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lunes, 8 de julio de 2024

Un 9 de julio en el Planeta M, por Demián Verduga (para "Tiempo Argentino" del 06-07-24)

 


Los conservadores del siglo XIX tenían una visión nacional y de Estado, con la que Milei no cuenta.

06/07/2024

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Un 9 de julio en el Planeta M


Por: Demián Verduga

@DemianVerduga


En el Planeta M, donde impera el relato de Javier Milei en cada uno de sus rincones, este martes nueve de julio habrá una refundación, un renacimiento. La Argentina volverá en el Delorean del doctor Emmett Brown, de Volver al Futuro, al siglo XIX. Ese país de 1.800.000 habitantes, según el censo de 1869, con una estructura social acorde a la época: una elite muy pequeña, muy rica, y una masa de trabajadores que hoy se considerarían esclavos. Ese país al que le alcanzaba con vender materias primas al Imperio Británico y comprarle todo lo demás.


En su último gobierno (1898-1904), el presidente Julio Argentino Roca encargó un informe que se conoció con el nombre de “Bialet Massé”. Era sobre las condiciones en que vivían los trabajadores del norte del país. Roca es figura que dicen admirar en el Planeta M. Le pidió ese trabajo el médico catalán Juan Bialet Massé para utilizarlo como base para impulsar la que intentaría ser la primera Ley Nacional de Trabajo. El gobierno conservador veía con preocupación la proliferación de los sindicatos, influenciados por las ideas del socialismo y el anarquismo europeos.


Roca era un político de envergadura. Pensó en la ley con un doble objetivo: mejorar las condiciones de los trabajadores para que los sindicatos tuvieran menos razones objetivas para crecer y, al mismo tiempo, restringir su capacidad desde la legislación. ¡Esos sí que eran conservadores con visión! Por algo pudieron moldear el país durante décadas.


Estos neoconservadores son lo contrario de los del siglo XIX. No tienen una mirada nacional. A Milei la Argentina le interesa poco. No la conoce. No la recorre. No pareciera tener una pizca de amor por su país. Su pasión es ser una de las grandes figuras de la extrema derecha internacional, en la que militan superricos como Elon Musk, Marcos Galperín, y políticos como Santiago Abascal. Al presidente le gusta pasearse por el mundo hablando de un socialismo que sólo existe en el Planeta M, donde todavía hay un Muro de Berlín. Repartir diatribas contra los “zurdos”, el feminismo, el Estado.


Esa es otra diferencia insalvable con los conservadores del siglo XIX. Ellos fueron finalmente los que consolidaron el Estado argentino y su espacio territorial, con la gran matanza de los pueblos originarios. La educación pública como instrumento central de formación del proyecto nacional conservador era una de las tantas cosas que le daban al Estado un lugar central. Imaginaron un país jerárquico, por supuesto, pero con un gran Estado. Esta nueva versión bizarra se propone destruir al Estado, con la excepción de su aparato represivo.


La puesta en escena de este martes en Tucumán, la supuesta refundación que se vivirá en el Planeta M, tiene esa extraña paradoja: presentarse como el renacimiento de un país que se pretende disolver. Porque no hay país sin Estado.


En la Argentina real lo que ha impuesto el gobierno de Milei es un clima generalizado de decadencia. Alguien puede decir que no empezó con Milei, que arrancó con Mauricio Macri en 2015, no fue revertida por Alberto, y ahora está en su fase extrema. Es el crecimiento de la pobreza y la indigencia. Son los jubilados haciendo fila para que les digan que el PAMI prohibió hacer recetas con anteojos porque no las piensa pagar.


Son los periodistas fanáticos que hablan de “orcos”, en referencia a los opositores al gobierno, comparando al que piensa distinto con los ejércitos de la oscuridad de la extraordinaria saga de El señor de los anillos. Es la ruptura total de los lazos que puedan hilvanar a las personas a las que les tocó nacer en este suelo. Es la solidaridad transformada en un defecto y la crueldad en una virtud. Es gozar del odio y no del amor. Es disfrutar con el sufrimiento del otro y no con su placer. La decadencia de una comunidad, de una nación.


Es el Planeta M, que en algún momento quedará sólo como una estrella fugaz.



Publicado en:

https://www.tiempoar.com.ar/ta_article/9-de-julio-en-el-planeta-m/

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