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martes, 24 de diciembre de 2019

EL LOBBY MINERO NUNCA SE CANSA, por Alejandro Bercovich




por Alejandro Bercovich
@aleberco

El lobby megaminero no solo compra tapas de diarios. También invita a periodistas a países lejanos, beca a científicos, dona a escuelas de municipios, auspicia carreras políticas, sugiere retoques legislativos e incentiva internas gremiales. En todos los casos procura silencio.

Para ser exitoso, el lobby es con tod🌞s. Así como logró que CFK vetara en 2008 la ley de protección de glaciares, consiguió que Macri anunciara en 2016 el fin de las retenciones al sector. Me*em le había dado “estabilidad fiscal” en 1996. Ahora UCR-FDT lo habilitan en Mendoza.

La “estabilidad fiscal” que lograron por ley las megamineras en 1996 les congelaba ¡por 30 años! los impuestos que pagaban, con la excusa de que son proyectos de largo plazo. Así eludieron millones en IVA, Ganancias, retenciones y hasta IIBB. También las exceptuó de cepos.

Los gobiernos de San Juan, Catamarca y La Rioja fueron siempre el canal político y la cantera de talentos para el lobby megaminero. Las regalías provinciales (también con tope, del 3% de lo declarado en boca de mina) regaron las aspiraciones de dirigentes radicales y peronistas.

El esquema que fue moldeando con los años el lobby megaminero mantuvo siempre lejos a la AFIP. Solo con las retenciones que le bajó Macri en 2016 se podrían haber pagado 300 mil AUH por todo ese año o dos veces el Fútbol para Todos que dio de baja.

El lobby megaminero promete trabajos de calidad y altos salarios, pero la minería metalífera (la que usa cianuro para lixiviación y lo deposita luego en diques de cola) nunca llegó a emplear directamente más de 10.000 operarios en Argentina. El 0,1% del empleo total (INDEC).

Las compañías megamineras suelen tener sede en Canadá, Suiza o Sudáfrica por razones impositivas pero su capital es mayoritariamente estadounidense. Al Tío Sam también le ocultan sus ganancias para tributar menos. Como Google.

El lobby nunca se cansa. Cuando empecé a contar estas cosas en la radio, la Cámara de Empresarios Mineros me invitó a un debate en una conferencia. Después, a una mina en Puerto Deseado. También una multi puso publicidad en medios donde trabajé. En otros países son menos sutiles.

Lo que deja en el país la megaminería no es gran cosa. En esa mina santacruceña que visité y en casi todas las demás, los operarios usaban desde calzado hasta tapones de oídos importados. Importados sin pagar aranceles, gracias a la “estabilidad fiscal” de 1996.

Impacta también la baja agregación de valor en origen que hacen estas multinacionales. Exportamos cobre mezclado con oro en forma de rocas (bullion doré) y después importamos cables de cobre. Casi como en Las Venas Abiertas de América latina.

¿Podría explotarse mejor el recurso natural? Claro, con inversiones en tecnología que las megamineras solo hacen en sus países de origen. ¿Nos conviene dejar los metales dentro de la montaña? Si se los van a llevar y no nos van a dejar mucho más que ríos sucios, yo creo que sí.

 24 dic. 2019


Publicado en:
https://twitter.com/aleberco/status/1209470025989574657?s=08

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