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sábado, 23 de noviembre de 2019
Fin del Milagro boliviano (I). Las urnas??, por Alejandro Marcó del Pont (para "El Tábano Economista" del 21-11-19)
Por: Lic. Alejandro Marcó del Pont
El exitosos modelo económico boliviano sufrió uno de tantas agresiones a lo largo de los últimos 14 años; este, sin embargo, tipificado como un misterioso mecanismo de interrupción del proceso democrático, el cual debería ser llamado con diferentes eufemismos, pero nunca como “Golpe de Estado”, según la denuncias presentada por el sindicato de prensa ante las presiones del aparato estatal, en Radio Nacional, Telam, Telefe, Clarín, entre otros medios. Como decía John William Cooke, “las oligarquías son las dueñas de los diccionarios”; aun así hay dos cuestiones que hacen al golpe de Estado, y tiene que ver con la participación de OEA (Organización de Estados Americanos), por un lado, y el juego de las empresas energéticas y mineras transnacionales, por el otro que formaran parte del segundo informe.
Circuló por las redes sociales un informe de un Centro de Investigaciones de Política Económica (CEPR, por sus siglas en inglés) con un atractivo escrito llamado ¿Qué sucedió en el recuento de votos de las elecciones de Bolivia de 2019? Otro informe un poco más complejo de Walter R. Mebane, Jr. Professor, Department of Political Science and Department of Statistics, Research Pro-fessor, Center for Political Studies, University of Michigan que demuestra estadísticamente la imposibilidad de fraude en la elecciones bolivianas. Ninguna de las fuentes de los informes podrían ser tildada de socialista.
Básicamente, el informe desacredita a la Organización de Estados Americanos con argumentos simples y carentes de difusión por el aparato mediático que protege al golpe de Estado. Enumera que Bolivia cuenta con dos sistemas de conteos de votos. El primero es un conteo rápido, conocido como Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP, en adelante referido como conteo rápido), un sistema que Bolivia y varios otros países latinoamericanos han implementado siguiendo las recomendaciones de la OEA.
El sistema es ejecutado por una empresa privada, junto con el Servicio de Registro Cívico (SERECÍ), y está diseñado para entregar un resultado rápido —pero incompleto y no definitivo—en la noche de las elecciones, con el fin de darle a los medios una indicación de la tendencia de voto e informar al público. Nunca da el 100% por cuestiones logísticas, ya que no está diseñado para eso, no es vinculante (es decir, es una guía para los medios, o algo así como una píldora anti-ansiedad electoral).
El segundo sistema de conteo de votos es el conteo oficial (o cómputo), que es legalmente vinculante según la ley boliviana. El conteo oficial es completo y preciso, por lo que naturalmente, lleva más tiempo. Es el único sistema válido de conteo de votos y es utilizado por el Tribunal Superior Electoral (TSE, de aquí en más) para determinar y anunciar los resultados finales de las elecciones. Debe tenerse esto en claro, el único que determina el resultado de la elección es el conteo de votos oficial.
El 25 de octubre las autoridades electorales de Bolivia, lideradas por el TSE, publicaron los resultados oficiales finales de las elecciones. Morales había obtenido 2.889.359 votos, o el 47.08%, frente a los 2.240.920 votos de Mesa, o sea, 36.51% de los votos. La ventaja de 648,439 votos de Morales le dio un margen de diferencia de 10.5 puntos y una victoria en primera vuelta sin la necesidad de una segunda.
La dinámica electoral es la siguiente: una vez que la votación ha concluido, las papeletas individuales de sufragio se cuentan en las mesas de sufragio y se agregan en actas u hojas de recuento. Para el conteo rápido y no vinculante, los resultados de las actas se envían a los operadores de verificación de SERECÍ a través de una aplicación móvil, junto con fotos de las mismas actas. Las actas se envían físicamente a un Tribunal Electoral Departamental (TED), donde se verifica la información y se ingresa en el recuento oficial.
En estas elecciones, los resultados del conteo oficial coincidieron con los del conteo rápido, que terminó una vez se llegó al recuento del 95.63% de las actas, con Morales con una ventaja del 46.86% frente al 36.72% de Mesa. El conteo oficial final, con el 100% de los votos escrutados, dio como ganador a Morales en primera vuelta con un 47.08% frente al 36.51% de Mesa.
Las objeciones de la OEA, que emitieron un comunicado el 21 de octubre, no terminado el escrutinio definitivo, expresaban “su profunda preocupación y sorpresa por el cambio drástico y difícil de justificar en la tendencia de los resultados preliminares conocidos tras el cierre de las urnas”
Sin embargo, la misión no proporcionó evidencia, sustentando estas declaraciones que sugieren que el conteo rápido podría ser incorrecto o “difícil de explicar”. El presente informe analiza los resultados de las elecciones y encuentra que:
●Los resultados del conteo rápido para el primer 83.85% del conteo de votos son consistentes con una proyección del resultado final que señala como inmediato ganador a Morales con una victoria de más de 10 puntos porcentuales.
●Ni la misión de la OEA ni ningún otro partido han demostrado que hubo irregularidades generalizadas o sistemáticas en las elecciones del 20 de octubre de 2019.
●Ni el conteo rápido ni el conteo oficial exhiben cambios significativos en las tendencias de votación respecto a los resultados finales, más bien, la misma tendencia ya conocida, explicable por diferencias en las preferencias de los votantes en diferentes áreas geográficas, se hace evidente en ambos conteos.
●El recuento legalmente vinculante —el recuento oficial— no se detuvo durante ningún período de tiempo significativo.
●No está claro cómo las objeciones de la misión de la OEA con respecto al conteo rápido afectarían al conteo oficial.
“La Misión de la OEA afirma que después de la interrupción del conteo rápido, instó al TSE a continuar la contabilización y que el 21 de octubre, 23 horas después de la interrupción, el TSE aceptó reanudar ese conteo. En este punto, los resultados mostraron que Morales se acercaba a los 10 puntos porcentuales, lo que le daría una victoria absoluta. Luego, la misión emitió su primer comunicado de prensa en el que expresó “su profunda preocupación y sorpresa por el cambio drástico y difícil de justificar en la tendencia de los resultados preliminar es conocidos tras el cierre de las urnas.”
¿Pero fue este “cambio en la tendencia” verdaderamente “difícil de justificar”?
El artículo advierte que “Un fenómeno general que sucede en varios países del mundo es que aquellas áreas que transmiten con mayor demora sus resultados son a menudo política y demográficamente diferentes que las cercanas, y se ha observado que esto resulta relevante a la hora de interpretar los resultados utilizando una tabulación de votación paralela, como es el conteo rápido. En las elecciones de Bolivia durante la última década y media, los votos de las zonas rurales y periféricas del país han tendido a apoyar en una proporción bastante mayor a Morales y al MAS-IPSP. Debido a limitaciones logísticas, tecnológicas y quizá también otras, estos votos terminan siendo calculados en la etapa final del proceso de conteo. Esto es cierto tanto para el conteo rápido como para el oficial, ambos afectados por la misma geografía e infraestructura. Los lugares rurales y más pobres, que han tendido a favorecer fuertemente a Morales, son más lentos en transmitir los datos o enviar las hojas de conteo a los tribunales electorales.
En total, estos análisis confirman que las tendencias generales en los resultados, tanto del conteo rápido como del conteo oficial, son fácilmente explicables y consistentes con el hecho de que las áreas rurales que transmiten más tarde sus actas favorecen en gran medida al MAS-IPSP, especialmente en la carrera presidencial. Además, y contrario a las declaraciones públicas de la misión de la OEA, un análisis de los resultados del conteo rápido hasta el porcentaje (83.85%) en el que fue interrumpido el día de las elecciones, predice uno que es extremadamente similar a los resultados finales reales.
“Como se muestra en este documento, en el momento en que se interrumpió el informe de los resultados del conteo rápido, la tendencia de voto existente favorecía a Morales en la obtención de la victoria electoral de manera absoluta con un margen de más de 10 puntos porcentuales”. La desconfianza introducida por la OEA era todo lo que se necesitaba, lo demás, es historia.
Si bien el TSE detuvo la verificación de las actas en el proceso de conteo rápido en la noche de las elecciones cuando el 83.85% de las hojas de conteo ya habían sido verificadas, esto es consistente con lo que el TSE había anunciado que haría a más de una semana previa a las elecciones: dar a conocer los resultados del recuento rápido habiendo verificado al menos el 80% de los resultados preliminares. Es importante tener en cuenta que aunque el TSE detuvo el conteo rápido, como había pactado y anunciado, los trabajadores electorales continuaron fotografiando las actas y subiéndolas al servidor de almacenamiento. El TSE cumplió con este compromiso, y su decisión de detener el conteo rápido no fue en sí misma irregular ni violatoria de ningún compromiso anterior.
El puntapié inicial para derrotar a uno de los modelo de desarrollo más exitosos del planeta y menos estudiado a pesar de ser el reverso de las políticas sugeridas por el FMI, será la segunda parte del artículo. Estatización versus privatización, concentración contra distribución, mineras internacionales frente a empresas estatales.
Publicado en:
https://eltabanoeconomista.wordpress.com/2019/11/21/fin-del-milagro-boliviano-i-las-urnas/amp/?__twitter_impression=true
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