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martes, 26 de abril de 2011

AMÉRICA LATINA NECESITA A OLLANTA , por Adrián Corbella (para "Mirando hacia adentro")







La historia de la América Latina independiente se puede resumir en dos conceptos : balcanización y orden neocolonial.
Los latinoamericanos no sólo no logramos unirnos siguiendo las ideas de algunas grandes figuras del subcontinente, como Bolívar y San Martín, sino que tampoco logramos evitar la balcanización : el Virreinato del Río de la Plata se partió en cuatro países ; de Nueva Granada surgieron dos ; México perdió la mitad de su territorio a manos de los Estados Unidos ; las Capitanías Generales de Guatemala y Cuba estallaron en pedazos.
En el siglo XIX aceptamos la división internacional del trabajo , organizamos la exportación de productos primarios, y nos integramos “informalmente” al Imperio Británico.
En el siglo XX nos transformamos en el “Patio Trasero” del nuevo poder imperial.
Juntos sufrimos golpes militares, represiones y dictaduras. Juntos soportamos el tsunami neoliberal de los ’90, que rompió el tejido social de nuestras sociedades incrementando en términos dramáticos la diferencia entre ricos y pobres.
Afortunadamente, algo está cambiando en este siglo XXI. Nuevos liderazgos y nuevas ideas han ido surgiendo en nuestros países.
A primera vista, no hay nada que los una, parecen muy distintos …
¿En qué se parecen Mujica y Chávez, Evo y Dilma, Cristina y Lula, Correa y Ollanta, Néstor y Lugo?...
Probablemente en nada … Y sin embargo …
En todo el subcontinente se ve un interés por lograr que la democracia represente realmente a TODO el pueblo. En todo el subcontinente se intenta alcanzar una relación madura con los poderes mundiales, que evite los extremos de la sumisión servil y la rebeldía adolescente. En toda el área se está mirando al vecino dando más importancia a las similitudes que nos unen que a las diferencias que nos separan.
Y estamos logrando grandes cosas.
La decisión, la gran decisión, tomada en 2005 en Mar del Plata, es decir el rechazo al ALCA, es una de esas fechas que luego son inevitables en las periodizaciones históricas.
Unasur y el “Banco del Sur”, si se consolidan y prosperan, van a ser las piedras basales de un auténtico “Nuevo Mundo”.
Y el año pasado se produjeron dos hechos de increíble trascendencia.
El enfrentamiento entre Colombia y Venezuela, que en un momento parecía que iba a descontrolarse, fue conjurado por la veloz intervención del por entonces Secretario General de Unasur, el recordado Néstor Kirchner. Y se recompuso una relación que parecía destinada a terminar en un conflicto armado.
El intento de golpe cívico-policial contra Rafael Correa generó un repudio unánime, y una masiva concurrencia de primeros mandatarios , de presidentes pertenecientes a diversas raíces ideológicas, a Buenos Aires, para oponerse al golpismo. Y el golpe fue evitado. Algo impensado, utópico, en cualquier otra época de la historia latinoamericana.
Los países, las culturas, las civilizaciones, a veces atraviesan por momentos clave, situaciones que son bisagra y luego son recordadas por múltiples generaciones. Momentos que luego se recuerdan como el inicio del “gran cambio”, o como la “gran oportunidad perdida”.
El neoliberalismo, que arrasó nuestros países, ha quedado atrás. Pero debe seguir atrás, no hay que darle oportunidades de que regrese.
Cada país ha encontrado una solución distinta. Cada uno ha construido una fuerza política que es un auténtico emergente de esa sociedad. Evo jamás podría ganar una elección en Uruguay ; Mujica jamás podría hacerlo en Bolivia. Están en el lugar del que surgieron, al que pertenecen.
Y sin embargo, y pese a éstas diferencias, estamos logrando la unidad en la diversidad, construir juntos manteniendo y respetando nuestras diferencias. No es poco.
La unidad de América Latina parece hoy un objetivo alcanzable.
Y muy necesario.
Porque el mundo del siglo XXI va a tener grandes potencias económicas que, por su territorio, por su población, o por ambas cosas, tendrán dimensiones continentales : China, Estados Unidos, Europa, India, Rusia …
Aquí, en América Latina, sólo Brasil puede jugar en ese campeonato. Pero para competir con posibilidades necesita de una base de sustentación mayor. Brasil necesita de Hispanoamérica … e Hispanoamérica necesita de Brasil.





Casi en todos los países del subcontinente, el cambio ha comenzado.
Cada uno de nosotros, desde su país, debe hacer un aporte. Tenemos que votar por la consolidación y profundización de estos cambios. Debemos evitar que ese pasado nefasto vuelva.





Perú necesita a Ollanta …





América Latina necesita a Ollanta …









Adrián Corbella, 26 de abril de 2011.






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