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jueves, 14 de mayo de 2020

Pandemia, Perón y Jauretche, por Daniel Mojica


Por Daniel Mojica

Uno de los hechos incontrastables que puso en evidencia el Covid-19 luego de estos meses en que la producción industrial mermó de manera considerable, es el restablecimiento de la capa de ozono. 
Más allá de las diversas versiones acerca del origen de esta pandemia. Lo cierto es que el planeta respira mejor. Este es un dato que debemos considerar.
Hay muchas teorías girando alrededor de cómo cambiará el mapa geopolítico mundial cuando este virus sea sólo un mal recuerdo.

Hay miradas más y menos románticas. Desde los que sostienen que esto traerá aparejado un cambio sustancial en las relaciones de poder mundial, con un debilitamiento del colonialismo mundial. Hasta los que sostienen lo contrario, que se afianzará la actual gobernanza mundial, incluso más salvajemente.
Lo único cierto es que ningún cambio se produce sin la voluntad humana de provocarlo, y realizando las acciones necesarias para que suceda.

Hay una nota muy interesante que realizó el periodista Eduardo Febbro, desde París el 3 de mayo pasado, para el diario Página 12. Allí entrevistó al sociólogo  Michel Wieviorka donde expone su análisis y sostiene algunas certezas que voy a reproducir. Con algunas me permito disentir. El sociólogo sostiene que “...asistimos al quiebre ideológico del neo liberalismo...Estamos en una fase de descomposición de los sistemas políticos de antaño en todo el mundo. Las izquierdas y las derechas clásicas están, en todas partes, descalificadas y debilitadas...”. Al leer esta párrafo me vino a la mente una frase de don Arturo Jauretche, quien proponía “...Ver el mundo desde Argentina y no ver Argentina desde el mundo...”. Si miramos el mundo con sus categorías sólo hay derechas e izquierdas. Pero si seguimos al autor de “Los profetas del odio” y miramos el mundo desde Argentina, también existe el Peronismo. Que ya desde la segunda guerra propuso y sostuvo una tercera posición. Tercera posición que dió nacimiento al Movimiento de Países del Tercer Mundo.

Que el centralismo europeo no tenga en cuenta al Justicialismo, como lo nominó Perón el 1° de mayo de 1948 para evitar personalismos. No quiere decir que no haya una mirada superadora de “los extremos” que menciona el autor frances en el siguiente párrafo: “...En una situación como la actual, no puede haber una preparación del porvenir porque no hay fuerzas positivas constituidas más allá de los extremos...”

Perón en su “Modelo Argentino para el Proyecto Nacional” que dejó como legado antes de morir en 1974, escribió “...el hombre ha tomado conciencia de su capacidad para alterar el medio en que vive, como también del uso indebido del avance tecnológico respecto de dicho medio...” y anunciaba “...Creo que ha llegado la hora en que todos los pueblos y gobiernos del mundo cobren conciencia de la marcha suicida que la humanidad ha emprendido a través de la contaminación del medio ambiente y la biósfera, la dilapidación de recursos naturales...la sobre estimación de la tecnología, y de la necesidad de invertir de inmediato la dirección de esa marcha...” y agregaba “...El ser humano no puede ser concebido aisladamente del medio que el mismo ha creado...y si continúa destruyendo los recursos vitales que le brinda la Tierra, sólo puede esperar catástrofes sociales para las próximas décadas...”.

Lo que sucedió es que ese paradigma que mencionaba Perón en su testamento político, impuesto por los países dominantes, Estados Unidos y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, no supo o no quiso ser frenado por los países europeos. Causando los desastres que previó el tres veces Presidente argentino.
En otro tramo Michel Wieviorka plantea “...No son las ideas las que nos faltan ¡ideas tenemos muchas!. El pensamiento de las izquierdas son una conjugación del pensamiento ecologista y social...pero carecemos del personal para llevarlo a cabo, de las organizaciones, de un planteo sobre cómo realizar la acción política. Nos falta confianza en los actores políticos y líderes...” 

Me parece que es un serio problema de visión política pretender que sólo hay izquierdas y derechas. Porque como sucedió en España a partir del Pacto de la Moncloa se fueron mimetizando unas con otras a lo largo del tiempo. Además hasta parece confundir al mismo sociólogo, porque luego de manifestar que ideas tienen muchas (de izquierda) afirma que “...Los actores de la izquierda están comprometidos con el neo liberalismo mediante esa idea según la cual se debe administrar correctamente, que lo más importante es la buena gestión. Esos pensamientos de cierta izquierda se desconectaron de las expectativas sociales. Y cuando no optaron por este modelo terminaron radicalizándose y aportaron respuestas populistas...”.

Sinceramente no se que quiere expresar con “respuestas populistas” ¿las asimilará a las políticas implementadas por Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela? ¿Tal vez a lo realizado por Néstor Kirchner y Cristina Fernández en Argentina? ¿O por Inacio “Lula” da Silva en Brasil?
Termina con un interrogante “...La pregunta es la siguiente: ¿acaso es posible reconstituir no sólo un pensamiento de izquierda sino un pensamiento político con actores políticos y organizaciones políticas ?. Por el momento no lo veo...”

Creo que si sigue pescando en la pecera izquierdista sólo conseguirá sacar peces de izquierda. O populistas. O hasta de derecha. Tal vez sea hora de dejar las anteojeras y mirar fuera de Europa.
No creo que haya leído a don Arturo Jauretche.


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