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lunes, 24 de octubre de 2022

Pericia oficial sobre los Cuadernos de Centeno: Tachaduras, dictados, cuatro tintas y varios autores, por Raúl Kollmann e Irina Hauser (para "Página 12" del 23-10-22)

 



Exclusivo: La Policía Científica concluyó que fueron manipulados


En solo dos manuscritos analizados se encontraron 1600 irregularidades, tachaduras con Liquid paper y diferentes velocidades de escritura, lo que muestra que los últimos cuadernos, los que sirven a la acusación, fueron dictados. Además descubrieron correcciones hechas por personas que no son Centeno.

Por Raúl Kollmann y Irina Hauser

23 de octubre de 2022 



El chofer Oscar Centeno y sus supuestos cuadernos. 

La pericia oficial sobre las fotocopias de los cuadernos, hecha por la Superintendencia Federal de la Policía Científica, División Scopometría, confirma que en los dos únicos cuadernos que se analizaron, los números 7 y 8, hay correcciones hechas por otras personas, es decir no por el chofer Oscar Centeno; que hay 195 casos en los que se utilizó liquid paper, debajo del cual se pusieron cosas distintas al original. En total, hasta el momento se percibieron 1.600 irregularidades en los textos. 


En esos cuadernos se utilizaron cuatro tintas diferentes, lo que imposibilita saber cuándo se escribieron. La letra original sí es la de Centeno, pero en las correcciones intervinieron “varias manos”, o sea que la conclusión categórica es que los cuadernos fueron manipulados. Lo fundamental, lo decisivo: los primeros cuadernos fueron escritos con otra velocidad que los dos últimos, lo que hace suponer que los primeros cuadernos eran propios de un remisero que anotaba dónde iba y a qué hora, en cambio los últimos fueron dictados. Esto es decisivo: porque es en los últimos que habla de dinero. Nunca lo había hecho antes.


La pericia está referida a un único acusado, cuando en ese expediente los imputados son 120. Por ejemplo, de los 195 casos en que se usó corrector, los expertos sólo analizaron uno, y se demostró que cambiaron la calle que figuraba en el original. Quedan 194 correcciones con liquid paper que todavía no se sabe qué decían en el original, porque eran nombres o textos referidos a otros acusados, no a Armando Loson.


Bonadio y Stornelli no quisieron pericias

A lo largo de cuatro años y medio, las partes vienen reclamando una pericia oficial sobre los cuadernos, en especial después de que Centeno -chofer del número dos del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta- dijo que los quemó y Diego Cabot, periodista de La Nación, los aportó sanos y salvos, curiosamente unos días antes de las elecciones de 2019. Pese a la mentira flagrante de Centeno, el chofer arrepentido está en libertad, cuando el falso testimonio agravado en causa penal es un delito que prevé penas de hasta 10 años de prisión.


La pericia oficial que hizo la Policía Científica se origina en que el empresario Armando Loson, con el patrocinio del abogado Carlos Vela, mandó a hacer una pericia privada cuyos resultados reveló Página/12 en abril de este año. Loson es el titular de una empresa de energía, que no es constructora, no es contratista del Estado, no tiene obra pública. Él admitió que hizo aportes a la campaña electoral del peronismo como lo venía haciendo desde los albores de la democracia. Es más, presentó la extracción de dinero del banco y que el aporte electoral se hizo en blanco. Centeno incluso afirma que retiró plata de la empresa de Loson un día en que el empresario no estaba en Buenos Aires sino en Santiago del Estero. Todo esto lo motivó, junto a su defensor Vela, a investigar cómo es que lo involucraron en el expediente que armaron el fallecido juez Claudio Bonadío y el procesado fiscal Carlos Stornelli.


Velocidad de escritura: una conclusión fundamental

Dice la pericia oficial: “inicialmente se advierte que en los asentamientos manuscritos se constata una escritura dinámica, con rasgos de velocidad moderada; por su parte, en las constancias finales se verifican remates y enlaces acelerados, mayor grado de inclinación de la escritura hacia la derecha y aumento de la extensión horizontal de las leyendas, todos ellos índices de mayor velocidad de la escritura”.


Esta conclusión es de máxima importancia y se corresponde con hipótesis ya planteadas. Al principio, Centeno sólo escribía sobre sus recorridos, es decir reportando horarios y de dónde a dónde iba. El estilo propio de un remisero, que es lo que era. Por eso la escritura era lenta, pausada. Seguramente escribía entre viaje y viaje. La pericia da a entender que se corresponde a una bitácora.


Cuando los especialistas de la Policía Científica describen la velocidad, mucho mayor, de los últimos cuadernos -algo que se determina por los rasgos y “por la mayor carga de tinta en la construcción de las grafías”- también sugieren que esos cuadernos pudieron ser dictados, o sea que se armaron tal vez en base a anotaciones que tenía Centeno pero esta vez consignaron cifras de dinero, algo que no figura en los primeros cuadernos. O sea, los últimos se escribieron para acusar. Y todos, los primeros y los últimos, fueron manipulados por otras personas, no Centeno.


Tachaduras, correcciones y otras irregularidades

Las conclusiones de la pericia, ahora oficial, pedida por el juez Marcelo Martínez de Giorgi, son las siguientes:


Los peritos trabajaron sobre un archivo en PDF, es decir imágenes de los cuadernos, pero no los cuadernos en sí mismos. Los originales, que están en poder del Tribunal Oral número 7, no se entregaron para hacer los estudios. Siguen sin hacer una verdadera pericia.

Se trabajó una sola corrección en el cuaderno 4 y todas las demás en los números 7 y 8. Es en esos cuadernos que están las referencias a Loson.

En la única corrección hecha con liquid paper y relacionada con Loson, abajo decía Grierson y arriba pusieron Alem, o sea cambiaron la calle para apuntar a la empresa de Loson, ubicada en Alem 855.

En numerosas oportunidades el original dice Marcelo y lo corrigen poniendo Armando, el nombre de Loson. Pero es tan desprolija la manipulación, que en algún caso dejaron Marcelo. La pericia oficial sostiene que en las correcciones del nombre intervinieron “diferentes manos autoras”.

Textualmente, por ejemplo, las conclusiones sobre el cuaderno 7 son que hay cuatro agregados, 18 enmiendas, 89 retoques, cuatro intercalaciones, una acción supresiva, dos enmascaramientos y “se aprecian organolépticamente desde los implementos y estilos de tinta, al menos cuatro tipos tintóreos”.

”Se pretendió continuar la estructura primitiva, asentada con la finalidad de cambiar su sentido, ejecutándose artificiosidad de trazados en las enmiendas, diseños divergentes en los agregados posteriores al enmascaramiento y esquemas ajustados al espacio disponible en los numerales identificados, que discrepan en el conjunto con las escrituras de origen”.

El texto original, menos determinadas palabras y números alterados, corresponde a Centeno.

Hay una única mención a una frase referida a Gerardo Ferreyra, titular de Electroingeniería, en que aparentemente Centeno había puesto Sr y quien manipuló el cuaderno puso Ing, por ingeniero.

Robar empresas

Vela, el defensor de Loson, señaló este sábado: “Se empieza a dilucidar nuestra hipótesis de que todas esas irregularidades encontradas en los cuadernos, sólo buscaron involucrar a mi cliente, Armando Loson, para debilitarlo y poder quedarse con una de las empresas de energía privada más importante de Latinoamérica”. Es un común denominador de algunas de las persecuciones: ocurrió también con Indalo, con Electroingeniería y varias otras empresas. No sólo perseguir opositores, sino apoderarse de contratos, concesiones y empresas. 



Publicado en:

https://www.pagina12.com.ar/491802-cuadernos-de-centeno-tachaduras-cuatro-tintas-y-varios-autor


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