UNA BUENA EXPERIENCIA EN CABA, por Peronismo Militante (20-01-19)

Entre el lunes 14 y el viernes 18 del corriente mes, las Unidades Básicas (UB) del Peronismo Militante (PM) de CABA llevaron a cabo una apretada campaña de acercamiento a las personas mayores, beneficiarias de PAMI.

El cuerpo de la campaña lo pusieron las jubiladas y los jubilados del PM, pero muy bien secundados por la militancia territorial que acompañó activamente la patriada.

Se trabajó sobre la base de un plan de acción, organizado por día de la semana, por delegación de PAMI y por UB. Toda la tarea, fue apoyada y supervisada, desde la iniciativa a la ejecución día a día, por la conducción del PM CABA.

En el transcurso de la semana, las diez delegaciones que cuenta el Instituto en el distrito, fueron abordadas. Poco más de dos mil jubiladas y jubilados recibieron un volante del PM, mediante el que pudieron conocer nuestra mirada sobre su situación, así como nuestra invitación a unirse, organizarse y movilizarse.

Este acercamiento masivo, nos permitió, además, tomarle el pulso de cerca a este numeroso sector de la sociedad, conocer su estado de ánimo general actual.

Hay bastante angustia y no poco escepticismo. Pero también una enorme indignación y mucha, mucha bronca.

Unos cuantos jubilados, y, sobre todo, unas cuantas jubiladas, nos pidieron ejemplares del volante para llevarle a sus familiares y vecinos. Entre 250 y 300 se detuvieron a conversar y varios accedieron a darnos sus teléfonos para que los contactemos (en alguna UB, supimos que ya se comunicaron). También pudimos conversar con personal de las delegaciones y con algunos policías de la Ciudad que están de custodia.

Una experiencia para nada trivial que hicimos en esta campaña, es que, salvo dos o tres gorilas (uno en PAMI 7 y otro en PAMI 10) que lo rompieron y lo tiraron a la basura “por peronista”, nadie se deshizo del volante. O lo guardaban, o, como pudimos comprobar en muchos casos, en la sala de espera e incluso en la vereda, lo leían detenidamente.

En fin, una buena experiencia que nos impone ahora hacer un balance colectivo de la actividad en cada UB y, con lo aprendido, pergeñar nuevas y mejores campañas, hacia ese mismo sector de jubiladas y jubilados, y hacia otros sectores de la sociedad porteña.


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