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lunes, 3 de febrero de 2020

Fuentes Seguras. Hacia una quita de capital, por Gabriel Fernández (para "Radio Gráfica" del 02-02-20)


Encuentros en Washington. La Palabra en el Vaticano. Lo que viene, ahora

En marzo, la Argentina exigirá a los acreedores privados una reducción que se suma a los planteos más recientes. Las reuniones reservadas y su inspirador. “Siempre”. El FMI anulará la exigencia de revertir la legislación laboral. ¿Cómo se llegó a esos logros? Una historia jamás narrada. El freno del endeudamiento. ¿El freno de la caída? Los presos políticos. La inteligencia del movimiento obrero. La tríada del desarrollo.

Por Gabriel Fernández *

EL DESENFOQUE. La Argentina está en medio del tsunami económico gestado por el macrismo. El gobierno intenta resolverlo mientras los responsables de la gestión anterior se desenfocan: el ex presidente Mauricio Macri asume cargos internacionales, su ladero Nicolás Dujovne no aparece por ningún lado, la siempre renovada Patricia Bullrich brinda consejos sobre seguridad y el titulero Jaime Durán Barba se permite halagar a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Esta realidad damnifica la fluidez argumental del trazo grueso: si la sociedad no tiene claro quiénes infligieron el daño, con qué objetivo y con qué perjudicados, los responsables pasan a ser aquellos que timonean el presente.

Los grandes medios no han bajado la guardia, pues sus intereses de fondo persisten ligados a la estructura rentística – exportadora – primarizadora que originó la coalición Cambiemos; así despliegan la habitual temática de bolsos y cuadernos que tantas satisfacciones les brindó, al tiempo que desfiguran las noticias presentes en el afán de mostrar cortocircuitos entre Alberto Fernández y el Papa Francisco, a sabiendas de estar impactando sobre el frente interno nacional popular. El aserto tiene un perfil grato, pese a todo, porque la evidencia de la conjunción entre ambos estados es transparente y digna de ser combatida por la reacción.

Las Fuentes Seguras consultadas por este medio durante la gira albertiana adelantaron en horas lo que sucedería. Reiteramos lo indicado: “la voluntad papal de cooperar es firme y no se verá afectada por algún desacuerdo. Los dos representantes están resueltos a mostrar públicamente posiciones coincidentes”. Así fue, para preocupación de informantes profundamente malintencionados.

(Como detalle vale una observación menor. El debut de la política exterior argentina en Israel puede haber derivado en la eliminación de aranceles norteamericanos sobre el acero nacional, así como en una sugerencia de contemplación desde Benjamín Netanyahu para sus amigos de los Fondos Buitre, pero no facilitó que la cobertura de Roman Lejman resultara honesta. Para identificar arbitrariamente comportamientos en un trazo: los medios en la Argentina operan como vanguardia oligárquica, así como Israel lo hace como punta de lanza ultraviolenta. Ambos van más allá de las tremendas políticas lanzadas por quienes los envuelven en el orden planetario).

LA DEUDA. Sin embargo, las dificultades impuestas por esa franja tanática no evitan la admisión de una premisa política tan histórica como vigente. La cuestión es qué hacemos nosotros. Y esa cuestión emerge borrosa aunque las intenciones resulten favorables para el interés profundo del pueblo. Veamos los callejones oscuros de la renegociación planteada desde el Sur a ese Norte que a modo de archipiélago aparece en varios puntos y no atiende en ninguno. El accionar oficial dejó de lado perspectivas inmediatas de recuperación económica destinadas la reactivación, pues si bien la tarjeta alimentaria y los bonos resultaron favorables, la creciente de precios por un lado y la ralentización de los beneficios a los jubilados por otro, complica el freno a la caída. ¿Porqué se operó de este modo? Para garantizar la exigencia fondomonetarista de mantener el superávit fiscal primario.

El viejo argumento del déficit fiscal que abarrota las páginas y los discursos de los economistas liberales sigue teniendo presencia en la vida política argentina al punto de sosegar la mejor intención gubernamental, que no es otra que un reimpulso al mercado interno y el despliegue del Producto Bruto. Cierto es que banqueros y ejecutivos de los fondos de inversión hicieron conocer su satisfacción; nuestras Fuentes aseveran que el gobierno está listo para aprovechar esa circunstancia en una nueva gestión –para marzo- con quita en el capital de la acreencia, sin perder el horizonte productivo. Los informantes fueron tajantes: “no podés dejar de lado que mientras se posponía el beneficio para los jubilados, se disponían  retenciones a los exportadores, suba de Bienes Personales, continuidad provincial de Ingresos Brutos y el impuesto destinado a gravar la compra de dólares y el turismo”. Cierto.

Linda trampa dejó tendida el macrismo. Pues el otro argumento de las fuentes oficiales para presentar el panorama sin dramatizar es que la Argentina frenó su endeudamiento. De hecho los acuerdos realizados durante los cuatro años de la Era de la Boludez incluían la disponibilidad de otros 13 mil millones de dólares. Semejante suma, ante la sequía interior, fue observada con ojos grandes y boca sedienta por las autoridades del área económica, pero ellas y el titular del Poder Ejecutivo, bien asesorado por su compañera de gestión, resolvieron sanamente dejar de lado la opción. Sin embargo, nosotros no podemos evitar decir que todo el pacto con el FMI fue innecesario, injustificado por la trama económica interna suscitada durante la Década Ganada –el nombre es justo- y que por tanto el cese de la adquisición de esa hipoteca no es más que la decisión soberana adecuada para la cual fue votado el Frente de Todos.

LA NOTICIA. Entonces, vamos a brindar aire a los actuales gobernantes, sin correr el cuchillo del abdomen, con una noticia bien importante: la Argentina propondrá a los acreedores privados una quita de capital del 40 por ciento.

Hasta ahora, la zona de la nave que dirige Martín Guzmán, con la orientación del Capitán Beto, propuso el diferimiento del inicio de los pagos a dos años y una quita del 50 por ciento a los intereses. Advertimos en la lectura detallada del proyecto de renegociación que brindamos oportunamente a oyentes y lectores de la Gráfica, que el mismo contenía un tercer punto como deseable pero no insistía en su aplicación: la reducción de capital en el pago del adeudo. Bueno, nuestro país hará uso práctico de ese anhelo y con tal bandera llevará adelante las negociaciones a partir del mes venidero. ¿Cómo se construyó este camino?

Hubo varias reuniones, antes de la asunción y luego de la misma, entre Guzmán y asesores, con el FMI para develar el punto. Esos encuentros, realizados en Washington, tuvieron como entorno espiritual, generando el clima adecuado, a la autoridad máxima de la economía mundial portando el dedo generador de Vida que Miguel Angel pintó en la Capilla Sixtina. Que quede claro: esa fue la presencia etérea inspiradora, pero los presentes directos fueron sólo los delegados argentinos y los fondomonetaristas. Vale recordar que cuando Alberto refirió, tras la reunión en el Vaticano, que el Papa está dispuesto a ayudar, recordó que la expresión vertida por Jorge Bergoglio fue “siempre”. Es decir, in aeternum, antes y después. Cuando todavía no estaban contados los votos de La Matanza –digamos- el Papa ya estaba rezando por la Argentina.

Bien, en esa reunión con inspiración celestial, el Fondo entendió que una quita apreciable a los acreedores privados garantizaba su propio ingreso. Al fin y al cabo, si el FMI se hacía cargo, relativamente, de sus errores, bien podían hacerlo los Buitres, incluido el HSBC – Roberts que se viene enriqueciendo a costa de nuestro país desde 1976 al menos. El acuerdo por la deuda argentina más reciente es el mayor en la historia del organismo multilateral de crédito y el que más dolores de cabeza le ha traído; sobre todo porque otras formas de financiamiento avanzan en el orden internacional, desde Eurasia. Como esas presencias espirituales suelen recorrer las páginas de la Comunidad Organizada, el gobierno argentino logró una yapa inusitada: el FMI dejó de lado la exigencia de una reforma a la legislación laboral, así como el pedido de una reprivatización del sistema previsional.

En las líneas precedentes está la gran noticia, bien sazonada. Esto no significa que los tironeos cejarán ni que se abra un camino suave con pétalos de rosas para la economía argentina. Pero el desmalezamiento que implicará resultará notable.

LA LOCALÍA. Ahora bien, la política doméstica tiene sus lógicas más allá de aquellas perspectivas. Por ejemplo, el tema de los presos políticos se va complicando a medida que avanzan los días. La discusión en derredor de su aspecto técnico no conforma a buena parte de quienes confiaron en las listas del FDT para empezar a zanjar injusticias. Con buen tino enfocan la protesta que arranca este lunes sobre la Corte Suprema; empero, el haber resuelto plantear la misma a través de una huelga de hambre evidencia una proyección imprevisible.

Lo cierto es que la combinación de un Poder Judicial al servicio de las grandes empresas y el poder político oligárquico, y la cobertura – impulso de los grandes medios a través de la difamación sin pruebas sobre un conjunto de militantes y funcionarios derivó en los encarcelamientos más disparatados de la vida nacional. “Es una decisión judicial y debe saldarse a través de otras decisiones judiciales” nos dicen las Fuentes y, en cierto perfil, coinciden los manifestantes. El problema es que el asunto no preocupa a jueces adocenados y sí late peligrosamente en las manos del presidente de la Nación.

EL OBRERO. Muy ligado a todo lo narrado aquí, está el panorama económico social. El movimiento obrero argentino sigue respaldando con inteligencia y mesura al gobierno, admitiendo por el momento instancias no remunerativas que otrora habría rechazado. La persistencia de paritarias y la reinauguración de la negociación docente en el orden nacional resultaron datos significativos que los representantes de los trabajadores no dejaron de lado. Nuestras Fuentes, bien Seguras y Directas en este ámbito, señalaron que sostendrán esta actitud porque comprenden la situación y saben que la intención de fondo oficial es la reactivación y la recuperación del empleo y los niveles de ingreso.

El referente más agudo de la CGT, Héctor Amichetti (FGB – CFT) evaluó en un texto publicado en La Señal Medios que “En lo interno el panorama es sumamente complicado, cuatro años de saqueo no solo condicionan la recuperación económica y social de Argentina por el brutal endeudamiento externo, limitan muchas de las acciones necesarias y urgentes por el vaciamiento que ha hecho el gobierno anterior de Ministerios y demás dependencias públicas y de las empresas del Estado”. Conocedor del complejo panorama regional, el gráfico señaló “Estados Unidos tiene muy en claro que debe impedir una experiencia exitosa en Argentina en la medida que vaya en contra de sus intereses de dominación continental”.

Frente a esta situación concluyó que “Es preciso que los peronistas tomemos plena conciencia de esta situación y articulemos con sabiduría la acción del Estado con las Organizaciones Libres del Pueblo. Allí radica nuestro verdadero poder” y por eso  “Del acierto de nuestras políticas y la consolidación en cada paso que vayamos dando de nuestro proyecto histórico, no solo depende la suerte de los argentinos y argentinas, me atrevería a decir que se juega también el destino de Nuestra América. No detenernos en contradicciones secundarias es nuestro deber de buenos peronistas y es además un compromiso irrenunciable para cumplir con el sueño inconcluso de Perón y Evita y para honrar la vida y la muerte de todos nuestros héroes y mártires”.

Frente a esto, el gobierno necesitará una acción tripartita, añadimos nosotros, para satisfacer las exigencias que irán surgiendo en el mediano plazo: la necesaria morigeración de los beneficios de los productores de alimentos –enormes ganancias de las famosas “mil familias” de la oligarquía-, el control de la tendencia inflacionaria compulsiva de los elaboradores y distribuidores de los mismos –las 500 empresas denominadas “formadoras de precios”- y el establecimiento concreto del conjunto de los derechos sociales conculcados. De allí surgirá la revitalización del mercado interno y del potencial productivo nacional.

Como se verá, el presente es complejo pero su proyección no es imposible.

Aquí intentamos enfocarlo, para limpiar la mirada.

(*) Área Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal

Publicado en:
https://radiografica.org.ar/2020/02/02/fuentes-seguras-hacia-una-quita-de-capital/

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