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domingo, 19 de abril de 2020

FMI y bonistas juegan separados: El Fondo buscará un acuerdo aunque rechacen la oferta, por Javier Lewkowicz (para "Página 12" del 18-04-20)



El acceso a un nuevo programa de financiamiento no está atado al éxito de la oferta al sector privado, dijo Werner.

Por Javier Lewkowicz

El Fondo Monetario Internacional (FMI) no pone como condición necesaria para el acceso a un nuevo programa de financiamiento para la Argentina el hecho de que la reestructuración de la deuda con los bonistas privados tenga éxito. Esto quiere decir que si la propuesta de reestructuración de la deuda presentada el jueves por el ministro de Economía, Martín Guzmán, no llegara a ser aceptada por el 75 por ciento de los tenedores de bonos y el país cayera en default, aun así podría continuar en pie la negociación con el FMI, que es indispensable para no defoltear la deuda con dicho organismo internacional. Por fuera de la situación de Argentina, buena parte de la región presentó al Fondo solicitudes de apoyo financiero a través de líneas de rápida gestión. El gobierno de facto de Bolivia ya consiguió 320 millones de dólares y se espera que en los próximos días haya novedades para los casos de Ecuador y Paraguay.

“Obviamente, en los próximos días analizaremos la oferta que presentó el gobierno argentino. Esperamos que esto lleve a un proceso en donde eventualmente concluyan las negociaciones, un final exitoso que permita a la Argentina retornar a un camino de crecimiento en los próximos años”, dijo en conferencia de prensa Alejandro Werner, director del departamento del Hemisferio Occidental del FMI. El organismo dio un aporte relevante a la propuesta argentina al declarar la deuda como insostenible y pedir a los acreedores privados un “esfuerzo sustancial”. Reflejo de ello es que el gobierno argentino cita regularmente aquella declaración del Fondo como un argumento para sostener la propuesta ante los bonistas.

Por ahora, no se esperan más definiciones de parte del organismo. El resultado de la reestructuración con los bonistas será importante a la hora de definir un nuevo programa de financiamiento del Fondo, aunque no determinante: en el organismo  consideran que la aceptación de la propuesta a los bonistas no es una condición necesaria para el acuerdo de refinanciamiento del paquete de ayuda entregado a la administración de Mauricio Macri, que es a las claras impagable. Si el FMI considera que el gobierno argentino actuó “de buena fe”, pueden continuar las negociaciones incluso en una situación de default con los privados.

Por fuera de la situación argentina, varios países de la región solicitaron en los últimos días asistencia financiera al FMI. Según los datos que hasta ahora dio el organismo, de las 90 solicitudes a nivel global, 16 provienen de América latina,y entre ellas ocho son de la zona del Caribe. Los países están solicitando fondos a través de los llamados Rapid Financing Instrument (RFI), que consisten en nuevos programas para apoyar necesidades de balanza de pagos, o sea, déficit de divisas cuya aprobación no requiere los tiempos dilatados de los programas tradicionales. Son préstamos ligados a la cuota parte de cada país en el Fondo.

En los últimos días, se aprobaron créditos rápidos para El Salvador, por 390 millones de dólares, y Panamá, por 515 millones de dólares. En América del sur, el gobierno de facto de Bolivia, según consignó su ministro de Economía, José Luis Parada, consiguió un apoyo de 320 millones de dólares. Próximamente, se espera que Ecuador y Paraguay tengan novedades al respecto. Ecuador es hasta ahora el país más afectado de América del sur en términos sanitarios pero también económicos, ya que su economía depende del petróleo, cuyo precio se desplomó, y encima no tiene moneda propia para emitir, ya que en su economía tiene circulación el dólar. Ecuador podría recibir un préstamo rápido de hasta 500 millones de dólares. “La urgencia es la línea de rápido desembolso y estamos trabajando paralelamente con el gobierno en un programa de mediano plazo que reemplace al programa pasado”, dijo Werner.

Según lo que pudo averiguar este diario, Argentina, que tiene una cuota parte en el FMI de unos 4300 millones de dólares, no solicitó apoyo financiero a través de los RFI. Hasta ahora, el país que mayor cantidad de dinero consiguió por este medio fue Pakistán, que obtuvo 1380 millones de dólares, equivalente a la mitad de su cuota parte en el FMI.

Si bien el Fondo busca instalarse en este contexto como un actor que apoya a las economías en crisis, esto no implica que su tradicional recetario del ajuste haya quedado en el olvido. Por ejemplo, al referirse a la situación de Brasil, Werner dijo que "si Brasil continúa moviéndose hacia adelante, y eso es lo que esperamos, en términos de profundizar las reformas estructurales que fueron tomadas en 2019, esperamos que su economía sigue un patrón de aceleración del crecimiento". Las reformas en cuestión son la laboral, la previsional y el achicamiento del Estado.

Publicado en:
https://www.pagina12.com.ar/260477-fmi-y-bonistas-juegan-separados

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