales- es que por primera vez en la Argentina ese costo de la inflación no se traduce en un aumento “1 a 1” de la pobreza y la indigencia. Específicamente, en la historia argentina se comparaba el costo de la inflación con aquellos actores que percibían ingresos fijos (como los jubilados, los beneficiarios de subsidios y los asalariados de más bajos ingresos). Considero que buena parte de la política de ingresos implementada desde el 2007 a la fecha, tuvo un efecto en morigerar los impactos de la inflación sobre las variables sociales. Es por este motivo que creo que -al revés de lo que se lee en el discurso oficial- tener la inflación en torno al 20%, y lograr que la pobreza e indigencia no se incremente con ese entorno macroeconómico, es un éxito muy importante.
Claramente la discusión no se da en estos términos porque los números oficiales dicen otra cosa, pero podemos decir que incluso con esa dinámica las variables y los resultados en cuanto a indicadores sociales son buenos. Obviamente, cada vez que se genera inflación, ocurre que se frena el proceso de recuperación del salario real y la reducción de la pobreza e indigencia. Pero lo importante es que, si bien se da ese freno lo importante es que las variables no se volvieron negativas. En general, cuando empezaba a acelerarse la inflación, caía el salario real, aumentaba la pobreza y enseguida se incrementaba la indigencia. Tenemos que recordar que, lamentablemente, buena parte de esa batalla perdida que es la “inflacionaria”, fue producto de la negativa parlamentaria a aprobar el proyecto de las retenciones móviles e 2008. Si la Argentina tuviera un esquema de retenciones más robusto –móviles y segmentadas, estaríamos hablando de otros números inflacionarios porque esa era la medida clave para lograr que toda la inflación importada que está experimentando el mundo, no se traduzca en inflación doméstica. Uno tiene tres opciones cuando hay inflación importada: aprecia el tipo de cambio (como hacen los países de Latinoamérica) y entonces sabemos, por la experiencia de la “convertibilidad”, qué pasa cuando se aprecia en términos nominales; en segundo lugar, se puede genera recesión o subir un poquito el desempleo, junto a la generación de condiciones más desfavorables para la clase trabajadora con depresión de salarios; por último, se puede implementar algún esquema que permita desvincular los precios internacionales y los locales. Este último es justamente el esquema de retenciones. Lamentablemente, la Argentina no pudo tomar esa decisión y también se resistió a las otras dos opciones, la elección entre la apreciación cambiaria o la la recesión. En el caso de Brasil, por ejemplo, tiene un 5% de inflación y la mitad de la tasa de crecimiento de Argentina, sumado a un problema de cuenta corriente. Ninguna opción es, en sí misma, la mejor de todas; claramente hay costos y beneficios derivados de una estrategia como la de Brasil. Considero que la Argentina apostó al crecimiento y la reducción del desempleo, pagó algo en términos de inflación debido a la decisión sobre el tipo de cambio, y en un futuro no muy lejano puede ingresar en esquemas de ese tipo que permitan reducir la inflación en forma paulatina.
-A un año y medio de la implementación de la Asignación Universal por Hijo (AUH); habiendo Ud. realizado uno de los primeros estudios sobre su impacto ¿qué evaluación realiza?
Después de un año y medio lo que uno puede ver son dos cosas. Primero, nos tenemos que sacar cualquier tipo de duda inicial sobre la AUH: el la magnitud y el éxito de este instrumento de política es el más importante en Latinoamérica; esto surge de un estudio que hemos realizado en el contexto regional. Pero, más aun, un conjunto de especialistas de Naciones Unidos confirman que es la más importante del mundo, y me atrevo a decirlo porque es una palabra mucho más autorizada que la mía la que lo dice. Ahora debemos avanzar en lo que llamaríamos políticas de “segunda generación”. Ya con la AUH podemos identificar a los sectores que están más necesitados y lo que se puede hacer ahora es empezar a explotar esa identificación; ya se comenzó a trabajar en ese sentido con la Asignación por embarazo, que es un estímulo muy importante y que garantiza el cuidado de los más vulnerables que son los menores de parte de la madre.. Ahí entramos en una cuestión importante de comprender que los déficit nutricionales y de salud que puedan ocurrir durante el embarazo después tienen consecuencias irreversibles sobre las capacidades de aprender de los niños, y las posibilidades de desarrollo físico y psíquico, etc. Con lo cual necesitamos la profundización de esta política en el sentido adecuado, aunque también probablemente hay un conjunto de aspectos a mejorar en términos educativos. Los chicos que retoman el colegio en virtud y gracias a la AUH tienen que tener un tipo de apoyo especial porque seguramente si dejaron el colegio y ahora pueden volver a un estipendio de dinero- que es importante pero que no le cambia sustancialmente la vida a nadie- esta situación habla que realmente necesitan un apoyo adicional. Es importante y necesario que un programa de reinserción escolar se articule con la AUH.
-¿Podría explicar qué es el “Estado Empleador en Última Instancia”, que usted ha propiciado? ¿Cómo imagina su implementación en nuestro país?
Se trata de un término que surge a partir de una analogía con el rol de los bancos centrales en cualquier economía capitalista. ¿Cuáles son las funciones de un banco central en un país? Ser el prestamista en “última instancia”, es decir, que si el sistema financiero entra en una crisis, el banco tiene que intentar que el sistema no se caiga y arrastre a la economía en ese proceso. Lo estamos viendo hoy en EEUU, Europa y en todos los bancos centrales del mundo. Estos bancos hoy sostienen el sector financiero, no per se, sino para que la crisis financiera no se transforme en económica y social. Los que defendemos la actividad del Estado como empleador en “última instancia” entendemos que también las crisis sociales tienen consecuencias sobre la propia economía, sobre la propia sociedad y sobre la totalidad del país. Entonces lo que debe hacer el Estado, de la misma manera que sostiene al sector financiero ante estas crisis extremas, debe sostener a los trabajadores en crisis extremas, que es cuando el desempleo sube mucho, cuando ciertos sectores de la población son discriminados sistemáticamente en el mercado de trabajo (cuando el mercado no llega, debería llegar el Estado)
¿Cómo imagino que podría funcionar un esquema de Estado empleador de última instancia en Argentina? Haciendo foco en las personas que todavía no pudieron ingresar al mercado de trabajo y que históricamente son discriminadas. Hoy el desempleo ronda el 7%, pero ese valor se puede llegar a duplicar en jóvenes y mujeres, sobre todo en mujeres que son cabezas de hogar. Con lo cual creo que pensar en esquemas de empleo para este tipo de sectores es un desafío interesante y lo importante es que no hay que confundirlo con un subsidio. Se trata justamente de buscar si hay ciertos sectores de actividad donde esas franjas de la población pueden aportar un producto económicamente significativo, que tenga precio, que se venda, etc, y al mismo tiempo aportando eso desde el Estado se puede lograr que esas personas dejen de estar desempleadas. El caso paradigmático son las guarderías sociales o los sistemas nacionales de cuidado. Allí las mujeres que son discriminadas del mercado de trabajo –por ej, por ser cabeza de hogar, tienen muchos chicos a cargo y no pueden conseguir empleos full time porque deben cuidarlos, etc- con el establecimiento de un sistema de guarderías públicas (como existen en Francia), donde algunas mujeres puedan dejar a sus chicos para ir a trabajar y, al mismo tiempo, algunas que tienen chicos y no consiguen trabajo, pueden trabajar cuidando a los menores, ayudando con los temas de educación, salud, formación, puede ser una forma de resolver dos problemas. Uno de ellos relacionado a la mujer que quizá pierde una buena parte de su ingreso por contratar una señora para que le cuide a sus chicos y, el otro problema el de las mujeres que no consiguen empleo en otras ramas de la producción y que pueden aportar en un sistema de cuidados de carácter nacional. Actualmente, con las condiciones en que se desarrolla el mercado de trabajo argentino, imagino posible un sistema de ese tipo, aunque hay otros sistemas que también podrían funcionar. En Argentina la inclusión de mujeres y jóvenes es la clave para seguir profundizando la reducción del desempleo.
-Ud. ha combatido las tesis sobre la insuficiencia del ahorro. ¿Qué medidas por parte del Estado considera para financiar la inversión?
Un elemento importante a señalar es que hace 80 años que los economistas estamos discutiendo estas cuestiones: si es el ahorro el que financia la inversión o si es la inversión la que genera el nivel de ingreso necesario para que la población pueda ahorrar. Mi hipótesis, adhiriendo a la segunda opción, es que nadie puede ahorrar lo que no tiene, y, entonces, si no hay inversión, producción y generación de puestos de trabajo e ingreso, difícilmente alguien pueda ahorrar y financiar una inversión. Claramente la inversión precede lógica y físicamente al ahorro.
El punto es que en economías como la argentina -que históricamente han sido muy volátiles y están expuestas a shocks externos, cambiarios, etc.- el sistema financiero dentro de la economía no es muy grande y en general no se arriesga a prestar a proyectos que pueden tener un retorno social, e incluso económico, importante dada esta condición de riesgo. Hoy en Argentina las grandes obras de infraestructura que se necesitan o ramas de la producción que están empezando a aparecer y necesitan esos fondos para realizar inversiones, no pueden acceder al mercado de crédito y por lo tanto no pueden llevar a cabo esos proyectos de inversión. De este modo, no generan ingreso ni, por ende, ahorro. Entonces no hay una deficiencia de ahorro sino de inversión. Cuando uno analiza cualquier experiencia de desarrollo nacional más o menos exitosa, el rol del Estado es articular lo que puede llamarse una “banca de desarrollo”. Una banca que no hay que pensarla desde un esquema muy complejo como un banco de desarrollo. Yo creo actualmente el Estado tiene los instrumentos para avanzar hacia un esquema de financiación del desarrollo. ¿Cuáles son esos instrumentos? Necesitamos que la banca pública argentina se dedique mucho más al financiamiento de empresas; algo que hace pero que tiene algunos criterios de evaluación que le impide arriesgarse un poco más con la inversión. Hoy muchos de los bancos públicos son evaluados con criterios propios de los bancos privados, entonces tienen los mismos problemas que los privados para prestar al sector productivo. Otro instrumento que es una gran novedad en Argentina es el Fondo de Garantía de Sustentabilidad que maneja la ANSES y que está siendo utilizado para financiar inversiones. Por ejemplo, este Fondo tuvo un rol muy importante en la crisis de 2009, impidiendo que se destruyeran puestos de trabajo. Muchas veces se habla de ese Fondo como de “la plata de los jubilados” y hay que entender que tanto para los jubilados como para los trabajadores es sumamente positivo que ese Fondo financie inversiones y genere empleo, porque esa generación de empleo, a la vez, contribuye al mismo Fondo (mediante aportes patronales, recaudación por IVA E impuesto a las ganancias, etc.). En este sentido, hoy la Argentina tiene algunos elementos, que debe empezar a utilizar con mayor frecuencia y en forma más extendida, para lograr financiar proyectos de inversión que hoy no estamos sosteniendo pero que necesitamos ya que, sino, se van incorporando problemas específicos al proceso de desarrollo. Por ejemplo en el sector de Energía tenemos un problema con claridad, en relación a la generación de energía; un problema que se puede solucionar si el sector público y el privado empiezan a articularse en ese sentido.
-¿Hacia dónde debe orientarse el proceso de industrialización y qué papel tiene que tener el tipo de cambio?
Hoy el tipo de cambio uno no lo podemos definir taxativamente, si es o no competitivo. Observamos una típica heterogeneidad productiva de la Argentina pero en lo que respecta a la competitividad. Hay sectores que siguen siendo competitivos y otros que están un poco más comprometidos en competitividad externa. Actualmente el panorama es mucho más diverso y complejo que lo que teníamos en el año 2005 (donde uno no encontraba un sector que fuera más competitivo en relación a 1999 o 2000). Por este motivo, si bien hoy hay sectores que tienen problemas de competitividad, como justamente esos problemas son heterogéneos, las soluciones no pueden ser homogéneas. Subiendo el tipo de cambio no se soluciona nada porque en algunos sectores sus competitividades no dependen del tipo de cambio, sino de los mercados, de tener nuevos puertos, o mejorar los caminos, la logística, la interconectividad del país o el sistema impositivo. Por eso creo que no hay que buscar la solución mágica del tipo de cambio, particularmente por lo altos niveles de inflación: si apuntamos a la solución cambiaria podría empeorar la situación. Tenemos que planificar: mirar bien cuáles son los problemas específicos y encontrar las herramientas para cada sector. No es lo mismo lo que necesita el sector metalúrgico, el textil o el turístico. Es claro que una devaluación no le pega por igual a cada uno de los sectores y sobre todo una devaluación en Argentina podría no ser expansiva sino contractiva y generar una recesión. Hay que tener cuidado con pensar esta idea que una devaluación soluciona todo porque con las condiciones actuales se podría contribuir a una recesión
-Por último, ¿qué se pone en juego en materia económica con las elecciones de este año y cuáles cree que son los desafíos para el próximo mandato?
Están en juego dos cuestiones. Por una parte, al contrario de lo que pasa con el discurso oficial, el arco opositor heterogéneo no tiene un proyecto claro ni alternativo. Uno ve medidas aisladas y casi ninguna simpática; he escuchado a sectores supuestamente de “izquierda progresista” diciendo que hay que eliminar las retenciones, a sectores que tal vez no son tan progresistas que piensan que los jubilados que no aportaron al sistema no deberían haberse jubilado, etc. ¿Entonces qué hacemos con esos 2 millones y medio de personas que se pudieron jubilar con el Programa de Inclusión Previsional y que no aportaron -no porque no quisieron o se gastaron la plata- ya que durante los 90 trabajaron (con suerte) en negro o estuvieron en condición de desempleados? En tal sentido, no se observa la existencia de un proyecto alternativo; lo que sí me parece que se juega es la complejización de este proceso de desarrollo. La etapa más complicada de los procesos de desarrollo es cuando uno tiene que empezar planificar ese desarrollo y cuando éste ya no es el resultado de condiciones macroeconómicas favorables, que muchas veces están diseñadas e implementadas desde diversos sistemas económicos (esto quiere decir que Argentina no creció por el “viento de cola” e incluso cuando tuvimos “viento de frente” como en 2009, pudimos sortear los problemas). Lo importante es que ahora claramente no alcanza con esas condiciones, las cuales tienen que estar pero lo que tiene que pasar para seguir mejorando y profundizando estas tendencias es planificar de manera mucho más precisa y detallada y complejizar un conjunto de formas y medidas de intervención del Estado que, con claridad, considero que el momento para realizarlas. Si este proceso que empezó en 2003 sale fortalecido en esta elección de “tercer término” y me parecer que la sociedad está dando el visto bueno para que lo que se hizo se continúe y lo que faltó se empiece a realizar.
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lunes, 27 de junio de 2011
CLOSS : "El pueblo misionero respaldará a Cristina", por "El Argentino" del 27-06-11.
Así lo manifestó el gobernador Maurice Fabián Closs, que ayer fue reelecto con el 72,56% de los votos. Además, manifestó su alegría y calificó de "histórico" el porcentaje de votos alcanzado por la Renovación.
El gobernador misionero Maurice Fabián Closs, que ayer fue reelecto con el 72,56% de los votos, agradeció el apoyo recibido y vaticinó que en octubre "el pueblo misionero le dará el mismo respaldo o mas aún a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner".
"El pueblo misionero -añadió- sabe que estamos identificados con el modelo impulsado desde la Nación y porque sabe que en los buenos y en los malos momentos estuvimos al lado de la presidenta", sostuvo Closs, indicó Télam.
Closs manifestó su alegría, calificó de "histórico" el porcentaje de votos alcanzado por la Renovación, aunque aclaró que "este resultado además de ser un claro respaldo de la sociedad misionera a la gestión que venimos desarrollando, nos llena de responsabilidad ante un electorado que demostró que sabe votar".
Por su parte el flamante vicegobernador electo, Hugo Mario Passalacqua, opinó que "el voto del pueblo misionero es nada más ni nada menos que un blindaje político al modelo nacional y un claro plebiscito a la gestión de nuestro gobernador, que obtuvo un resultado histórico no sólo a nivel provincial sino también a nivel nacional", aseguró.
El Frente Renovador, que obtuvo 322.586 votos, le sacó casi 70 puntos de diferencia al partido provincial Trabajo y Progreso Social, que llevó como candidato a gobernador al joven empresario Claudio Wipplinger, quien obtuvo 30.934 sufragios, con el 6,96 por ciento, según datos proporcionados por el Centro de Cómputos de la provincia, con el 99,41 por ciento de los votos escrutados.
Publicado en :
http://www.elargentino.com/nota-145978-Closs-El-pueblo-misionero-respaldara-a-Cristina.html
El gobernador misionero Maurice Fabián Closs, que ayer fue reelecto con el 72,56% de los votos, agradeció el apoyo recibido y vaticinó que en octubre "el pueblo misionero le dará el mismo respaldo o mas aún a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner".
"El pueblo misionero -añadió- sabe que estamos identificados con el modelo impulsado desde la Nación y porque sabe que en los buenos y en los malos momentos estuvimos al lado de la presidenta", sostuvo Closs, indicó Télam.
Closs manifestó su alegría, calificó de "histórico" el porcentaje de votos alcanzado por la Renovación, aunque aclaró que "este resultado además de ser un claro respaldo de la sociedad misionera a la gestión que venimos desarrollando, nos llena de responsabilidad ante un electorado que demostró que sabe votar".
Por su parte el flamante vicegobernador electo, Hugo Mario Passalacqua, opinó que "el voto del pueblo misionero es nada más ni nada menos que un blindaje político al modelo nacional y un claro plebiscito a la gestión de nuestro gobernador, que obtuvo un resultado histórico no sólo a nivel provincial sino también a nivel nacional", aseguró.
El Frente Renovador, que obtuvo 322.586 votos, le sacó casi 70 puntos de diferencia al partido provincial Trabajo y Progreso Social, que llevó como candidato a gobernador al joven empresario Claudio Wipplinger, quien obtuvo 30.934 sufragios, con el 6,96 por ciento, según datos proporcionados por el Centro de Cómputos de la provincia, con el 99,41 por ciento de los votos escrutados.
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LOS PRINCIPALES CANDIDATOS DEL OFICIALISMO EN LOS DIFERENTES DISTRITOS, por Nicolás Lantos (para "Página 12" del 27-06-11)
Arriba : Facundo Moyano, Walter Barrionuevo, Carlos Eliceche y Andrés Larroque.
El lugar de los jóvenes militantes, los gremialistas y los aliados en las boletas para diputados y senadores. Los nombres reconocidos que buscan renovar mandato. Las curiosidades.
Por Nicolás Lantos
- Provincia de Buenos Aires. Aníbal Fernández encabezará la boleta de candidatos a senadores, acompañado de la diputada María Laura Leguizamón (ya tuvo un escaño en la Cámara alta entre 2003 y 2007). La nómina de aspirantes a una diputación está presidida por el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, e incluye en buenas ubicaciones a funcionarios sciolistas como Cristina Alvarez Rodríguez y Mario Oporto, nombres del sindicalismo como Facundo Moyano y Carlos Gandsky, y emergentes de la juventud como Andrés Arregui, Eduardo “Wado” De Pedro y Mayra Mendoza, de La Cámpora, y Leonardo Grosso, del Evita. También hay espacio para que figuras emblemáticas renueven su mandato, como en el caso del vicepresidente del bloque, José María Díaz Bancalari, y para aliados como Carlos Raimundi (Nuevo Encuentro) y el socialista Jorge Rivas.
- Capital. “Boudouista” puro, Roberto Feletti es el primer candidato a diputado. Lo acompañan María del Carmen Bianchi (secretaria de Cultura del PJ porteño), el titular de La Cámpora, Andrés Larroque, y en el cuarto lugar –el último espacio competitivo en el distrito– un aliado: Juan Carlos Junio, hombre de Carlos Heller.
- Santa Fe. Como estaba anunciado, el intendente de Rafaela, Omar Perotti, será el primer candidato a diputado, intentando que quienes votaron por él en la interna a gobernador no fuguen sus votos hacia Miguel Del Sel. A continuación aparecen la rossista Claudia Giaccone, el referente de La Cámpora-Rosario Marco Cleri y Oscar Martínez, ex precandidato a vice de Rafael Bielsa.
- Córdoba. Finalmente, el justicialismo y el FpV irán a las urnas con listas separadas, todas detrás de Cristina Fernández. El FpV llevará de primer candidato al intendente de Leones, Fabián Francioni, seguido por Nora Bedano (esposa del jefe comunal de Villa María, Eduardo Accastello, figura fuerte del kirchnerismo local). Por su parte, el PJ le dio el primer lugar al ministro de Gobierno de Juan Schiaretti, Carlos Caserio, a quien acompaña el cegetista Omar Dragún.
- Noreste. En Chaco, el Frente para la Victoria acude a ex diputados para retener las dos bancas que pone en juego: José Mongelo y Gladys Soto. En Formosa, donde además se eligen senadores, José Miguel Mayans buscará renovar su banca en la Cámara alta acompañado por la diputada Graciela de la Rosa. Para la Cámara baja, la lista empieza con el actual legislador Carlos Donkin.
- Litoral. En Misiones, el diputado Juan Manuel Irrazábal buscará pegar el salto al Senado. Su compañera de bancada, Julia Perié, irá por la reelección. En Corrientes, el kirchnerismo dirimirá su interna entre dos listas: una del FpV, encabezada por el titular del PJ local, Fabián Ríos, y una alternativa del referente local Alejandro Karlen. En las elecciones entrerrianas, en tanto, Julio Solanas, ex intendente de Paraná, y la presidenta del Consejo Deliberante de Gualeguaychú, Liliana Ríos, representarán al kirchnerismo.
- Noroeste y Santiago. El gobernador jujeño, Walter Barrionuevo, pegará el salto al Senado, compartiendo boleta con la actual senadora Liliana Fellner. Dos legisladores provinciales, Rubén Rivarola (presidente del bloque oficialista) y Mariela Ortiz, buscarán las diputaciones. En Salta encabezará la lista de candidatos a diputados el ministro de Gobierno, Pablo Kosiner. La boleta tucumana estará coronada por el actual diputado Alfredo Dato, que buscará su reelección junto con la ministra de Desarrollo Social de la provincia, Beatriz Mirkin. En Catamarca la lista se encolumna detrás del funcionario de Anses Isauro Molina; mientras que en Santiago del Estero tres diputados cuyo mandato vence buscarán renovar: se trata de Jorge Pérez, José Herrera y Mirta Pastoriza. Una curiosidad: el gobernador Gerardo Zamora será candidato suplente.
- Cuyo. Hubo cimbronazos en el cierre mendocino y la lista de candidatos a diputados llevará en el tope al ex secretario de Medio Ambiente provincial Guillermo Carmona. Sorprende la ausencia del gobernador saliente, Celso Jaque, y también la de la actual diputada Patricia Fadel. En La Rioja, el kirchnerismo postula al Senado a la vicegobernadora Teresita Luna y al titular del bloque oficialista de la legislatura provincial, Mario Guzmán Soria. Para la Cámara baja van el ministro de Infraestructura, Javier Tineo, la senadora nacional Teresita Quintela y el intendente de Castro Barros, Marcelo Del Moral. En tierras puntanas, tres listas se batirán en internas: la favorita es la que encabezan el senador nacional Daniel Pérsico (que busca la reelección) y para diputados propone al intendente de Merlo, Sergio Guardia. Por San Juan competirán, para la cámara alta, el actual diputado Ruperto Godoy, acompañado de la senadora Marina Riofrío; para la de Diputados irá a la cabeza el vicegobernador Rubén Uñac.
- La Pampa. A poco del cierre, el kirchnerismo decidió ir con candidatos propios usando el sello de Nuevo Encuentro. Esta lista llevará como primera candidata a diputada a María Luz Alonso, una referente de La Cámpora de sólo 25 años, mientras que el PJ tradicional irá con la legisladora no kirchnerista Adriana García.
- Patagonia. En Neuquén, el FpV postula al titular de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas, Alberto Ciampini, y a Ofelia Cedola, secretaria de Seguridad Social de la Nación. En Río Negro, la elección recayó en la legisladora provincial Silvia García Larraburu, mientras que en Chubut la boleta llevará grande el nombre del intendente de Puerto Madryn, Carlos Eliceche, que disputó hace poco la gobernación. Santa Cruz vota senadores y diputados: para la Cámara alta abre la boleta el jefe de Gabinete provincial, Pablo González; la otra lleva en primer lugar al titular de la Casa de Santa Cruz en Buenos Aires. En Tierra del Fuego, a causa de los comicios de ayer, se corrió el cierre de listas hasta el martes.
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http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-170916-2011-06-27.html
Después del cierre de listas
El lugar de los jóvenes militantes, los gremialistas y los aliados en las boletas para diputados y senadores. Los nombres reconocidos que buscan renovar mandato. Las curiosidades.
Por Nicolás Lantos
- Provincia de Buenos Aires. Aníbal Fernández encabezará la boleta de candidatos a senadores, acompañado de la diputada María Laura Leguizamón (ya tuvo un escaño en la Cámara alta entre 2003 y 2007). La nómina de aspirantes a una diputación está presidida por el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, e incluye en buenas ubicaciones a funcionarios sciolistas como Cristina Alvarez Rodríguez y Mario Oporto, nombres del sindicalismo como Facundo Moyano y Carlos Gandsky, y emergentes de la juventud como Andrés Arregui, Eduardo “Wado” De Pedro y Mayra Mendoza, de La Cámpora, y Leonardo Grosso, del Evita. También hay espacio para que figuras emblemáticas renueven su mandato, como en el caso del vicepresidente del bloque, José María Díaz Bancalari, y para aliados como Carlos Raimundi (Nuevo Encuentro) y el socialista Jorge Rivas.
- Capital. “Boudouista” puro, Roberto Feletti es el primer candidato a diputado. Lo acompañan María del Carmen Bianchi (secretaria de Cultura del PJ porteño), el titular de La Cámpora, Andrés Larroque, y en el cuarto lugar –el último espacio competitivo en el distrito– un aliado: Juan Carlos Junio, hombre de Carlos Heller.
- Santa Fe. Como estaba anunciado, el intendente de Rafaela, Omar Perotti, será el primer candidato a diputado, intentando que quienes votaron por él en la interna a gobernador no fuguen sus votos hacia Miguel Del Sel. A continuación aparecen la rossista Claudia Giaccone, el referente de La Cámpora-Rosario Marco Cleri y Oscar Martínez, ex precandidato a vice de Rafael Bielsa.
- Córdoba. Finalmente, el justicialismo y el FpV irán a las urnas con listas separadas, todas detrás de Cristina Fernández. El FpV llevará de primer candidato al intendente de Leones, Fabián Francioni, seguido por Nora Bedano (esposa del jefe comunal de Villa María, Eduardo Accastello, figura fuerte del kirchnerismo local). Por su parte, el PJ le dio el primer lugar al ministro de Gobierno de Juan Schiaretti, Carlos Caserio, a quien acompaña el cegetista Omar Dragún.
- Noreste. En Chaco, el Frente para la Victoria acude a ex diputados para retener las dos bancas que pone en juego: José Mongelo y Gladys Soto. En Formosa, donde además se eligen senadores, José Miguel Mayans buscará renovar su banca en la Cámara alta acompañado por la diputada Graciela de la Rosa. Para la Cámara baja, la lista empieza con el actual legislador Carlos Donkin.
- Litoral. En Misiones, el diputado Juan Manuel Irrazábal buscará pegar el salto al Senado. Su compañera de bancada, Julia Perié, irá por la reelección. En Corrientes, el kirchnerismo dirimirá su interna entre dos listas: una del FpV, encabezada por el titular del PJ local, Fabián Ríos, y una alternativa del referente local Alejandro Karlen. En las elecciones entrerrianas, en tanto, Julio Solanas, ex intendente de Paraná, y la presidenta del Consejo Deliberante de Gualeguaychú, Liliana Ríos, representarán al kirchnerismo.
- Noroeste y Santiago. El gobernador jujeño, Walter Barrionuevo, pegará el salto al Senado, compartiendo boleta con la actual senadora Liliana Fellner. Dos legisladores provinciales, Rubén Rivarola (presidente del bloque oficialista) y Mariela Ortiz, buscarán las diputaciones. En Salta encabezará la lista de candidatos a diputados el ministro de Gobierno, Pablo Kosiner. La boleta tucumana estará coronada por el actual diputado Alfredo Dato, que buscará su reelección junto con la ministra de Desarrollo Social de la provincia, Beatriz Mirkin. En Catamarca la lista se encolumna detrás del funcionario de Anses Isauro Molina; mientras que en Santiago del Estero tres diputados cuyo mandato vence buscarán renovar: se trata de Jorge Pérez, José Herrera y Mirta Pastoriza. Una curiosidad: el gobernador Gerardo Zamora será candidato suplente.
- Cuyo. Hubo cimbronazos en el cierre mendocino y la lista de candidatos a diputados llevará en el tope al ex secretario de Medio Ambiente provincial Guillermo Carmona. Sorprende la ausencia del gobernador saliente, Celso Jaque, y también la de la actual diputada Patricia Fadel. En La Rioja, el kirchnerismo postula al Senado a la vicegobernadora Teresita Luna y al titular del bloque oficialista de la legislatura provincial, Mario Guzmán Soria. Para la Cámara baja van el ministro de Infraestructura, Javier Tineo, la senadora nacional Teresita Quintela y el intendente de Castro Barros, Marcelo Del Moral. En tierras puntanas, tres listas se batirán en internas: la favorita es la que encabezan el senador nacional Daniel Pérsico (que busca la reelección) y para diputados propone al intendente de Merlo, Sergio Guardia. Por San Juan competirán, para la cámara alta, el actual diputado Ruperto Godoy, acompañado de la senadora Marina Riofrío; para la de Diputados irá a la cabeza el vicegobernador Rubén Uñac.
- La Pampa. A poco del cierre, el kirchnerismo decidió ir con candidatos propios usando el sello de Nuevo Encuentro. Esta lista llevará como primera candidata a diputada a María Luz Alonso, una referente de La Cámpora de sólo 25 años, mientras que el PJ tradicional irá con la legisladora no kirchnerista Adriana García.
- Patagonia. En Neuquén, el FpV postula al titular de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas, Alberto Ciampini, y a Ofelia Cedola, secretaria de Seguridad Social de la Nación. En Río Negro, la elección recayó en la legisladora provincial Silvia García Larraburu, mientras que en Chubut la boleta llevará grande el nombre del intendente de Puerto Madryn, Carlos Eliceche, que disputó hace poco la gobernación. Santa Cruz vota senadores y diputados: para la Cámara alta abre la boleta el jefe de Gabinete provincial, Pablo González; la otra lleva en primer lugar al titular de la Casa de Santa Cruz en Buenos Aires. En Tierra del Fuego, a causa de los comicios de ayer, se corrió el cierre de listas hasta el martes.
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http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-170916-2011-06-27.html
BASTA CON VER, por Eduardo Aliverti (para "Página 12" del 27-06-11)
Por Eduardo Aliverti, para "Página 12".
Habrá que observar cuidadosamente los aciertos y errores del tejido oficial que se corroboró.
Tanto la designación de Boudou como la integración de listas revelan, en primer lugar, una muy significativa pérdida de peso de las estructuras territoriales y sectoriales del Partido Justicialista, más lo que le toca a la CGT en igual sentido. Ya había sido un enorme aviso ubicar a Gabriel Mariotto en compañía de Daniel Scioli con todo lo que, por si fuera poco, el titular de Afsca escenifica como voz cantante principal de la ley de medios. Hay un reforzamiento impresionante de la autoridad presidencial, pero con un giro que deja muchos heridos en el PJ. Es por eso que debe mirarse con mucha atención el entramado de lo que, tal vez, ya pueda señalarse como la construcción de una fuerza basada en nuevos cuadros, gente más joven y paulatino desmontaje del aparato peronista tradicional. Algunos se animan a llamarla “cristinismo”. Y en parte por eso vale retroceder en la cronología de la semana hasta el anuncio presidencial de ir por la reelección. No pasa todos los días que un hecho tan ampulosamente obvio despierte reacciones propias de una sorpresa espectacular. Pues acaba de pasar.
Por razones de seriedad analítica, primero pongámonos de acuerdo en dejar de lado a Elisa Carrió. Enloqueció hace ya tiempo. Casi el mismo tiempo en que no se dedica a hacer política, sino a como quiera definirse esa manía de destruir todo lo que construye. Pero hasta ahí, con mucha benevolencia, podría considerarse que la rigieron serios problemas de carácter, capaces de impedirle tomar decisiones acertadas. El punto inflexivo ocurrió en el almuerzo con Mirtha, cuando, para estupefacción de la propia Legrand, aseveró que la impactante manifestación popular durante el velatorio de Kirchner fue organizada por Fuerzabruta. Desde esa afirmación, quedó claro que no se está ante alguien con propiedades mentales intactas. Ahora, al cabo del anuncio, señala que Cristina la engañó con su luto y sus lágrimas, tras haber insistido hace meses con el vómito a cuatro vientos de que la Presidenta no sería candidata porque es una incapaz para seguir gobernando sin su marido. Es improbable encontrar la forma de no juzgar que volcó completamente. Es tal la impotencia, la falta de respeto, el resentimiento, que se impone acordar en eso de que Lilita no hace política. Hace el show de frustración de quien no tiene nada que perder más que su conciencia. Algo similar le cabe a El Padrino; pero en su caso, más que de demencia, se trataría de decrepitud. Aseguró que en quince días se conocerán las verdaderas encuestas. A resultas de ello, es irrefrenable no asimilarlo a su ex socio, Alberto Rodríguez Saá, cuando en 2003, montado en el escrutinio de una mesa electoral de Necochea, previno sobre maniobras mediáticas que lo daban perdedor.
Si salimos del radio de acción de los platos voladores, Francisco de Narváez dijo que Kirchner eligió morirse antes que perder las elecciones. No pudo ampararse en que lo sacaron de contexto. A las pocas horas de tamaña barbaridad, quiso aclarar que no intentó ofender; pero dichos de ese tipo no tienen retorno. Cualquier manual de psicología barata explica los fallidos ostensibles, y estamos hablando de la reacción de un candidato a gobernador bonaerense, a pocas horas de certificarse que va Cristina. ¿Es eso lo que corresponde esperar de un aspirante con pretensiones? ¿Es todo lo que tiene para decir? ¿Y toda la artillería de la prensa opositora pasa solamente por lo escandaloso de que la Presidenta haya formulado el anuncio en cadena nacional? Sí, es así. Y da la medida de aquello que es lo único de que pueden asirse: el insulto, la ofensa, la elevación de lo baladí a argumento primordial, la corroboración de que muerto Kirchner les desapareció el atajo para mostrarse taitas. Tan es así, que ni siquiera pudieron apoyarse en alguna reacción adversa de la Bolsa, del valor de los bonos, de alarma en el establishment. Al contrario. Lo que ocurrió en esos ámbitos fue la tranquilidad, e incluso el entusiasmo, porque les va poco menos que mejor que nunca gracias al dichoso populismo que tanto denigran. Y si así no fuera, y tal como lo confiesan en su conjunto, secreteado, esos grandes actores de la economía prefieren la permanencia de quienes demuestran capacidad de mando. No quieren más helicópteros. Son conscientes de que, al revés de hace diez años, cuando lo inorgánico de la protesta social les permitió reconstituirse y asentarse en una transferencia de ingresos prodigiosa, a su favor, esta vez hay mucha polenta –mucha gente joven, sobre todo– que estaría dispuesta a defender el nunca menos.
A partir de ese último aspecto, merece observarse lo juiciosos que resolvieron ser otros referentes de la oposición. El hijo de Alfonsín; su postulante a vice; Hermes Binner, consultados todos sobre lo que harían con los grandes trazos de la economía, respondieron –por ejemplo– que de ninguna manera sería cuestión de desfinanciar al Estado eliminando las retenciones al agro. Y aclararon que la distancia, crecientemente acotada, entre inflación real y cotización del dólar, no debe ser resuelta con devaluación brusca. Es decir: un marco declarativo que no le deja espacio a locuras. De ahí en adelante, a la comandancia mediática opositora no le resta mucho más que agarrarse de artificios o realidades susceptibles de herir al Gobierno, pero no como afectación electoral: Schoklender, Inadi, Jaime, amigotes que ganan licitaciones de obra pública. O un título principal, de portada, el jueves, dedicado a vender el humo de que fue Cristina quien resolvió la asistencia de público riverplatense al estadio. La información no se aprecia fundamentada en la crónica. Nadie descarta que la Presidenta haya intervenido, por consejo del comité de seguridad futbolístico, en aras de una eventual disminución de riesgo incendiario frente a la probabilidad de que River perdiera la categoría. Pero la intencionalidad del título, claramente, fue que River tiene coronita, según lo que le hubiera correspondido tras los incidentes del partido en Córdoba. En función de eso, la apuesta a generar rencor. El dato, o la obviedad, sirven para testimoniar en qué tiene que gastárselas la jefatura opositora. Pino, para peor, se les salió de madre convincente y, no conforme con pretender que medio mundo se encolumne tras su efigie, acabó por dividir a toda su tropa. Una verdadera lástima, porque su espacio era el mejor para correr al Gobierno desde una izquierda moralista de apunte fiscalizador, noble, acumulativo.
Este gobierno o esta Presidenta en particular, no más que una firme pero moderada expresión de eso que se conoce como modelo inclusivo, equilibrador de algunas de las desigualdades sociales más profundas, actuante de la integración regional contra las eternas pretensiones del Imperio y sus adláteres, enfrenta desafíos tan grandes como la inexistencia de un destino que no sea el que se quiera construir. Hay una economía que continúa primarizada, dependiente en exceso de la demanda alimentaria de los chinos y sujeta en gran medida al intercambio automotriz con Brasil. Hay una clase dominante rapiñera y antinacional, sin perjuicio de su desconcierto. Hay los lobbies devaluadores, los gauchócratas insaciables aunque hoy llamados a silencio, las usinas del odio de clase. Hay la impericia de dejar ciertos campos orégano que esa contra, sólo provisoriamente, no sabe aprovechar. Y hay que un segundo mandato –o tercero, según quiera vérselo– es calculado a priori como el del desgaste inevitable. Mandan, por tanto, dos preguntas básicas. ¿Hay que prepararse para esa inevitabilidad, consistente en que Cristina terminará agotando junto con lo que representa o quiere imaginarse? ¿O hay que entrenar para que eso no ocurra, porque no es honesto entregarse a que una sola persona o unos pocos cuadros políticos, en el mejor de los casos, resuelvan por nosotros? Como sea, si falla esto que, como pudo o como quiso, se diferenció de los cantos de sirena liberales, la responsabilidad será de los que se sientan a esperar.
Por lo pronto, basta con ver quiénes son los furiosos, los embroncados y los ambiguos, para saber o intuir de qué lado hay que pararse.
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domingo, 26 de junio de 2011
Argentina, ¿la última esperanza de Grecia? , por Evan Romero-Castillo (para "Deutsche Welle")
Economía 16.06.2011
Argentina, ¿la última esperanza de Grecia?
A Grecia le aconsejan abandonar la UE y devaluar su moneda para resolver su crisis fiscal como Argentina lo hizo en el pasado, pero, ¿se pueden sacar otras lecciones de la caída y el nuevo auge del país latinoamericano?
La actual crisis fiscal griega y la “crisis del peso” que afligió a Argentina hacia el cambio de siglo tienen rasgos parecidos; son las soluciones a la mano las que parecen ser muy diferentes. El Gobierno de Atenas debe responder a la unión económica de la que Grecia forma parte, mientras que el de Buenos Aires tiene en sus manos el timón de la moneda nacional. Eso le permitió acoplar el peso argentino al dólar estadounidense y desacoplarlo más tarde, cuando se vio obligado a devaluarlo e imponer controles al tránsito de capitales.
“Hay argumentos a favor y en contra de que Grecia abandone la Unión Europea y responda a su crisis como lo hizo Argentina: yo creo que un paso como ese es demasiado riesgoso y complicado. Las reformas monetarias tienden a sustituir una moneda débil por una más fuerte y prometedora, pero en el caso de Grecia ocurriría todo lo contrario y los griegos no van a aceptar que les quiten el euro de las manos porque éste sigue siendo valioso y garantizando poder adquisitivo”, comenta el analista de coyunturas Klaus-Jürgen Gern.
“La Eurozona puede soportar que Grecia abandone la unión económica porque no se trata de un país muy grande, pero cabe preguntarse qué señal enviaría esa separación a los mercados internacionales. Es muy probable que se comience a especular sobre la posibilidad de que otros países comunitarios, afectados por problemas similares, sigan los pasos de Grecia y que se ponga en duda la estabilidad política de la Unión Europea”, agrega el especialista del Instituto para la Economía Mundial (IfW) de la Universidad de Kiel.
Argentina, ave fénix
Pero, ¿no se pueden sacar otras enseñanzas de la dramática crisis de la deuda argentina con miras a solucionar la del país mediterráneo? Ansgar Belke, director del departamento de Macroeconomía Internacional del Instituto Alemán para la Investigación Económica (DIW), con sede en Berlín, está convencido de que es posible: “Lo que ocurrió en Argentina sirvió para demostrar que un país puede recuperarse aún después de haber quedado en bancarrota y haber desaparecido de los mercados financieros internacionales”, dice el experto.
“Argentina lo consiguió apelando a un recorte de su deuda externa”, acota Belke, subrayando que, aunque esa decisión trajo problemas consigo, lo que cuenta a mediano plazo es el crecimiento económico del país. “Y la tasa de crecimiento de Argentina es exorbitante, con todo y que los acreedores siguen sin llegar a un acuerdo con el Gobierno de Buenos Aires”. A sus ojos, esta salida también le conviene a la Unión Europea, tanto en términos simbólicos –porque evita el desmembramiento de la comunidad– como materiales.
El recorte de la deuda, ¿última esperanza?
“Yo siempre he estado a favor de un recorte de la deuda griega porque eso no causaría tantos estragos como se teme. Grecia es relativamente pequeño como país; puede que algunos bancos alemanes y franceses se tambaleen, pero esa situación puede manejarse mediante la intervención de los respectivos Estados, en lugar de seguir aprobando créditos gigantescos como los que estamos ofreciendo hoy. Recortar la deuda griega sale más barato que continuar por la senda seguida hasta ahora para enfrentar la crisis”, asegura Belke.
“Grecia pagaría sólo la mitad de sus deudas, pero los bancos estarían en capacidad de soportar ese golpe porque ellos han ganado mucho al cobrar los intereses correspondientes. El recorte de su deuda contribuiría a que Grecia recupere su credibilidad y regrese a los mercados de capitales. Seguir concediendo créditos sólo ofrece desventajas”, explica Belke. Si la ilusión es lo último que se pierde, quizás convenga que Grecia aumente sus reservas de esperanza mirándose en el espejo argentino.
Autor: Evan Romero-Castillo
Editora: Emilia Rojas Sasse
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http://www.dw-world.de/dw/article/0,,15161167,00.html
“Defender la pureza institucional es cerrarse al cambio”, por Bencivengo y Balazs (para "Miradas al Sur" 26-06-11)
Juan M. Abal Medina, Jorge Coscia, y Ernesto Laclau en el debate “Hacia una teoría política democrática de la comunicación”. Carlos Zannini participó del debate “Peronismo y kirchnerismo”. J. Alemán, y G. Vattimo en el debate: El retorno de lo político”.
Primero, las bases. Ni la práctica gradualista, que convertiría la política en mera administración del Estado, ni el evento revolucionario, que suprimiría las diferencias y reconciliaría los opuestos, son opciones que seducen a Laclau. Ambos procesos, desde su punto de vista, harían de la política poco menos que una pieza de museo. Pese al entusiasmo que exhibe por el kirchnerismo, su mirada, alejada del optimismo ingenuo, advierte que “nada garantiza el sentido progresista de los populismos”. En este sentido señala que “la heterogeneidad y la contingencia de las demandas hacen imposible determinar a priori cómo se resolverán las contradicciones internas del proyecto”.
• Juan Manuel Abal Medina. Secretario de Comunicación Pública de la Nación LA DEMOCRACIA COMO PROMESA DE CAMBIO Y DE IGUALDAD"
• Carlos Zannini. Secretario de Legal y Técnica de la Nación LA CLAVE: EL RETORNO DE LA PELÍCULA
Miradas al Sur. Año 4. Edición número 161. Domingo 26 de junio de 2011
Por
Gabriel Bencivengo y Francisco Balázs
politica@miradasalsur.com
Por
Gabriel Bencivengo y Francisco Balázs
politica@miradasalsur.com
La visión de Ernesto Laclau combate las categorías traspoladas desde Europa. Se trata, en definitiva, de categorías que ayudaron poco y nada en la tarea de analizar los fenómenos sociales latinoamericanos. Su tarea como hombre de dos mundos es doble. No sólo porque piensa desde aquí –porque es de acá–; sino también porque como profesor de allá –se doctoró en Oxford apadrinado por Eric Hobsbawm– su discurso irrumpió hace ya varios años en los claustros de quienes han manifestado una recurrente incapacidad para entendernos.
"El peronismo histórico, al igual que el kirchnerismo y la primera presidencia de Hipólito Yrigoyen, significó la entrada de nuevos sectores sociales a la esfera pública. Sin embargo, en el peronismo se dio a través de una manera dominante que tomó la forma del sindicalismo. En el kirchnerismo, esa forma sindical sigue pesando, pero en un contexto de pluralidad que incluye otras formas de movilización y democracia de base que son las que permiten profundizar la política populista en la cual está empeñado el gobierno”, dirá Ernesto Laclau durante el transcurso de la entrevista con Miradas al Sur. Para el autor de Hegemonía y estrategia socialista (1985) y La razón populista (2002), la conclusión cae de madura: el kirchnerismo representaría un momento más avanzado en el afianzamiento de los objetivos populares. “¿Finalmente, qué nos dejó Perón…?”, se preguntará el historiador, radicado en Europa desde 1969. “¿Y Néstor Kirchner?”, interrogará el cronista. “Nos dejó a Cristina y a toda una nueva generación militante comprometida con una pluralidad de procesos de cambio”, señalará sin dudar. Café de por medio, el diálogo continuará con la intervención de Jorge Coscia, quien calificará de injusta la comparación. Sostendrá que no tiene en cuenta los momentos históricos, dirá que “ Isabelita y el Brujo son más hijos de la libertadora que del propio Perón” y agregará que “si hoy podemos hablar bien del peronismo es gracias al kirchnerismo”. Ambos, sin embargo, coincidirán –entre otras cuestiones– en plantear que el ex presidente actualizó los conceptos de justicia social, independencia económica y soberanía política, a los que sumó un valor superador: los derechos humanos.
Cámpora y después. Egresado de la Universidad de Buenos Aires y doctorado en Oxford, Laclau articuló una matriz de análisis que procura explicar esa realidad escurridiza que suele englobar la palabra “populismo”. De raíz gramsciana, su aproximación otorga una racionalidad muchas veces negada a procesos como los encarnados por Getulio Vargas en Brasil, Perón en la Argentina o Haya de la Torre en Perú, por mencionar líderes que ya son parte de la historia. Su enfoque, aunque académico, está marcado por militancia que tuvo en la izquierda nacional simbolizada en el libro Revolución y contrarrevolución en la Argentina (1957) de Jorge Abelardo Ramos.–
"El peronismo histórico, al igual que el kirchnerismo y la primera presidencia de Hipólito Yrigoyen, significó la entrada de nuevos sectores sociales a la esfera pública. Sin embargo, en el peronismo se dio a través de una manera dominante que tomó la forma del sindicalismo. En el kirchnerismo, esa forma sindical sigue pesando, pero en un contexto de pluralidad que incluye otras formas de movilización y democracia de base que son las que permiten profundizar la política populista en la cual está empeñado el gobierno”, dirá Ernesto Laclau durante el transcurso de la entrevista con Miradas al Sur. Para el autor de Hegemonía y estrategia socialista (1985) y La razón populista (2002), la conclusión cae de madura: el kirchnerismo representaría un momento más avanzado en el afianzamiento de los objetivos populares. “¿Finalmente, qué nos dejó Perón…?”, se preguntará el historiador, radicado en Europa desde 1969. “¿Y Néstor Kirchner?”, interrogará el cronista. “Nos dejó a Cristina y a toda una nueva generación militante comprometida con una pluralidad de procesos de cambio”, señalará sin dudar. Café de por medio, el diálogo continuará con la intervención de Jorge Coscia, quien calificará de injusta la comparación. Sostendrá que no tiene en cuenta los momentos históricos, dirá que “ Isabelita y el Brujo son más hijos de la libertadora que del propio Perón” y agregará que “si hoy podemos hablar bien del peronismo es gracias al kirchnerismo”. Ambos, sin embargo, coincidirán –entre otras cuestiones– en plantear que el ex presidente actualizó los conceptos de justicia social, independencia económica y soberanía política, a los que sumó un valor superador: los derechos humanos.
Cámpora y después. Egresado de la Universidad de Buenos Aires y doctorado en Oxford, Laclau articuló una matriz de análisis que procura explicar esa realidad escurridiza que suele englobar la palabra “populismo”. De raíz gramsciana, su aproximación otorga una racionalidad muchas veces negada a procesos como los encarnados por Getulio Vargas en Brasil, Perón en la Argentina o Haya de la Torre en Perú, por mencionar líderes que ya son parte de la historia. Su enfoque, aunque académico, está marcado por militancia que tuvo en la izquierda nacional simbolizada en el libro Revolución y contrarrevolución en la Argentina (1957) de Jorge Abelardo Ramos.–
¿Dónde residió el fracaso de las experiencias de izquierda, como el protagonizado por el camporismo?
–El gran fracaso de la izquierda peronista fue haber lanzado un modelo guerrillero, revolucionario, que no permitía consolidar el estado de derecho que se había ganado en el ’73. A mediados de sesenta comienza a registrarse una reorientación nacional y popular de las clases medias en una dirección que iba dando a los significantes ideológicos una centralidad cada vez mayor. El problema estaba en quien monopolizaba esas luchas. Que esas luchas fueran finalmente monopolizadas en parte por movimientos guerrilleros limitó la oportunidad histórica que se abrió en el ’73. De allí que no se pudiera avanzar en una dirección de izquierda nacional y popular para consolidar, al mismo tiempo, el estado de derecho y las libertades públicas.
–Una de las proclamas era “ni golpe, ni elección: revolución”– señala Coscia.
–Apuntaron al vacío. De lo que se trataba era que hubiera elecciones sin proscripciones y de avanzar con un programa de izquierda que, hasta cierto punto, representaba el camporismo –dice Laclau–. Los enfrentamientos cada vez más militarizados entre la izquierda y la derecha peronista impidió la profundización democrática. Hoy, estamos en un nivel mucho más avanzado de la experiencia histórica. Ya nadie pone en cuestión las formas políticas del Estado democrático.
–¿Qué espacio político llenó el kirchnerismo?
–Surgió en un momento en que se estaba dando una ampliación del espectro político por la presencia de muchos actores sociales que no habían participado anteriormente en la esfera pública. Son los años de las fábricas recuperadas y del desarrollo del movimiento piquetero. Ese fenómeno aumentó horizontalmente, y de manera enorme, la movilización social. Sin embargo, y al mismo tiempo, ese fenómeno no tenía una expresión política clara…
–El momento del “que se vayan todos”…
–Un arma de doble filo. Siempre alguien se quedará, y si ese alguien no es resultado de la voluntad popular está claro que no será el mejor. Las cosas salieron bien porque, por esos avatares del peronismo, resultó electo Néstor Kirchner, quien tuvo la inteligencia de advertir que esa extensión horizontal de la protesta debía ser complementada por una canalización vertical para garantizar que las demandas pudieran ser absorbidas por el sistema político.
–¿En qué medida se avanzó en ese proceso?
–Se ha avanzado en forma decidida. Hoy, la sociedad argentina es mucho más democrática que cualquier otra experiencia que hayamos vivido.
–¿Cuáles son las limitaciones del modelo político que representa el kirchnerismo?
–Es temprano para hablar de limitaciones. Lo que se puede es señalar ciertos peligros que son inherentes a todo proceso político. Me parece que la experiencia que se ha dado a partir de 2003 profundiza el modelo democrático en una serie de dimensiones cruciales.
Primero, las bases. Ni la práctica gradualista, que convertiría la política en mera administración del Estado, ni el evento revolucionario, que suprimiría las diferencias y reconciliaría los opuestos, son opciones que seducen a Laclau. Ambos procesos, desde su punto de vista, harían de la política poco menos que una pieza de museo. Pese al entusiasmo que exhibe por el kirchnerismo, su mirada, alejada del optimismo ingenuo, advierte que “nada garantiza el sentido progresista de los populismos”. En este sentido señala que “la heterogeneidad y la contingencia de las demandas hacen imposible determinar a priori cómo se resolverán las contradicciones internas del proyecto”.
En este punto, Coscia apunta lo que a su juicio es la mayor virtud del kirchnerismo. “Lo que Laclau caracteriza como populismo es un Estado que asume las demandas del sector mayoritario. El kichnerismo asumió las que debía asumir. No hay sociedad sin conflicto. Lo que existe, en última instancia, son políticas de Estado que manejan el conflicto de diferentes maneras. Menem y De la Rua desarrollaron un proyecto que integra la utopía republicana, liberal y democrática, donde se admite el fin de la historia y, sin más cuestionamientos, la hegemonía de los grandes poderes. Cuando se intenta negar la conflictividad con la utopía de los consensos plenos vienen los estallidos”, señala Coscia.
–¿Cuáles serían las condiciones para profundizar el momento democrático que vive el país?
–Es necesario combinar dos movimientos –dice Laclau–. Por un lado, la extensión de la democracia de base. Por el otro, las reformas a nivel del Estado. Hay cierto discurso libertario, que podríamos calificar de extremista, que insiste en que el problema del Estado es irrelevante, que sólo cuenta las movilizaciones que surgen de las demandas de las bases.
–Se trata, en cierta medida, del planteo de Antonio Negri en Imperio (2002) y Multitud (2005)…
–Coincido con Negri en que hay un declive histórico de las clases hegemónicas y en que el rol de los desclasados es cada vez más importante. El problema con Negri y (Michael) Hardt es que no contemplan la importancia del momento de la articulación política. La movilización de las bases es necesaria, pero si no está acompañada de un juego de pinzas a nivel del aparato estatal esas demandas tienden a dispersarse.
–¿Un ejemplo…?
–Venezuela en 2002. El golpe de Estado lo paró la movilización popular. Pero si Hugo Chávez no hubiera ocupado en ese momento la centralidad que ostentaba en la cúpula del poder, la movilización no hubiera tenido efecto. Esas dos dimensiones tienen que darse en todos los casos.
Los medios y el cambio. El resultado de los comicios de 2009 y la cercanía de las próximas presidenciales revitalizaron en el kirchnerismo –al margen de las expresiones triunfalistas– el debate sobre la estrategia comunicacional. La misma estrategia que en 2005 y 2007 consolidó fuertes lazos con los votantes, y le permitió al Gobierno construir un espacio de identificación propio, perdió fuerza en las legislativas del 28 de junio. El Fondo Monetario Internacional, la dictadura cívico-militar y los años noventa cedieron centralidad ante un actor concreto: el campo. “El que se compromete en un proceso de cambio deberá producir, quiera o no, ciertas polarizaciones. Los sectores que se beneficiaban de la situación anterior no van a dejar el poder de una manera absolutamente voluntaria. Lo importante es que ese proceso de polarización se efectúe ganando el consenso de otros sectores. En la Argentina, este proceso no se dio en forma autoritaria. El gobierno kirchnerista ha conseguido un grado importante de consenso. Los conflictos son inevitables, pero el momento de consenso que vive el país es mayor que en cualquier otra etapa de la historia argentina”, asegura Laclau.
–Durante el conflicto entre el Gobierno y el campo, los medios hegemónicos impulsaron un reagrupamiento de la oposición, que pese a su fugacidad, capturó voluntades.
–Los medios son un terreno fundamental de la lucha política por imponer una hegemonía. Lo que se da allí, como en otras áreas de la política, es una confrontación entre el poder corporativo y el poder popular.
–¿Qué opina sobre el debate que se dio entorno a la nueva ley de medios audiovisuales?
–La nueva ley es un intento por democratizar, fundamentalmente, los procesos de comunicación, evitando la monopolización que había antes. El debate sobre Papel Prensa revela esta intención. Hoy, en la Argentina hay una total libertad de expresión. Nadie puede negarlo.
–La oposición insiste en que falta diálogo y acusa al Gobierno de no buscar consensos…
–Así como existe un discurso libertario, hay un discurso que es, en esencia, institucionalista. Frente a los cambios insiste en la defensa del momento institucional. Lo que ese tipo de discurso ignora es que las instituciones no son entidades neutrales. Las instituciones son la cristalización de una relación de fuerza. Dicho de otro modo: defender puramente el sistema institucional es cerrarse a toda perspectiva de cambio. El cambio no tiene que darse necesariamente contra las instituciones, pero todo proceso de cambio alterará el equilibrio institucional. Por eso, sostengo que es importante combinar la continuidad institucional con el proceso transformativo de las instituciones.¡Aló, presidentes…! Laclau asegura que al momento de publicarse La razón populista no podía imaginar que el libro sería adoptado como sustento teórico por quienes procuran articular, con mayor o menor suerte, un amplio abanico de demandas más o menos organizadas. “No creo que haya influencia directa de mis libros en las experiencias populistas de la región. En realidad, los hechos comenzaron a ocurrir en una dirección que consolidaba el análisis en el que estaba comprometido. Cuando un proceso de cambio histórico ocurre, hay expresiones intelectuales que tienden a acompañarlo. Eso es lo que ocurrió”, dice Laclau. Coscia va más allá. “Está tomando cuerpo una especie de autoconciencia. Es infrecuente que un movimiento nacional y popular tenga el acompañamiento de los intelectuales. Se da, en este sentido, lo que algunas veces se denomina, sin definirlo, una revolución cultural que es, ni más ni menos, que la toma de conciencia. Quien tiene conciencia histórica puede orientarse. Conocer cuales han sido las encrucijadas históricas y las fuerzas en pugna nos evita vivir las crisis como meras coyunturas”, dice Coscia.Más allá de las relaciones entre la teoría y la práctica política, a nadie escapa que Laclau tiene diálogo con varios e importantes referentes de la región. “Con Cristina me reuní varias veces. Con Néstor en una sola oportunidad, el año pasado en San Juan. ¿A Chávez…? Lo vi una sola vez, en Londres, pero hace mucho. Con Álvaro García Linera (vicepresidente de Bolivia) tengo una relación fluida. A Ollanta Humala lo conocí hace poco, en Lima”, explica Laclau.
–¿Qué reflexión le merece Humala?
–Habrá que ver. Apenas entré me contó que estaban tratando de determinar cuáles eran los significantes vacíos del nacionalismo popular peruano– dice entre risas.En el final de la entrevista, volverá sobre Gramsci. Lo hará para subrayar que la hegemonía consiste en la unidad entre la coerción sobre las formas que deben ser superadas y el consenso de las fuerzas que tienden a aglutinarse a favor del cambio.
–¿Qué riesgo existe de que un discurso hegemónico asfixie la posibilidad de otras voces…?
–Ahí es donde se tiene que dar la guerra de posiciones. Todo discurso hegemónico trata de articular a la sociedad en una dirección. Lo importante es que haya un juego democrático para que la confrontación se resuelva de forma no autoritaria– subraya Laclau.
–Si en la Argentina actual, el momento institucional garantiza ese juego, ¿qué falta desde lo político para alcanzar consensos?
–Si se diera un marco consensual en el que hubiera una fuerza de centroderecha y otra de centroizquierda se podría llegar a un sistema institucional estable. Algo que no veo imposible.
–¿Qué similitudes y diferencias encuentra entre los procesos políticos que se registran, por ejemplo, en Argentina, Venezuela, Bolivia y Brasil?
–Son países muy distintos. Las similitudes residen en la pelea por la constituir de un espacio nacional y popular autorregulado. La reunión de Mar del Plata en 2005, donde fracasó el intento imperialista de imponer el Alca, marcó un punto de inflexión. A partir de allí, el fortalecimiento del Mercosur y la creación de la Unasur, o la idea de un banco regional, permiten esperanzarnos con alcanzar un espacio continental autofinanciado. Cristina Kirchner le preguntó a (Joseph) Stiglitz si las instituciones financieras internacionales podían reformarse. La respuesta fue que no, que lo que se debe hacer es crear instituciones alternativas. Es en esa convergencia donde procesos tan distintos deben encontrarse.
• Juan Manuel Abal Medina. Secretario de Comunicación Pública de la Nación LA DEMOCRACIA COMO PROMESA DE CAMBIO Y DE IGUALDAD"
Difícilmente se encuentre un concepto que se use de tan distintas maneras como el de democracia. Es utilizado tanto como sustantivo o de adjetivo, lo utilizamos para hablar de una persona, para decir si es o no democrático, y también al referirnos a una institución. De alguna manera, más allá de esa sobrecarga que asume el concepto, sigue fuertemente teniendo y manteniendo una fuerte impronta de lo que fue la idea original de Democracia, como promesa, siempre estuvo ligada a la idea de igualdad, democracia e igualdad son dos términos que van de la mano. La democracia como proyecto, como idea fuerza siempre ha reaparecido una y otra vez a lo largo de la historia, y siempre lo ha hecho de formas caóticas y de formas diversas, Ha vuelto una y otra vez metiéndose por la ventana de las construcciones políticas que se fueron armando en cada tiempo distinto. Las personas que pensaron las actuales instituciones políticas, Francia y la Ilustración, Estados unidos y los que hablaron del Federalista, en la Argentina pensemos en Alberdi y Sarmiento, todos, cuando diseñaban nuestras actuales acciones de gobierno, no las entendían como democráticas, precisamente porque ellos no creían que debían ser democráticas. Porque a lo largo de toda su historia, la democracia siempre ha contenido y ha tenido profundamente una carga de igualdad pero también de caos y creatividad que en general la teoría política ha sido bastante remisa de aceptar.
• Carlos Zannini. Secretario de Legal y Técnica de la Nación LA CLAVE: EL RETORNO DE LA PELÍCULA
"Si pudiéramos reducir la política a una ecuación matemática, y pudiéramos comprender el periodo que va del 2003 al 2008 yo lo ejemplificaría con dos gráficos. Yo mediría durante el periodo de Néstor cual fue la variable que más se recuperó, y no esta en los números. La variable que más se recuperó fue la política. Porque él reivindicó la política parta transformar, y al llegar al fin de su gobierno nadie tenía duda de que las decisiones se tomaban desde la política y desde la Casa Rosada. Es decir había cumplido con aquello que había dicho acerca de no dejar las convicciones en la puerta de la Casa Rosada. Y el gobierno de Cristina, que aunque en la memoria colectiva no se perciba tan rápidamente, llevó adelante muchas más transformaciones que el de Néstor. La variable que yo elegiría para ejemplificarlo es la que llevo a darle más cuerpo a la política, a darle mas poder a la política, de modo que el 10 de diciembre de 2011 el presidenta que asuma o la presidenta que reasuma, va a poder decidir desde la política mucho mas que lo que podía decidir desde la política en el 2003 Néstor Kirchner. Quien es la primera en reconocer esto es Cristina. En un acto de hace poco, en el salón de los patriotas miro los cuadros y dijo: “si el no hubiera sacado aquel cuadro yo no hubiera podido colgar todos estos que están acá hoy”
Publicado en :
http://sur.elargentino.com/notas/defender-la-pureza-institucional-es-cerrarse-al-cambio
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