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lunes, 20 de agosto de 2018

LUIS ARIAS: “Fue una decisión tomada por el Ejecutivo”, entrevista de Ailin Bullentini para "Página 12" del 20-08-18

Arias sostiene que el jurado lo destituyó por “criterios judiciales”, vulnerando sus atribuciones. 
Imagen: NA

Entrevista a Luis Arias, el juez de La Plata removido por el oficialismo

“Me consideraron un juez molesto por ponerles un freno a los tarifazos, por defender el salario y el derecho a huelga de los docentes”, dice Arias, para quien “estamos ante un gobierno que exhibe un autoritarismo nunca visto en esta nueva etapa democrática”.

Por Ailín Bullentini


Luis Arias inauguró en la provincia de Buenos Aires el fuero Contencioso Administrativo, ése que, según sus palabras, “es garantía de la existencia y buen funcionamiento del estado de Derecho”. Tuvo paciencia: ganó el concurso para dirigir el juzgado número 1 de ese fuero en 1998, pero recién en 2003 pudo comenzar a trabajar en el despacho que ocupó hasta el jueves pasado, cuando el jurado que lo enjuició por hechos que él considera “criterios judiciales” lo halló responsable de prevaricato, abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público y lo destituyó. “Ésta fue una decisión tomada de antemano por el Ejecutivo”, denunció en esta entrevista con PáginaI12. El mismo planteo viene sosteniendo Arias desde que, al mando del procurador general de la provincia y ex secretario de Legal y Técnica de María Eugenia Vidal, se activó el proceso político en su contra. “Como suele ocurrir con estas decisiones, primero se definen en los despachos de mayor importancia política y luego se buscan las formas y los argumentos para lograrlas”, profundizó.

–¿Por qué denuncia que su destitución es por cuestiones políticas y no por su desempeño?

Hace mucho que me consideran un juez molesto y este Gobierno no es la excepción. Para Cambiemos fui un juez molesto por suspender tarifas, por intervenir en el conflicto docente, por pública visibilidad y por el seguimiento que mucha gente tiene de mis decisiones. Por eso me llevaron al jury, que yo creo que fue manipulado porque hay muchísimos jurys de jueces de la provincia de Buenos Aires que no avanzan, estancados; jueces con protección que incluso han cometidos graves irregularidades. Y sin embargo conmigo no solo avanzaron sino que fueron completamente animosos. Sin ir más lejos, hicimos una presentación judicial para tener las copias de los registros de la Secretaría Permanente del Jurado de Enjuiciamiento para demostrar que mi juicio político había sido arbitrariamente manipulado frente a otros que están cajoneados y la Secretaría incumplió la orden judicial diciendo que se afectaban datos. No me dieron derecho a acceder a información que me corresponde. Esa misma petición la reiteramos ante el jurado, que tampoco nos dio la oportunidad de acceder. 

–Usted fue enjuiciado y destituido por 21 cargos de abuso de prevaricato, abuso de autoridad e incumplimiento de deberes de funcionario público, todos hechos que sucedieron antes de 2015. ¿Cuándo empieza el expediente? 

–Los casos son bastante anteriores a 2015, sí. Pero la animosidad real en mi contra se origina por una larga lucha que yo he tenido con la Corte de la provincia de Buenos Aires por la implementación del fuero en lo Contencioso Administrativo. Junto a otros jueces fuimos designados jueces de ese fuero en 1998 por concurso, pero estuvimos cuatro años para poder asumir. Cuatro años designados, con todos los recursos a disposición, pero la Corte se negaba sistemáticamente a tomarnos juramento porque decía que faltaba designar a los camaristas del fuero. Nosotros decíamos que la ley orgánica del fuero no lo impedía. Recién en 2003 un fallo de la Cámara de Casación Penal consideró que los ministros de la Corte y funcionarios del Poder Ejecutivo habían incurrido en responsabilidades penales por no poner en funcionamiento el fuero. Entonces, cedieron. La Corte de la provincia siempre hizo un ejercicio abusivo de sus facultades disciplinarias, tratándonos como si fuéramos sus empleados y no jueces igual que ellos. Activaba sumarios administrativos por cualquier cuestión. Esos sumarios, que ya tienen muchísimos años, fueron utilizados por el jurado que me destituyó para iniciarme el jury, pero la realidad es que es una ilegalidad. Una de las tantas que se han cometido en este proceso.

–¿Por qué enjuiciarlo por esos sumarios es una ilegalidad y qué otras encontró en el jury?

–Esos sumarios más algunos que tuvieron lugar pocos años atrás, como los relativos a las inundaciones de 2013 o a algunos desalojos en los que defendí a ciudadanos del avasallamiento de derechos sociales que estaba cometiendo el Estado en contra de ellos, son todas cuestiones que aluden a criterios judiciales, mis criterios judiciales. Cuestiones de competencia o la remisión de expedientes a la Receptoría General de Expedientes de la Corte. Son todos hechos que podían ser discutidos dentro del Poder Judicial, con procedimientos judiciales. Sin ir más lejos, a (el juez federal Daniel) Rafecas lo juzgaron en el Consejo de la Magistratura de la Nación y no lo destituyeron por eso, justamente, porque no es posible evaluar a un juez por el contenido de sus resoluciones. Juzgarme y castigarme, como lo hicieron, por eso, no es otra cosa que avasallar la garantía con la que cuenta todo juez para poder cumplir con su trabajo. Todas cuestiones, además, prescriptas porque llevan más de cinco años de iniciadas. El jurado negó la prescripción con argumentos inverosímiles. Tenían 60 días para elaborar la acusación en mi contra, que tampoco cumplieron. Ahí también violaron la ley. Y hubo irregularidades en la designación de los miembros del jurado. 

–¿Por qué considera que la Suprema Corte no quería el fuero? 

–Yo fui una de las caras más visibles del reclamo a la Corte por la implementación del fuero. Hicimos denuncias judiciales y todo. Sin el fuero Contencioso Administrativo, era la Corte Suprema la que tenía la competencia de dirimir los expedientes de incumplimientos de derechos civiles por parte del Estado, pero los requisitos que imponía para recibir denuncias eran muy elevados. Pocos abogados estaban en condiciones de litigar ahí y, normalmente, quienes litigaban eran la patria contratista. Y la Corte lo que no quería perder era la posibilidad de negociar con el poder económico y con el poder político oficialista en la provincia. Pero la conformación de este fuero está en la Constitución de la provincia, los constituyentes de 1994 la incorporaron para que el Poder Ejecutivo no intentara eliminarla. Sin embargo, fue el Poder Judicial el que la frenó: la Corte tardó tres años en sancionar el nuevo código, un año más en hacer los concursos y otros seis en tomarnos juramento. Violaron la Constitución los jueces de la Corte con tal de no perder su negocio. En un estado republicano, sin el fuero Contencioso Administrativo no hay estado de derecho. Es el que media entre la ciudadanía y sus representantes, el que los obliga a no violar los derechos de la sociedad y a cumplirlos. Y a ningún representante le gusta que le señalen sus déficit. 

–Si los sumarios en su contra datan desde hace tiempo, ¿por qué considera que recién ahora acabaron por destituirlo?

Porque es así como se maneja el gobierno de María Eugenia Vidal, el de Macri a nivel nacional. Es así como se maneja Cambiemos. Estamos ante un Gobierno que exhibe un autoritarismo nunca visto desde que se inauguró esta nueva etapa democrática. Que adopta decisiones y luego las lleva a cabo a como dé lugar y, si algo se llega a interponer en el camino, sea un dirigente social, un periodista, un gremialista, un juez o quien sea, se emprenden acciones para intimidarlo o removerlo directamente y disciplinar de modo que el objetivo político no se perjudique. Esto es lo que viene sucediendo desde el inicio de la gestión de María Eugenia Vidal y Mauricio Macri. La prisión de Milagro Sala es un ejemplo. Lo que ha sucedido conmigo es otro ejemplo. Me consideraron un juez molesto por ponerles un freno a los tarifazos, por defender el salario y el derecho a huelga de los docentes, por insistir en el cumplimiento del derecho a la información de la ciudadanía al suspender el decreto presidencial que eliminó la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) no bien asumió la Presidencia y no hicieron más que pensar cómo proceder para quitarme del medio. Cuando tuvieron cómo, me corrieron. 

–¿Qué efecto imprime su destitución en el funcionamiento del fuero Contencioso Administrativo y en la Justicia en general?

–Nada bueno. Si se fijan, cuando fueron los primeros tarifazos que aplicó este Gobierno éramos decenas de jueces los que los rechazamos. Hoy no hay ni uno. Que el poder político avasalle a la Justicia cuando le es adversa no hace más que disciplinar.

Publicado en:
https://www.pagina12.com.ar/136450-fue-una-decision-tomada-por-el-ejecutivo

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