Nada de lo que está sucediendo hoy es casualidad. Todo lo que está sucediendo está absoluta y totalmente programado: la corrida bancaria con el dólar, el riesgo país, el caos. La derecha neoliberal argentina, el FMI, las estrategias geopolíticas de los EEUU, todas ellas tienen intereses en común, y en especial, uno que es clave: evitar cualquier regreso de aquello que denominan despectivamente "populismo". Y para eso tienen a su disposición los medios de comunicación, el Poder Judicial, y muchos supuestos "opositores" comprados o carpeteados. Es por eso que tengo la certeza de que el objetivo de esta tremenda crisis económica autoinflingida que vivimos en estos días -y en los aciagos que se avecinan- es justamente, intentar que MACRI NO LLEGUE A OCTUBRE. Porque frente a la verdadera amenaza de CFK ganando las elecciones, la resolución del problema es simple: generar las irritantes condiciones para que tengamos un nuevo 20 de diciembre de 2001 e instaurar un gobierno de transición, con el fin de evitar la llegada de Cristina a la presidencia. Pero si esto no les funciona, tengo la convicción de que hay un plan "B": colocar a María Eugenia Vidal como candidata a presidenta, justo en el último minuto anterior al plazo del cierre de las listas, luego un estratégico "renunciamiento histórico" de Macri, que es lo único que él sabe muy bien le luciría de todo su mandato. Pues bien: de ese modo la derecha neoliberal tomaría de sorpresa a todos los que estuvimos emborrachados de alegría dando las elecciones ya por ganadas, guiados por las encuestas que dan a CFK derrotando ampliamente Macri. Una gran jugada de la derecha, esa que está viendo como hoy, a solo seis meses de las elecciones, el peronismo/kirchnerismo aún sigue sin armar una estrategia coordinada de campaña, una que movilice coordinadamente a todas las unidades básicas del país, embarrándose las patas saliendo al terreno, casa por casa, puerta por puerta, para hablar con los vecinos sobre el peligro de la continuidad del sistema neoliberal. ¿Creen acaso que TN, A24, y todos los medios del grupo Clarín están vociferándonos día y noche que CFK destroza a Macri en el balotaje, porque de repente se volvieron intelectualmente honestos para informar? ¿No vemos que en lugar de pegarle al MODELO NEOLIBERAL, lo que hacen es destrozar a Macri, al que van a reemplazar por otra persona que encarne ese modelo? ¿No podemos ver, acaso, cómo nos están manipulando y operando para que en lugar de que nos organicemos y salgamos a militar ya mismo, estemos relajados y tranquilos, planeando por anticipado a qué bar vamos a ir a festejar el triunfo de Cristina? Porque si ese plan "B" al que temo realmente se cumple, nos vamos a tener que meter las encuestas de Macri vs. CFK en el trasero, ese mismo que vamos a tener que empezar a usar para cortar clavos a cada minuto que pase. Porque aunque por ahora Vidal posee la desventaja de tener menos intención de voto que CFK, por otro lado tiene una gran ventaja: una imagen positiva mucho más alta que la de Cristina, y eso juega enormemente a favor de la Hiena. Y cuando a esa ventaja se la combine con el imparable bombardeo mediático de 24 horas haciendo campaña a su favor, que nadie tenga dudas de que a Vidal le va a subir la intención de voto. Imaginen que en ese plan B, además, la intención de voto creciera porque los estrategas le ponen al lado a un tipo como Lavagna (dejarán la vida para realizar esa jugada), un candidato idealizado por la clase media, que lo ve como un hombre honesto y probo que fue capaz de nivelar el barco en una situación similar de crisis. Allí, les aseguro que el panorama en un balotaje va a ser realmente muy tenso, preocupante y sombrío para nosotros. Es por eso que me inquieta mucho esta masiva euforia con el libro de Cristina y con las encuestas, porque es tal la euforia que no solo ya se está festejando el triunfo por anticipado, sino pensando en qué medidas vamos a tomar durante el 2020. Estamos haciendo algo peligrosísimo: "salir a vender la piel del oso antes de haberlo cazado", como enuncia ese dicho tan sabio. La alegría y la euforia son motivadores imprescindibles en política. Pero ellas por sí mismas, sin una estrategia que las combine con una urgente campaña que prevea potenciales escenarios adversos, no servirán de mucho. Creo que por momentos estamos pecando de ingenuidad, y perdiendo la objetividad del panorama: muchos de los nuestros, deslumbrados por el carisma de Cristina, no pueden asimilar que aunque para ellos CFK sea Perón resucitado (me incluyo), para casi el 60% de los argentinos, Cristina hoy representa un demonio corrupto vestido de mujer (la mayoría de las encuestadoras la dan con no más del 39% de imagen positiva). Incluso algunos no caen en la cuenta que el hecho de que el libro se agote una y otra vez, no significa absolutamente nada en términos electorales: aún si se vendieran millones, sería totalmente lógico: el núcleo duro kirchnerista está conformado por un número equivalente. Si no entendemos eso, si no moderamos la euforia y ya mismo nos ponemos a cerrar acuerdos para iniciar una prolija y sistemática campaña desde hoy mismo, puede que nos comamos la curva e increíblemente terminemos perdiendo las elecciones, más desmoralizados y destruidos que nunca. Jamás deberíamos subestimar a las perversas (pero brillantes) mentes de esa derecha que hoy tiene el poder político, económico, mediático y judicial tanto en el país como en el mundo, operando para impedir que en nuestra Patria Grande vuelvan a gobernar partidos populares. Tanta euforia por las encuestas se ha convertido en el árbol que nos impide ver el bosque. Y en el bosque acechan los monstruos neoliberales con toda su estrategia fríamente calculada. Esos mismos neoliberales que ya echaron a rodar el plan "A" para ver si nos hacen pisar el palito: hacer que los echemos nosotros antes de octubre, cuando en realidad son ellos mismos los que necesitan irse urgente para imponer un gobierno de transición."
por Lucrecia Arremolina
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