16 junio, 2018
La gobernadora María Eugenia Vidal nunca creyó que iba a suceder, pero sucedió. En solo seis meses dejo de ser la dirigente con mejor imagen para caer en todas las encuestas arrastrada por el fracaso político y económico del presidente Macri. De ganar las elecciones en octubre pasado, de recibir 40.000 millones del Fondo de Conurbano para llenar de obras la provincia a su peor momento con millones de bonaerenses hartos de que todo aumente menos el salario.
Hace dos meses cuando comenzó la crisis del dólar y las tarifas, Vidal mantenía silencio creyendo en los medios oficialistas, especialmente en Clarín que le auguraba ser la reemplazante del presidente, que hasta ese momento era el único que caía en las encuestas. Fue solo una fantasía. El presidente la obligó a salir a los medios a defender el brutal aumento de tarifas, de naftas y del transporte. Intento echarles la culpa a los intendentes, bajo algunos de los impuestos de la luz y el gas pero solo fue maquillaje en relación al aumento brutal de tarifas.
El acuerdo con el FMI cayo como un balde de agua fría sobre su proyección política a partir de las exigencias del organismo internacional.
El presidente le adelantó que se acaba la obra pública en todas las provincias, incluida Buenos Aires. Ya nada habrá para mostrar el próximo año. No fue la peor noticia. Ya le adelantaron que Nicolás Dujuvne, por pedido de las provincias, le trasladara AYSA y las eléctricas Edenor y Edesur, compartido con el gobierno porteño. El costo licua cómodamente los 40.000 millones del Fondo del Conurbano. Y como si fuera poco, el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, quiere que también se haga cargo de los subsidios del transporte.
Como si fuera poco, su vinculo con la Iglesia, la puso contra los millones de mujeres que pidieron la legalización del aborto. Su hombre de confianza, el Opus Dei Julio Conte Grand le “aseguró” que no saldría la votación. Con esa referencia viajó al Vaticano para contarle esa novedad al Papa Francisco e invitarlo al país. La tremenda movilización de las mujeres dio vuelta la votación y el proyecto fue aprobado en Diputados. El Papa no vendrá a la Argentina.
La gobernadora está abatida y con razón. Estaba convencida que quebraría a los gremios docentes con el 15 por ciento. Claro nunca imaginó que tres meses después el propio gobierno en conjunto con el FMI reconoce que la inflación trepará al 32%. Los docentes están de paro y con razón. Hace 56 días que el gobierno provincial no los convoca a reunión paritaria. No hay argumento para seguir ofreciendo el 15% cuando en 6 meses la inflación ya superó ese porcentaje.
Como anécdota, la gobernadora no puede usar las espléndidas oficinas del piso 18 del Banco Provincia por temor a un escrache. Debe tener sus reuniones en una vieja oficina de la Casa de la Provincia en Capital Federal.
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https://info135.com.ar/2018/06/16/la-gobernadora-vidal-en-su-peor-momento/
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