Estos cacerolazos para que los políticos se bajen los sueldos son una distorsión del éxito de la cuarentena. La gente no entiende que lo peor está por venir, asume que esta será la normalidad y volvió al nivel de superficialidad al que nos tiene acostumbrados.
El Estado, mediante la participación accionaria q tiene en esas empresas vía FGS/ANSES, debe volver a participar de asambleas de accionistas, controlar la legitimidad y apego a la ley ellas y renombrar a los directores q x ley, tiene derecho a incorporar en sus directorios. https://t.co/KZnLcV4Di3
Pedón Gastón, pero la historia nos ha mostrado q toda estrcutura de dirección se compone de funcionarios q, tras un tiempo en el ejercicio del poder, se tornan burócratas. Insisto, el reclamo y la denuncia son legítimos, pero tarde o temprano se tornan apenas testimoniales.
Imagen: AFP Para frenar los casi 1500 despidos En la Casa Rosada creen que la medida tomada por la empresa de Paolo Rocca es la punta de lanza de una porción del gran empresariado que presiona para que se relajen las restricciones sanitarias y se reanude la actividad económica. Por Javier Lewkowicz La paralización de la economía con el objetivo de frenar el avance del coronavirus desató la disputa entre el Gobierno y Techint, el mayor grupo empresarial del país. La empresa que dirige Paolo Rocca despidió a 1450 trabajadores de su empresa constructora, amparándose en una originalidad del convenio colectivo de trabajo del sector, que permite el despido de empleados una vez que termina la obra. Techint argumentó que como la cuarentena obligatoria frenó las obras privadas, prescindirá del personal y que una vez que se reactiven, volverá a contratar a los afectados. Desde el gobierno y el gremio entienden de ningún modo Techint tiene la necesidad de despedir gente y que si la tuviese, hay instrumentos disponibles para sostener la plantilla. Por eso, la lectura es política: piensan que la medida de Techint representa la punta de lanza de parte de una porción del gran empresariado que entiende que la cuarentena es exagerada y que presiona para que se reanude la actividad económica. Este lunes, el Ministerio de Trabajo coordinó una videoconferencia con Techint y el gremio, en la que dictó la conciliación obligatoria. En el sector de la construcción hay un clima de mucha tensión por el freno de las obras y el quiebre de la cadena de pagos. El freno a la construcción por la cuarentena La empresa Techint Ingeniería y Construcción resolvió cancelar contratos de construcción a partir de la paralización de la actividad de las obras privadas en proyectos ubicados en las provincias de Buenos Aires, Neuquén y Tucumán. La medida afecta a 1450 trabajadores de la construcción, afiliados a la Uocra. La construcción enfrenta un escenario muy delicado porque las obras privadas no quedaron exceptuadas del decreto de necesidad y urgencia que definió la cuarentena, con lo cual esos proyectos quedaron obligatoriamente frenados. La propia modalidad de contratación de las empresas del sector permite el despido de empleados entre una obra y la otra, período en el cual entra en funciones el fondo de desempleo del gremio. En tanto, la obra pública también quedó muy afectada por el parate económico, a pesar de que fue exceptuada de los alcances de la cuarentena. Hay algunos proyectos en donde continúa el flujo de pagos, pero por lo general fuera del rubro salud y de las obras indispensables está deteriorada la cadena de pagos. “Se está trabajando con la Uocra para intentar conservar los puestos de trabajo. Pero la realidad es que está todo parado y la situación es de tensión”, explicó a este diario Mario Galizzi, presidente de Apyme Santa Fe y empresario del sector de la construcción. Otras fuentes del rubro admiten que hay mucha preocupación porque se agota en las pequeñas y medianas empresas la capacidad de pagar los salarios. Ante situaciones de despidos, los ministerios provinciales vienen dictando medidas de conciliación obligatoria. Los dirigentes del sector esperan que se reactiven los Repro del Ministerio de Trabajo y se lancen planes de vivienda para reactivar la actividad. En el gremio saben de esta situación y por eso advierten que “hay 100 mil puestos de trabajo en riesgo”. El Mundo Techint Si bien la situación del sector de la construcción (y de prácticamente toda la economía) es muy compleja y en ese diagnóstico coinciden el sector privado con el gobierno, también es un terreno común la idea de que Techint juega con sus propias reglas. “Es una empresa muy reservada y cuando hace apariciones públicas, como ésta, tiene una finalidad política. Esto no tiene disimulo, son 1500 personas en un contexto político muy delicado y con instrumentos disponibles para poder sortear la situación”, analizan en el gobierno. En la Casa Rosada analizan la medida como una presión de parte de Techint, que a su vez tiene gran influencia en la Unión Industrial Argentina (UIA) y en la Asociación Empresaria Argentina (AEA) para relajar las restricciones sanitarias y revitalizar la economía. Publicado en: https://www.pagina12.com.ar/256318-el-gobierno-dicto-la-conciliacion-obligatoria-en-techint
La situación de la deuda argentina es insignificante en una economía mundial que enfrenta el peligro de una insolvencia masiva de países emergentes y corporaciones La deuda mundial suma 253,2 billones (millones de millones) de dólares en 2019, equivalente a 322 por ciento del Producto Global. Con más de la mitad de la economía mundial paralizada, los deudores no podrán pagar ni intereses ni capital de los créditos. Los paquetes de rescate anunciados son insuficientes si los motores de la economía no vuelven a funcionar. Por Alfredo Zaiat La deuda pública argentina está en virtual default. El gobierno de Alberto Fernández no quiere que esa herencia de Mauricio Macri se convierta en default abierto. Pero el estallido de la crisis global por la expansión del coronavirus que ha derrumbado en forma vertical la economía mundial convierte en insignificante la situación de la deuda argentina. Por el eventual default de la deuda argentina sólo están ansiosos voceros locales de los acreedores externos que ni el derrumbe de la economía mundial los aleja de sus obsesiones bien pagas. Ahora el riesgo mayúsculo que existe no es el default de un país periférico, sino el estallido de un default global de deudas soberanas, corporativas y de hogares. El Instituto de Finanzas Internacionales, que agrupa a los principales bancos del mundo, estima que la deuda mundial suma 253,2 billones (millones de millones) de dólares en 2019. Ese monto equivale a 322 por ciento del Producto Interno Global, esto es la generación material de bienes y servicios en el mundo. Nunca antes esa relación había alcanzado un valor tan elevado. Existe mucha más deuda en circulación que riqueza material que respalde ese capital, exceso que se denomina "capital ficticio". Los países emergentes acumulan deuda por 72,5 billones de dólares (223 por ciento del PIB de esas economías), mientras que los países desarrollados registran una deuda de 180,1 billones (383 por ciento de su PIB). Esos indicadores de solvencia deuda/PIB empeorarán aún mucho más con la crisis: subirán mucho los pasivos y bajarán mucho los Productos. Desde hace siglos, esa inconsistencia se resolvió con defaults de deudas, que destruyen el capital ficticio acumulado por burbujas especulativas. Es el escenario más probable en estos próximos meses donde el funcionamiento de la economía se ha paralizado por la pandemia. Vulnerables No debería sorprender los default de deuda. Lo extraño es cuando existen periodos prolongados sin que suceda alguno. La insolvencia de deudas soberana o corporativa es un acontecimiento repetido que recorre la historia del capitalismo. Ocurrieron en diferentes etapas, desde la formación de los Estados nacionales, el mercantilismo, el capitalismo moderno hasta la presente globalización financiera. La actual vulnerabilidad financiera sistémica es anterior a la pandemia coronavirus, sólo que ahora queda expuesta en su forma más fulminante. Las dos últimas grandes burbujas especulativas, la de las empresas puntocom en 2001 y la de los créditos subprime 2008, provocaron fuertes recesiones que se atendieron con más y más deuda. El ritmo de emisión fue vertiginoso después de esa última debacle. Las bancas centrales colocaron paquetes inmensos de deudas por un total de 11 billones de dólares para salvar bancos y empresas, y, a la vez, las compañías rescatadas emitieron luego más deuda con tasas muy bajas, alimentando de ese modo una nueva burbuja especulativa. Inestabilidad En octubre pasado, el FMI presentó el último reporte de Estabilidad Financiera Global advirtiendo acerca de la fragilidad del sistema financiero mundial por el aumento de la carga de la deuda corporativa, el incremento de las tenencias de activos más riesgosos y más ilíquidos por parte de inversores institucionales, y por la creciente dependencia de los préstamos externos de los países emergentes. Los economistas Tobias Adrian y Fabio Natalucci, autores del documento, definieron un escenario crítico y entregaron una inquietante cifra de la deuda con probabilidad de default. Plantearon que con una desaceleración económica mitad de severa que la de 2008-2009 la deuda corporativa en riesgo, que es la deuda contraída por empresas que no pueden cubrir el pago de intereses con sus ganancias, asciende a 19 billones de dólares. Este monto representa el 40 por ciento del total de la deuda corporativa de las ocho principales economías del mundo. Ese cálculo fue realizado considerando que una eventual recesión fuera la mitad de intensa de la registrada en la anterior crisis. El consenso de economistas y organismos internacionales es que la actual debacle será por lo menos el doble de aguda. Una estimación lineal del escenario base presentado por Adrian y Natalucci, con el presente escenario de colapso de la actividad económica y crac bursátil, entrega como saldo un default global de deudas impactante. La mayoría de las corporaciones no podrá cumplir con el pago del capital e intereses porque se frenó el giro comercial de sus negocios, al tiempo que los bancos no estarán motivados a entregar nuevos créditos. La declaración de insolvencia masiva está a un paso de ese abismo y sólo podrá frenarse en algunos casos con la intervención de los gobiernos. El Congreso de Estados Unidos está por aprobar un paquete de rescate de 2,2 billones de dólares, el triple del aplicado en la crisis 2008. Sólo el 10 por ciento de ese monto será para salvatajes corporativos. Las bancas centrales (Reserva Federal y Banco Central Europeo) tienen también preparadas ambulancias para salir a socorrer a bancos y corporaciones. Se sabe que no podrán hacerlo con todas. La Fed y el Tesoro disponen de 6,5 billones de dólares, y el BCE además se comprometió a comprar deuda de países de la Unión Europea. Depresión La atención mundial se concentra en aplanar la expansión del coronavirus con el aislamiento social obligatorio. La consecuencia de esa estrategia médica en el frente económico es una profunda recesión, que algunos economistas estiman que puede ser peor que la generada por el crac del '29. Nouriel Roubini, economista turco-estadounidense, conocido como “Dr. Doom” por anticipar la crisis subprime, publicó en Project Syndicate el artículo "A greater depression". Dice que este crac bursátil contabilizó una caída en tres semanas lo que en el crac del '29 sucedió en tres años. Señala que los bancos Goldman Sachs, JP Morgan y Morgan Stanley esperan que el PIB de Estados Unidos baje de 24 a 30 por ciento anualizado en el segundo trimestre, y que el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin advirtió que el desempleo podría superar el 20 por ciento. Roubini apunta que “cada componente de la demanda agregada (consumo, inversión, exportaciones) está en una caída sin precedentes”. Si bien hoy la angustia colectiva está en superar la pandemia, cuando se precipita una recesión con riesgo a que se convierta en una depresión y que además sea global, los ingresos de los hogares y de las compañías colapsan y el desempleo aumenta a velocidad devastadora de la convivencia social. Se produce un efecto multiplicador negativo en la economía arrojando a empresas y bancos hacia la quiebra. Si además los balances de esas compañías están colmados de pasivos, la caída se acelera. Catástrofe El economista británico Michael Roberts detalló en su blog que en Estados Unidos, en los últimos diez años de dinero barato por tasas cercanas a cero, las corporaciones no financieras duplicaron su endeudamiento, al pasar de 3,2 billones de dólares en 2007 a 6,6 billones de dólares en 2019. Los economistas Joseph Baines y Sandy Brian Hager escribieron "Covid-19 y la próxima catástrofe de la deuda corporativa". Indican que las pequeñas y medianas empresas enfrentan el mayor riesgo de default. En ese sentido, especulan con que el saldo de esta crisis será una mayor concentración económica. Explican que la administración de las finanzas de las corporaciones en Estados Unidos tuvo un cambio radical hace 40 años, en coincidencia con la irrupción de los gobiernos neoliberales y desreguladores de Ronald Reagan, en ese país, y de Margaret Thatcher, en Gran Bretaña. En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial hasta mediados de los '70, periodo que se conoce como la edad de oro del capitalismo, las corporaciones acumulaban ganancias para reinvertirlas en expandir la capacidad de producción. Desde comienzos de los '80, esa política fue alterada y pasó a ser dominante la estrategia de maximizar la retribución a los accionistas mediante la distribución de dividendos, restando recursos propios para la reinversión. Para mantener el ritmo de inversiones apareció el endeudamiento que, en gran parte de este ciclo largo del capital, fue barato por tasas de interés muy bajas. De ese modo se fue alimentando una inmensa burbuja especulativa de deudas corporativas que algún evento inesperado y brusco podía interrumpir el giro de esa cadena de la felicidad. Ese evento fue la crisis del coronavirus y el consiguiente crac global de las bolsas. Baines y Hager son contundentes con la siguiente advertencia: "Estamos en aguas peligrosas; si los acreedores se asustan y la carga de intereses aumentan, una ola de incumplimientos de pequeñas firmas podría enviar ondas de choque, a través del ya inestable mercado financiero, para ampliar el colapso hacia grandes corporaciones". Tormenta perfecta El cisne negro de la pandemia coronavirus es un shock extraordinario por la coincidencia de factores muy perturbadores: * La clausura casi total de actividades productivas y comerciales en más de la mitad de la economía mundial. * El consiguiente derrumbe del precio del petróleo. * Caída que se produjo casi en simultáneo con el crac de los mercados de capitales y bursátiles. * El derrape de esos mercados está provocando la parálisis del crédito y, por lo tanto, también la cancelación de intereses y capital de deudas. * El escenario de fragilidad financiera, aislamiento social obligatorio y freno a los motores de la producción y el comercio, si se extiende en el tiempo, derivará en el colapso de las cadenas de abastecimiento global. * El saldo de este cataclismo es un alza abrupta del desempleo y del malestar social. Esta secuencia es la tormenta perfecta del caos económico. Los paquetes de salvatajes serán insuficientes para detener la ola de quiebras y defaults de deudas. Los países de la periferia están padeciendo además una fuga de capitales especulativos fulminante de unos 80 mil millones de dólares, contabilizó el Instituto de Finanzas Internacionales. En el último mes y medio, esa salida fue más acelerada y pronunciada que las de las crisis de 2008 o asiática de 1998. La huida de esos capitales se le agrega la caída de los precios de materias primas y de las exportaciones, lo que implicará una merma en la disponibilidad de divisas, y el derrumbe de la actividad interna. En ese contexto una ola de defaults de deudas sobernas se acerca si no se frena la salida de capitales y se extiende la parálisis de la economía mundial. El por ahora default virtual de la deuda argentina o el default abierto del Líbano, que anunció que no puede cumplir con un eurobono de 1200 millones de dólares, son irrelevantes en ese escenario global. Ola de deudas La tormenta perfecta para los países emergentes y en desarrollo derivará en que cuidarán las reservas disponibles y no las destinarán a pagar ni intereses ni capital de sus bonos. Ayhan Kose, Peter Nagle, Franziska Ohnsorge y Naotaka Sugawara, economistas del Banco Mundial, publicaron hace dos semanas el texto "Deuda y crisis financieras: ¿se repetirá la historia?". Señalan que la mayor parte del aumento de la deuda soberna desde 2010 se produjo en los mercados emergentes y las economías en desarrollo, que vieron aumentar su deuda en 54 puntos porcentuales del PIB a un récord de aproximadamente el 170 por ciento del PIB en 2018. Precisan que la ola actual de deuda se destaca por su tamaño, velocidad y amplitud excepcionales. Dicen que es el aumento más grande, más rápido y más amplio de la deuda en esos países en los últimos 50 años. Explican que es la cuarta ola desde la década del '70. Las otras tres son la del '70 y '80 concentrada en América latina, la del '90 en Asia y la tercera en Europa. Coinciden en que cada una de esas olas de endeudamiento culminó en una crisis financiera. Esas crisis "generalmente se desencadenaron por shocks externos que resultaron en fuertes aumentos en la aversión al riesgo de los inversores, picos en los costos de los préstamos y paradas repentinas de las entradas de capital". Algunos de esos atributos se están verificando con la crisis del coronavirus. Por eso el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional adelantaron el pedido a los países centrales para que no exijan la cancelación de deudas bilaterales con países pobres, la mayoría de África. El FMI anunció a la vez que, más allá de sus servicios tradicionales de préstamos, explorará opciones adicionales para ayudar a los países miembros que experimentan escasez de divisas. Argentina se anota en ese grupo. Inédito Nunca antes casi la mitad de la población mundial está en aislamiento social obligatorio. Poco más de 3100 millones de personas, cantidad que puede aumentar en estas semanas, están confinadas en sus hogares. Y la Organización Mundial de la Salud reclama que los países que todavía no dispusieron la cuarentana, la decidan en forma urgente para frenar la expansión del virus. La actividad económica fue literalmente clausurada en China, Estados Unidos y Unión Europea, los principales motores de la economía mundial que representan en conjunto el 62 por ciento del Producto global. Ni en la primera y segunda guerra mundial y ni en la gran depresión de la década del '30 sucedió algo parecido. El riesgo a un default masivo de deudas corporativa y soberana irrumpió entonces con fuerza porque nunca antes hubo una crisis global de estas características. azaiat@pagina12.com.ar Publicado en: https://www.pagina12.com.ar/256043-el-virus-del-default-global-y-el-colapso-de-la-economia
Subsidios, protección de importaciones, contratos de obras públicas, licuación de deuda externa, exenciones impositivas y privatizaciones La empresa fundada por el abuelo de Paolo Rocca en la Italia de Mussolini es una historia de estrechos y sospechosos vínculos con el Estado argentino. Capturó millonarios fondos públicos a lo largo de décadas, lo que le permitió a la familia Rocca consolidar un poderoso conglomerado internacional Por Alfredo Zaiat Paolo Rocca, nieto de Agostino y de quien fuera asesor siderúrgico de Benito Mussolini y fundador de Compagnia Tecnica Internazionale, conocida como Techint, figura junto a su familia en el ranking de Forbes como la primera gran fortuna de Argentina en 2019, con 8000 millones de dólares. No es la primera vez que presiona a los gobiernos en momentos críticos. En 2008, al precipitarse una crisis global potente, la familia Rocca anunció que, debido a las condiciones de mercado, suspendería la construcción de un nuevo alto horno de fundición de palanquilla y un tren laminado contínuo. Informó a las autoridades de la Bolsa de Comercio que continuaría la ampliación cuando se recuperara la demanda, loca e internacional, y que había ordenado entonces la cesantía de 2400 trabajadores de firmas subcontratistas. El gobierno de CFK rechazó la posibilidad de un solo despido, dictó la conciliación obligatoria con los gremios de la construcción y metalúrgicos y envío señales inequívocas de que si no se daba marcha atrás con las cesantías y con la paralización de la obra estudiaría las condiciones legales para una eventual expropiación. La respuesta fue inmediata: los despidos se convirtieron en suspensiones rotativas, parte de los sueldos fueron pagados por el Estado con el programa Repro y se anunció la reprogramación de la obra para un momento en que la economía recuperara dinamismo. La misma historia se repitió en estos días. Una vez más, la familia Rocca pretende imponer a un gobierno sus reglas de juego y, por los resultados de décadas, le ha dado resultado: * Durante varias décadas obtuvo contratos de obras públicas, gasoductos, caminos que implicaron un desarrollo sostenido de su área de ingeniería y construcción. * Recibió millonarios subsidios por regímenes de promoción industrial con exenciones impositivas, por el fomento de exportaciones industriales y por preferencias arancelarias que brindaron protección del importado. * Se benefició de la licuación de pasivos financieros, a través de la regulación de la tasa de interés o del sistema de seguros de cambio para la deuda externa privada. * Aprovechó la Ley de Compre Nacional que implicó que el Estado pagara sobreprecios amparados en esa norma. * Contabilizó ganancias extraordinarias por su participación activa en privatizaciones, por ejemplo con su inversión en el consorcio de Telefónica que se quedó con la mitad de ENTel. * La enajenación de activos estatales también afianzó el corazón de su grupo, la siderurgia, con su desembarco en empresas proveedoras de insumos básicos de esa actividad (producción y transporte de gas, petróleo y energía eléctrica) y con la compra a precio de ganga de Somisa. * Con las privatizaciones, el grupo logró acceder a un notable grado de integración vertical en el rubro energético y siderúrgico. * Además, consiguió una concentración y diversificación de sus negocios que resultó en un extraordinario crecimiento patrimonial. * De ese proceso de consolidación empresaria, para la familia Rocca fue fundamental apropiarse de Somisa porque pasaron a dominar un sector estratégico de la economía. Al detallar esta historia de estrechos y sospechosos vínculos con el Estado a lo largo de décadas, que le permitió consolidar un poderoso conglomerado internacional, se puede concluir que ese patrimonio en un sector estratégico para el desarrollo nacional fue construido con el imprescindible aporte de recursos públicos y de protección estatal. No debería escandalizar entonces si se concluye que, a esta altura, Techint, la multinacional italiana con sede en el paraíso fiscal de Luxemburgo, ya debería ser incorporada al patrimonio de todos los argentinos. Publicado en: https://www.pagina12.com.ar/256342-techint-deberia-ser-de-todos-con-los-recursos-que-recibio-de
Imagen: Twitter 29 de marzo de 2020 El capitalismo tal como se conoce hasta ahora enfrentará serios problemas de legitimación Los países están aplicando "keynesianismo de guerra” que, a diferencia del keynesianismo a secas, supone que el Estado subordina toda su política económica a un objetivo común, en este caso es el sanitario para evitar la muerte de una porción de la población. Por Claudio Scaletta
El mundo asiste a un fenómeno imprevisto. Lo inesperado no es la crisis financiera. Tampoco las recesiones. En ambos casos se trata de fenómenos estructurales y cíclicos del capitalismo en su funcionamiento normal. El carácter extraordinario de la nueva pandemia es que provocará una crisis económica sin precedentes y de alcance planetario que muy probablemente superará en profundidad y extensión a la de 1929. Hoy, cuando los muertos en los países desarrollados se cuentan por miles, resulta muy difícil prever cual será el piso de la recesión global. Existe, en cambio, una certeza. Con matices las economías enfrentan el problema haciendo lo que la ciencia económica sabe desde hace casi un siglo: impulsando políticas monetarias y fiscales expansivas, con el Estado, no el mercado, conduciendo y regulando el ciclo económico y la producción. Se trata de una forma específica de intervención estatal, la que a veces se denomina “keynesianismo de guerra” y que, a diferencia del keynesianismo a secas, supone que el Estado subordina toda su política económica a un objetivo común, en este caso es el sanitario para evitar la muerte de una porción de la población. A modo de ejemplo, una de las razones del triunfo de los Aliados en la Segunda Guerra Mundial fue que Estados Unidos convirtió su economía en una gigantesca maquinaria bélica, reorientando toda la producción de las empresas hacia la provisión de insumos para la conflagración. Si bien el país emergió como potencia ya en el siglo XIX después de otra guerra, la civil o de Secesión, fue luego de la última gran guerra que consolidó su hegemonía global en paralelo a la expansión de su “complejo militar industrial”. Desde entonces, los contratos del gobierno con el complejo se convirtieron en el principal instrumento de regulación del ciclo económico estadounidense. Ahora la potencia continental se prepara para realizar transferencias masivas a las familias, mientras el presidente Donald Trump le ordena por Twitter a las automotrices que abran plantas cerradas y se pongan a fabricar respiradores. Parece una forma de tomar decisiones algo más primitiva que, por ejemplo, la del aparato estatal chino que volvió a mostrar su impresionante capacidad de ejecución de políticas públicas y de movilización de recursos. En tanto, frente al nuevo desafío, el gobierno local salió de la modorra de los primeros meses y finalmente comenzará a poner plata en serio en el bolsillo de la gente. No se tratará sólo de créditos a tasas más o menos subsidiadas, sino de ingresos de emergencia que llegarán tanto a los trabajadores formales y monotributistas como también a los informales (Ingreso Familiar de Emergencia), un mecanismo que comenzó a evaluarse desde el inicio de la crisis. En los próximos días se conocerá también el dinero que se transferirá a las empresas para cubrir un elevado porcentaje de los salarios, serán transferencias más grandes y generalizadas que los REPRO. De esta forma comenzará a llegar dinero público a muchos sectores sociales que siempre antagonizaron con el Estado. Estas transformaciones de alcance global generarán “procesos de no retorno”, una crisis del paradigma de la corriente principal de la economía. Pasada la pandemia será imposible volver al status quo ante y seguir sosteniendo la mitología consolidada en las últimas décadas del siglo XX sobre la primacía de la individualidad y el mercado como gran asignador de recursos. Lo que se observa en la mayoría de los países, a lo largo y a lo ancho del planeta, es a los Estados ejerciendo su soberanía a través de la promoción del Gasto e, incluso, hasta haciéndose cargo de los sistemas de salud privados. En adelante será difícil reconstruir el aparato ideológico que legitimó las políticas de austeridad y los Estados mínimos. La población habrá experimentado una vez más que el extremismo de mercado no le resuelve seguridades elementales como el derecho a la salud. Se trata de “procesos de no retorno” porque gobernantes y gobernados redescubrirán el papel central del Estado, que es el poder de la organización colectiva sobre la individual. El viejo orden se resistirá. La posición de la derecha en general y de los gobiernos de derecha en particular es que resulta preferible un poco más de muertos antes que frenar la economía. En el siglo XXI el capitalismo sigue discutiendo ganancias versus vida. El dilema es que cualquiera de las dos vías generará cambios irreversibles en el imaginario colectivo. Tanto si se privilegia la salud pública y se evidencia la centralidad del Estado en la organización de la producción y en la conducción del ciclo, como si la mala intervención estatal provoca decenas de miles de muertos. Finalmente, un dato central será que, por la recesión global, el coronavirus generará más pobres que muertos, pero a la vez parirá, "con una alta probabilidad", como dicen los textos de los organismos financieros, un nuevo orden económico mundial. Quizá estemos ante el principio del fin del ultra capitalismo anárquico y a la consolidación de China como nueva potencia hegemónica y modelo de ejercicio del poder infraestructural. La conclusión preliminar tampoco es nueva. Por detrás del debate económico está la lucha de clases. En uno de sus artículos más célebres el gran economista polaco Michal Kalecki hablaba de los “aspectos políticos” del pleno empleo. Explicaba cómo bajo ciertas circunstancias, la proximidad del pleno empleo, los empresarios preferían ganar un poco menos, pero mantener el control sobre los trabajadores y el proceso productivo. Dicho de otra manera, la cuestión de clase estaba por encima de la ganancia. Es decir, el poder estaba por encima del dinero y el pleno empleo empoderaba a los trabajadores. Del mismo modo es posible hablar de los “aspectos políticos del coronavirus”, que son los “procesos de no retorno” descriptos. La revalorización del rol de los Estados ocurrirá tanto si la intervención pública es eficiente como si no lo es. El capitalismo tal como se conoce hasta ahora enfrentará serios problemas de legitimación. Resta la pregunta clásica de la economía vulgar: ¿cómo se financian las políticas expansivas? La respuesta es “como en todo el mundo”, emitiendo dinero, que es una de las formas de endeudarse a tasa cero que tiene el Estado, pero que al mismo tiempo es fuente del flujo de la recaudación futura. Para hacerlo no hace falta ser un Estado rico, alcanza con ser un Estado soberano. Una opción complementaria para los muy fiscalistas sería terminar con el subsidio de 55 mil millones de pesos mensuales que reciben los bancos por los 1,6 billones de pesos en Leliq. No debe olvidarse que, antes o después, la plata que el Estado inyecte terminará en los bancos y que estos querrán cambiarla por la otra ventanilla por más letras de liquidez. La tasa de estos instrumentos no puede continuar siendo tan atractiva. Redireccionar estos 55 mil millones mensuales hacia políticas activas también fue una promesa electoral. Publicado en: https://www.pagina12.com.ar/255820-se-viene-una-crisis-global-mayor-que-la-gran-depresion-del-3
En un momento como éste, donde está todo dado para reclamar ingreso universal, impuestos extraordinarios a los ricos, nacionalización de la banca y de empresas estratégicas, estatización de la medicina privada y tantas cosas más ¿la consigna de la izquierda es “tests masivos”?
Pero coincidimos, Alejandro, en la desorientación de la izquierda clasista, que cuando juega futbol la hace picar con la mano, y cuando juega básquet patea al arco...
Nuestros consulados y embajadas tienen la instrucción de garantizar hospedaje, alimentación, asistencia sanitaria y toda otra necesidad básica a aquellas personas que no tengan otra alternativa. Seguiremos caso por caso hasta que puedan regresar.
Si Paolo Rocca no tiene espalda para garparles el salario a sus empleados, a 9 días de entrar en una cuarentena, que nunca más se presente a una licitación pública. El estado no puede confiar en empresarios tan poco eficientes. 🤫
El valijero de Paolo Rocca, Héctor Zavaleta, admitió en octubre de 2018 haber pagado coimas en nombre de Techint por “$15 o 20 millones” diez años antes. Eran unos U$S 6 millones. Con eso hoy podría pagar 16 quincenas a los 1.500 obreros que anunció que despedirá.
Susana Malcorra La ex canciller durante el gobierno de Macri negó la acusación y destacó que han ayudado antes. 27 DE MARZO, 2020
La ex canciller argentina Susana Malcorra cruzó a los ex funcionarios macristas como Laura Alonso que habían acusado sin fundamento que los médicos cubanos vienen a la Argentina para hacer espionaje. "Los médicos cubanos no son espías. Cuba jugó un rol fundamental en el ataque al ébola cuando no conseguíamos médicos de ninguna parte del mundo, históricamente siempre han estado disponible en estos casos", concluyó la ex canciller sobre la polémica de la posible llegada de médicos cubanos a la Argentina. De esta forma, Malcorra se convierte en la segunda ex funcionaria del gobierno de Mauricio Macri en desmentir las opiniones de algunos referentes del PRO como Laura Alonso que criticaron a los médicos. Antes el ex ministro de Salud, Adolfo Rubinstein, había tildado de disparate la afirmación. En diálogo con Futurock, Malcorra opinó sobre la situación que atraviesa Europa por la crisis del coronavirus y manifestó que "la primera conclusión de esta pandemia es que no estábamos preparados, en los países mas desarrollados no hubo preparación ni herramientas básicas para encarar esto". La funcionaria expresó que en Europa las decisiones se tomaron tarde y que el principal error de los gobiernos fue haber demorado en tomar medidas sanitarias de urgencia como la cuarentena por temor al impacto económico. Por otro lado, destacó la actitud del Presidente Alberto Fernández: "Hay una actitud de crisis que es la que hay que tener. Alberto ha decidido encarar esta crisis poniéndose al frente y tratando de tomar las mejores medidas. Lo está haciendo bien". Y remarcó: "En Argentina, el gobierno ha reaccionado temprano. Tomó decisiones difíciles cuando los números no eran impactantes y eso fue bueno". "Hay que seguir las indicaciones del Gobierno, sabiendo que tenemos bolsones de problemas donde es muy difícil contener estas medidas porque la infraestructura mínima no está presente", afirmó Malcorra.
CARTA ABIERTA AL SEÑOR PAOLO ROCCA Escrito por Jorge Rachid Sábado, 28 de Marzo de 2020 Sr. Paolo Rocca Dueño de Techint La mayor empresa del país Sin mi consideración: Usted acaba de doctorarse de miserable, el país en su conjunto, sin distinción de categorías sociales ni económicas, enfrenta una situación inédita a nivel internacional, con el agravante de haber salido hace menos de 120 días, de una pesadilla que usted contribuyó a gestar, como fue el gobierno de Cambiemos. El país que nos dejaron, usted y sus socios, fue sin margen de maniobra en lo económico por el endeudamiento, con profundo dolor social por el hambre de millones de argentinos, con la preocupación por el 52% de los niños en situación de pobreza y los jubilados diezmados por falta de medicamentos y salarios de hambre, además de miles de familias endeudadas por créditos leoninos. Usted ya era eso y lo definía como egoísta y especulador. Ahora usted en medio de un esfuerzo descomunal de todo un pueblo, nuevamente procede como en la fábula de escorpión, de acuerdo a su naturaleza y pica a miles de trabajadores a hundirse en el desamparo, la desesperación, la miseria y el dolor al observar la cara de sus hijos demandando comida. Por conciencia nacional, el pueblo argentino votó echar a los especuladores y saqueadores seriales del país, en primera vuelta y sin miramientos, por haber dado la espalda a los intereses y demandas de los más desprotegidos y humildes de la comunidad. Usted es parte de los castigados. Usted inmutable, siguió exigiendo ajuste, olvidando que el Presidente Néstor Kirchner salvó sus empresas de expropiación sin compensación de Venezuela, con la promesa suya de invertir ese dinero, 700 millones de dólares que le pagó el gobierno de Chávez, en la Argentina, que usted nunca lo hizo. Si invirtió en EEUU creando 1.500 puestos de trabajo allá, junto a Macri, los mismos que acaba de despedir acá, o los que despidió de Tenaris en el 2015, siempre exigiendo como Aceitera Vicentin, nuevos créditos al estado Nacional, mientras criticaba el subsidio al transporte o los servicios, que son salario diferido a los trabajadores. Otra vez el escorpión, usted, mostró su naturaleza. Por esa razón, Sr. Roca llamarlo miserable, es casi un eufemismo que marca mi intención, de no faltarle el respeto a la lengua española, con la mención de epítetos ni interjecciones, sólo eso, miserable, para que la sociedad sepa de qué tipo de empresarios estamos rodeados los argentinos, egoístas y especuladores, contrarios al pueblo y a la Patria. Belgrano en el Éxodo Jujeño fusiló a aquellos aristócratas burgueses que se negaron a acompañarlo, en la gesta de la marcha hacia Tucumán, donde venció, junto al pueblo, a los españoles. “Algún día la historia dirá, que la Patria se construyó, con la vida de los criollos, los negros libertos, y los pueblos originarios los peones de los estancieros que se negaban a dar sus hijos a la Patria ” José de San Martín. Usted se negó a luchar junto al pueblo, por eso tendrá condena social y es un miserable. Jorge Rachid - DNI 4623812 Publicado en: http://revistanuevopais.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=36672:2020-03-28-15-37-05&catid=39:cartas&Itemid=61
Por Ricardo Leguízamo Se nos están acabando los desinfectantes y a la entrada del baño cuelga un paquete de servilletas de papel Sussex de 30 cm. x 30 cm. por 80 unidades. No me afeito hace 4 días, parezco Tom Hanks en El Náufrago. No pienso poner en este relato horas ni días, porque ya no lo sé. Me da lo mismo almorzar a las 09:00 am. que a las 04:00 pm. Veo NETFLIX de madrugada, porque en los horarios pico no arranca, da vueltas, vueltas y vueltas. Dejé de ver televisión porque me angustia, estoy convencido que morirá más gente por infarto que por coronavirus. El celular casi no lo veo, parece el vibrador de Karina Jelinek. Según ella, no para nunca. Tengo 2500 mensajes que pueden dividirse así: 1000 chistes sobre el coronavirus, 500 aplicaciones para saber si tengo coronavirus, 500 mensajes para que no salga de casa y 500 mensajes repartidos entre los que me dicen que tome bebidas calientes, que me haga gárgaras de sal y limón, que haga infusiones en una olla con eucalipto, que le lave las patas al perro con lavandina, que el virus muere a los 56 grados, que… ¡La PMQLRP al Ucraniano Jan Koum! (si no lo conocen, hagan algo, busquen quién mierda es el ucraniano pero no me manden más mensajes). Abro la heladera de madrugada y puedo comer un pedazo de salame como una cucharada de dulce de leche. Ya no queda ni una lata de cerveza, se me acabó el Frescor Light y empecé con jugos en sobres. ¡Nunca pensé llegar a esta situación! Corto el césped 3 veces por día aunque está cortito, limpio el baño cada 5 horas, arreglo cosas rotas y a veces, las vuelvo a romper. Me bajé una aplicación para ver cuántos infectados hay en Argentina y saber si logramos aplanar la curva. ¡Claro que me preocupa! No podemos arreglar los pozos de mi ciudad y ahora hay que aplanar la curva. ¡Tenemos que aplanar la cuuurrvaaaa! Todo es peligroso. Mamá llamó para que vaya a sacarle la jubilación del cajero. El riesgo es enorme, debo atravesar la ciudad en un ambiente parecido a The Walking Dead, nadie sabe de dónde va a salir un pelotudo que te estornude en la cara. Pienso seriamente en la travesía, me puede detener la policía solo por ir a lo de mi vieja. ¿Cómo les explico que vive en la otra punta de la ciudad, que tiene 84 años y se empeña en llegar a los 85? Aunque parezca sencillo, hay riesgo, me puede tocar tanto un Chocobar como el Jefe Gorgory. Busco desesperadamente en el garaje un mameluco impermeable blanco que usaba para fumigar. ¡Qué suerte, está intacto! Me lo pongo, me calzo la máscara que uso para cortar el pasto y dos bolsas de nylon en los zapatos. Entro a la casa así y el perro me desconoce. Casi me come. Todo se vuelve insoportablemente tragicómico. Me pica la nariz pero no me rasco, el virus entra por las fosas nasales. ¡No me toco, no me toco, no me toco! Me lavo desesperadamente las manos con jabón de lavar la ropa y… ¡por fin me rasco la nariz! Me rasco cuando ya no me pica. Me dirijo al auto con mi mameluco blanco, soy una mezcla de Neil Armstrong y caza fantasmas. Si no fuera por el nylon que le puse a los mocasines diría que estoy bien. Le pongo alcohol al volante, diluido al 30%, a la palanca de cambio, al freno de mano, a la radio y al filtro del aire acondicionado. Prendo la radio y escucho que el gobierno va a pagar $10.000 a todos los pequeños monotributistas y trabajadores informales. ¡¡LPMQLP!! ¡¡LPMQLP!! ¡¡Yo no entroooo! ¡Yo noooo entroooo! Soy autónomo. Hago tres cuadras hasta Blas Parera y veo que sigue en la garita de colectivo el gordo Ramírez. Nadie lo quiere levantar porque le dolía la garganta. Me mira pero no me reconoce, claro, parezco un copo de nieve con guantes de cocina naranja. Llegando al Mate hay un operativo. Pienso para mis adentros… ¡cagamos! El cana se cuadra y me deja seguir. Debe ser mi traje, pensará que soy rescatista o trabajo en salud. Llego a lo de mamá y no me quiere abrir la puerta, no me reconoce. Le grito… ¡soy yo mamá! ¡Mamá abrime! Me mira y me dice: “¿tenés coronavirus?”. “¡No vieja!” “Me vestí así para no ponernos en riesgo”. Me mira de arriba abajo y solo se le ocurre decir: “¡das vergüenza!”, “parecés los de la comparsa Cotapa”. Me pasa la tarjeta por las rejas y cierra la puerta. Es raro despedirnos así. Siempre nos abrazábamos. Voy al cajero de la vuelta de la casa, hay una cola más grande que la de Sol Pérez, la gente me mira y todos se alejan, salvo un chico que me pregunta si vendo helado. ¡La recontra PMQLP a los chinos que comen murciélagos! Espero 45 minutos que me atienda el Grupo Petersen y el cajero me dice que no hay efectivo. ¡La recontra PMQLP a Guan Chan Kein! Salgo desorientado, sin aire, el traje me está matando, adentro de él hace 60 grados. Por un lado es bueno porque el virus no soporta el calor intenso, pero por otro siento que estoy atendiendo en el último día la Ferretería Arcioni (ver ferretería Arcioni - 1981). Pienso dónde está el cajero más próximo. Me espera un mundo de “mostros” sobrevolándome, ¡no quiero estar más tiempo afuera! Pero tengo que cobrarle la jubilación a mamá. Me voy al cajero de la peatonal, cruzo San Martín y Urquiza, entre la suciedad de la máscara y la inoperancia de nuestros dirigentes me reviento contra el piso por un pozo ubicado justo antes de entrar al cajero. Me sangra la rodilla y el mameluco está agujereado. ¡El mameluco está agujereado! Siento que suben los bichos por mi pierna, me pongo rápidamente alcohol en gel y grito como Kill Bill cuando la enterraron viva. Suena el teléfono, mi mujer me llama para que compre desinfectante en Essenza. Le digo que hace rato que Essenza publica en internet que reparte a domicilio. Que encargue por Whatsapp y se lo llevan (+54 9 343 6200502). Le corto porque me sangra la rodilla. Suena el celular nuevamente, atiendo y le grito: “¡¡hay lavandina debajo de la mesada de la cocina!!”. “¡Nene, soy Yola, tu mamá!” me contestan, “¿te volviste loco?”, “¿qué te pasa que demorás?” Y la remata diciéndome: “tendrías que quedarte en tu casa ¡pelotudo!”. NO PERDAMOS LA SONRISA Ricardo Leguízamo PD: Si te gustó, compartí y poné me gusta, al menos así Essenza me da el desinfectante gratis.
Arriba: Ricardo Leguízamo, o lo que queda de él.
Arriba: No es la mítica "ÁREA 51", es un vecino de Buenos Aires haciendo compras. Fabio Zerpa tenía razón...