Santiago Armesilla, director del Instituto Beatriz Galindo - La Latina, comenta que al aún presidente de los EEUU, Joe Biden, está empleando el tiempo que le queda para tomar decisiones. Con el uso de los misiles ATACMS originarios de EEUU, Ucrania pretende defenderse de cara a unas posibles negociaciones frente a la futura presidencia de Donald Trump. En caso de que la negociación no suceda, Ucrania tendrá capacidad de presionar, "cuanto peor sea, mejor". Cuando Donald Trump adquiera las funciones como presidente, el giro geopolítico en el conflicto de Rusia con Ucrania dependerá de EEUU.
Eduardo Irastorza, profesor OBS Business School, recalca que los misiles ya estaban previstos para ser lanzados sobre territorio ruso, ya que con esa intención fueron cedidos por EEUU. Ahora que Biden ha cedido el permiso a Ucrania para que los pueda utilizar, se puede entender la gravedad de la situación. Han sido lanzados 13 misiles, han tratado de alcanzar un objetivo militar, a lo que Rusia responderá con otro ataque a un objetivo militar. Irastorza recalca que "el golpe será mucho más duro". Además, ante las dudas que se han planteado frente a este giro de los acontecimientos, Irastorza puntualiza que "Trump no fue informado del permiso de Biden a Ucrania, lo que demuestra que Biden no ha aprendido nada de su presidencia estos últimos cuatro años".
Emiliano García Coso, profesor de Icade de derecho internacional y relaciones internacionales, quita importancia a este ataque afirmando que es un movimiento estratégico en el tablero negociador . Zelensky ha mencionado el término "negociar" en un comunicado reciente, lo cual puede significar que Ucrania trata de mantener su ocupación en la región de Kursk como baza negociadora. En definitiva, la finalidad de Ucrania es reforzarse en un momento en el que parecía estar más débil que nunca.
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