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sábado, 10 de febrero de 2024

JAVIER MILEI : TRES ELEMENTOS DE UN GOBIERNO RETRÓGRADO Y REACCIONARIO, por Daniel Escotorin

 




1. CENTRALISTA: 

Argentina nunca superó esa dicotomía histórica, el antagonismo entre el centralismo porteño y las provincias, el viejo unitarismo revestido después de Estado nacional y el federalismo declamado y escrito en la Constitución. Milei lleva y rescata ese centralismo hasta el extremo, lo nutre de una versión de "civilización o barbarie", y le sale la expresión política de "no ahorre sangre de gauchos" cuando prometió fundir a las provincias y toma medidas de ahogo económico convencido que las provincias son ámbitos parásitos improductivos a los que hay que eliminar. Cavallo había dicho algo parecido en los noventa pero Milei lo expresa desde sus tripas con tanto desprecio como ignorancia, mucho de ambas cosas. Piensa Argentina desde Buenos Aires, como y para Buenos Aires. 

En su infinita y sorprendente torpeza empujó a las provincias, a sus gobiernos de distintos signos políticos a unirse o al menos a mirarse como víctimas por igual de una política que piensa en la Nación como sinónimo del puerto. Es significativo que los diputados aliados de CABA del gobierno no hicieron demandas de cambio en el proyecto de ley ómnibus mientras que las provincias se vieron obligadas a negociar, presionar y acordar cambios que resguardan sus economías y producciones locales.

Milei, un admirador del modelo oligárquico del siglo XXI está empeñado en revivir ese enfrentamiento, un signo de su carácter más reaccionario que conservador.

2. AUTORITARIO:

Sus discursos, su afición y dependencia de las redes sociales, sus gestos y acciones muestran un carácter poco tolerante al disenso, al diálogo, a los acuerdos. Sus arranques y reacciones agresivas y violentas que se les conoció en los medios las lleva ahora a un plano peligroso e incorrecto, el de la gestión pública: la presidencia de la Nación. El DNU y el proyecto de ley ómnibus, proyectos que expresaban una especie de sentido refundacional del país contienen esa esencia de poder omnimodo y mesiánico. Sus apelaciones bíblicas, fingidas o no, buscan crear y dotar a su gobierno de una imagen mística ciertamente peligrosa que refuerza su mesianismo y que por fuera de cualquier factor celestial se sostiene con la política represiva de su mano derecha, la ministra de seguridad Bullrich; ambos por diversos modos y razones son cultores de prácticas y valores reñidos con la democracia y también con esa bendita bandera sagrada para la derecha argentina como es la República, que hoy convenientemente deja de lado en sus consideraciones y oraciones diarias. Por cierto sus aliados, amistades de ocasión y malas compañías, abonan ese terreno fértil para la violencia sobre todo cuando son conscientes que el perjuicio a las mayorías está asegurado. Los sostenedores de este gobierno, los factores de poder económico, mediático y judicial nada dicen de la exacerbación del discurso de intolerancia, la famosa grieta que decían alentaba el populismo; aquí esa grieta es reivindicada con el solo fin de proponer su fin a través de la eliminación del oponente.

3. CAÓTICO:

Auto calificado cómo anarco capitalista en el sentido de un modelo ultra liberal con un Estado excluido de las decisiones en la economía arrojada a los brazos bien dispuestos que sostienen las manos invisibles del mercado, abstracciones tangibles en la imposibilidad real de comprobación de tal utopia. El no gobierno de Milei se trasluce en la ausencia de gestión, que luego de la caída de su proyecto de ley dejó al descubierto dicho vacío. Sus medidas van en el sentido del retiro del Estado, o sea vaciar de responsabilidades y gestión a su propio gobierno, extraña contradicción y paradoja. 

Lo que deja ver también es que aún en ese retiro de gestión, sus medidas y actos de sus funcionarios chocan entre sí y en el peor y más visible de los casos es la incompetencia de ellos y ellas. Improvisados, ignorantes de elementos básicos y esenciales de la función pública. Desde la Constitución hasta el reglamento de funcionamiento de la Cámara de Diputados, de nociones elementales de diplomacia y comercio exterior y de gestiones concretas de áreas sensibles para el vínculo con la sociedad.

Menos anárquico y más caótico el gobierno es una tragica y absurda estudiantina dónde el reparto de cargos fue a pedido de amigotes y amigotas de prontuarios amplios y currículum flacos. En ya dos meses de gobierno mantienen el espíritu del jolgorio televisivo, hablan, piensan y actúan como si fuesen panelistas de los consabidos programas de TV que los inflaron y catapultaron adonde llegaron, el menos pensado. 

Sus limitaciones políticas, intelectuales y mentales son capitalizadas por sus amigos que no difieren en sus concepciones políticas e ideológicas, muy por el contrario, alientan y apoyan este proyecto a la vez que lo rodean, lo cercan, le ponen sitio y condicionan. 

Elitista, subordinado al poder extranjero, autoritario e intolerante pero caótico no tienen en cuenta a los excluidos que miran y caminan; que cómo decía la canción en algún momento se dará cuenta, tarde, que "se le llenó de pobres el recibidor".



por Daniel Escotorin, historiador. Presidente de Unidad Popular Salta

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