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miércoles, 24 de octubre de 2018

El descontrol obligó a detener la sesión, por "Página 12" del 24-10-18

Imagen: Noticias Argentinas

La represión y las detenciones invadieron el recinto

El debate del Presupuesto se parece mucho a lo que ocurrió en diciembre pasado con la reforma previsional: mientras adentro los diputados discutían la letra del proyecto en la plaza del Congreso la policía reprimía sin miramientos. Como en aquella oportunidad, donde la nueva ley que se aprobó perjudicó al sector de los jubilados, ahora el oficialismo trabaja para imponer el Presupuesto 2019 que normatiza el ajuste y el endeudamiento externo tal como se acordó con el Fondo Monetario Internacional.

La sesión prácticamente recién había comenzado cuando se desató la golpiza policial. Algunos diputados opositores que habían estado en la calle ingresaron al recinto denunciando lo que sucedía. En ese instante el que conducía la sesión era el radical Luis Petri, quien intentó continuar con el debate haciendo oído sordo a lo que describían a voz en cuello diputados como Adrián Grana y Mayra Mendoza del FpV-PJ. Ante la incapacidad de Petri para poner calma regresó el presidente del cuerpo, Emilio Monzó, pero no tuvo suerte. Mientras una media docena de legisladores de la oposición rodearon a Monzó mostrándole incluso videos de la represión, a unos metros de allí Daniel Filmus y Juan Cabandié se cruzaban a los gritos con el macrista Nicolás Massot.

Filmus contó que Massot había desafiado a Leopoldo Moreau a pelear fuera del recinto. El titular de la bancada de Cambiemos escribió un tuiter defendiendo "el honor de mi familia". El diputado cordobés integra la familia de los propietarios del diario La Nueva Provincia de Bahía Blanca, investigado por sus vínculos con la represión ilegal. 

La tensión subió tanto como la inflación. Se arremolinaron un grupo importante de diputados y diputadas y todo parecía que iba a terminar con algo más que un insulto lanzado al aire. Monzó alcanzó a ver esa situación y consciente de que su voz por el altoparlante no surtía efecto saltó de su sillón y se dirigió hasta donde estaba el ojo del huracán. 

La situación no pasó a mayores y retomaron el debate pero era visible que no podría continuar con normalidad. Esto provocó que Monzó reclamara la presencia del secretario de Seguridad de la Nación, Marcelo D’Alessandro, quien poco después se reunió con los jefes de bloque y para eso se llamó a un cuarto intermedio. El funcionario se comprometió a enviar al recinto la lista de los detenidos y hasta decidió quedarse en el Congreso para "evacuar cualquier duda sobre el operativo de seguridad". Poco después, el debate en el recinto se retomó porque, según dijo Monzó repitiendo la frase de D'Alessandro: "Hemos tomado la decisión de finalizar con esta situación”, dijo sin pronunciar la palabra represión. El titular de la Cámara baja también anunció la conformación de una comisión de diputados para controlar el desenvolvimiento de la jornada.

Publicado en:
https://www.pagina12.com.ar/150848-el-descontrol-obligo-a-detener-la-sesion

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