28 julio, 2018
Por Alfredo Silletta.
No fue casual que María Eugenia Vidal eligiera el diario La Nación para frenar el hostigamiento del presidente y la Casa Rosada hacia su persona. “Entré a la política sin apellido, sin padrino y sin plata. ¡No tengo ninguna offshore! Antes tenía una casa y un auto y, después del divorcio, me quedaron media casa y medio auto”, dice en respuesta al presidente y a todos los CEOs del gobierno nacional que la dejaron sola luego del escándalo.
Vidal sabe que la investigación de El Destape le pegó en la línea de flotación. Nada quedó de su muletilla sobre la “honestidad” y el “somos diferentes”; ni hablar de la situación económica que está viviendo la provincia. No puede solucionar el conflicto docente, la situación en los hospitales públicos es dramática, aumenta la inseguridad y crecen los comedores populares. La poca plata que tiene deberá usarla para pagar el endeudamiento provincial, que se duplicó con un dólar a 28 pesos.
En esta crisis profunda que vive la gobernadora, ya asumió que no podrá ser candidata a presidenta en 2019 y que su única opción es intentar volver a ganar la provincia para no volverse a su casa a los 44 años con una mala imagen. Su amiga, Carolina Stanley, mujer de Federico Salvai, salió públicamente a decir que Macri irá por la reelección y ella nuevamente por la gobernación, en un intento de salvar la imagen de su marido, al que todos apuntan por las denuncias de aportes truchos, robo de identidad y lavado de dinero.
La gobernadora y su equipo político decidieron, aunque le moleste al presidente, cerrar un acuerdo con Sergio Massa y el Peronismo Federal. La idea es aprobar el proyecto del massismo para desdoblar las elecciones de los 135 municipios de la provincia de la nacional para el año próximo.
La jugada apunta a que los intendentes peronistas que hoy apoyan en bloque a la ex presidente Cristina Kirchner, si se adelantan las elecciones locales, después puedan apoyar al del peronismo de Pichetto, Urtubey y Massa. Así, al dividir el voto, Vidal tendría más posibilidades de ganar la reelección.
El Peronismo Federal está muy nervioso por el crecimiento de la figura de la ex presidenta, sin que siquiera tenga necesidad de hablar. Tanto Macri como el tándem Urtubey-Pichetto ya han salido a torearla, pero ella los ignora y sigue trabajando por la unidad de un peronismo opositor y conversando con gobernadores, gremios y todos aquellos que se oponen a la política de hambre de este gobierno neoliberal.
El mismo Jorge Asís reveló que Urtubey, Pichetto y Massa planearían llenar el país con afiches con las caras de Macri y Cristina y la leyenda: “Dos caras para el mismo fracaso”. “Sobre traidores no es necesario comentar nada, ya fue muy claro el general”, dice un intendente de Gran Buenos Aires.
Volviendo a Cristina, pareciera que ella sigue los pasos de Perón, cuando en su primer reportaje en el exilio, el periodista norteamericano Bob Mayer, de la Nacional Broadcasting Company, le preguntó qué pensaba hacer para retornar y él le respondió:
“-¿Yo? Nada, en absoluto.”
Se produjo un breve silencio y agregó:
“-Todo lo harán mis enemigos”.
Publicado en:
https://info135.com.ar/2018/07/28/despechada-vidal-se-aleja-de-macri-y-busca-un-acuerdo-con-massa-para-ser-reelecta/
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